viernes, 29 de diciembre de 2017

Los 15 mejores anuncios comerciales sobre la Navidad

Pues sí, esta entrada ya se está conviertiendo en una tradición. Hace dos años comencé con 5 anuncios comerciales sobre la Navidad y el año pasado añadí otros 5. Este año no iba a ser menos, con lo que la colección se amplía ya a 15. En las dos series anteriores se incluía el de la Loteria Nacional, pero este año creo que deja bastante que desear por lo que ha dejado de estar en el top 5.

El primero me encanta por su originalidad. Es la historia digital de la Navidad, perteneciente a la empresa Excentric. Aunque tiene ya unos añitos, la idea fue en su momento muy novedosa, contando como hubiera sido el Nacimiento de Cristo y su comunicación al mundo si ese evento hubiera tenido lugar en nuestros días con la tecnología actual. Muy divertido y como digo original.


El segundo que os ofrezco este año es el de Iberia del año pasado. La historia de un abuelo que guarda todos sus recuerdos en una caja y de la herencia en vida que le hace a su nieto es para no perdérsela. Consigue transmitir muchas emociones en apenas un minuto.


El tercero de ellos es también ingenioso. Qué fastidio trabajar en Navidad. Cuánto se echa de menos a esa persona que no puede estar en las comidas familiares. Así es que hay que tirar de imaginación para reunir a la familia como sea... La pequeña protagonista del anuncio de Volkswagen lo consigue, no os perdáis cómo...




El cuarto es el de Milka de hace unos años. Poder construir una máquina del tiempo para ir directamente a los días familiares de Navidad es el deseo de todo niño, y el de este anuncio lo consigue (aunque con cierta ayuda...)


Si antes decía que el de la Lotería Nacional ha bajado mucho en originalidad e imaginación el que no baja el nivel es el de la cadena de juguetes John Lewis. Este año creo que se han vuelto a superar. Como siempre imagen y música se combinan a la perfección. Así es que me despido con él:


¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!! Y hasta el año que viene...

martes, 19 de diciembre de 2017

Maktub (España, 2011)

Os recomiendo efusivamente que veáis estas Navidades esta película llamada Maktub. Aunque por su nombre no lo parezca, es española, si bien en América fue estrenada en los cines como Cambio de planes, por lo que también podéis localizarla por ese nombre. Buscadla como sea y no dejéis escapar la oportunidad de verla, ya que os aseguro que merece la pena. A mí me ha hecho reconciliarme con el cine español, con el ser humano en general y conmigo mismo. Es una película que a mi juicio posee un alto valor terapéutico. Si os fiáis de mí me lo agradeceréis y no os arrepentiréis de invertir así 100 minutos de vuestras preciosas vidas que se os pasarán en un suspiro.

Maktub sumerge al espectador en un fantástico cuento ambientado en la NavidadAntonio, un enfermo de leucemia y Manolo, un padre de familia al que la vida le va bastante mal, se encuentran casualmente en la sala de espera de una prueba médica y comenzarán una increíble amistad gracias a la cual todo el mundo saldrá beneficiado.

Se trata de una película para ver en familia, sin nada de lo que hoy abunda en el cine -especialmente en el español- para captar audiencia: no tiene ninguna escena de sexo, nada de sangre ni violencia explícita, no posee efectos especiales asombrosos... pero sin embargo presenta unos diálogos cargados de profundidad y de simbología que te atrapan desde el primer momento.

Gracias al desarrollo de la trama se va realizando una defensa de valores tradicionales como la fe, la familia, la fidelidad matrimonial, el optimismo vital, la capacidad de perdonar, la amistad, la confianza, la creencia en el más allá, la religión, la generosidad, la autosuperación y muchos más, ya que no pretendo agotarlos todos con este comentario. Para descubrir cómo todos estos elementos están presentes no os quedará más remedio que verla y disfrutar de ella. 

Mezclar bien este cocktail con tantos ingredientes se consigue gracias a la habilidad del director Paco Arango de mezclar la comedia (con situaciones y personajes realmente graciosos) con el drama (la enfermedad de Antonio es bastante seria y no se frivoliza con ella). Lo dicho, para no perdérsela.

Independientemente de la película, el título del film merece una reflexión teológica aparte, que es la que os ofrezco a continuación. "Maktub" es -como la propia película explica- una palabra árabe que significa "Estaba escrito" y hace referencia al concepto occidental de "predestinación" según el cual los planes de Dios están concebidos desde el comienzo de los tiempos. Ciertamente es un término teológico bastante controvertido, ya que aparte de su noción islámica en el propio cristianismo hay dos escuelas teológicas opuestas respecto a este concepto.

En común tienen ambas corrientes su base bíblica. Las dos toman como punto de partida las palabras de San Pablo en la Primera Carta a los Efesios, quien afirma la existencia de un "designio benevolente de Dios" (Ef 1,9). El Padre, antes de la creación del mundo, tiene un plan para todas las personas "predestinándonos a la adopción filial en Cristo" (Ef 1, 4-5). Desde este punto de vista, hemos sido creados para ser felices junto a Dios. Pero aquí acaba la visión común.

- Para los reformistas LuteroCalvino y sus sucesores, la predestinación quiere decir que Dios antes de crear a cada persona establece quiénes se salvarán y quiénes se condenarán. Ello anula la libertad y la responsabilidad personal, ya que lo único que debe hacer el creyente es tener fe y confiar en que será uno de los elegidos para la salvación.

