viernes, 27 de diciembre de 2013

Francisco, persona del año 2013

No lo digo yo. Lo dicen ya medios internacionales tan dispares como la revista Time, el periódico Le Monde o la red social Facebook. Desde que fuera escogido como Papa el pasado 13 de marzo, Francisco no ha dejado de sorprender a propios y extraños. Gratamente recibido por los que anhelaban un cambio en la marcha de la Iglesia, su proyección está siendo tal que no deja indiferente a nadie. De momento, y a falta de que se cumpla su primer año de Pontificado, todo son alabanzas hacia sus gestos y sus palabras. Nadie ha ocupado más páginas, ni más minutos de televisión, ni más conversaciones, ni más retuiteos que el Obispo de Roma. En mi Blog ha sido objeto de nueve -con este diez, uno al mes- posts.

En el caso del Time, además, se da la circunstancia de ser la primera vez en la historia que alguien acapara tres portadas en un mismo año. Eso sí, vuelven a enmarcarlo con los cuernecillos que ya comentábamos en la segunda de ellas. El morbo vende.

Han sido 9 meses intensos, que esperemos se conviertan en muchos más años de disfrute. Aquellos agoreros que proclamaban la cercana muerte del Papa están ahora callados e impertérritos esperando una mejor oportunidad para desacreditar a la Iglesia. Su "Yo ya lo sabía" tendrá que esperar.

Mientras tanto, los que celebramos el nacimiento de Jesús tenemos un motivo más para la esperanza. El Espíritu de Dios sopla donde quiere y cuando quiere, pero en estas fechas se nota claramente su aliento de Vida. 

Termina el año, y el último post, como no podía ser de otra manera, va dedicado al Santo Padre. Por cierto, ahora caigo en la cuenta de que ya nadie le llama así. Y sin embargo, en mi opinión, anda sobrado de esas dos cualidades. 

sábado, 21 de diciembre de 2013

Reflexiones de Navidad

Entramos en el cuarto domingo de Adviento, lo que quiere decir que estamos ya muy cercanos a la Navidad. Para preparar bien estas fechas nos puede venir como anillo al dedo estos dos textos de los “Soliloquios de Belén” de Giovanni Papini. Habréis notado que desde hace unos meses he descubierto a este autor italiano que me encanta por su sencillez y profundidad (no tienen porque contraponerse) al escribir. 

Se trata de dos posturas contrapuestas de cómo recibir -o no hacerlo- a la Sagrada Familia en nuestras vidas. Ambos tienen sus dudas, los dos son desconfiados, ninguno de ellos está a la altura de las circunstancias, pero por lo menos uno ha realizado una obra de caridad y el otro no. Uno de ellos podrá dormir tranquilo mientras la conciencia del otro no le dejará dormir esa noche.

Os dejo los textos para vuestra reflexión-oración:

EL POSADERO 

Aunque me hubiera quedado una habitación libre, desde luego no se la hubiera dado a esa pareja. Gente sospechosa. Han dicho que eran marido y mujer, pero yo no me chupo el dedo y a mí no me la pegan. 

Él es demasiado viejo y ella demasiado joven. Y como está encinta... Tal vez es el padre que la ha sacado de su pueblo para evitar el escándalo. Pero la mía es una posada honrada, y aquí no quiero partos clandestinos. 

Por otra parte, no me parece que la trate como a una hija. Este vejete la mira como si fuera una cosa santa y casi con reverencia. Acaso es un criado de confianza que ha cargado con este bonito trabajo... De todas maneras, su marido no es. Y ella con ese aire inocente y casto como si no se avergonzase de nada... Y debe de estar en los últimos días. Ya te digo yo que las apariencias... ¡Fíate de las mujeres! Parece una virgen y está a punto de ser madre. ¡Hay que ver! Y luego, como si no bastara, huelen a miseria desde una legua. Y en mi casa no quiero pobres. Serían capaces de plantarse aquí durante un mes, con la excusa de la parturienta, y al final de todo oírles decir que no tienen bastante dinero para pagar la cuenta. 

Si hubieran llegado con bonitos vestidos y con la bolsa llena acaso hubiera podido encontrar un rinconcito para ellos. El mozo podía haber ido a dormir a casa de sus hermanos durante algunas noches... Cuando el oro está de por medio todo se arregla. Pero con esos no hay nada que hacer. Ella lleva un vestido cualquiera que yo me avergonzaría de dar a mi mujer, y él un manto liso que debe de tener más años que quien lo lleva. Además, habría el peligro de que los gritos de ella y los lloros del niño molestaran a los otros viajeros. ¡Buena cosa encontrarse la posada vacía por culpa de dos vagabundos misteriosos! Aseguran que son galileos, pero el refrán dice que de Galilea nunca puede venir algo bueno. 

¡He hecho bien en sacármelos de encima! 

Un agujero en cualquier sitio lo encontrarán seguro antes que sea de noche. 

EL DUEÑO DEL ESTABLO

Ya he dicho que sí, pero casi, casi me arrepiento... En la posada no los han querido, no tenían dónde caerse muertos... Son débiles: me he dejado conmover, especialmente por ella, con esa cara humilde y sin embargo apasionada, con sus ojos de niña que ha venido de un mundo más claro que el nuestro. Y parece que lleva un gran secreto contra el pecho como otra llevaría un ramo de flores. Es tan inocente, cándida, pura, que parece imposible que tenga que parir de un momento a otro... 

No he tenido valor para sacármelos de encima, de noche, en ese estado: acaso he obrado mal, pero ya no hay remedio. Se han sentado en el establo, en silencio; como si rezaran sin palabras o esperasen un milagro. 

También el viejo parece una persona de bien. Asiste a esa pobre mujer con tantos miramientos como si ella fuese una reina y él un señor convertido en esclavo. No entiendo nada. Van por el mundo solos, sin un criado, sin una mujer que pueda ayudar a esta niña que está apunto de sufrir... ¿Por qué habrán salido precisamente los últimos días del embarazo? Llevar a esa pobrecita por los caminos, en este mes frío y en sus condiciones, no es propio de un hombre juicioso. 

Total, que no he tenido valor para dejarlos marchar desconsolados. El establo es viejo y sucio, pero, por lo menos, tienen un poco de techo sobre la cabeza y las bestias siempre dan un poco de calor. Aunque me haya equivocado, lo he hecho con buen fin: el Señor no me castigará. He sentido como si una voz interior me empujara a albergar a esos dos pobres extraviados. Y hasta el Libro ordena dar albergue a los peregrinos abandonados. ¡Dios quiera que todo termine bien para ellos y para mí! 

sábado, 14 de diciembre de 2013

Feliz Navidad Cristiana

No, no me he vuelto loco. Sé que faltan 11 días para Navidad. Pero es que he hecho hoy una cosa que -ingenuo de mi- me ha llamado la atención.

Me ha dado por poner en el buscador Google Imágenes “Feliz Navidad” buscando algo representativo con lo que adornar algún futuro post Navideño. El resultado no puede ser más desolador. Podéis hacer la prueba también vosotros, ya que aunque es algo que se genera a diario, no creo que encontréis unos resultados muy distintos a los que detallo a continuación:

La primera impresión es un desfile de Papa Nöeles y arbolitos de Navidad fiel reflejo de cómo se anglosajonizan nuestras fiestas a pasos agigantados. No tengo nada en contra de San Nicolás, ni del dichoso arbolito de marras, pero sí en contra de que tengamos que hacer, comer, vestirnos y copiar las tradiciones que no pertenecen a nuestra cultura.

La imagen número 75 es, por fin, religiosa. Pero no cantéis victoria. Representa a la Última Cena de Jesucristo, y por si fuera poco, en una actitud blasfema (haciendo la ola en brazos de sus discípulos). Mala suerte, a seguir buscando.

Tras algún conejito, osito y hasta Bugs Bunny disfraszado de Papa Nöel, en la imagen 99 encontramos el cartel de una película llamada “Feliz Navidad”. Ya sólo por casualidad, me informo, la busco y resulta que no tiene ningún contenido religioso. Puede que sí transmita valores, ya que está ambientada en la Segunda Guerra Mundial y en como se celebraban estas fiestas en común ingleses y alemanes en la lejana Rusia, pero cristiana, cristiana, lo que es cristiana, no es. A seguir buscando.

¡Por fin! La imagen 111 es, al fin, un nacimiento, con su San José, su Virgen María y su niño Jesús…. Y hasta su angelito, el buey y la mula…. Gracias a Dios… Y que os aproveche, porque hasta la imagen 159 no volvemos a contemplarla tras otro incontable desfile de Papa Noeles, renos, nieve y árboles de Navidad. Ambas adornan este post en un más que merecido homenaje...

