El Libro del Levítico forma parte del Pentateuco, los cinco primeros textos sagrados de la Biblia. Se centra en la santidad del culto divino, tarea encomendada en exclusiva a la tribu de Leví. Se compone de 27 capítulos de una lectura bastante engorrosa, como cualquier libro de rúbricas litúrgicas. A simple vista puede parecer solo un conjunto de normas, ritos... cultuales y litúrgicas ajenas al cristianismo, pues su noción de sacrificio y sacerdocio están completamente superadas por Jesucristo. No obstante, no podemos olvidar que son la base y el caldo de cultivo para una comprensión de la Nueva Alianza. Es ese sentido deben ser releídas y reinterpretadas.
Para la selección de algunos versículos representativos y provechosos -espiritualmente hablando- me quedo con estos del capítulo 26:
Levítico 26, 11-12
Yo pondré mi Morada en medio de vosotros y no los rechazaré; siempre estaré presente entre vosotros: Seréis mi Pueblo y yo seré vuestro Dios.
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