sábado, 7 de marzo de 2015

Conversión de María Vallejo Nájera

La Cuaresma es tiempo de Conversión. Por ello me ha llamado la atención estos días leer el testimonio tan conmovedor de esta autora madrileña que relata con pelos y señales como pasó de una fe social y tibia a un verdadero encuentro con Dios y con su madre la Virgen María. Es curioso que una de las primeras entradas de este Blog, allá por el año 2006, estuvo dedicada a su excepcional libro "Un mensajero en la noche", y ahora, casi 10 años más tarde, he conocido el trasfondo de su inquietud religiosa.

Los hechos ocurrieron en Medjugorje (Bosnia), lugar al que durante la guerra de los Balcanes realiza un viaje que marcará el resto de su vida. Dicha experiencia está recogida en otro libro "El castigo de los Balcanes" que aún no he leído pero del que seguramente daré buena cuenta en breve.

María cuenta así su experiencia, espero que la disfrutéis tanto como yo:

Llegamos a Medjugorje y el primer día estaba muy rabiosa e insoportable. Me obligaron a ir a Misa y allí tuvo lugar el primer milagro. 

Saliendo de la Iglesia llegó el momento clave en mi vida. Andando hacia un hangar, en mitad de la nada, al aire libre, se paró todo lo que estaba a mi alrededor, la gente, el ruido... Me asusté porque en tres segundos tuve el impulso de mirar hacia el cielo, y algo supe fuerte me cayó encima, sé que era agua en forma de rocío y sé que era un rocío de amor, un amor tan grande, tan grande que nunca encontraré palabras humanas para describirlo.

En tres segundos toda mi vida pasó por delante. Sé que vi todos mis pecados desde que tenía conciencia. Yo pensaba que era santa porque no robaba, no mataba, adoraba a mi familia, pero yo no hubiera logrado ir al cielo en aquel momento. Me hubiera quedado en el purgatorio. El Señor me habló. Una voz de varón entró en mi corazón y me dijo: "María, María, así es como te amo y así es como amo a todo el mundo, pero nadie me corresponde". 

Yo en ese momento me quise morir, porque el amor era brutal. Y tuve un desgarro bestial en el corazón por el dolor que mis pecados habían provocado en Cristo. El Señor me hizo ver que el dolor que yo, con mis pecados, había hecho a otras personas se lo había hecho principalmente a Él. Y fue ahí cuando me quise morir. Sentí una vergüenza horrible de estar ante todo un Dios y ver que no le había dado nada y que yo había recibido todo. Y le pedí al Señor que me llevara con Él, con ese amor tan grande. Pero me dijo que no y que contara al mundo su amor y todo de repente volvió a moverse.

Seguía asustadísima. El corazón me temblaba y comencé a llorar por todos mis pecados. Aprendí a rezar el Rosario y sólo quería confesarme. A la vuelta a Londres, después de conocer al Señor, Comenzó el cambio más radical de mi vida. Solo quería ir a Misa, rezar el Rosario, hablar de la Virgen... Cada vez que pasaba por delante de una iglesia católica, sentía la necesidad de entrar. Era como un imán y me quedaba sentada delante del Sagrario y lloraba sin parar.

Unos meses después les conté a mi marido y a mi director espiritual lo que había pasado en Medjugorje. Un mes después de aquella confesión, entré en una iglesia en la que estaba expuesto el Santísimo y después de rezar, cuando ya me iba, una voz me habló al oído y me dijo: "Gracias por venirme a ver un ratito". Nunca más volví a escuchar voces. A partir de ese momento mi vida cambió y comencé a ser una apestada, muchos amigos pensaron que me había vuelto loca, la editorial con la que trabajaba me dejó de lado... Pero a pesar de tantos problemas y cruces comenzaron grandes regalos...

5 comentarios :

  1. Maria Fernanda Passos8 mar 2015, 9:18:00

    Que maravilla de testimonio de vida! como Dios interviene en nuestras vidas y las cambia totalmente. Gracias, Jaime, por compartir. Abrazo para todos. buen domingo.

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  2. Gracias hermano por compartir en este testimonio las maravillas de Dios y la Gloria sea para nuestro Dios

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  3. yo vi su testimonio en televisión y fue muy emotivo, escucharla hablar con esa sencillez, con esa sinceridad, no deja indiferente a nadie porque unos sabe que esta mujer no está mintiendo.

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  4. Clara Luz Gafe9 mar 2015, 14:15:00

    Los que nos creíamos cristianos..... De cumplimiento, los milagros existen, en la persona que menos se lo esperan. Dios escribe derecho en lineas torcidas.

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  5. Francisco José Flores10 mar 2015, 11:08:00

    Que bonita conversión. aunque siempre es doloroso aparentemente el dejar la vida de pasado, pero Dios devuelve mucho más alegría.

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