¿Curioso? Repugnante, más bien. Como conseguir paganizar y desvirtuar la esencia de una fiesta mientras no se hace nada por evitarlo. Nuestras tradiciones, pisoteadas; nuestro orgullo, por los suelos; nuestra identidad cristiana, masacrada. Es sólo un símbolo, una expresión gráfica de cómo se está vaciando de contenido cristiano la Navidad para convertirla en unas fiestas paganas.

Yo, me sigo resistiendo a ello. En mi casa hay ya puesto un Nacimiento o Belén, y los árboles se quedarán en los bosques americanos, ingleses y alemanes, que es donde tienen que estar. Y a pesar de la crisis, vendrán los Reyes Magos, mientras que el gordinflón Papá Noel se quedará con su "jojojo" en Escandinavia, con sus renos, sus campanitas y sus chimeneas.

 Llamadme loco, pero es lo que hay...

sábado, 7 de diciembre de 2013

Historia de Adviento: Los dos hermanos

Os propongo una nueva historia-cuento para pensar en este tiempo de Adviento. Sabéis que este tipo de relatos me encantan, y que cuando me tropiezo alguno que me llama la atención lo retoco un poco  para "adornarlo". Espero que os guste:

Había una vez dos hermanos que se querían con toda el alma. Ambos eran agricultores y desde pequeños siempre habían estado juntos y lo habían tenido todo en común. Sus padres les habían enseñado a ser generosos y a compartirlo todo. Pasaron los años, y uno de ellos decidió casarse y formar su propia familia, pero el otro permaneció soltero. A pesar de separarse, se seguían queriendo tanto que decidieron seguir repartiendo su cosecha a medias. 

Una noche el soltero soñó: ¡No es justo! Mi hermano tiene mujer e hijos y recibe la misma proporción de cosecha que yo que estoy solo. Iré por las noches a su montón de trigo y le añadiré varios sacos sin que él se dé cuenta.

A su vez el hermano casado soñó también una noche: ¡No es justo! Yo tengo mujer e hijos y mi futuro estará con ellos asegurado. A mi hermano, que está solo, ¿quién lo ayudará? Iré por las noches a su montón de trigo y le añadiré varios sacos sin que sé de cuenta. Así lo hicieron muchas noches ambos hermanos. 

Pasaron varios meses en los que los dos repetían la misma operación, hasta que una noche ambos se encontraron en el camino portando sacos una para el otro. No tuvieron que hablarse. Ambos se miraron, comprendieron lo que su hermano estaba haciendo por el otro y se abrazaron con un abrazo de hermano, tan fuerte, tan fuerte, que cuentan que todavía hoy permanecen unidos en ese infinito abrazo...

Precioso, ¿No os parece? Cuando lo leía y lo interiorizaba no pude evitar que viniera a mi cabeza este pensamiento: 

El único sacrificio que tiene sentido es el que se hace con amor y por amor. Como en la historia, cuando uno da sin esperar nada a cambio es cuando uno puede a su vez recibir con alegría. Desgraciadamente, vivimos en una sociedad donde se nos ha educado a mercadear y a "chantajear" hasta con nuestros propios sentimientos. Pobres de nosotros cuando sólo damos para que nos den... Habremos, en todo caso, comprendido el sentido de la justicia, pero no el del AMOR... 

Y esto no nos pasa sólo con los otros, sino también con Dios: Cuidado si le damos nuestro tiempo o nuestras oraciones para recibir algo a cambio, ya que la verdadera fe y la verdadera felicidad residen en el dar "a fondo perdido", confiando ciegamente en su voluntad, aunque no coincida con la nuestra, cosa que suele pasar con mucha frecuencia...

Un saludo y a seguir preparando el nacimiento de Jesús, que mañana encenderemos la segunda velita de la corona de Adviento y ya queda menos para que nazca en nuestros corazones

domingo, 1 de diciembre de 2013

Natividad (The Nativity Story, EE.UU., 2006)

Hoy comenzamos el Adviento, tiempo de espera para preparar un nuevo nacimiento espiritual de Jesús. Para preparar este tiempo, además de la Palabra de Dios de estos domingos, contamos con las nuevas tecnologías que nos permiten visitar virtualmente Belén en el siglo I de nuestra época. En este marco de acercamiento virtual a la historia podemos encuadrar la película que hoy comentamos. A nuestra imaginación y a nuestra espiritualidad le pueden venir de perlas el visionado de esta película.

De entrada me parece justo aclarar que no es fácil en una sociedad tan racionalista en la que vivimos hacer una película sobre un momento tan espiritual de la Historia. Hablar de un nacimiento virginal, de apariciones, de ángeles, de sueños, de una conjunción de estrellas en el firmamento… y de muchas otras cuestiones espirituales hacen que se tenga el peligro de caer en la sensiblería o de destrozar el argumento a poco que intentemos buscar un enfoque original. Normalmente, en la historia del Cine, el nacimiento de Cristo únicamente ocupaba algunos minutos en las películas sobre la vida de Jesús, precisamente por esta dificultad que estamos comentando. El reto es volver a contar una vez más la misma historia de una manera creíble, convincente y entretenida, siendo fiel a la Palabra de Dios y al dogma cristiano. Creo que por ello e intencionadamente, el foco de atención se pone en la oposición y persecución de Herodes al nacimiento del Mesías, incluyendo la técnica de flashback, con lo que se dota al filme de ciertas dosis de tensión que refuerzan un argumento que de otra manera, insisto, carecería de interés visual por su reiteración y previsibilidad. Una película que no tiene efectos especiales destacables y cuyo vestuario y decorados son dignos -pero no extraordinarios- tiene que buscar su razón de ser en otro lugar. A mi parecer, es el conjunto de la película lo que la hace interesante y recomendable. Que fuera un éxito de taquilla con diez millones de dólares de ganancia sobre su presupuesto (35 millones) creo que avala esta hipótesis.

En general me parece que el producto final es más que satisfactorio. La película engancha a pesar de que el espectador no espere ninguna sorpresa en la trama y el final sea más que conocido. Los personajes son abordados desde una perspectiva psicológica muy interesante: María (Keisha Castle-Hughes, 16 años en el momento de la interpretación), José (Oscar Isaac), Herodes, los Reyes Magos… presentan varías facetas en las que se profundiza dejando mucho lugar a la interpretación personal (la película concede amplios espacios de silencio para la reflexión interna del espectador). Dado lo escueto del mensaje bíblico, los guionistas debieron tomarse algunas licencias extrabíblicas. Ciertos datos (Problemas económicos de la familia de María, matrimonio de conveniencia, viaje a Belén, ritos judíos… ) son hipótesis -para mi gusto muy acertadas- sacadas del contexto cultural de la época, siendo muy plausibles aunque no formen parte del sobrio mensaje de Mateo y Lucas, los dos únicos evangelistas que narraron el momento del nacimiento de Cristo. Gran mérito tiene a mi modo de ver la elección de una directora (Catherine Hardwicke) que aporta su visión y punto de vista femenino, muy perceptible en muchos detalles, aportando una sensibilidad especial en la figura de la Virgen María. El protagonismo -no podía ser de otra manera- recae sobre ella, aunque José aparece como el perfecto colaborador con los planes de Dios. Tras las lógicas dudas iniciales, el diálogo en que deciden ir a una es muy tierno a la par que contundente.

José: "Y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados". Lo sé. María, Dios me lo mostró. Un ángel vino a mí en mi sueño".
María: "¿Me crees?"
J.: "Te creo. El niño necesitará un padre. Lo declararé como mío".
M.: "La gente no te mirará igual. No nos mirarán igual".
J.: "Eres mi esposa. Soy tu esposo. Eso es todo lo que necesitan saber".

En efecto, la figura de José sale muy bien parada, ya que aunque bíblicamente aparece poco (no tenemos ninguna palabra suya en los cuatro Evangelios) en el film recibe un magnífico tratamiento:

María (tocándose la barriga): "Mi hijo. Tendrás un hombre bueno y honrado para criarte. Un hombre que dará de sí mismo antes que ningún otro".

Hay un diálogo muy original que me parece muy sugerente. Aquel en el que María y José hablan en confidencia sobre cuándo creen que sabrán que su hijo es el Hijo de Dios:

María: Sí. ¿Alguna vez te preguntas cuándo lo sabremos?
José: ¿Saber qué?
M.: Cuando sabremos que es más que un niño. ¿Será algo que él diga? ¿Una mirada en sus ojos?
J.: Me pregunto si seré capaz de enseñarle algo...