- La Iglesia Católica también cree en la predestinación, pero desde una perspectiva diversa. Ciertamente Dios nos ha creado para salvarnos, para la vida eterna, para el amor que no tiene fin. Pero para alcanzar esta predestinación, sin embargo, el ser humano tiene que adherirse colaborando con Dios, quien siempre respeta la libertad y la responsabilidad de la persona para aceptar o no este fin último querido por Dios.

Creo que la película da por buena esta última perspectiva, ya que aún estando predestinada la felicidad última por parte de Dios, somos las personas las que con nuestras acciones diarias nos adherimos o nos apartamos de ese camino. Volviendo al film, la conversión de Manolo, el arrepentimiento de su mujer Beatriz o muchos otros detalles no tendrían sentido sino fuera desde esta visión.

Es momento de dejar las palabras a un lado y ver la película. Esta última parte del comentario no es imprescindible para disfrutar de la película, ya que a pesar de lo complejo de su título es apta para todos los públicos, especialmente para aquellos que aún crean en la Navidad y en el ser humano...

jueves, 14 de diciembre de 2017

La historia de Marie Heurtin (Marie Heurtin, Francia, 2014)

La Historia de Marie Heurtin es una película biográfica sobre la vida de la hermana Sainte-Marguerite, una monja francesa de finales del siglo XIX que se encargó de la educación de Marie Heurtin, la hija sorda y ciega de unos campesinos analfabetos . La dificultad para comunicarse con este tipo de discapacitados es la base sobre la que se han realizado ya varias adaptaciones cinematográficas de historias reales acontecidas a lo largo de los siglos XIX y XX. 

Es curioso que esta historia se produjo cronológicamente en los mismos años (1887-1900), que el caso de Anna Sullivan (El milagro de Ana Sullivan)  y su cuidadora Hellen Keller, pero las diferencia el hecho de que precisamente gracias al cine Anna Sullivan es mundialmente conocida mientras que Marie Heurtin ha pasado desapercibida hasta la fecha. Hay que reconocer que los americanos han sabido vender "su producto" a todo el mundo mejor que los franceses, ya que en estos casos ser el primero en contar una historia es determinante para pasar a la posteridad.

Ambas películas presentan un desarrollo similar en la primera parte de la historia. La ausencia total de comunicación reducía a quien sufría sordera y ceguera en aquella época a un estado prácticamente animal. Movido por sus instintos y ajeno a cualquier signo externo, el discapacitado se movía por sus caprichos y antojos. Encontrar la clave de comunicación (lo que será el comienzo de la lengua de signos) fue un proceso agotador y en el que el educador tuvo que armarse de una paciencia infinita.

No todo es una repetición en ambas películas. No se trata de un remake con nombres cambiados. Una dimensión importante aporta la película francesa que está completamente ausente en la americana: la dimensión religiosa. La hermana Sainte-Marguerite ejerció su labor como una vocación mientras que Hellen Keller lo hizo por pura filantropía. Más allá de esta diferencia de enfoque -ya que el resultado fue el mismo- lo que de verdad importa es que la protagonista de esta historia escribió un diario en el que contó todo el proceso "espiritual" propio y de Marie, incluyendo cómo fue capaz de explicar el concepto de "muerte", "fe", "Dios" o "resurrección" a su discípula. Esta es para mi gusto la gran aportación de la película y su aspecto novedoso. La hermana Sainte-Marguerite no se conformó con enseñarle el significado de palabras comunes como "pan", "cuchillo", "silla"... al igual que otras educadoras hicieron con sus aprendices, sino que siendo consciente de su propia muerte (tenía una enfermedad pulmonar irreversible) fue preparando a su pupila para cuando ella faltara. La reacción de Marie Heurtin ante estos nuevos conceptos, el desarrollo de su espiritualidad y de su capacidad de comunicarse con Dios conceden al film un plus novedoso y muy interesante desde el ámbito de la fe.

Una bonita fotografía, acompañada de una banda sonora que transmite musicalmente lo que las palabras o las imágenes no pueden narrar, terminan de hacer apetecible esta película. Espero que la disfrutéis. 

jueves, 7 de diciembre de 2017

Noé (Noah, EEUU, 2014)

Noé es una película "Made in Hollywood", industria que en los últimos años ha visto un filón económico en la adaptación de diversos relatos bíblicos, con el plus añadido que producen los nuevos avances tecnológicos. De la misma manera, se percibe en estas nuevas películas un inusitado interés por la perspectiva psicológica de los personajes, poniendo más énfasis en las motivaciones personales de los protagonistas que en el propio argumento de las historias, por lo que no importa que la temática sea ya archi-conocida, como es el caso que nos ocupa. El reparto de Noé es de auténtico lujo, con Rusell Crowe, Emma Watson y Anthony Hopkins como avales de la seriedad del proyecto.

