lunes, 16 de abril de 2018

El Evangelio Según San Mateo (Il Vangelo secondo Matteo, Italia, 1964)

El Jueves Santo volví a ver esta película que Pier Paolo Pasolini dirigió en plena celebración del Concilio Vaticano II y que dedicó de manera póstuma a Juan XXIII, quien había convocado el Concilio  pero no pudo verlo terminar (1962-1965).

El Evangelio Según San Mateo fue una película controvertida en su estreno. Pasolini se había declarado unos años antes homosexual, ateo convencido y defensor del régimen comunista, que por aquel entonces todavía existía en Europa. En su anterior película (Ro.Go.Pa.G.) fue directamente acusado de blasfemo por la jerarquía eclesiástica. Por todo ello, a priori no parecía el más adecuado para dirigir un proyecto cinematográfico con tintes cristianos, pero el resultado final no dejó lugar a la duda. Preestrenada en el Vaticano, cosechó tantos aplausos como críticas positivas y entusiasmadas por los Padres Conciliares que buscaban un aire nuevo y fresco en la Iglesia. Pasolini no se había apartado un milímetro del texto bíblico del Evangelio de San Mateo y su literalidad provocó tanto asombro en quienes recelaban de él como desencanto en sus más fieles seguidores, que pasaron entonces a criticarlo de retrógrado y conservador.   

Su argumento es evidentemente la vida de Cristo, desde su nacimiento en Belén hasta su Pasión, Muerte y Resurrección en Jerusalén. Cinematográficamente es una película sobria, con escasos diálogos y tiempos de silencio para la meditación del espectador. Algunos discursos de Jesucristo (como el Sermón de la montaña) se citan de manera atropellada con la intención de no hacerlos demasiado extensos. La imagen que se transmite de Cristo es muy humana, siendo quizás la primera película que se aleja de su divinidad para centrarse en su humanidad, lo cual era signo del nuevo acento que se ponía en aquella época tanto en la Cristología bíblica como en su proyección a la literatura y el cine. Quizás por ello y por el pasado de Pasolini anteriormente citado la película fue catalogada como no recomendada para menores de 18 años, calificación que aún conserva en la actualidad y que a estas alturas no puede sino provocar risa. Los actores fueron todos de segunda fila o familiares del director. El actor que realizó de Jesucristo, el anarquista antifranquista español Enrique Irazoqui, hacía su debut cinematográfico con esta película siendo prácticamente su último trabajo destacado. Fue rodada con escasos medios técnicos en Matera, al sur de Italia.  No obstante estas carencias, Pasolini supo sacar a la perfección los sentimientos de los protagonistas, siendo a mi juicio esa la mayor virtud del director italiano. A falta de grandes decorados, vestuarios, efectos especiales u originalidad del guión, la riqueza del film radica en las interpretaciones. En este sentido me parece justo destacar las escenas de San Pedro tras las negaciones y de la Virgen María (interpretada por la madre de Pasolini) tras la muerte de su Hijo. También merece una mención la música tan ecléctica del film, que va desde "La Pasión según San Mateo" de Bach a los ritmos congoleños de la Misa Luba, pasando por Prokofiev o al canto espiritual Gospel "Sometimes I Feel Like a Motherless Child".

Termino el comentario con otra curiosidad. En el año 2015, el periódico oficial de la Ciudad del Vaticano L´osservatore Romano afirmaba que esta obra del neorealismo italiano es la mejor película que se ha filmado sobre la vida de Jesús. Ahí queda eso, que me parece que no es un halago menor. Desde luego es una de las más fieles al texto bíblico, eso es innegable. No obstante, es justo reconocer que el tiempo ha pasado por ella y no me cabe duda que el espectador actual prefiera filmes tipo "La Pasión" con más acción y efectos especiales que la hacen visualmente más atractiva. 

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