Hay dos escenas que me parecen geniales porque intentan aportar un toque "profético" a lo que será la vida adulta de Jesús. Aún sin haber nacido el niño aún, el espectador imagina que en su infancia tuvo que aprender muchas cosas, gestos, palabras y actitudes de sus padres, como todos los niños hacen. En este sentido, el lavatorio de pies que María le realiza a José y la crítica que posteriormente este hace del Templo de Jerusalén como lugar de oración y no de comercio nos adelantan dos acciones fundamentales de los últimos días de la vida de Cristo

El “toque cómico” lo aportan los Reyes Magos, de los cuáles bien poco sabemos en los Evangelios y cuyas historias son también un reflejo de la tradición popular de la Iglesia. De ellos sólo encontramos un par de versículos en todo el N.T., así que sus personas y sus diálogos son un campo abierto a la especulación y a la fantasía, como este:

Melchor: ¿Cuántos días has llevamos de viaje?
Gaspar: Ciento cuatro.
M.: ¿Y cuántos días llevas quejándote?
G.: Ciento cinco. 
(Melchor lo mira confundido)
G.: ...Estoy contando mañana.

Más seria y cargada de profundidad es la escena de la entrega de los regalos. Las palabras no son aleatorias -aunque tampoco bíblicas- pero sí que están cargadas de un significado simbólico:

Melchor: "Oro para el rey de Reyes".
Baltasar: "Incienso para el sacerdote de los sacerdotes".
Gaspar: "Y la mirra... para honrar su sacrificio".

Hay que recordar que la mirra era por aquel entonces un ungüento utilizado para embalsamar los cadáveres, por lo que este último regalo es sin duda una anticipación profética del sacrificio redentor de Cristo en la cruz. 

En definitiva, una película para gozarla y para “abrir boca”, es decir, para que queden más ganas de meditar, reflexionar y orar con el nacimiento del Hijo de Dios. Tarea para la que tenemos todo el Adviento, cuatro semanas para ir buscando un rinconcito en nuestros corazones para que el niño Jesús encuentre un nuevo pesebre en el que nacer esta Navidad.  

sábado, 23 de noviembre de 2013

El Papa Francisco y los enfermos

Todavía recuerdo la primera vez que le di la mano a un enfermo de VIH. Yo tendría por entonces unos 24 años. A pesar de tener toda la información sobre la enfermedad y de saber como se contagiaba, no pude evitarlo: Al terminar de charlar con él y darle la mano (porque el me la acercó) busque disimuladamente un cuarto de baño para lavarme las manos. 

Hoy creo que no lo volvería a hacer. O quizás sí. Pero de ahí a darle un abrazo media un mundo. No me veo preparado. Y si en lugar de ser un enfermo de SIDA es alguien desconocido del que ni siquiera sé si su enfermedad es contagiosa, no quiero ni imaginarme cómo reaccionaría.

Pues bien, ya tengo (de nuevo) un ejemplo a seguir. El Papa Francisco me ha emocionado al abrazar a Vinicio Riva, un enfermo de neurofibromatosis, enfermedad cuyo nombre, de por sí solo, ya asusta. No sólo lo ha abrazado, no. Lo ha besado con cariño. No por compromiso, ni por buscar la foto. Al tirar de hemeroteca, he visto que el Papa Francisco tiene, como Jesucristo, unos predilectos: los enfermos. Si entráis en Google Imágenes son muchísimas las fotos (como Cardenal y como Papa) en las que aparece mostrando su cercanía a todo tipo de enfermos: físicos y mentales. Ésta no es la foto de un político (sea del partido que sea) al cual le preparan delante un niño o niña muy bien vestidito y arregladito para que en campaña electoral lo bese y ser portada del periódico del sía siguiente. Es la foto de un encuentro de ternura, de un marginado de nuestra sociedad (porque los marginamos entre todos, simplemente por el hecho de ser distintos) al cual el Papa ha devuelto su dignidad como persona

Profundizando un poco, y leyendo el testimonio y las palabras de Vinicio Riva, me he conmovido más aún. Os dejo un extracto para que las disfrutéis también vosotros.

"El Papa ni se detuvo a pensar si me abrazaba o no. Mi enfermedad no es contagiosa, pero él no lo sabía. Bajó del altar a saludar a los enfermos. Yo le besé la mano mientras que él con la otra me acariciaba la cabeza y las heridas. Después tiró de mi, abrazándome con fuerza y besándome el rostro. Yo tenía la cabeza en su pecho, sus brazos me rodeaban. Me tenía muy pegado a él, mimándome, no se apartaba. No me dijo nada, pero yo sentí su amor. Duró poco más que un minuto, pero a mi me pareció una eternidad. Mi corazón iba tan deprisa que creí que iba a morir".

Qué mas se puede decir sin estropearlo... 

sábado, 16 de noviembre de 2013

Feliz Cumpleaños (otra vez, y van siete)

El pasado jueves día 14 hizo siete años que comenzó esta apasionante aventura bloguera en el mundo religioso cristiano (repito que no fui el primero, pero sí de los primeros....) que me viene acompañando desde entonces. 

Hace un año -en el sexto aniversario- se me ocurrió poner algunos datos de interés. Gracias a ellos, hoy –un año después- podemos compararlos. Me ha resultado tan reconfortante hacerlo que quiero compartir los datos con vosotros. La reflexión espiritual, esta vez, irá al final del post acompañada de un par de citas bíblicas. No pretendo hacer autobombo, pero sí compartir mi alegría -y el sentimiento de responsabilidad unido a ella- con todos vosotros.

Año 2012: Se han producido 205 entradas, 249.386 visitas, 1.715 comentarios (aunque ahora ya casi se realizan, en los primeros años era muy utilizado este recurso….) 2.504 “me gusta” y, lo que es más significativo, visitas de prácticamente todos los rincones del mundo.

Año 2013: 267 entradas, 411.766 visitas, 2.213 comentarios, 4.623 "me gusta" y visitas igualmente de todo el mundo. Como novedades, a lo largo de este año, se han producido 102 "me gusta" en el botón +1 de la Red Social Google+ (son de 102 personas distintas a la página central del Blog) y 63 seguidores. Ya que sirven de referencia, las pongo este año para que me sirvan para el año que viene... Gracias a Google Analithics ya sé desde que rincón del mundo me visitáis, la duración de cada visita, desde qué buscadores se producen... en fin, una auténtica gozada. Eso sí, a lo largo de este año he tenido que luchar contra el peor enemigo de los Blogs, un virus que se coló en mi código HTML y que a punto estuvo de dar al traste con 7 años de trabajo. Gracias a Dios y a los consejos de una amiga bloguera que me ayudó, pude exterminar el virus que me provocó un par de semanas de angustia. No os preocupéis, el virus no afectaba a vuestros terminales sino sólo a la estructura interna del Blog, por lo que únicamente una molesta alerta decía que el Blog era potencialmente peligroso. Las fuerzas del bien pudieron con las de las tinieblas y la alerta desapareció junto al dichoso virus.

Como veis el Blog está más que vivo. Las visitas se han incrementado de una manera espectacular gracias a todos vosotros. En la reflexión del día de hoy sólo quiero pronunciar la misma palabra que el año pasado: GRACIAS. El incremento de visitas se debe sin duda a las redes sociales y a que muchos de vosotros compartís o dais me gusta a los contenidos y reflexiones que semana a semana voy colgando. La progresión, como podéis comprobar, ha sido inimaginable. Las cifras hablan por sí solas, sobre todo después de tres años en el que el Blog estuvo suspendido y dejó de publicar entradas. En un año las visitas se han incrementado en casi el doble al día. A través de esas mismas redes sociales se han reactivado los comentarios, que tanta vida dan a un Blog que tan necesitado -por definición- está de feedback para sentirse vivo. A la mayoría de vosotros no tengo el gusto de conoceros personalmente, muchos entráis en esta página por casualidad o por algún amigo de un amigo o gracias a algún enlace o a algún buscador que ni siquiera yo conozco. Abrir el Blog cada día y ver que ha recibido 600 visitas hace que uno se quede con la boca abierta, creedme. No es mérito mío, sino de Dios que actúa (eso creo y espero firmemente) a través de mi humilde persona. Frágil soy y frágil moriré, ya que como dice San Pablo, “Llevamos este tesoro en vasijas de barro” (2 Cor 4,7). Mientras tanto, mientras llega el momento de partir a la Casa del Padre, seguiré escribiendo, ya que como dijo otro personaje bíblico, Poncio PilatoLo escrito, escrito está” (Jn 19,22) y es que es cierto que las palabras se las lleva el viento, pero lo que se escribe, permanece…

sábado, 9 de noviembre de 2013

El matrimonio

Hoy he vuelto a encontrar una de esas historias que me encantan, de esas que te hacen pensar un buen rato y que esconden verdades como puños, además de que permiten poder establecer un paralelismo (como haremos al final) con el Evangelio. 

