lunes, 16 de junio de 2025

Esperanza en la resurrección: 2 Macabeos

Como ya comenté hace unos meses, el Primer Libro de los Macabeos es un texto esencialmente histórico con poco valor teológico. El segundo, sin embargo, es todo lo contrario, ya que está plagado de temas teológicos como la importancia del templo, el valor del sacrificio, el martirio de los justos y la esperanza de la resurrección. Especial mención y una lectura detenida merecen los capítulos 6 y 7, que contienen testimonios martiriales de valor incalculable como los de Eleazar o los siete hermanos. De este último, en concreto, he seleccionado tres versículos que ponen la carne de gallina. En ellos, una madre es obligada a ver el martirio de sus siete hijos. Lejos de convencerla para que apostate, anima a sus vástagos para que no renieguen de la fe judía y así poder reencontrarse con ellos en el día de la resurrección. 

En un momento en el que la honestidad, la fidelidad y el valor de la palabra dada son cuestionados culturalmente, este texto es una maravilla conmovedora, al tiempo que el reflejo de una cruel tortura de quienes atacan la fe y las creencias religiosas. Os dejo esos versículos aunque recomiendo encarecidamente la lectura al menos de esos dos capítulos.

2 Macabeos, 7, 27b-29:

Se inclinó sobre él y, burlándose del cruel tirano, le dijo en su lengua patria: «Hijo mío, ten compasión de mí, que durante nueve meses te llevé en mi seno y te he amamantado durante tres años, te crié y te eduqué hasta el día de hoy. Te pido, hijo mío, que mirando al cielo y a la tierra y a cuanto hay en ella, conozcas que de la nada hizo Dios todo esto y también el género humano fue hecho así. No temas a ese verdugo, sino que, haciéndote digno de tus hermanos, recibe la muerte para que vuelva yo a encontrarte con tus hermanos en el tiempo de la misericordia.»

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