"Se acerca una gran inundación. Las aguas de los cielos se encontrarán con las aguas de la tierra. Construimos un barco para sobrevivir a la tormenta. Construimos un arca". Estas palabras del propio Noé resumen el argumento archiconocido del film.  Para mi juicio se trata de una versión bastante fiel al relato bíblico, si bien es cierto que la dificultad para ello radica en que no hay mucho material histórico para un largometraje. En el libro del Génesis apenas se dedican 4 capítulos al desarrollo de la historia de Noé, por lo que realizar un film de 135 minutos tuvo que requerir de bastante imaginación por parte de los guionistas. Para cumplir este propósito se han añadido historias paralelas bastante creíbles y que encajan en el conjunto de la trama. Con esta intención, además de la historia de Noé, se añade acertadamente un relato de la Creación que es una buena explicación científico-teológica del origen del mundo, así como varias escenas de Adán y Eva en el Paraíso, el pecado original o el fratricidio entre Caín y Abel. Especial mención en este sentido merecen unos extraños personajes, los nefilim que aparecen en Gn. 6,4, y que unas veces son traducidos en la Biblia como caídos o rebeldes y otras como gigantes. La película unifica todos estos conceptos y el resultado vuelve a ser una vez más convincente, con unas criaturas entrañables que desaparecerán con el Diluvio.  Algunas de las historias inventadas son: la aparición de un descendiente de Caín (Tubal-Caín) rival de Noé, el embarazo durante la travesía de la nuera de Noé (Ila) o el supuesto sacrificio que Noé iba a hacer de sus nietas, episodio que recuerda poderosamente a otra historia bíblica posterior, la de Abraham y el sacrificio de su hijo Jacob. Todo ello unido a una fotografía destacable, buenos efectos especiales y una banda sonora que no desmerece al conjunto, conforman un film bastante interesante. Ello no quita que la película presente errores de bulto, como un Noé que pasea a sus anchas en pantalones, o la aparición en las batallas de armas metálicas o de fuego más propias de los tiempos medievales y modernos. Son errores tan evidentes que hacen suponer que son intencionados, supongo que en un intento de presentar el relato bíblico en consonancia con los tiempos modernos, haciendo creer al espectador que aunque es una historia que sucedió hace más de 3.500 años bien pudiera ser contemporánea de nuestra sociedad.

Respecto al aspecto "espiritual" de la película -el más interesante para mi gusto- la película presenta una serie de temas que merecen un comentario individual:

- En primer lugar se presenta el tema del pecado. Un tema que es casi el prioritario de los 11 primeros capítulos del Génesis, por lo que no podía ser otro el argumento principal. Noé y su familia son los escogidos para una regeneración de la especie. El Arca representa el germen de esa nueva humanidad perdonada por Dios, aunque se deja intuir que en lo sucesivo la humanidad volverá a manifestar el pecado como característica generalizada. En este sentido, la antropología que subyace a la película es de tipo luterano-pesimista, si bien es cierto que se abren espacios de interpretación para la doctrina católica de la gracia redentora. No obstante, es un relato del A.T., por lo que entiendo que teológicamente se puede hacer una lectura de ambas concepciones. La lucha entre el bien y el mal -y sus efectos visibles- es presentada como una constante de la historia desde el momento del pecado original hasta nuestros días, y esa me parece una idea bastante lúcida. Este diálogo puede ser buena muestra de esa dualidad:

Ila: "Este es el fin de todo".
Noé: "El comienzo. El comienzo de todo. El fuego lo consume todo. El agua limpia. Separa lo sucio de lo puro. Los malvados de los inocentes. Y lo que se hunde de lo que se eleva. Destruye todo, pero sólo para empezar de nuevo".

- La visión de Dios que se transmite es la de un Dios sádico y cruel, por mucho que conceda otra oportunidad al hombre. Se trata de un Dios que arrepentido de su Creación intenta acabar con ella, aunque finalmente escoge a unos cuantos humanos que la comiencen de nuevo. Se trata de un Dios algo antropomorfo del A.T. (evidentemente en Dios no cabe el arrepentimiento, cualidad humana), por lo que no hay que rasgarse las vestiduras al contemplar el film y sí verlo como un Dios pre-cristiano, más propio del judaísmo y con las características que el paso de los siglos -y la intervención de Jesucristo en la historia- limarían. Fuera del contexto que conocemos, este diálogo entre Noé y su mujer sería bastante cruel:

[Noé se despierta de una visión]
Naameh: "¿Te habló?"
Noé: "Eso creo".
Naameh: "¿Nos ayudará?"
Noé: "Va a destruir la Tierra".

- Otro tema fundamental es el tema de la fe y la experiencia religiosa, de la cual solo Noé y su abuelo Matusalem tienen la exclusiva. La idea de restringir el fenómeno religioso a unos pocos elegidos tampoco me parece una concepción errada, ya que se intentan transmitir los orígenes de la dimensión trascendente, y solo unos pocos comenzaron con esas experiencias a modo de sueños, visiones o voces internas. El resto de la familia de Noé no entiende que el Patriarca anteponga sus sentimientos religiosos a los afectivos y familiares, lo cual será una constante hasta la llegada de Jesucristo. Es por ello que realizar una lectura sesgada del A.T. pueda dar como conclusión errónea la perspectiva del fanatismo y el fundamentalismo como características principales de las personas religiosas, cuando lo que en realidad se pretende transmitir con estos relatos es una idea bien distinta. Resulta ciertamente una tarea dificultosa narrar con palabras experiencias profundas e internas de los diferentes escogidos por Dios. Noé, Abraham, Moisés, David... ninguno de ellos pasaría por el tamiz del Dios misericordioso del N.T., pero no sería justo realizar un juicio de sus historias a la luz de lo que no conocieron. Rescato este diálogo para ilustrar esta idea:

Noé: "¿Sabes por qué he venido?"
Matusalén: "Sí. Antes de seguir su camino, mi padre Enoc me dijo que un día, si el hombre continuaba con sus caminos, el Creador aniquilaría este mundo".