La historia, a la que como siempre le he dado mi toque personal transformándola y ampliándola bastante, es la siguiente:

Un matrimonio ya anciano estaba sentado en su sofá. Ambos, con la televisión de fondo, se distraían a su manera: él leía el periódico y ella hacía punto para el nieto de su amiga, ya que ellos no habían tenido hijos. De vez en cuando intercambiaban algún comentario sobre algo que les llamaba la atención de lo que escuchaban o sobre algún recuerdo común que venía a sus mentes. De repente, comenzó a llover un poco. El ruido de las gotas contra los cristales hizo que la mujer mirara por curiosidad por la ventana, y entonces, se dio cuenta que su vecina de enfrente había dejado la ropa tendida para secarse. Entonces, le dijo a su marido:

- ¡Hay que ver las sábanas tan sucias que cuelga la vecina en el tendedero! Quizás necesita un detergente nuevo y no tiene para pagarlo… Tengo la impresión de que debe ser muy pobre, es muy joven, con tantos hijos y sin embargo no está nunca en casa… ¿No te parece que podríamos mandarle algún dinero…?
Su marido la miró extrañado por unos segundos, y bajando de nuevo la vista hacia su diario, le respondió:

- No te fíes nunca de nadie. Sabe Dios por qué no está nunca en casa. Habrá que ver que tipo de vida lleva. Yo creo que tiene a sus hijos abandonados y se dedica a.... ya sabes. Llega muy tarde de noche, y viste de una manera que no me gusta. Fíjate, está lloviendo cada vez más y todavía no ha salido a recoger su ropa… ¿Dónde estará?, ¿No se preocupa de nada?...

Desde aquel día, aquel comentario aislado se fue convirtiendo en una costumbre. Cada dos o tres días, esperaban a que la mujer saliera a tender su ropa, y como si fuera la primera vez, cada uno exponía su teoría. Ambos, desde el sofá, mirando a través de la ventana, se recreaban en como la vecina tendía su ropa recién lavada. Cada ocasión se convertía en una nueva oportunidad para hacer imaginaciones mentales:

- ¿Pero de verdad no se da cuenta de lo sucia que saca la ropa de la lavadora? –Comentaba ella.
- Estará muy ocupada pensando en otras cosas… Comentaba casi siempre él.

Pasado un mes, una mañana, la esposa se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas blancas, como nuevas, y le dijo a su marido: 

- ¡Mira, por fin ha aprendido a lavar la ropa! ¿Le habrán prestado el dinero para comprar un nuevo detergente?, ¿Le habrá enseñado otra vecina como se lava la ropa para que quede bien blanca de verdad?...

El marido le respondió:

- No, hoy me levanté más temprano que tú y llamaron a la puerta... 

Comenzó a decir con una voz que denotaba tristeza. 

- Era la vecina de enfrente, la que tiende la ropa. Al principio pensé no abrirle porqué creía que lo que vendría era a pedirnos dinero, pero me lo pensé mejor y le abrí… Y... ¿Sabes lo que me dijo?… 

Dijo el anciano, al que empezaban a humedecérseles los ojos…

- ¡Hola vecinos! Les he visto a su mujer y a usted muchas veces por la ventana, y aunque me da algo de vergüenza, se lo voy a decir… ¿Saben que tienen muy sucios los cristales de la ventana? Entiendo que su mujer está ya muy mayor y no puede ocuparse de ellos, y he pensado que si no les importa, se los limpio en un momentito…

- Entonces entró, los limpió y se despidió amablemente. Me dijo que le gustaría venir a visitarnos más a menudo para que no nos sintamos tan solos, pero que trabaja en un supermercado todo el día y llega muy tarde a casa...

Concluyó el marido, quien rompió a llorar definitivamente al tiempo que su mujer hacía lo mismo…

Después de la historia, que se explica por si sola, la relación con el Evangelio... En cuanto la leí, vinieron a mi mente las famosas palabras de Jesús en el Evangelio de San Lucas, capítulo 6, 41-42:


“¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo”, tú que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano”


Lo dicho, bonito cuento para meditar en cuantas veces nos metemos en la vida de los demás cuando lo que deberíamos hacer es preocuparnos más de la nuestra... No fijarnos tanto en la ropa sucia de los demás y preocuparnos en comprobar si nuestros cristales están limpios... Dejar tranquila la paja del ojo ajeno y centrarnos en la viga del nuestro. Ojalá actuáramos así. A buen seguro viviríamos más tranquilos y en un mundo más feliz....

sábado, 2 de noviembre de 2013

Otro futbolista cristiano: Roque Santa Cruz

Sabéis que me encantan el fútbol y la religión, yo creo que son las dos grandes pasiones de mi vida. Por ello, no me canso de buscar referentes cristianos en un mundillo cada vez más desacralizado y en el que a menudo ser cristiano algunos lo confunden con santiguarse al comenzar un partido o al celebrar un gol. Eso no está mal, pero yo busco algo más que eso (que puede incluso reducirse a un acto supersticioso), yo busco referentes vitales de verdad... 

Hoy me he encontrado otro testimonio de un futbolista de élite que también compagina a la perfección su vida deportista y de fama con el testimonio de fe y la actividad para la divulgación del Evangelio. Se define como un creyente practicante que acepta el camino que Dios le va trazando en la vida.

En este caso se trata del paraguayo Roque Santa Cruz (con ese nombre ya apunta….). A sus 31 años , además de ser referencia en su Selección Nacional, ha jugado en el Bayern de Munich, Blackburn Rovers, Manchester City y últimamente en España, primero en el Betis y ahora en el Málaga.

Para él -por motivos obvios- es complicado acudir los fines de semana a Misa, pero siempre que puede y su profesión lo permite encuentra un hueco en sus obligaciones para acudir con su mujer y sus hijos a la Eucaristía. Sus hijos hacen de monaguillos en la misa, y por las noches, les lee fragmentos de la Biblia que después les explica. Dos veces por semana, además, acude a su Parroquia de Marbella a recibir catequesis para adultos e impartir catequesis a otros niños. Llama poderosamente la atención que alguien que puede disfrutar con cualquier placer de este mundo (su sueldo es bastante elevado como cualquier futbolista de élite) decida dedicar una hora de la semana de su tiempo libre a enseñar gratuitamente -recalco gratuitamente, porque los catequistas, pese a lo que muchos creen no cobran- a un grupo de niños y niñas y a transmitirles su fe para prepararlos para la Primera Comunión. En una reciente entrevista, ha declarado que el Sagrario es su lugar favorito, donde procura estar al menos una hora a la semana adorando al Santísimo, lo que le sirve para “cargar las pilas” para el resto de la semana. Como veis, la oración es un pilar básico de su vida y de su fe, como debe serlo para cualquier cristiano.

Unida a su creencia, está su compromiso con los más necesitados. Ha creado para ello una Fundación para ayudar a los niños más necesitados. Sus prioridades son la alimentación, la salud y la educación de los niños con menos recursos económicos. La mayoría de ellos son huérfanos o sus padres los abandonaron por no poder atenderlos. Santa Cruz pretende demostrarles a los niños que hay quien se preocupa por ellos. Son niños que necesitan cariño, atención y saber que no están solos en el mundo. Como suele pasar con las personas que hacen algo por los demás, esa ayuda es recíproca, ya que Roque Santa Cruz reconoce que “En la Fundación recibo mucho más de lo que doy”.

Su consejo para esos niños y para todos los niños y jóvenes del mundo es el siguiente:

“Amad vuestra profesión pero hacedlo sin descuidar la vida espiritual, que es lo que os va a dejar enfocados en una vida sana, porque la vida cristiana siempre te reconforta y te ayuda”.

Otro gran ejemplo de vida, otro gran tipo que aunque esté ya en los últimos años de su vida futbolística, con esos valores le augura un gran futuro por delante....

sábado, 26 de octubre de 2013

Conversaciones con Jesús

Esta conmovedora imagen del rodaje de La Pasión de Cristo que el otro día encontré en una red social me impactó tanto que no podía dejar pasar la oportunidad de realizar un post sobre ella.

Supongo que Mel Gibson, de ver a Jim Caviezel caracterizado como Jesucristo todos los días, terminó por acostumbrarse, pero yo me pongo en la piel del director de la película y sólo de ponerme en su lugar  siento unos escalofríos que me recorren todo el cuerpo.

Dando un paso más, y mirando la fotografía como el que contempla una obra de arte que sugiere interrogantes posteriores, se me vienen a la cabeza muchas sugerencias… Si pudiera volver a ese momento exacto de la historia, sentarme al borde del camino del Calvario y poder tener a Jesús a mi lado en medio de esa Pasión y de esos tormentos insufribles… ¿Qué le contaría?, ¿De qué hablaríamos?, ¿Qué tipo de conversación mantendríamos?, ¿Cuáles serían mis prioridades?... Seguro que no sería momento para tener ese tipo de conversación intrascendente en la que muchas veces a diario nos enredamos y perdemos: Política, trabajo, economía, deportes, personajes sociales, comidas, programas de televisión… Tonterías, banalidades que a la hora de la verdad poco importan en los momentos decisivos de nuestra existencia. 

