sábado, 28 de julio de 2012

Primum vivere, deinde philosophari

Han sido cerca de tres años de silencio en el blog. No de un silencio obligado, sino más bien de un mutismo autoimpuesto, inconscientemente regulado a causa de haber tenido que reinventar mi existencia, de la ausencia de ideas o de la continua presencia de otras preocupaciones vitales que me alejaban del teclado como medio de comunicación espiritual. Mi alma estaba demasiado agitada interiormente como para poder transmitir algo coherente y sustancioso al prójimo. ¿Cómo puede un ciego  guiar a otros ciegos en medio de la tormenta y de la Noche Oscura? Ahora mi alma está en paz. Serena, como el dulce y constante runrún de las olas con el que me adormezco en estas noches portuenses. Alma en paz, porque aunque los sedimentos recuerdan la tempestad -como los despojos en el agua después de un naufragío- mi espíritu descansa pacífico y dulcemente llevado por el vaivén constante de la marea. Cambié el Amor por el amor, sabiendo que con ello me convertiría en objeto de escándalo para algunos y de necedad para otros. Pero si algo no he traicionado nunca en mi vida ha sido mi conciencia, y a ella seguiré hasta que un día tenga que partir al encuentro de mi Padre. A Él y solo a Él debo una explicación, y estoy firmemente convencido que quien es Amor nada reprochará a quien sólo quiso amar. Mi alma quiere seguir viviendo, seguir escribiendo y seguir compartiendo su existencia con quien quiera escucharla. Tras años convulsos, no exentos de tragedias familiares, de decepciones inimaginables pero también de apoyos incondicionales, al fin mi alma descansa serena.
Quienes fuisteis asiduos del blog desde su creación o quienes queráis ahora subiros al vagón de esta renovada aventura, sabéis que si algo me encanta es relacionar las experiencias vitales con historias que vengan al caso. No encuentro otra mejor para estos años pasados de mi vida como la que a continuación relato:

¿Qué te sugiere la noche estrellada?” -Preguntó el maestro a su aprendiz.
Eso, depende” -contestó dubitativamente el aprendiz.
Desde una perspectiva meteorológica, la luna y las estrellas, la ausencia de nubes y de viento me hacen predecir que mañana gozaremos de una jornada de buen tiempo, climatológicamente hablando. Dando un paso más en mi raciocinio, desde un punto de vista astronómico, veo cientos, miles de estrellas, constelaciones y galaxias que me sugieren la infinitud de un universo visualmente finito pero potencialmente infinito. Este pensamiento ulterior me conduce a mirar las cosas desde un punto de vista filosófico, maestro. Aquí me debato entre el ser de los elementos que mis sentidos perciben o la nada aparente que muchos pensadores proponen. La luna es, las estrellas son, yo soy, mi pensamiento es… pero que pasará cuando yo deje de ser?, ¿Se acabará todo o habrá una recompensa posterior?. Estas preocupaciones, me transportan, ineludiblemente, a un planteamiento teológico: ¿Existe un Dios Creador y Organizador del cosmos y de su armonía o se trata todo de una mera conjunción de factores aleatorios que han desembocado en la realidad actual?. Como verá, maestro, el factor de una noche estrellada me conduce hasta las más sublimes de las preguntas que siempre han preocupado al género humano”, concluyó el orgulloso aprendiz, muy satisfecho de su lógico y coherente desarrollo racional.
"Y a usted, maestro, ¿Qué le sugiere la noche estrellada?" Preguntó ansioso de encontrar eco a sus interrogantes.
Que nos han robado la tienda de campaña”. Concluyó lacónicamente el maestro.

Ya lo decía el antiguo adagio latino: “Primum vivere, deinde philosophari… “ (Primero vivir, luego filosofar…). Pues eso, que he estado tres años buscando mi tienda de campaña y creo que ya la he encontrado. Ahora ya puedo filosofar. Si queréis, lo hacemos en compañía…


sábado, 21 de julio de 2012

Punto y aparte

Creo que voy a convertir el punto y final en un punto y aparte... Me ha sorprendido y emocionado ver que más de 200.000 personas han visitado mi blog en estos 5 años, así es que, a partir de septiembre, como prometí en su día, pero tres años después, volverán las publicaciones. Mientras tanto, ¡a descansar y feliz verano a todos!