lunes, 31 de marzo de 2025

¿El fin del mundo? ¿La Tercera Guerra Mundial?

Esta semana se ha armado mucho revuelo con las directrices de la Unión Europea en la que se alerta de una posible conflagración a nivel Mundial. Muchos medios de comunicación no han tardado en lanzar la pregunta: ¿Estará la Tercera Guerra Mundial a las puertas?

Incapaces aún de dar una respuesta a esa inquietud, se recomienda el acopio de víveres para 72 horas, aunque no estoy realmente convencido de que esa medida sea realmente útil. No creo que en ese tiempo (que le pregunten a los ucranianos o a los palestinos) se pueda resolver un conflicto de proporciones mundiales. Sea como fuere, una cierta psicosis se ha apoderado ya de una población que acude "por si acaso" a los centros comerciales a avituallarse debidamente. Imagino que ese kit de supervivencia no es necesario. Me adhiero a Einstein cuando dijo esta frase -o al menos se le atribuye- "No sé con qué armas se peleará la tercera guerra mundial, pero la cuarta será con palos y piedras". Parece lo más razonable que con unos cuantos pepinazos todo se vaya al garete y él ya lo vislumbraba hace muchos años.

Acerca de esas advertencias, desconozco cuánto de verdad hay en ellas. No sé qué es lo que nos están contando y qué conocimientos nos ocultan. Lo que sí parece claro es que hay un cierto interés por tener a la población preocupada. No hay que ser muy listo para darse cuenta de que desde hace una década aproximadamente el catastrofismo sale rentable. A beneficio de quién, lo desconozco.

La población tiene que estar asustada. El control social a través del pánico parece necesario a estas alturas de la globalización. Cuidado que viene la extrema derecha, ojo con un futuro maremoto. El cambio climático es inminente y vendrán décadas de sequía. Perdón, fallo en Matrix, que llueve mucho. Entonces se cambia el discurso y se augura que las inundaciones serán cada vez más frecuentes. Las pandemias y los confinamientos diezmaran a la población: El Covid, la Gripe A, la viruela del mono, el virus del Nilo o la que sea. También se reconoce que las vacunas han provocado efectos secundarios que provocan ictus y muertes súbitas por doquier. Un asteroide se aproxima y podría colisionar contra la tierra en unos años. Una catástrofe se anuncia detrás de la siguiente sin que hayamos tenido tiempo de reponernos psicológicamente de la anterior. Ahora la guerra. Lo importante es que la alarma no cese y la gente esté tensa. ¿Para qué? Lo desconozco. ¿A favor de quién? Tampoco lo sé. 

Lo curioso es que tras casi todos los elementos anteriormente citados hay colectivos que lo atribuyen todo a una conspiranoia y niegan la mayor: No existe una pandemia sino una plandemia. No hay asteroide (ni siquiera hay NASA) y, por cierto, la tierra es plana. Nunca hemos llegado a la luna ni hay previsión de ello. Tampoco hay cambio climático sino ciclos naturales. Las vacunas son tan nocivas como los virus artificiales creados en laboratorios y soltados adrede para diezmar a la población. Tanto negacionismo se filtra también en nuestro subconsciente y uno ya duda de todo y de todos.

Pero bueno, hay uno del que no podemos dudar. El Dios Omnipotente que probablemente se ríe de los planes de los poderosos y sabe cuándo y cómo será realmente el fin del mundo y del ser humano. Mientras ese día llega, no suframos más de lo necesario, no nos agobiemos más de lo justo porque en palabras de Cristo"En cuanto a ese día y a la hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, nadie sino el Padre" (Mc 13,32). Y su otro consejo hoy es más vigente que nunca: "No os inquietéis por el día de mañana; el mañana traerá su propio afán. A cada día le basta su propio problema" (Mt 6,34).

Para terminar, una frase que no es bíblica, pero que me parece preciosa y que viene al hilo de esta reflexión. Es de Mark Twain y dice así:

“No hay tiempo. Tan breve es la vida para dimes y diretes, disculpas, envidias y rendiciones de cuentas. Sólo hay tiempo para amar y tenemos poco tiempo, por así decirlo, hasta para eso”.

lunes, 24 de marzo de 2025

Mira, Señor, nuestras penitencias: Baruc

El Libro de Baruc es un texto profético de solo 5 capítulos con un esquema muy definido: Oración penitencial - Elogio de la Sabiduría - Esperanza de una restauración. Existe un capítulo 6 que nada tiene que ver con este autor, llamado "Carta de Jeremías" y que muchos autores consideran un libro bíblico independiente (lo que elevaría el número de libros de A.T. a 47). 

