Tengo que comenzar esta entrada reconociendo que antes de visualizar esta película sabía muy pocas cosas de la vida de Soledad Torres Acosta, la fundadora de las Siervas de María. Al tratarse de un film de bajo presupuesto tampoco estaba convencido de su calidad artística. Y por si fuera poco, comencé a ver la película con cierto escepticismo, con el prejuicio de pensar que lo que me disponía a ver era una mera hagiografía exenta de toda capacidad de autocrítica, como suele ser habitual en este tipo de títulos.
Pues bien, lo cierto es que Luz de Soledad se trata de una película bastante sólida, con un reparto más que aceptable y un argumento que engancha desde el principio, lejos por cierto de esos panfletos panegíricos de otras épocas.
La película narra la vida de Bibiana Antonia Manuela Torres Acosta (1826-1887), una joven humilde que decidió comenzar junto al sacerdote Miguel Martínez la Congregación de las Siervas de María Ministras de los Enfermos, dedicada a acompañar de noche a los enfermos a los que sus familias no podían atender.
El punto de vista desde el que se cuenta la película es muy interesante. Es muy parecido al utilizado en Encontrarás Dragones, con una trama que se sitúa en el s. XXI y a partir de la cual se producen flashbacks de la vida de la Santa. Una monja contemporánea, Sor Inés, será quien cuente los orígenes de su congregación a Olga y a su padre postrado en la cama, D. Arturo, un ateo recalcitrante que protagonizará una bonita historia de conversión y de perdón a lo largo del film.
El film intenta ser lo más objetivo posible, exponiendo las luces y las sombras del país y dela propia iglesia. Siendo hija de los lecheros del pueblo, el acceso de Manuela (posteriormente Soledad) a la vida religiosa y su promoción en la misma no fue fácil, especialmente en una época en la que los apellidos eran más importantes que las cualidades y las virtudes personales. Tampoco ayudaba la situación política de España de la época, con brotes constantes de cólera que diezmaban la población, hambrunas y faltas de alimentos generalizados... y con la expropiación de los bienes de la Iglesia durante la famosa desamortización de Mendizábal. La película no evita tratar temas controvertidos como el papel secundario de la mujer en la sociedad y en la Iglesia de la época, los celos y envidias propios de la vida comunitaria religiosa o la dudosa vocación de miembros de la Iglesia que utilizaban a la institución en su propio beneficio y no en el de los más necesitados. Junto a estos temas se tratan evidentemente otros positivos, como la verdadera vocación de servicio y ayuda a los demás, la evangelización de América, el poder de la oración o la capacidad de conversión y de perdón.
Como parte espiritual me quedo con la enseñanza de Soledad Torres Acosta, quien veía en cada enfermo el rostro de Cristo sufriente en la cruz. Solo así podía soportar el contacto con los excrementos, las pústulas o las heridas de quienes además de la enfermedad sufrían soledad o abandono.
También es emotiva -casi humorística- la madre en que la joven Soledad le cuenta a su madre su vocación:
Soledad: "Madre, y si yo quisiera ser monja... (...) De tanto hablar con la madre, me enamoré de su hijo".
Antonia: "Si me lo explicas así...".
Unido a ello se presenta la importancia del testimonio personal de vida, mucho más poderoso que las palabras. "Las palabras conmueven, los ejemplos arrastran", dice un antiguo refrán español de autor desconocido. En el caso de los santos esta máxima es fácilmente demostrable. Y Soledad Torres Acosta fue por su ejemplo de vida canonizada por el Papa Pablo VI en 1970.
La película termina con un dato curioso e interesante que no quería pasar por alto en este comentario. El 21 de mayo de 1915, 25 Siervas de María obtuvieron los primeros Títulos de Enfermería que se promulgaron en España, tras acreditar sus conocimientos y la formación recibida en este campo, entrando a formar parte con letras de oro de la Historia de la Enfermería en España, y todo gracias al tesón y la constancia de su fundadora, Santa Soledad Torres Acosta, una mujer cuya vida y mensaje merece ciertamente ser difundido.
Gracias por la recomendación. Saludos
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarNos falta encontrarnos más con nosotros a través del arte y de estos Santos que Dios le regaló a España para el mundo.
Dios bendiga España.
Gracias, la veré
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