Termino con la última frase de Noé, que anuncia que la historia continúa hasta nuestros días: "El Creador hizo a Adán a su imagen y puso el mundo bajo su cuidado. Ese derecho de nacimiento nos fue transmitido. A mi padre, luego a mí y a mis hijos Sem, Jafet y Cam. Ese derecho de nacimiento pasa ahora a vosotros, nuestros nietos. [tocando a cada bebé] Este será vuestro trabajo y vuestra responsabilidad. Por eso os digo: Creced y multiplicaos y llenad la tierra."

Espero que estas claves os ayuden a una mejor comprensión de la película, que ciertamente merece la pena, tanto como espectáculo visual como por dar pié a una reflexión posterior.

jueves, 30 de noviembre de 2017

Calvary (Irlanda, 2014)

El fin de semana pasado pude por fin ver Calvario, un thriller irlandés que tiene como protagonista a un sacerdote, entremezclando sutilmente comedia ácida y drama a partes iguales.

La película está ambientada teniendo muy en cuenta el contexto religioso de Irlanda, el único país con mayoría católica del norte de Europa, y no evita abordar temas tan delicados como la pederastia, la homosexualidad, la eutanasia, las riquezas de la Iglesia o la posición excesivamente acomodada de la jerarquía. También aparece un retrato perfecto de la sociedad occidental actual y sus pecados más frecuentes, con un elenco casi interminable de vicios e inmoralidades cometidas por personas corrientes. En el film, junto a estos temas tan espinosos y controvertidos aparecen otros más espirituales como el perdón, la amistad, la vocación, el servicio, la fidelidad o la realización de la persona.

El argumento de la película es muy interesante: El padre James Lavelle (Brendan Gleeson), sacerdote católico, escucha en el confesionario un domingo a un feligrés que le dice que le va a asesinar al siguiente domingo. Comienza por lo tanto una semana intensa en la vida del cura en la que a través de su relación con la feligresía y con su propia familia tendrá que afrontar su propio "Calvario" espiritual y prepararse por si la amenaza llega a consumarse.

El film comienza con este impactante diálogo en el que no vemos quien es el que amenaza al sacerdote, en una escena hitchcockiana:

Padre James Lavelle: [mientras escucha la confesión] "¿Qué quieres decirme? Estoy aquí para escuchar lo que tengas que decir".
Amenazador: "Le voy a matar, padre".
Padre James Lavelle: "Sin duda, una frase inicial sorprendente".

Sobre le título del film, la palabra Calvario remite al monte en el que Jesucristo fue crucificado, en hebreo "Gólgota". Pasar un calvario se ha interpretado tradicionalmente como una serie de calamidades y desgracias que afligen a una persona. Esta será la situación que debe afrontar el Padre Lavelle, quien irá conociendo a una serie de personajes a cada cual más peculiar-depravado y que pueden ser su potencial asesino.

No voy a hacer de spoiler y revelar si finalmente el penitente cumple su propósito o no, pero sí voy a apuntar las personas con las que el Padre Lavelle toma contacto a lo largo de la película, ya que no tienen desperdicio.

Los primeros son aquellos que en función de su sexo o su cercanía al sacerdote no pueden ser sus asesinos:

- Fiona, hija del sacerdote (se hizo sacerdote tras enviudar), quien acaba de intentar suicidarse cortándose las venas tras un desengaño amoroso y pasa una temporada de recuperación con su padre.  
- El obispo Montgomery, quien no se preocupa en exceso de las cosas espirituales pero sí de las materiales.
- El Padre Leary, El compañero sacerdote del Padre Lavelle, quien tiene dudas de fe y vive un sacerdocio acomodado y poco comprometido.
- Teresa, Una mujer francesa que acaba de perder a su marido en un accidente de tráfico. A pesar de su delicada situación será un ejemplo de fe y fortaleza fundamental para el sacerdote en sus momentos más difíciles.
- Freddy Joyce: Un preso que está en la cárcel por asesinato y canibalismo. El padre Lavelle mantendrá una interesantísima conversación con él sobre la naturaleza humana.
- Verónica, la mujer del carnicero del pueblo que reconoce abiertamente su adulterio y afirma que no es el único que ha cometido en su vida, no mostrando arrepentimiento alguno ni deseo de conversión, sino mostrándose provocativa en todos sus acercamientos al sacerdote.

A partir de aquí comienza la lista de candidatos a asesino:

- Inspector Stanton, Un policía homosexual poco partidario de la estrechez moral de la Iglesia Católica.
- Milo Herlihy, un joven marginado cuyo poco éxito con las chicas le he llevado a enrolarse en el ejército para -en sus propias palabras- saber que se siente al matar a una persona.
- Leo: Un homosexual que se prostituye, afirmando que su primera experiencia homosexual fue con un obispo.
- Frank Harte, Un médico ateo que dice haber perdido la fe en sus primeros años de ejercicio de la medicina al interpretar el sufrimiento y la muerte como ausencia de Dios. Desde entonces vive amargado ya que sabe que en su trabajo más tarde o más temprano siempre perderá su lucha contra la muerte.
- Jack Brennan, Un carnicero cuya mujer (Verónica) le es infiel con un africano. Su desencanto le lleva a tener sed de venganza contra todo ser humano.
- Simon, el africano, un mecánico que alardea de sus múltiples conquistas, entre ellas Verónica. Vive para el sexo y no entiende de normas que no se puedan traspasar.
- Brendan Lynch, El dueño de la taberna del pueblo, un budista violento que odia la Iglesia Católica.
- Michael Fitzgerald, El rico del pueblo, que reconoce abiertamente que ha ganado toda su riqueza de manera ilícita y sin escrúpulos, y a quien toda su familia ha abandonado por lo que se encuentra  en un momento de vacío y de sinsentido existencial.
- Un anciano escritor (en la película no se menciona su nombre) fracasado que quiere suicidarse antes de sufrir más, pidiendo al sacerdote que le proporcione una pistola para ello.