Al leerlo en este periodo cuaresmal en el que estamos inmersos, la parte que más me ha llamado la atención ha sido la primera, pues se trata de todo un "Manual teórico de penitencia". Dios está enfadado con el Pueblo de Israel por sus múltiples pecados y la consecuencia de ello es el destierro en Babilonia. El texto indica que es necesaria la práctica penitencial de los justos para revertir esta situación y esperar a que lleguen tiempos mejores.

El texto sagrado, espiritualmente, no tiene desperdicio; si bien las correlaciones pecado-castigo inmediato de Dios y Penitencia-cambio del status quo son más que discutibles, pues la experiencia cotidiana nos hace comprobar que a "los malos" les va bien en la vida mientras que el padecimiento de "los justos" a veces parece no tener fin. El Libro de Job será la respuesta a esta aparente incoherencia teología, por lo que su lectura es complementaria y casi imprescindible para un mayor entendimiento del sufrimiento del justo. 

Como digo, y dentro del ambiente penitencial de estos días cuaresmales, me han conmovido especialmente dos versículos que son los que hoy quiero compartir con vosotros:

Baruc 2, 17-18:

"Abre, Señor, tus ojos y mira que no son los muertos que yacen en el abismo, y cuyos cuerpos han quedado sin vida, los que te dan gloria y reconocen tu justicia. Son los que viven agobiados por la tristeza, los que caminan encorvados y extenuados, los de ojos lánguidos y estómago hambriento... esos son los que te dan gloria y reconocen tu justicia, Señor".




lunes, 17 de marzo de 2025

El libro de Eli (The Book of Eli, EEUU, 2010)

Comentamos hoy una película cuyo género es difícil de catalogar por ser la suma de muchos de ellos. Tiene un poco de ciencia ficción, western, aventuras, thriller, futurista, distópica, algo de artes marciales tipo manga, luchas que recuerdan a Matrix... y por si ello fuera poco toca temas religiosos como la fe, el Apocalipsis, estando además plagada de citas y referencias bíblicas. Se trata de la quinta película dirigida por los hermanos Hugues (hasta la fecha han hecho 6) y se puede considerar también un duelo interpretativo entre Denzel WashingtonGary Oldman. Promocionada con el eslogan "Algunos matarán para tenerlo. Él matará para protegerlo" recaudó en total 160 millones de dólares, doblando así en beneficio un presupuesto de 80 millones.

Vamos con el argumento. Los primeros 8 minutos destacan por la ausencia de títulos de crédito y de diálogos. Solo presenciamos un ambiente sórdido, oscuro y algunos sonidos que sitúan al espectador en la trama. Eli (Washington) lleva 30 años atravesando a pie los Estados Unidos de América portando el libro al que hace referencia el eslogan. Se dirige enigmáticamente "al Oeste", sin comida, sin agua... y sin explicar porqué ni para qué. Por el camino encuentra asaltadores de carreteras, asesinos, violadores, caníbales... hasta llegar a un pueblo enigmático gobernado por Carnegie (Oldman), quien desde un primer momento muestra interés en la búsqueda de un libro, rodeado de forajidos que no saben leer ni escribir pero ejecutan todas sus órdenes. Ayudado por Solara (Mila Kunis), Eli intentará hacer que el misterioso libro no caiga en poder de Carnegie y cumplir su misión de llevarlo a un lugar seguro.

El final (no voy a ser de momento spoiler) es muy sorprendente y da sentido a toda la película, produciendo un efecto similar al de El Sexto Sentido, en el que el espectador tiene que repasar mentalmente todo lo sucedido a lo largo del film. Solo por ello merecería la pena verla. Pero es que además, religiosamente, no tiene desperdicio. Vamos con el análisis del mismo.

Todo comienza con el nombre del protagonista, ya que aquí nada es aleatorio. Eli es una abreviatura del nombre hebreo Eliyahu, que significa "mi Dios es Yahweh". En arameo Eli es directamente el nombre de Dios, como reza Cristo en la cruz “Elí, Elí, ¿lama sabactani? (Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?)".

En la primera escena con diálogos de la película, cuando Eli sale de un túnel y encuentra a unos forajidos, encima de su cabeza hay una inscripción con los números 14,6. "Casualmente" en esa cita del Apocalipsis se puede leer: "Vi otro ángel que volaba por medio del cielo y tenía una Buena Noticia eterna que anunciar a los habitantes de la tierra, a toda nación, raza, lengua y pueblo"

Además de este guiño, a lo largo de la película se citan concretamente cuatro partes de la Biblia:

Génesis 3:18-19: "Espinas y cardos te dará, mientras le pides las hortalizas que comes. Con el sudor de tu frente comerás tu pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado. Recuerda que eres polvo y al polvo volverás."

