El próximo miércoles comenzaremos una nueva Cuaresma. Y lo
haremos con la tradicional imposición de la Ceniza sobre nuestras cabezas, rito
cargado de simbolismo con el cual expresamos nuestra intención de intentar
mejorar espiritualmente en estos días. Hoy me gustaría clarificar cuatro
preguntas recurrentes de este símbolo, tan antiguo como condensado de múltiples
significados.
¿Por qué en concreto usamos ceniza? La ceniza se usaba en el
pueblo judío para hacer penitencia. Implicaba suciedad externa reflejo de la miseria
interna, dolida por haber cometido un pecado. Quien veía a alguien con ceniza,
sabía que el portador era un pecador necesitado de Penitencia. En el
cristianismo también lo hemos asociado al fin último de nuestros días: “Polvo
eres y en polvo te convertirás” en alusión clara al fin de nuestras existencias
(la cremación hace este proceso más visible que nunca en apenas unas horas…).
¿De dónde sale esa ceniza? La ceniza que se impone sobre
nuestras cabezas proviene de quemar los ramos de olivo y las palmas del último
Domingo de Ramos. Son, por lo tanto, cenizas ya benditas, aunque en el rito de
la imposición se vuelvan a bendecir.
¿Por qué la Cuaresma dura 40 días? El número 40 es muy
simbólico en la Biblia. El número implica un cambio, un antes y un después: 40
días duró el Diluvio de Noé, 40 años estuvo Moisés en el desierto antes de
entrar en la Tierra Prometida, y 40 días
estuvo Jesús en el desierto para ser tentado por el Diablo antes de comenzar
toda su vida pública.
¿Qué se nos pide en el comienzo de la Cuaresma? Se nos hace
una llamada a prepararnos espiritualmente ante la llegada de los días más
importantes del cristiano: La Semana Santa y la Pascua, esto es, el recuerdo de
la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Para ello se nos ofrecen tres
“armas” para el combate espiritual: Ayuno (Una comida fuerte y abstinencia de
comer carne los viernes de Cuaresma), Limosna y Oración. En la sociedad que
vivimos, el anacronismo que puede suponer la práctica de la abstinencia hace
que en cierto modo se haya reformulado espiritualmente por sacrificarnos privándonos
de algo que nos guste. El sacrificio -claro está- entendido como dominio de los propios
instintos, no como la búsqueda del sufrimiento en sí. Las tres prácticas son
una llamada a salir de nuestros propios egoísmos para hacernos más cercanos al
sufrimiento de los demás y a Dios.
Muchas más cosas se podrían añadir, pero la esencia es ésa. Esperemos que esta Cuaresma sea provechosa y
-en boca del Profeta Ezequiel-, Dios arranque nuestro corazón de piedra y nos
lo cambie por un corazón de carne (Ez. 11,19). Esa será la prueba de que nos
hemos tomado en serio este tiempo de Conversión.
Gracias de acordarnos. És tiempo muy importante de reflexion sobre la Palabra de Dios. Que El nos ayude a convertirnos cada dia!
ResponderEliminarGracias amigo,siempre es importante recordar el origen de estos actos.
ResponderEliminarlos alumnos de 5º A y C pensamos que es importante recordar la información dada sobre la Cuaresma, es muy interesante y nos ha gustado mucho. Gracias D. Jaime !! :)
ResponderEliminarES PURA TRADICION IGUAL QUE LAS SUPUESTAS OPINIONES TEOLOGICAS EVANGELICAS IGUAL ... AMBAS NOI SON BIBLICAS PERO SE VISTEN DE SERLO
ResponderEliminarBuenos días. Sí que existe una base bíblica suficiente para estos actos. Derramar ceniza sobre la cabeza era una señal de luto, de tristeza o de arrepentimiento tanto en el A.T. como en el N.T. Aquí hay unos cuantos textos que lo avalan: 2Sa_13:19; Isa_58:5; Isa_61:3; Jer_6:26; Lam_3:16; Eze_27:30; Job_2:8; Mat_11:21. Un saludo
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