miércoles, 19 de diciembre de 2012

Stigmata (EEUU, 1999)

Comentamos hoy una película interesante en su argumento y contenido, pero con intenciones nada sanas respecto a la Iglesia Católica, de la que no transmite en absoluto una buena imagen. El comentario general casi se puede calcar al que hice en su día sobre la película The Body. Es una película que intenta y consigue conectar con un público interesado en los asuntos espirituales para posteriormente desprestigiar todo lo posible a la Iglesia Católica y en concreto al Vaticano. Nada nuevo ni nada sorprendente... Con un presupuesto de 29 millones de dólares obtuvo en taquilla más de 89, lo que deja bien a las claras que este tipo de filmes tienen su público y son productos rentables.

Y lo peor de todo, es que se trata de una película que engancha. La película de Rupert Wainwright está bien realizada y bien trabajada, con un argumento poco tocado en el cine: los estigmas. Toda la trama de la película sucede en la actual ciudad de Pittsburgh (Pensilvania-EEUU). Una joven norteamericana, Frankie Paige (Patricia Arquette), comienza a mostrar misteriosos estigmas tras recibir de Belo Quinto (Brasil) un paquete de su madre con un rosario al que no le presta mucha atención. Para investigar su caso, enviado por el Vaticano, llega desde Roma el padre Andrew Kiernan (Gabriel Byrne), un sacerdote encargado de investigar supuestos milagros y que anteriormente había estado en el mismo pequeño pueblo de Brasil donde a la muerte de un sacerdote brotan lágrimas de sangre de una estatua de la Virgen María. Estos dos acontecimientos, íntimamente relacionados, sacarán a la luz la verdadera historia del Padre Alameida y de un nuevo Evangelio con palabras revolucionarias de Jesucristo. El Vaticano procurará por todos los medios que esos documentos no salgan nunca a luz pública, a lo que se opondrá el Padre Kiernan.  

Respecto al reparto es curioso el papel de Gabriel Byrne, ya que estuvo cinco años de su vida en un seminario, experiencia que seguro le ayudaría a entender mejor la figura del sacerdote...

Algunas claves por si queréis ver la película: 

Los estigmas son las heridas de Cristo en la cruz que raras veces en la historia han sufrido algunos santos quienes, identificándose tanto con Cristo crucificado, han padecido sus mismos dolores, reflejándolos exteriormente en su cuerpo. Son paradigmáticos los ejemplos de San Francisco de Asís y, más recientemente, del Padre Pío (también sacerdote franciscano). No es casual, por lo tanto, el nombre de la protagonista (Frankie- Francis). Al final del film vemos también una estatua del santo de Asís que tampoco es casual... Muchos otros santos han presentado casos de estigmas, así como de incorruptibilidad de sus cuerpos, siendo en general la Iglesia muy cauta en todos estos casos, no pronunciándose sobre ellos ni a favor ni en contra, sino dejándolos más bien al juicio de cada creyente particular. La verdad es que el diálogo en el que el Padre Kiernan explica el fenómeno de los estigmas a Frankie es de lo más objetivo e interesante de la película, esa parte si me ha convencido:

Padre Andrew Kiernan: "Cuando Cristo murió en la cruz, murió con cinco heridas. Su espalda fue azotada por látigos. Había cortes en su frente de una corona de espinas. Había clavos clavados a través de sus manos y pies, y finalmente una lanza clavada en su costado. A lo largo de la historia, solo las personas profundamente devotas han sido afligidas con estas heridas".
Frankie: "Bueno, ¿por qué?"
Padre Andrew Kiernan: "Realmente no hay una explicación científica satisfactoria. Todos los estigmatizados son perseguidos por un dolor espiritual tan intenso que, de alguna manera, los afecta físicamente. Son asaltados por sus propias visiones del mal. Y manifiestan esta batalla en sus cuerpos. La Iglesia, por otro lado, lo considera como un regalo. Un regalo de Dios".
Frankie: "¿Un regalo? ¿Puedo devolverlo...? Escuche padre, ¿puedo mostrarle esto y usted podría decirme lo que piensa?..."

Ahora viene lo negativo. Tanto en esta película, como en “The Body”, “El Tercer Milagro”, “Priest”… como en muchas otras se presenta un esquema parecido: los sacerdotes son gente buena, son personas con buenas intenciones y que intentan ayudar a los demás, pero sin embargo, la jerarquía es malvada y está gobernada por despiadados asesinos sin escrúpulos. Esto se hace intencionadamente para confundir más aún al espectador, quien tras ver el filme, saca la conclusión de que el cura de su pueblo debe ser de los buenos, pero su Obispo, los Cardenales o el Papa son sin duda unos pájaros de cuidado. Si toda la Iglesia fuera criticada, las películas carecerían de credibilidad. Presentando sacerdotes buenos, se intenta convencer al espectador de que la Iglesia es una institución maléfica en esencia, aunque tenga algunas excepciones. El Cardenal Daniel Houseman como enviado Vaticano es presentado como un hombre sin escrúpulos, que incluso intenta asesinar a Frankie estrangulándola mientras dice la frase: "No te dejaré destruir mi Iglesia"

La frase "Partid un trozo de madera; allí estoy. Levantad una piedra, y allí me encontraréis" está tomada de un apócrifo, el Evangelio de Tomás, versículo 77. Este pseudo-Evangelio es un texto escrito en copto (no en arameo, como dice el film) en el año 340, si bien es cierto que hay fragmentos atribuidos al siglo III. 

Esta supuesta revelación de Jesucristo es transmitida por el Padre Alameida que posee el cuerpo de Frankie mientras el Padre Kiernan realiza un exorcismo. Este es el diálogo íntegro que recoge ese momento:

Frankie (Alameida): "Jesús dijo... el Reino de Dios está dentro de ti, y a tu alrededor, no en mansiones de madera y piedra. Partid un trozo de madera... y allí estoy, levantad una piedra... y allí me encontraréis".
Padre Andrew Kiernan: "Hermano Alameida, le pido que libere a esta mujer. Dale tu gracia y no la dejes entrar en los caminos del mal. Porque por medio de Jesucristo todos hemos sido salvados y no temamos mal alguno. Porque Jesús está con nosotros, y en la unidad del Espíritu Santo permanecerá por los siglos de los siglos. Dios bendiga su alma, hermano Alameida. Y vete en paz".

El DVD presenta un final alternativo también interesante. En el mismo banco en el que está el Padre Kiernan en las escenas finales de la película, Frankie muere sufriendo el quinto estigma. Un pájaro (su alma) sale volando de ella en señal de liberación. Después de esta muerte, también vemos una escena extendida del padre Kiernan descubriendo los pergaminos secretos, en los que coloca una fotografía de Frankie frente a la estatua. Un final mucho más dramático que fue descartado finalmente. 

Yo, como siempre, os recomiendo que la veáis, pero que seáis críticos con ella. Como os digo siempre, no perdáis la perspectiva de que estáis viendo ficción, no un documental. Se puede ver buen cine, disfrutar de él pero a la vez tener las cosas muy claritas. Desde estas premisas, espero que os guste.

3 comentarios :

  1. Creo que la peclicula realiza una crítica sobre la Iglesia católica y al Vaticano al mismo tiempo que realiza un intento de ``publicar´´ un texto que escribió Jesús, criticando la estructura social de la Iglesia

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  2. es una de las mejores peliculas que vi......

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  3. Muy buens me dejo en otrs uuup

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