Salmo 23: "El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia las aguas del remanso, y conforta mi alma; me guía por los senderos de justicia, por amor a su nombre; aunque vaya por un valle tenebroso, no tengo miedo a nada, porque tú estás conmigo, tu voz y tu cayado me sostienen..."

Eli: Escribe todo exactamente como lo digo. El primer libro de Moisés, llamado Génesis. Capítulo 1, versículo 1. "En el principio, Dios creó los cielos y la tierra".
Versículo 2. "Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo. Y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas".
Versículo 3. "Y dijo Dios: Sea la luz. Y fue la luz".

2 Timoteo 4,7: "He combatido el buen combate, he concluido mi carrera, he conservado la fe"

Otro aspecto interesante son las bendiciones de las comidas, algo desgraciadamente en desuso en nuestros días. Eli realiza una y Solara otra: 

Eli: "Gracias Señor por una cama cálida para dormir, gracias por la comida que estamos a punto de comer, gracias por un techo sobre nuestras cabezas en noches frías como esta, gracias por la compañía en tiempos difíciles como estos, Amén".

Solara: "Te agradecemos nuestra comida. Gracias por mi madre. Gracias por el techo que nos das y por nuestros nuevos amigos. Y... bueno, supongo que eso es todo por ahora".
Carnegie: "Amén. Esa es la palabra que estás buscando, Amén.

Dentro de este análisis, los diálogos interesantes, que también los hay y muy buenos. Yo he rescatado cinco, el primero de ellos incluso con un toque de humor, ya que en este caso no se cita a la Biblia sino a Johny Cash, "El Rey de la música Country":

Solara: "Bueno, ¿cómo sabes que vas por buen camino?"
Eli: "Camino por la fe, no por la vista".
Solara: "¿Qué significa eso?"
Eli: "Significa que sabes algo aunque no lo sepas".
Solara: "Eso no tiene sentido".
Eli: "No tiene porqué tener sentido. Es fe, es fe. Es la flor de luz en el campo de oscuridad que me da la fuerza para seguir adelante. ¿Entiendes?"
Solara: "¿Es de tu libro?"
Eli: "No, es... Johnny Cash, en Live at Folsom Prison".

La segunda cita es de Carnegie, acerca de la Biblia. Desgraciadamente, a lo largo de la historia, este Libro Sagrado -al igual que otros- ha sido un elemento que ha incitado al odio, la violencia y la manipulación de personas de mentalidad débil. Algo que no debería haber ocurrido pero que el protagonista deja bien claro: 

Carnegie: "¡No es solo un puto libro! ¡Es un arma! Un arma dirigida directamente a los corazones y las mentes de los débiles y desesperados. Nos dará el control sobre ellos. Si queremos gobernar más de un jodido pueblucho, tenemos que tenerlo. Vendrá gente de todas partes; harán exactamente lo que les diga si las palabras son del libro. Ha pasado antes y volverá a pasar. Solo necesitamos ese libro".

La tercera cita es de Eli. En una conversación con Solara, le cuenta cómo era la vida antes de "El gran resplandor". No tiene desperdicio, porque tras gran parte de la película en la que el espectador visualiza las penurias de una sociedad apocalíptica donde todo escasea menos el odio, es difícil no sentirse profundamente interpelado para valorar lo que en el momento presente tenemos y no disfrutamos:

Eli: "La gente tenía más de lo que necesitaba. No teníamos ni idea de qué era valioso y qué no. Desechábamos cosas por las que ahora la gente se mata".

El cuarto diálogo también es para reflexionar, además que sirve para justificar -en parte- las acciones violentas de Elí. Al espectador creyente le puede llamar la atención que un hombre de Dios ande matando a gente a diestro y siniestro. Parece que no casan las conductas de Eli con el contenido del libro que defiende, al menos del Nuevo Testamento y del mensaje de paz y perdón de Jesucristo. En este diálogo se aclara algo de ello:

Solara: "No pensé que alguna vez renunciarías al libro, pensé que era demasiado importante para ti".
Eli: "Lo era. Lo llevaba y lo leía todos los días, me obsesioné tanto con protegerlo que olvidé vivir según lo que había aprendido de él".
Solara: "¿Y qué es eso?"
Eli: "Hacer más por los demás que por ti mismo".