De tenerlo delante, seguro que -en el caso de poder articular alguna palabra- nuestra conversación sería más profunda y espiritual. No sé, quizás solo saldría de mi boca un "GRACIAS" por haber pasado por todos esos tormentos para rescatarme y perdonarme todos mis pecados. O Quizás lloraría amargamente como Pedro, sintiéndome a la vez cómplice de su injusticia y cobarde por no haberlo defendido lo suficiente con mi vida y en mis ambientes. O quizás le pediría "PERDÓN" por poder reconocerlo en ese momento y no haber sido capaz de ver su rostro en el enfermo que sufre, en el anciano que sufre la soledad, en el emigrante abandonado a su suerte, en la prostituta que es explotada o en el niño que muere de hambre mientras en mi país se tiran toneladas de comida cada día. Lo que sí sé, es que, a buen seguro, encontraría de nuevo su perdón y su consuelo, y que nuestra conversación terminaría en un abrazo acogedor y reparador; y que posiblemente cambiaría radicalmente mi existencia, valorando las cosas que de verdad hay que valorar en esta vida. Y es que, en definitiva, vamos pasando por este mundo enfrascados en mil y una "preocupaciones" y se nos olvida “Lo esencial…”, que como se dice en “El Principito”, “…es invisible a los ojos”.

Un sacerdote al que quiero mucho (que para mí es un santo en vida) me dijo una vez que el gran problema de nuestra sociedad es que no se sabe diferenciar lo urgente de lo importante. Yo me doy plenamente por aludido, y casi siempre me afano en lo primero, olvidando completamente lo segundo... y así me luce el pelo. Espero que, aunque sea virtualmente, este encuentro con Cristo sufriente cambie mi vida y me haga más sensible al dolor de los demás.

¿Y tú, si tuvieras esta oportunidad, de que le hablarías...?

domingo, 20 de octubre de 2013

Megan Young, Una Miss Mundo que no es de este mundo

- ¿Qué opina de la ley de “salud sexual y reproductiva de su país?
- “Soy provida. Si la salud reproductiva significa matar a alguien que ya está ahí, entonces, por supuesto, estoy en contra de eso. Estoy en contra del aborto”.
¿Y cuál es su opinión sobre la anticoncepción?
- “El sexo está reservado para el matrimonio...”.
¿Y su postura sobre el divorcio?
“Estoy en contra. Cuando uno se casa es para lo bueno y para lo malo, en la salud y en la enfermedad.”
¿Cómo una chica tan guapa como tú dice que no a tener sexo?
“Muy fácil, dices no. Cuando alguien te presiona, y ves que va demasiado lejos, eso significa que no te valora y tampoco valora la relación. Sin embargo, si el chico está dispuesto a ese sacrificio, eso dice mucho de él”.

Estas respuestas (exceptuando la última, por su evidente tono femenino) podría haberlas dicho el Papa, un cardenal, un obispo, o el sacerdote de cualquier ciudad del mundo. Pero no, las respuestas tan dogmáticas y ajustadas al Catecismo de la Iglesia pertenecen a Megan Lynne Young, nacida en Alexandria (EE.UU.) hace 23 años pero criada en Filipinas, país para el que obtuvo el galardón de Miss Mundo en este año 2013.

La cita evangélica a la que hago referencia en el titular de la entrada corresponde al Evangelio de San Juan, capítulo 17, versículos 15 y 16, en la que Jesús pide al Padre por todos sus discípulos: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.”. Para los menos versados en exégesis comentarles que la palabra “mundo” en San Juan procede de su connotación negativa del Griego koiné: “mundo” es todo aquello que pertenece al ámbito del pecado y del mal.

Reflexionando sobre estas palabras, he caído en la cuenta que hace unos siglos fueron los misioneros españoles los encargados de llevar el Evangelio a esas tierras asiáticas que desconocían por completo a Jesucristo y a la Iglesia. Ahora, siglos más tarde, son ellos los que nos evangelizan a nosotros. Las vueltas que da la vida. Iglesias más jóvenes, más pujantes, más valientes y con un cristianismo menos vergonzante que el que impera en nuestra Europa occidental. Si una modelo española pronunciara estas mismas palabras en una entrevista, sería el hazmerreir del circo mediático.

De hecho, como modelo o actriz no le auguro para nada una exitosa carrera con esta mentalidad, ya que choca directamente con el submundo en el que ha decidido meterse de lleno, pero precisamente por ello tienen más mérito sus declaraciones, realizadas cuando ya era Miss Mundo Filipinas y un mes antes de proclamarse Miss Mundo. Esperemos que no recule, y que las fuertes presiones que recibirá a partir de ahora para mostrarse de otra forma no la hagan doblegarse y se mantenga firme en su fe. A buen seguro no le será fácil, serán muchas las renuncias que tendrá que hacer y las tentaciones que deberá vencer, pero de entrada, ya tiene una base fuerte sobre la que apoyarse.

Bella por fuera, hermosa por dentro. Capaz de conquistar el mundo con su belleza, ha conquistado muchos corazones con sus palabras. Ánimo y suerte, Megan, que la vas a necesitar….

Si alguien quiere ver la entrevista íntegra, os dejo el enlace, dichas declaraciones están en el último minuto y medio de la misma, el problema es que sólo la he encontrado en Inglés y sin subtitular, evidentemente a estos testimonios no conviene darle mucha divulgación en según que medios, y aquí en España ni se hecho mención del mismo....

sábado, 12 de octubre de 2013

Santi Rodríguez, marginado por su fe cristiana

Que el Cine y la Televisión en España están totalmente politizados e ideologizados no es ningún descubrimiento. Desde hace varias décadas, vivimos la dictadura mediática de unas cuantas “cabezas pensantes” que nos hacen cada vez más evidente la manipulación y la línea ideológica de ambas industrias. 

Pero lo de esta semana ha llegado a mis oídos es el colmo ya es el colmo. Tras anunciar hace unos meses públicamente que es un cristiano practicante, el actor y cómico Santi Rodríguez ha comenzado a ser marginado y a desaparecer de la pequeña pantalla como un apestado que debe ser recluido al ostracismo. Desde entonces sólo aparece esporádicamente en Antena 3 (iba a decir la mejor, pero dejémoslo en la menos mala de las televisiones nacionales) y se ha replegado al Teatro y a las galas solidarias.

El actor malagueño de nacimiento y jiennense de adopción saltó a la fama interpretando al famoso “frutero” de la serie de Tele5Siete Vidas”, caracterizando a un personaje misógino, racista y maleducado. Nada que ver con su vida personal, donde es una persona íntegra, familiar, religiosa y solidaria. Como muestra, valga decir que es uno de los máximos responsables de la asociación de Síndrome de Down de Jaén.

¿Cuál fue su “pecado” imperdonable? Pues ni más ni menos que participar en un simposium de San Josemaría Escrivá de Balaguer (aunque en el mismo declaró que no pertenece al Opus Dei) en el cual dio el testimonio de su conversión personal. Habló de cómo tuvo que ocultar su fe durante muchos años pues está muy mal visto en su mundillo el profesar la fe cristiana. Contó que a raíz de reconocer públicamente su fe muchos compañeros comenzaron a decirle “Hay que ver, quién iba a pensarlo, ¡con lo bien que me caías!”… Defendió el modelo de familia tradicional, habló en contra del aborto (especialmente del exterminio de los casos de Síndrome de Down) reconoció que todas las noches reza con sus hijas antes de dormir, habló de la fidelidad matrimonial como un valor a inculcar… Vamos, cuestiones que son todas ofensivas y dañinas para la sociedad que nos están queriendo implantar. Desde entonces su cuenta de Twittter (que anuló y hace unos días ha retomado) se inundó de mensajes ofensivos hacia él y su familia. Santi ha declarado: “Yo intento ponerme en la piel del otro y me pregunto qué hay en mis creencias que genera esa animadversión, si lo único que intento es ser humilde y ayudar a los demás”. Sobre la marginación que está sufriendo, declara que “No me importa que se me cierren esas puertas, no son puertas que merezcan la pena. Tengo muchas otras donde llamar, y sino, ya Dios abrirá alguna…

En otra entrevista reciente ha contestado a un simple cuestionario, y como véis, tiene las ideas muy claritas…

Un libro: la Biblia. 
Un cómico: Miguel Gila. 
Un lugar: mi casa. 
Una figura histórica: Jesucristo. 
Un día para recordar: dos, cuando nacieron mis hijas; Susana, 11 años, y Victoria, 12 años. 
Un trabajo que le haya marcado especialmente: 7 vidas. 
Algo que siempre lleva consigo: hasta hace dos días, llevaba al cuello una Cruz Tau, pero se me rompió el cordón. También llevo siempre una medalla de la Virgen del Camino, la patrona de León, de donde es mi padre. 