Desvelar quien de los nueve es el posible asesino (y si cumple o no con su palabra) os lo dejo a vosotros; pero sí os adelanto desde ya que merece la pena ver la película y disfrutar de la trama y de lo característico de cada personaje...

Un apunte espiritual más. La película tiene varios diálogos interesantes, yo personalmente me quedo con este:

Padre James Lavelle: "Creo que se habla demasiado de los pecados y poco de las virtudes".
Fiona Lavelle: "¿Cuál sería tu número uno?"
Padre James Lavelle: "Creo que se ha subestimado mucho el perdón".

jueves, 23 de noviembre de 2017

City of Angels (EEUU, 1998)

Hace unas semanas escribía sobre la película favorita del Papa Francisco. Alguien me preguntó en una conversación privada que cuál era mi película religiosa favorita. Ciertamente son tantas que me resulta complicado quedarme con una en concreto. Sin embargo, le prometí a esa persona que iba a escribir un post sobre una de ellas. Esa conversación me animó definitivamente a escribir esta entrada que he evitado durante años, pero que creo que ya puedo afrontar sin tapujos. El motivo de mi preferencia por este film es que se establecen tantas similitudes entre la vida del protagonista y mi propia vida que ineludiblemente me toca la fibra sensible hasta el tuétano.

En efecto, City of Angels es es uno de mis largometrajes favoritos, de visión -y revisión- obligados. Soy consciente que como película no tuvo mucho éxito en los cines comerciales, aunque sí lo tuvo su B.S.O. interpretada por auténticos números uno como Eric Clapton, U2, Alanis Morissete, Peter Gabriel o Jimi Hendrix entre otros.

Respecto al filme, ya me encantaba y me hacía cuestionarme muchas cosas cuando la vi por primera vez a finales de los años 90 y evidentemente sigue haciéndolo hoy. Se trata de un remake de la película alemana El Cielo sobre Berlín (1987). La versión de Hollywood está dirigida por Brad Silberling (director televisivo, a parte de esta, su filmografía solo es destacable por "Casper") y protagonizada por dos grandes de la pantalla como Nicolas Cage y Meg Ryan. No me extiendo en los detalles técnicos, pero en cuanto os cuente el argumento entenderéis porque me gusta tanto. City of Angels cuenta la historia de Seth, un ángel de Dios que se enamora de Maggie, una médico que pasa por un momento de crisis humana. Seth tendrá que tomar la decisión más trascendental de su vida: escoger entre seguir sirviendo a Dios como ángel espiritual o experimentar el amor humano y comenzar una nueva existencia como hombre carnal. Salvo en que yo no soy ningún ángel, los paralelismos son más que evidentes. Siempre he contemplado esta película con la precisión que requiere el verse tan identificado con el protagonista, escudriñando cada frase, paladeando y saboreando los diálogos (más bien escuetos, la película privilegia muchos momentos de silencio que provocan la reflexión del espectador) entre la pareja protagonista. El final –que no desvelo- es sorprendente e irritante, bastante distante de muchas películas románticas empalagosas. 

Hay frases que solo el que ha vivido una situación semejante a la del protagonista puede valorar en toda la plenitud de su significado, como esta de Seth: "Preferiría una sola vez haber sentido el olor de su cabello, un beso de su boca o un toque de su mano, que tener toda la eternidad sin ello. Una vez sola". 

Inevitablemente, al terminar de ver la película, siempre brota en mi interior la misma pregunta: ¿Por qué tiene que escoger Seth entre dos cosas perfectamente compatibles, entre dos amores que no son excluyentes...? Esta fase de Maggie es tremenda: "No entiendo a un Dios que nos dejaría encontrarnos, si no hay forma de que podamos estar juntos".  Los dos grandes amores de Seth son Dios y Maggie, ambos potentes y ambos compatibles, al menos en mi opinión. Ambos amores, además tienen en común que son intangibles y por ello indemostrables... De nuevo con Seth se puede afirmar que "Algunas cosas son verdaderas, tanto si las crees como si no...".  Yo personalmente asumo y acato la doctrina de la Iglesia Católica en cuestión de celibato. Nadie obliga a ser célibe y nadie impide dejar de serlo. Pero no es menos cierto que el celibato es solo una ley eclesiástica, no de derecho divino, lo cual hace que pueda ser derogada en cualquier momento por la autoridad competente. Que ello vaya a pasar no depende de mí ni de mis gustos, por lo que solo el tiempo dirá si historias como la de Seth tendrán que seguir repitiéndose. Si algún día la Iglesia Católica diera ese paso -y seguimos en el terreno de la hipótesis- pasado un tiempo prudencial sería el momento justo para comparar el antes y el después de los ministros ordenados y poder sacar conclusiones acerca de si el celibato fue bueno o no para la Iglesia Católica durante su vigencia. 