El último fragmento que he escogido es el final de la película. Es la despedida del protagonista en una carta espiritual a Dios que no tiene desperdicio y que termina con la frase de San Pablo en su Carta a Timoteo ya mencionada anteriormente:

Eli: "Querido Señor, gracias por darme la fuerza y ​​la convicción para completar la tarea que me encomendaste. Gracias por guiarme con rectitud y veracidad a través de los muchos obstáculos en mi camino. Y por mantenerme firme cuando todo a mi alrededor parecía perdido. Gracias por tu protección y tus muchas señales en el camino. Gracias por cualquier bien que haya podido hacer, lamento mucho lo malo. Gracias por la amiga que hice. Por favor, cuídala como cuidaste de mí. Gracias por finalmente permitirme descansar. Estoy muy cansado, pero ahora voy a descansar en paz. Sabiendo que he hecho bien en mi tiempo en esta tierra. Peleé la buena batalla, terminé la carrera, mantuve la fe".

Una película interesante, profunda y espiritualmente provechosa. De las que te hacen pensar sobre ellas los días posteriores a su visionado... De las que me gustan 

lunes, 10 de marzo de 2025

El que hace el bien es de Dios: 3 Carta de San Juan

Tras la Primera y la Segunda Carta de San Juan, afronto hoy la tarea de escoger un versículo de la Tercera y última Carta joánica. Queda para otro momento afrontar ese reto con el Evangelio de San Juan, siendo ya con esta entrada 25 los libros de la Biblia que he leído y comentado. Quedan aún, por lo tanto, 48 libros sagrados más que analizar.

De la Tercera Carta se puede hacer casi la misma introducción que de la Segunda. Si ésta era el libro más corto de la Biblia con 13 versículos, la que hoy afrontamos también cuenta solo con 15, por lo que es, del mismo modo, muy reducida en su contenido. Al igual que la anterior, posiblemente tampoco fuera escrita por San Juan, sino por el autodenominado "El presbítero", uno de sus discípulos. La Carta se dirige a Gayo y su temática es elogiar al propio Gayo y a Demetrio, afeando la conducta de un tal Diotrefes.

Selecciono para el comentario el versículo 11, que da título a esta entrada. Breve pero intenso, en la misma línea que las cartas anteriores. Quien cree en Dios debe refrendar esa fe en buenas obras, de lo contrario su fe es una farsa. Se trata de una frase dirigida a Gayo pero que nos podemos aplicar en primera persona cualquiera de los que nos llamamos cristianos. Directa, al corazón:

3 Juan 1, 11:

"Hermano muy querido, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace el bien es de Dios; pero el que practica el mal no ha visto a Dios".

miércoles, 5 de marzo de 2025

La Cuaresma: Tiempo de cambio interior

Hago un pequeño parón en mis comentarios bíblicos para anunciar un acontecimiento que no por repetido deja de merecer un post aparte: Hoy es Miércoles de Ceniza y con él comienzan los cuarenta días de preparación a la Semana Santa y la Pascua

Que la Cuaresma es un tiempo de conversión, de cambio y de arrepentimiento es algo que a estas alturas nadie desconoce. Un tiempo propicio para acudir al sacramento de la Penitencia, del Perdón, de la Reconciliación o Confesión, una gracia de Dios con tantos nombres pero que oculta una única realidad: Dios nos espera como el Padre de la parábola del hijo pródigo, al borde del camino, yendo cada día a ver si su hijo se arrepiente y vuelve a casa. Más aún, Dios sale en nuestra busca como el pastor que abandonando a las noventa y nueve ovejas va en busca de la descarriada. Esa es la Cuaresma, que habrá sido un tiempo fructífero si consigue conmover nuestro corazón y acercarlo a Dios o un tiempo de monotonía si el transcurrir de los días no alcanzan a tocarlo.

Sea como fuere, no habrá otra Cuaresma igual a esta. El año que viene, si Dios quiere y estamos vivos, nuestras circunstancias existenciales habrán cambiado, para mejor o para peor, pero habrán cambiado. Así que aprovechemos estos días que no volverán a repetirse.

Han pasado ya tantas Cuaresmas desde que comenzó el Blog -dieciocho- que el material recopilado en él es abundante y provechoso. Os dejo algunos links interesantes de otras publicaciones de años anteriores que os pueden servir como lectura espiritual y propicia para este tiempo:

Miércoles de Ceniza: Origen y Sentido

El tren de la vida: Reflexión para Cuaresma.

Miércoles de Ceniza y Cuaresma: Reflexión sobre el ayuno, la limosna y la oración

Miércoles de Ceniza: El Judas de Leonardo da Vinci: Un cuento cuaresmal

Una historia real de perdón para Cuaresma: Un caso real

Un cuento cuaresmal: El sacrificio del hijo: Otro cuento de Cuaresma

Comentario del hijo pródigo: Ideal para Cuaresma

Que os aproveche. Lo dicho, hagamos valer este tiempo único e irrepetible.