En fin, que está visto que en ese mundo tan "democrático y tolerante" se puede salir de muchos armarios, pero nunca del “armario cristiano”… Pues olé por su valentía y olé por su testimonio. En cuanto vengas por aquí, Santi, cuenta conmigo para ir al Teatro Villamarta a verte….

sábado, 5 de octubre de 2013

Intocable (Intouchables, Francia, 2011)

La película francesa que hoy comentamos aporta un toque de frescura al panorama cinematográfico actual, no en cuanto temática, pero sí en cuanto a la manera en la que son tratados los diálogos y los personajes. No tiene un contenido específicamente religioso, pero sí que intenta transmitir el valor de la amistad y del sentido de la vida, lo cual hacen su visionado imprescindible en los tiempos que corren. Para una sociedad como la nuestra cada vez más carente de valores, estos títulos se van convirtiendo en rara avis con los que gusta tropezarse.

La fórmula “Chico joven cuida a anciano amargado” no es nueva: Paseando a Miss Daisy, Esencia de Mujer, Descubriendo a Forrester, Amanecer de un sueño…. Me parecen todas ellas grandes películas que cultivan, cada una a su manera, los mismos valores que Intocable. De hecho, determinadas escenas pueden parecer y recordarnos otras de las películas antes mencionadas, lo cual es una constatación de que en el cine ya está casi todo inventado.

En el caso de este film, un chico negro (Omar Sy) recién salido de la cárcel y habitante de los suburbios de Paris, encuentra su oportunidad de trabajar en la mansión de un magnate tetrapléjico (François Cluzet). Basada en hechos reales, con una fotografía de ambos con la que termina la película, el argumento es el choque de vidas y de valores que se establece entre ambos, pero a la vez, una conexión de la más pura amistad que reconduce ambas existencias: el joven se replantea su descarriada vida y el anciano encuentra nuevas ilusiones para vivir. Como he dicho antes, destaco la frescura de los diálogos, su continuo toque cómico a pesar de ser un drama en toda regla, y la conexión de almas gemelas independientemente de raza, edad, sexo o religión.

Dado que en breve -y en la medida que el tiempo me lo permita- pretendo añadir las películas antes mencionadas a la lista, tampoco me extiendo mucho más allá en este comentario. Sólo deciros que transmite valores universales: Amistad, amor, familia, responsabilidad, respeto, generosidad… que la hacen muy recomendable para todas las edades, pero quizás en especial para la juventud que anhela esos valores.


Su promoción -no engañosa- habla por sí sola: Se trata de la película de habla no inglesa más vista en la historia del Cine. Para mi gusto ese título honorífico debería corresponderle a La Vida es Bella, pero bueno, yo no mando en las audiencias ni en los rankings… Lo dicho, para no perdérsela.

sábado, 28 de septiembre de 2013

El Beato G.K. Chesterton

El título de esta entrada puede llevar a engaño: Chesterton todavía no posee oficialmente el título de Beato, si bien es cierto que la noticia de que ya se ha abierto su causa de beatificación nos ha llenado de alegría a todos los que hemos leído algunas de sus obras. Todo apunta a que el titular de esta entrada, por lo tanto, es una cuestión de tiempo. Hablar de Chesterton es hablar de uno de los mayores apologetas y defensores de la Religión Cristiana Católica en el siglo XX. Espero que esta entrada le guste especialmente a mi amigo-primo Gonzalo, gracias a quien empecé a interesarme más por este autor.

Gilbert Keith Chesterton (Londres, 29 de mayo de 1874 - Beaconsfield, 14 de junio de 1936) fue un escritor, ensayista y periodista cuyo personaje más famoso fue el Padre Brown, un sacerdote católico de apariencia ingenua, cuya agudeza psicológica lo vuelve un formidable detective, siendo el protagonista principal de más de cincuenta historias, algunas de ellas, llevadas a la gran pantalla.

La vida de Chesterton es apasionante. Tras una juventud con un férreo convencimiento agnóstico, pasó a convertirse en una persona con profundas convicciones religiosas en 1901 al casarse con Francis Blogg, Anglicana practicante. Su cambio de estado civil provocó en él un despertar religioso en el replanteamiento de cuestiones como el matrimonio, la familia, la educación de los hijos... etc.

Con una mentalidad abierta y en búsqueda, comenzó a relacionarse con sacerdotes católicos. Fruto de sus nuevas amistades llegó en 1922 su conversión definitiva al Catolicismo. Al ser criticado en su país por su conversión a la Iglesia de Roma, su respuesta fue tan contundente como irónica: “Nosotros realmente no queremos una religión que tenga razón cuando nosotros tenemos razón. Lo que nosotros queremos es una religión que tenga razón cuando nosotros estamos equivocados...”.

Los estudiosos de Chesterton califican su espiritualidad como una hermosa combinación de lo franciscano y lo dominico, especialmente en la delicadeza de lo primero y la racionalidad de lo segundo. Además de por sus escritos, se ha basado la solicitud de la beatificación en su profundo amor a sus enemigos como cumplimiento del mandato de Cristo. Incluso sus grandes detractores y “adversarios” George Bernard Shaw y H.G. Wells destacaron de Chesterton su capacidad y su talla humana y religiosa a pesar de sus profundas discrepancias en lo doctrinal y personal. 

Sus frases, siempre geniales, chisposas y cargadas de profundidad son incontables. Es imposible resumir su pensamiento en unas líneas, pero sí me gustaría abriros boca con estas diez. Después, os animo a que vosotros mismos sigáis buscando más frases suyas (bien directamente suyas o del Padre Brown, su personaje literario) que a buen seguro, harán vuestro deleite.

1. El lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un comercio ni una fábrica. Ahí veo yo la importancia de la familia.

2. Quienes hablan contra la familia no saben lo que hacen, porque no saben lo que deshacen.

3. Lo más increíble de los milagros es que ocurren.

4. La iglesia nos pide que al entrar en ella nos quitemos el sombrero, no la cabeza.

5. El hombre que tiene fe ha de estar preparado, no sólo a ser mártir, sino a ser un loco.

6. Cuando se deja de creer en Dios, enseguida se cree en cualquier cosa que lo sustituya.

7. Siendo niños éramos agradecidos con los que nos llenaban los calcetines por Navidad. ¿Por qué no agradecíamos a Dios que llenara nuestros calcetines con nuestros pies?

8. La teología es el pensamiento aplicado a la religión; y los que prefieren una religión sin pensamiento no tienen por qué desdeñar a los que tienen gustos más racionalistas.

9. Si no existiese Dios, tampoco existirían los ateos.

10. Los enigmas de Dios son más satisfactorios que las soluciones de los hombres.

Y para terminar otras cinco, que no tienen un contenido específicamente religioso ni cristiano, pero que son igualmente valiosas y brillantes:

1. Lo maravilloso de la infancia es que cualquier cosa es en ella es maravillosa.

2. El periodismo consiste esencialmente en decir 'lord Jones ha muerto' a gente que no sabía que lord Jones estaba vivo.

3. Es menos desagradable ver mendigar un pobre que un rico. Y un cartelón de propaganda es un rico que mendiga.

4. El silencio es la réplica más aguda.

5. Sólo quien nada a contracorriente tiene la certeza de que está vivo.

Bueno... creo que entran ganas de conocerlo más en profundidad.... ¿o no?





sábado, 21 de septiembre de 2013

El Papa Francisco y el dinero: Giovanni Papini

Hoy me gustaría comentar un versículo del Evangelio de tremenda actualidad. Bueno, en realidad la actualidad de estas líneas, -como la de toda la predicación de Jesús- no pasa nunca de moda. Pero si hay una época y una sociedad apegadas a los bienes materiales y al dinero, ésa, queridos amigos y amigas, ésa es nuestra sociedad. Además, el Evangelio de este domingo termina con el versículo 13 del capitulo 16 de San Lucas, en el cual, Jesús (hace la friolera de casi 2.000 años) nos dice:

"Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.". Conocida es la enemistad de Jesús con el dinero y su también famosísima cita: “Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César” (Mt. 22, 21) en alusión a la separación de las cosas de Dios con los menesteres de los impuestos. Por si fuera poco, ayer, el Papa Francisco, en su homilía diaria, definió al dinero aludiendo a los Santos Padres con una frase muy mediática: “El dinero es el excremento del diablo”.