Aparcando ese tema y volviendo a la película, deciros que espero que os guste. Si ya la habéis visto y si es posible, os pediría que la veáis desde esta nueva perspectiva que os propongo para que empaticéis conmigo y con tantas personas que un día tuvimos que escoger entre dos formas distintas de amor y de existencia.

martes, 14 de noviembre de 2017

11 Cumpleaños


Bueno, pues como cada 14 de noviembre el Blog cumple un añito más. En este caso ya van 11, un número que sin ser redondo no es por ello menos interesante que el del año pasado.

Este año, sin embargo, las estadísticas que ofrezco anualmente se van aquedar un poco cortas. El motivo es ajeno a mi voluntad, ya que Google nos ha ocultado a los administradores las cifras referentes a "me gusta", tanto los de cada entrada como los del Blog en general.

Escribí a Google para consultar sobre esta cuestión y me han respondido que se siguen contabilizando pero de manera oculta. Ellos pueden verlo pero el propietario del Blog no, lo cual no llego a alcanzar a comprender, aunque imagino que sus razones tendrán.

Dicho esto, lo realmente importante -como se puede ver por el resto de estadísticas- es que el Blog sigue avanzando a buen ritmo. Sigo estando satisfecho de este crecimiento, que como digo siempre espero que sea para mayor gloria de Dios y de su Evangelio.

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Para compensar la pérdida de algunas estadísticas voy a contraatacar con otras, menos relevantes pero también curiosas. Espero que se conviertan también en tradición con el paso de los años....

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jueves, 9 de noviembre de 2017

Habemus Papam (Italia, 2011)

Desde que viví dos años en Italia quedé prendado de Nanni Moretti, el director de cine que supo plasmar perfectamente la superación de un cáncer en su genial Caro Diario (1993). Estando allí se estrenó su segundo gran éxito, La habitación del hijo (2001), otra obra de arte sobre el sufrimiento ante la pérdida de un ser querido que estremece hasta el tuétano. Desde entonces lo he seguido en la distancia, lo suficiente para saber que únicamente ha rodado 4 películas más de las que yo solo había visto hasta ayer: Mia madre (2015).                                                                                 
Ayer, como digo, añadía a esa lista una más. Reconozco que he tardado bastante en ver una película con una temática netamente religiosa como Habemus Papam (2011). Vista con el paso de los años, creo que se trata de una película casi profética, un buen intento de mezclar drama y comedia frente a temas siempre controvertidos y por ello difíciles de tratar, pero Moretti consigue que la acción se desarrolle de forma reverente sin sobrepasar los límites tolerables para un creyente. No debió opinar lo mismo el Cardenal Ravasi, que prohibió que ninguna de las escenas se localizara en el interior del Vaticano. Debió pesar en esa decisión el ateísmo confeso del director italiano, quien a su vez dijo una vez "Me cabrea ser ateo porque la fe reconforta...". No obstante esta carencia en la localización, la película alterna la ficción propia de la película con imágenes reales de 2005, durante el entierro de San Juan Pablo II en la plaza de San Pedro del Vaticano y de la elección del propio Benedicto XVI en dicha plaza, lo que hace más creíble la historia. 

¿Qué pasaría si un cardenal entra en una crisis existencial en el justo momento de ser elegido Papa? La original pregunta es -como digo- tratada desde el punto de vista del drama personal humano del candidato a Papa y de sus personas más cercanas, al tiempo que el periodo de espera mientras toma una decisión provoca situaciones cómicas y momentos en los que todo resulta creíble por lo inexplorado de la situación. Un psicoanalista ateo (protagonizado por el propio Moretti) será el hombre escogido para intentar que el candidato a Sumo Pontífice aclare sus confusas ideas frente a la desesperación de los impacientes cardenales. Es cierto que para ello usa la frase sin fundamento "También en la Biblia se habla de depresión..." pero dentro del contexto de autoexploración entre duda-fe, debiliddad-determinación en el que se mueve el atolondrado protagonista encaja perfectamente. 

Adelantaba antes que la película fue casi profética. Este comentario se debe a que el film adelantó dos años lo que sería una auténtica convulsión en la Iglesia Católica, la renuncia de Benedicto XVI al papado el 11 de febrero de 2013. Más allá de este hecho curioso, lo que más interesa de la cinta de Moretti es la profundidad con la que retrata siempre a sus protagonistas desde un punto de vista psicológico, lo que consigue que el espectador empatice con la mayor parte de sus protagonistas y situaciones. Especialmente significativa me ha resultado personalmente la escena en que todos los Cardenales rezan en su interior para no ser elegidos Papa durante las votaciones. Uno siempre había pensado lo contrario, que cada Cardenal estaría deseando ser el sucesor de San Pedro, por lo que esa nueva perspectiva confiere un punto de vista diverso y no exento de grandes dosis de credibilidad dada la enorme responsabilidad que pesa sobre las espaldas del Sumo Pontifice.

