Con un atrayente eslogan publicitario "No conoces la verdadera historia - Peligro: no abrir", el film fue un rotundo éxito en taquilla, con 306 millones de dólares recaudados sobre un presupuesto de 15. Tuvo una acogida bastante buena de la crítica especializada, que en general la valoró de manera positiva tanto artística como argumentalmente. Ello le valió una nominación como "Mejor película de terror" en los Saturn Awards, premió que finalmente recayó sobre "Déjame salir".
A nivel técnico se producen varios cambios respecto a sus antecesoras. El director de las primeras entregas, James Wan, se convirtió en productor del film. Para sustituirlo el seleccionado fue el sueco David F. Sandberg, en el que supuso su tercer largometraje. Las estrellas de los anteriores filmes Patrick Wilson y Vera Farmiga no aparecen por primera vez en la saga, cediendo el protagonismo a Anthony LaPaglia y Miranda Otto. La música mantiene una continuidad con las anteriores a pesar de estar conducida por Benjamin Wallfisch. La canción You Are My Sunshine encaja a perfección en la trama, dotando a la película de una ambigüedad muy atractiva. A nivel argumental hay un cambio importante, pues la saga abandona la realidad (al menos la contada por el matrimonio Warren) para entrar de lleno en la ficción.
La trama intenta entroncar este spin off con las películas de los Warren y con la futura "La monja". En 1955, la hermana Charlotte, una monja que ha tenido contacto con un convento de Rumanía, llega junto a seis huérfanas a la casa de los Mullins, un matrimonio que 12 años antes había perdido a su hija Bee atropellada por un coche. Samuel, creador de muñecas artesanas, prohíbe a las niñas entrar en el dormitorio de la difunta, pero Janice, una niña con problemas motrices desobedece esta orden. Al entrar en la habitación tendrá contacto con Bee y con su muñeca Annabelle, poseída por un espíritu maligno.
El ambiente en el que se desarrolla todo el film es, en esencia, religioso. Lo propio de una película de terror en el que la presencia del maligno contrasta con las prácticas piadosas. La casa de los Mullins parece un templo, con cruces por doquier tanto dentro como fuera de la misma. Se reza antes de las comidas y antes de ir a la cama. Una pared está empapelada con hojas de la Biblia. Aparecen rosarios, Biblias y crucifijos.
Además, la presencia primero de un sacerdote y después de la hermana Charlotte garantizan un buen puñado de frases espirituales interesantes. Comienzo con tres oraciones, una bendición de la mesa de Samuel, otra de las dos niñas más pequeñas antes de acostarse y una última de la hermana Charlotte:
Samuel Mullins: "Dios. Gracias por permitirnos estar juntos. Y bendice estos alimentos que vamos a recibir. Ayúdanos a vivir con un corazón agradecido, y a servirte cada día. Por Jesucristo Nuestro Señor, Amén"
Linda y Janice: "Y si muero antes de despertar, que mi alma el Señor se venga a llevar. Señor, que Linda y yo encontremos un buen hogar y sigamos juntas... para que seamos hermanas de verdad. Con unos padres cariñosos, que odien los deberes tanto como nosotras. Pero, sino es así, no pasa nada. Amén"
Hermana Charlotte: "Dios mío, tu eres mi roca y mi refugio. Perdóname, Señor, perdóname"
Algo que me ha sorprendido negativamente es la escena en la que la monja confiesa a una de las niñas. No tiene ninguna base histórica ni teológica, y a pesar de ser ficción puede llevar a confusión. El final de la escena da a entender que es una confesión "falsa" o "de juego", pero este extremo no se aclara en ningún momento:
En conclusión, muy interesante para amantes de la saga y del género del terror, con un contenido teológico-espiritual bastante aceptable. A diferencia del spin off de "La monja", la trama se mantiene dentro de lo creíble y de lo sobrenaturalmente posible. Un acierto que me impulsa a ver las dos partes que me faltan de esta -de momento- trilogía.
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