No me voy a retrotraer tantos siglos (la Patrística se encuadra en los siglos II-IV), pero de verdad que no he encontrado un mejor comentario, ni una reflexión más al caso que la que os presento a continuación. Pertenece a Giovanni Papini (1881-1956), el escritor y poeta italiano que pasó en su vida personal del escepticismo al catolicismo fervoroso. Autor de una obra y unos pensamientos políticos controvertidos y discutibles, me limito a transcribir un texto que casi un siglo después lo firmaría cualquier autor contemporáneo independientemente de sus creencias religiosas y políticas. A mí sus palabras me han cautivado, espero que a vosotros también:

“Jesús nunca tomó en sus manos una moneda. Dio orden a sus discípulos de que durante sus viajes no llevasen talegos para las ofrendas. Hizo una excepción única, pero de tal calidad que hace estremecerse. De un inciso de un Evangelio nos enteramos de que la bolsa de la comunidad estaba a cargo de uno de los apóstoles. Este discípulo era Judas. Sin embargo, hasta Judas se creerá obligado a devolver el dinero de la traición antes de desaparecer en la muerte. Judas es la victima misteriosa inmolada a la maldición del dinero amonedado.

La moneda, junto con la suciedad de las manos que la han asido y palpado, lleva consigo el contagio inexorable del crimen. Entre todas las cosas inmundas que el hombre ha manufacturado para ensuciar la tierra y ensuciarse él mismo, quizá sea la moneda la más inmunda de todas.

Estas fichas de metal acuñado, que van y vienen todos los días de unas manos a otras, sucias de sudor y de sangre; estas fichas gastadas por los dedos rapaces del ladrón, del mercader, del banquero, del alcahuete y del avaro; estos esputos redondos y pringosos de las casas de moneda, anhelados, buscados, robados, envidiados, amados por todos más que el amor y con frecuencia más que la vida; estos asquerosos trocitos de materia historiada que el asesino entrega al sicario, el usurero al hambriento, el enemigo al traidor, el negociante al concesionario, el hereje al simoníaco, el lujurioso a la mujer vendida y comprada; estos sucios y apestosos vehículos del mal, que convencen al hijo de que mate al padre, a la esposa de que traicione al esposo, al hermano de que defraude al hermano, al pobre malvado de que apuñale al rico malvado, al criado de que engañe al amo, al salteador de que despoje al caminante, al pueblo de que acometa a otro pueblo; estos dineros, estos emblemas materiales de la materia son los objetos más pavorosos que ha fabricado el hombre. La moneda, que ha hecho morir a tantos cuerpos, hace morir también todos los días a millares de almas. Más contagiosa que los harapos de un apestado, que el pus de una postilla, que la grumosidad de una cloaca, entra en todas las casas, brilla encima de los bancos de los cambistas, se esconde en las cajas de caudales, profana la almohada sobre la que dormimos, se esconde en las tinieblas hediondas de los escondrijos, empuerca las manos inocentes de los niños, tienta a las vírgenes, paga el trabajo del verdugo, circula sobre la faz de la tierra excitando los odios, aguijoneando las apetencias, acelerando la corrupción y la muerte.

El pan que es ya santo sobre la mesa de casa, conviértese sobre la mesa de la Iglesia en el cuerpo inmortal de Cristo. También la moneda es el signo visible de una transustanciación; es la hostia infame del demonio. El dinero amonedado es el excremento corrompido del demonio. Quien ama el dinero y lo recibe con júbilo, se comunica visiblemente con el demonio. Quien toca el dinero con voluptuosidad, toca, sin saberlo, el excremento del demonio.

El hombre puro no puede tocarlo, el santo no puede tolerarlo. Saben ellos con seguridad indudable que es la obscena esencia del demonio, y sienten hacia la moneda el mismo horror que siente el rico por la miseria.”

Yo la primera vez que lo leí tuve que releerlo un par de veces más, como se hace con un exquisito manjar, que gusta ser paladeado varias veces… Añadir una línea más sería estropearlo, no sobra ni falta una palabra. Con que acierto y con que veracidad se describe uno de los inventos más necesarios pero a la vez más perjudiciales de la vida de la humanidad: El vil dinero. Grandes santos como Francisco de Asís, Felipe Neri, Juan Grande, la Beata Teresa de Calcuta… supieron alejarse de él y vivir de la caridad. El Papa Francisco ya nos ha dejado varias perlitas acerca del cuidado que hay que tener con el materialismo y el consumismo. Es una tentación continuamente presente en la vida del ser humano y de la propia Iglesia.


En definitiva, y para resumir el texto en una palabra: sublime.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Diez enseñanzas del Arca de Noé

Me he tropezado con una simpática “lectura” que hace referencia al Arca de Noé del Génesis, y que a pesar de estar escrita en un tono jocoso, encierra muchas verdades espirituales en su interior. 

Son, cuanto menos, curiosidades que me han llamado mucho la atención por su originalidad y su estrecha relación con el texto original de las Sagradas Escrituras. Se trata de una especie de "Decálogo" para vivir más sanamente nuestra vida espiritual: 

Uno: Ante todo, no pierdas el barco. 

Dos: Recuerda que sólo hay un barco y todos estamos en ese mismo barco y debemos convivir en él. 

Tres: Sé previsor. Planea las cosas con anticipación. No estaba lloviendo cuando Noé construyó su barco. 

Cuatro: Mantente en buen estado físico y mental toda tu vida. Cuando tengas 600 años tal vez alguien te pida que hagas algo grande. 

Cinco: No escuches a los críticos que creen que estás loco, simplemente sigue haciendo el trabajo que tengas que hacer. 

Seis: Construye tu futuro sobre una buena base. No empieces a construir el barco por el tejado.

Siete: Por el bien de tu seguridad, viaja en familia, o por lo menos en pareja. 

Ocho: La velocidad no siempre es una ventaja. Los caracoles estaban a bordo junto con los leopardos. 

Nueve: Cuando estés estresado, relájate. El barco marcará tu rumbo y Dios te dirá cuando tienes que desembarcar. 

Diez: Recuerda que el Arca fue construida por un aficionado que se puso en manos de Dios y el Titanic... por profesionales.

Para refrescar la memoria, os dejo la cita en la que Dios le pide a Noé el encargo de construir el arca y reunir a toda la fauna del planeta. Como bien sabéis, los 11 primeros capítulos del Génesis son relatos míticos y alegóricos, es decir, transmiten enseñanzas a través de historias que tienen mucho en común con otras muy parecidas de las culturas egipcia, fenicia y mesopotámica.

Génesis Capítulo 7, versículos 1-7

1. Dios dijo a Noé: «Entra en el arca tú y toda tu casa, porque tú eres el único justo que he visto en esta generación.
2. De todos los animales puros tomarás para ti siete parejas, el macho con su hembra, y de todos los animales que no son puros, una pareja, el macho con su hembra.
3. (Asimismo de las aves del cielo, siete parejas, machos y hembras) para que sobreviva la casta sobre la haz de toda la tierra.
4. Porque dentro de siete días haré llover sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, y exterminaré de sobre la haz del suelo todos los seres que hice.»
5. Y Noé ejecutó todo lo que le había mandado Dios.
6. Noé contaba seiscientos años cuando acaeció el diluvio, las aguas, sobre la tierra.
7. Noé entró en el arca, y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos, para salvarse de las aguas del diluvio.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Xavi Hernández, futbolista cristiano y defensor de la fe católica

Ya he comentado en otros posts que no abundan los deportistas de élite españoles que hagan pública su fe católica. En los últimos meses, de palabra y de obra, hemos tenido una agradable sorpresa: la confesión pública de fe del jugador del Fútbol Club Barcelona y de la Selección Española Xavier Hernández Creus.

Xavi (Tarrasa, 25-01-80), el “cerebro” del Barça y de la Selección Nacional, ha demostrado que tiene la misma elegancia dentro del campo que escribiendo unas páginas del libro homenaje a Benedicto XVIHablando con el Papa”, de la Editorial Planeta Testimonio. Parece ser que tiene un don privilegiado no sólo por su excelente visión de juego y por encontrar el pase imposible entre las defensas rivales, sino que también tiene ideas muy claras respecto a la vida y los valores cristianos que proporciona el deporte. En los siguientes párrafos me limito a transcribir unas cuantas ideas de ese texto:

"….El perfeccionamiento deportivo requiere la práctica de virtudes que el cristianismo siempre ha valorado: la templanza, la prudencia, la constancia, la laboriosidad... El deporte de alto nivel requiere sacrificios sin cuento, incompatibles con una vida disipada. La seriedad con la que un deportista debe cuidar su cuerpo también tiene un contenido moral tal como nos indica Benedicto XVI. El deportista debe respetar su cuerpo, saber que éste no es sólo un mero objeto, un objeto de placer o una mercancía. Pero respetar no es lo mismo que idolatrar. La fascinación narcisista con la propia imagen es ajena al propio espíritu deportivo….

….Además de potenciar las virtudes individuales, el deporte es escuela de virtudes sociales. El deportista debe superar todos los roces personales de la convivencia, anteponiendo a todo el éxito del colectivo y el interés del conjunto. Dicho espíritu requiere solidaridad, coordinación, entrega al colectivo, sacrificio del brillo personal. Pasarle el balón al compañero mejor situado en lugar de regatear individualistamente. Sacrificarse en labores poco vistosas o lucidas. Asumir con paciencia ser sustituido o quedarse en el banquillo cuando otro compañero está en mejor forma. Animar al compañero lesionado… Todo ello va forjando el carácter del deportista y de la persona….