Ello queda claro en el hecho de que la renuncia final del Papa no es por motivos de fe, ni siquiera de humildad. Se trata de una renuncia porque una persona en el atardecer de su vida no se encuentra con fuerzas para dirigir a una institución que representa a más de mil millones de creyentes en todo el mundo. Me parece una crítica soterrada de Moretti bastante aceptable, y que en el caso de Benedicto XVI terminó por darle la razón. Las presiones internas, externas y mediáticas deben ser de tal calibre para ocupar un puesto de tanta responsabilidad que tanto en el caso de la película como en el del Papa emérito resultan comprensibles sus renuncias. Si bien ello es cierto, también lo es que en la película el protagonista principal aparece como pusilánime y un tanto bobalicón, no sabiendo dar una explicación veraz de los motivos últimos de su crisis. Frases con profundidad como "A menudo tenemos miedo de admitir nuestras propias culpas" van seguidas de otras acciones o frases que denotan superficialidad y falta de carisma. Quizás esta es la perspectiva más criticable a un Moretti que en la segunda parte del film diluye un tanto la credibilidad del personaje principal.

A nivel de diálogos me parece muy interesante este entre "El Papa" (protagonizado por Michel Piccoli, nunca se le da un nombre a lo largo del film) y un actor que interpreta a Chéjov (también sin nombre). Ambos comentan un texto de la obra del dramaturgo ruso:

Actor: "Yo Siempre quise vivir en la ciudad..."
Papa: "Yo siempre quise vivir en la ciudad... y ¿acabo mi vida en el campo? Y esto es todo"
A: "Expresar descontento con la vida a los 62 años, estará de acuerdo, no es generoso".
P: "Qué terco. ¿No entiende que yo sí quiero vivir?"
A: "Pero eso es frivolizar. Por las leyes de la naturaleza, toda vida debe tener un final".
P: "Piensa como un hombre realizado. Usted está realizado y, por lo tanto, es indiferente a la vida".

Otra escena para enmarcar es aquella en la que el Camarlengo le insinúa al recién escogido Papa que no sería ético renunciar al cargo porque su antecesor lo ocupó hasta el final a pesar de su deterioro físico, de su enfermedad y de su avanzada edad. Sin citar nombres se está aludiendo de manera directa a San Juan Pablo II. Esta presión psicológica no me cabe duda que el propio Benedicto XVI tuvo que soportar de manera directa o indirecta, y es probable que Moretti ya intuyera en la época en que rodaba la película que se trataba de una cuestión controvertida dentro del Vaticano.

Por último, es justo resaltar el discurso final en el que el Papa presenta su renuncia desde el balcón de San Pedro. Es un poco largo pero merece la pena ser reproducido íntegramente: 

"En estos días os habréis preguntado: ¿Pero por qué nuestro Papa no viene a saludarnos? No tenéis por qué preocuparos, si el Señor lo hubiera elegido no podría haberse equivocado. Sí, fui elegido. Pero esto, en lugar de darme fuerza y ​​conciencia, me aplasta y confunde aún más. En este momento la Iglesia necesita un líder que tenga la fuerza de provocar grandes cambios, que busque el encuentro con todos, que tenga amor y capacidad de comprensión para todos. Le pido perdón al Señor por lo que estoy a punto de hacer y no sé si Él podrá perdonarme. Sin embargo, debo hablarle a Él y a vosotros con sinceridad. Estos últimos días he pensado mucho en vosotros y lamentablemente me he dado cuenta de que no puedo soportar el papel que me ha sido confiado. Siento que estoy entre aquellos que no pueden liderar sino que deben ser guiados. En este momento sólo puedo decir: orad por mí. El guía que necesitáis no soy yo. No puedo ser yo."

Por todos estos aspectos -insisto, casi proféticos- me parece una película muy recomendable y apta para todo tipo de públicos, ya que como mencioné anteriormente la película no roza -ni siquiera de lejos- la irreverencia, sino que plantea un debate moral legítimo.

jueves, 2 de noviembre de 2017

El festín de Babette (Babettes gæstebud, Dinamarca, 1987)

La semana pasada escribí un post acerca de la felicidad y esta semana abordamos la misma temática a través del Cine. 

Creo que es la primera película danesa que veo en mi vida, y es posible que sea la última. A pesar de ser la ganadora del Oscar a la mejor película de habla no inglesa, no fue ése el motivo suficiente para visionarla en su día. Si me he decidido a verla 30 años después de su estreno ha sido por haber sido publicitada recientemente por el Papa Francisco al declararla su película favorita de todos los tiempos. Me parece una persona con suficiente criterio ético y estético como para no pasar por alto su invitación a tenerla en consideración.

El festín de Babette, dirigida por el danés Gabriel Axel, narra la historia de dos hijas de un pastor luterano y de su criada, Babette, una exiliada francesa que llega a Jutlandia para cambiar definitivamente las vidas de todos los que entran en contacto con ella. El narrador introduce de esta manera hermosa la historia: "En este lugar remoto vivían una vez dos hermanas que ya habían pasado el primer arrebato de la juventud. Las habían bautizado Martina y Philippa en honor a Martín Lutero y su amigo Philipp Melanchton. Gastaron todo su tiempo y casi todos sus pequeños ingresos en buenas obras...". La historia comienza catorce años después de la llegada de Babette, cuando tras ser la ganadora de un premio de lotería y poder preparar un banquete para todos aquellos que la recibieron y le dieron un sentido a su vida en sus años más difíciles. 

Me parece una película entrañable, humana a más no poder, y que mezcla una temática religiosa con la búsqueda del sentido de la vida y de la felicidad de una manera bastante acertada. No me atrevo a catalogarla como la mejor película de mi vida, pero sí que es de esos filmes que merece la pena ver al menos un par de veces para sacarle toda su enjundia. 

A continuación ofrezco tres claves de interpretación que creo que os pueden aprovechar a quienes la hayáis visto: 

1. Contenido Bíblico:

En primer lugar el banquete que Babette organiza tiene ya de por sí fuertes connotaciones bíblicas, ya que el festín es uno de los elementos que más se repite en el N.T.: Mc 6, 21 (El banquete de Herodes), Mt 22,2-10 (El Reino de los Cielos como banquete), Mt, 25, 10 (Parábola del banquete de bodas), Lc 14,13-14 (Invitar a un banquete sin esperar nada a cambio),  Ap 19,9 (El banquete de bodas del Cordero)...

Aparte de esta temática, dos son a mi juicio las citas bíblicas más relevantes de la película. 

La primera aparece una sola vez en boca del general y está tomada del comienzo del libro del Eclesiastés (1,2): "Vanidad de vanidades, todo es vanidad". Con ella se resume el vano intento de alcanzar la felicidad a través de la apariencia, los convencionalismos sociales o la búsqueda egoísta de los placeres de este mundo.

La segunda, repetida varias veces a lo largo de la película forma parte del Salmo 85, 11-12: "La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo".


Esta última se resume especialmente en el discurso final del general, que no tiene desperdicio y que el propio Papa Francisco reconoció que había inspirado algunas líneas de su Encíclica Amoris Laetitiae. Copio íntegro el discurso del General: "La misericordia y la verdad se encuentran. La justicia y la paz se besan. El hombre, en su debilidad y miopía, cree que debe tomar decisiones en esta vida. Tiembla ante los riesgos que toma. Conocemos ese miedo, pero no. Nuestra elección no importa nada. Llega un tiempo en el que se abren nuestros ojos y comprendemos que la misericordia es infinita y lo único que debemos hacer es esperar con confianza y recibirla con gratitud. La misericordia no pone condiciones y dirá: Todo lo que hemos elegido nos ha sido concebido y todo lo que rechazamos también nos lo es dado. Sí, incluso se nos devuelve aquello que rechazamos, porque la misericordia y la verdad se han encontrado. Y la justicia y la paz se besan.". Evidentemente varían las traducciones de algunas palabras, pero el contenido esencial es el mismo que el del Salmo 85.


2. La dualidad norma-Gracia

La película expone lo superficial y la vaciedad que provoca una vida sometida a unas normas o preceptos, aunque sean religiosos. La religión basada únicamente en normas puede incluso llegar a ser percibida como buena y provocar buenos frutos, pero es manifiestamente imperfecta. Las normas fuera de su espíritu se convierten en mandamientos deshumanizantes, que lleva a la comunidad presidida por las dos hermanas a despreciar las cosas buenas de la vida y a auto-destruirse por amargamiento. En esta línea, incluso el matrimonio es visto como una obligación, lo que lo reduce al absurdo. En palabras del narrador: "En el rebaño del pastor, el amor terrenal y el matrimonio se consideraban de escaso valor y mera ilusión vacía". Es más, también la caridad practicada por las hermanas es expuesta como insatisfactoria, ya que aunque se tratan de buenas acciones hacia el prójimo no repercuten positivamente en el espíritu de quienes las realizan, ya que son vistas como obligaciones morales. Afortunadamente Babette cambiará la manera de entender la vida y la religión de toda la comunidad, quedando expuesto este cambio con las palabras del general anteriormente citadas, en las que la Gracia divina sustituye definitivamente a la norma puritana. 

3. Sentido de la vida

Cada personaje de la película busca el sentido de la vida y la felicidad en los más diversos lugares: En el cumplimiento de la norma, en el matrimonio, en el celibato, en el prestigio, en el poder, en la música, en la paz, en la Religión, en la gastronomía, en el servicio a los demás... De entre todos ellos solo Babette parece haber entendido que la felicidad personal radica en hacer felices a los otros. Tras una experiencia marcada por el sufrimiento y la pérdida de sus seres queridos experimenta como forastera el amor y la acogida en el nombre de Dios. Llenar tu "mochila" con la Gracia divina es imprescindible para poder después repartirla a los demás. Gracias a esta experiencia es capaz de renunciar a todos sus bienes materiales para proporcionar la felicidad de los demás y así de paso sentirse realizada a sí misma. Creo que no hay otra definición mejor de santidad: Hacer el bien en el nombre de Dios para compartir todo lo que Él nos ha regalado previamente. Por ello Babette es feliz. Y por ello la santidad ha sido a lo largo de la historia por la Iglesia como una característica vinculada a la felicidad. No en vano, el Evangelio que se lee en la festividad de Todos los Santos son las Bienaventuranzas de Jesucristo. Una palabra tan caída en desuso como el cumplimiento de las mismas, pero no podemos olvidar que las ocho categorías de personas que Jesús nombra "Bienaventurados...", se puede traducir (y muchas Biblias lo hacen) por "Dichosos...", "Felices..." o "Alegres...").

Finalmente, y al margen del contenido religioso, me gustaría terminar esta entrada (como buen jerezano) con la alabanza que se hace del vino de Jerez en el film. En concreto se pone de manifiesto en las palabras pronunciadas por el General Lorens Löwenhielm: "¡Increíble!. ¡Un amontillado! ¡Y el mejor amontillado que he probado en mi vida!...".