…También se aprende a respetar al adversario. Se le respeta más cuanto más temible y competitivo es. Además, los deportistas profesionales sabemos que un jugador del equipo rival pasa a ser un aliado en la Selección Nacional. En la selección hemos confraternizado jugadores de equipos denominados “eternos rivales”. Se trata también de una gran experiencia humana y cristiana…

…Los deportistas sabemos que tenemos un amigo en el papa Benedicto XVI"

Después de las palabras, vienen los hechos. Voy a comentar la acción caritativa con las que Xavi ha combinado este bonito discurso. El pasado día 13 de julio contraía matrimonio con su novia Nuria Cunillera. Lo hicieron en una Iglesia, lo cual, en los tiempos que corren, ya empieza a ser noticia. Pero más notable aún es que el valor de los regalos de boda que la pareja recibió (que a tenor del nivel económico de ambos y de los invitados serían cuantiosos) fueron destinados íntegramente a ayudar en la construcción de un Hospital de los Hermanos de San Juan de Dios, Orden de la que Xavi es colaborador habitual. A través de Xavi, otras instituciones como La Caixa se han comprometido a aportar el dinero necesario para concluir el proyecto. 

El propósito de Xavi es abrir un Centro de Día para niños enfermos de cáncer que pueden estar en casa pero a la vez requieren un seguimiento diario. La idea surgió cuando Xavi visitó en el Hospital a Miquel, un niño enfermo de cáncer en tratamiento de quimioterapia muy seguidor suyo al que regaló una camiseta dedicada y deseó una pronta recuperación. Miquel le pidió que le dedicara el siguiente gol que marcara. Dicho gol llegó en Liga de Campeones contra el Paris Saint Germain. Tras anotar el tanto, Xavi se pasó la mano por la cabeza en un gesto que después aclaró a los medios de comunicación para indicar la identidad del homenajeado. 

El detalle de la donación es un gesto que le honra. Habrá quién piense que la pareja no necesitaba esa cantidad, y posiblemente así sea, pero muchos otros tampoco lo necesitan y no tienen estos detalles. Es importante que haya famosos que tengan gestos de este tipo, y me parece positivo divulgarlos, para que el ejemplo cunda. No vivimos tiempos fáciles y cualquier ayuda es poca. Si como Xavi, hay quien lo hace a través de la Iglesia Católica, para mi se convierte en un testigo del Evangelio. Quien lo haga a través de ONG´s o de otro tipo de plataformas también merecen mi respeto y admiración. Lo importante es ayudar en los tiempos que corren, en los que tanta gente lo están pasando tan mal. 

Como suelo decir en estos casos, Xavi era para mi objeto de admiración por su talento futbolístico. A partir de ahora, además, lo es por su talla humana y moral. Para mi es un referente de un cristianismo de palabra y de obra, un cristianismo solidario y que se preocupa por los que más sufren en este mundo que nos ha tocado vivir.

viernes, 30 de agosto de 2013

Crónica de un entierro

Ayer fui al entierro del padre de un amigo mío en un pueblo de la Sierra de Cádiz. Omito el nombre del pueblo y del sacerdote oficiante para no herir la posible susceptibilidad del ministro en cuestión. Lo cierto es que tampoco este post es una crítica a su labor, sino simplemente una breve reflexión de unos cuántos detalles que llamaron mi atención de manera poderosa. Puede que fuera por tratarse de un pueblo relativamente pequeño, aunque elementos comunes encuentro también en mi ciudad.

El primer detalle que me resultó curioso fue la manera de entrar la gente en la Iglesia. Creo, sinceramente, que nos gusta el morbo. Tengo que reconocer que en un primer momento estaba en la Iglesia rezando, pero al tardar el coche fúnebre, salí hasta que hizo acto de presencia. La llegada del cadáver fue presenciada del mismo modo que la llegada de una novia al Altar. Mucha más gente fuera que dentro, la mayor parte de ellas no excesivamente afectadas por el deceso, sino más bien aglutinadas allí por ser un acontecimiento del pueblo que había que presenciar para tener algo de que hablar en las tertulias posteriores. El algarabío y las risas fueron cortadas de golpe con la llegada del coche adornado por sus coronas fúnebres. Cigarros apagados, silencio absoluto, expectación máxima.

Cuando el féretro entró en la Iglesia, la familia ocupó las primeras bancas, pero el tropel de gente que estábamos en el exterior -me incluyo en la masa anónima- acudimos corriendo casi entre empujones a coger un sitio en algún banco. Yo me quedé de pie detrás, anonadado y preguntándome a mí mismo: Si tanto interés tenían en coger sitio para sentarse, ¿Por qué no esperaron dentro…?.

Al ubicarme apoyado en una columna de la nave lateral, observé con pesar un segundo detalle curioso: Las que corrían eran casi todas mujeres, apenas unos cuántos hombres entre los que vuelvo a incluirme habían entrado en el templo. Supongo que éstos se habían quedado fuera fumando y charlando del tiempo, de fútbol, de economía o de política, por lo que respecta al difunto ya habrían visto bastante para la comidilla de la tarde…

Delante de mí, no obstante, se situó un matrimonio de avanzada edad. Conseguí centrarme en la recién comenzada Eucaristía exequial, incluso oyendo con gusto la prédica del sacerdote, no excesivamente larga y bastante interesante a mi juicio. Mi sorpresa y mi desconcierto fue que al terminar la homilía, el marido le comentó a su mujer: “No menterao de ná” (Traduzco del "Andaluz" al Castellano para mis amigos de América, que son mayoría de lectores de este Blog: “No me he enterado de nada”). La mujer silenció a su esposo con un psssshhh, supongo que poniendo un toque de discreción ante la presencia detrás suya de un forastero extraño al pueblo, que no era otro sino el que suscribe estas palabras.

Tengo que reconocer que a partir de ese momento, nunca mejor dicho, se me fue el Santo al Cielo. A duras penas conseguí centrarme en la Eucaristía, pues ya mi cerebro (la loca de la casa, como decía Santa Teresa) iba por otros derroteros. ¿Se refería ese hombre a su más que posible sordera? Fue mi primera cavilación. Era una posibilidad cierta, pero supuse que la mujer conocería de sobra ese posible defecto de su marido, en cuyo caso el comentario no vendría a cuento y lo descarté. ¿Era más bien una crítica a una megafonía que ciertamente dejaba mucho que desear? Fue mi segundo pensamiento, también plausible, pero si son del pueblo, será la misma megafonía de todos los domingos, así que la opinión tampoco tenía sentido en ese momento exacto de la misa… ¿Se trataba entonces el contenido de la homilía lo que constituía el objeto de la crítica? Pensé. No creo, pues a mí personalmente me había gustado. Estaba bien estructurada, no excesivamente larga y un lenguaje…

"Quieto, un momento....", pensé, y rebobinando mentalmente caí en la cuenta que en los apenas diez minutos de prédica habían salido a relucir palabras como escatología, parusía, comunión de los Santos, redentor, intercesión… y otras tantas, que yo –al igual que el sacerdote que las predicaba- hemos estudiado durante más de ocho años, pero que no tienen que formar parte del acervo cultural del cristiano de a pie.

Creo que ésa es la clave, y es ésa la crítica -constructiva, bien lo sabe Dios- que realizo a muchos de los sacerdotes de hoy. Se predican a sí mismos o a un público que esté a su altura intelectual. No quiero decir con esto que haya que rebajar el nivel teológico de los ministros del Señor, pero sí saber exponer el mensaje en un lenguaje actual y cercano. Sin chabacanerías, sin simplicidades, pero dejando a un lado palabras que la gente no entiende o no han escuchado en su vida. Una cosa es una charla a un público con un cierto nivel intelectual y otra muy distinta una misa exequial. Sé que la frontera es tan sutil como difícil de percibir por el orador, pero si al ya casi incomprensible para el pueblo llano lenguaje litúrgico añadimos una homilía elevada le realidad es que la gente no se entera de nada. Si hay algo que está acercando al Papa Francisco a todas las personas de todas las edades y de todos los niveles culturales es que se le entiende todo, palabra por palabra. La grandeza de un orador consiste en saber ponerse al nivel de su audiencia, sea del nivel intelectual que sea. 


Tras dar el pésame a la familia y en el trayecto de vuelta a Jerez, pensé para mis adentros… Cuantas veces muchos sacerdotes habrán salido orgullosos de una homilía brillante, bien preparada, incluso bien expuesta -no es nada fácil hablar en público- y, sin embargo, entre los bancos el comentario generalizado habrá sido: “No menterao de ná…”