lunes, 26 de junio de 2023

Entrada número 1.000

Cómo pasa el tiempo... Parece que fue ayer cuando el 14 de noviembre de 2006 subí la primera entrada de este Blog, coincidiendo con la primera piedra de la Iglesia de El Santiscal en Arcos de la Frontera. Por aquel entonces yo -un joven sacerdote de 31 años- no sabía nada de lo que era este mundillo de los blogueros ni la trascendencia mediática que se podía llegar a alcanzar a través de la web. Hoy, casi 17 años después (que se dice pronto), y con casi 2 millones de visitas, alcanzamos la redonda cifra de 1.000 entradas publicadas. El mundo en general y España en particular han cambiado lo que ni yo ni nadie podíamos imaginar, y sucedieron eventos tan asombrosos como inusuales. Algunos ejemplos de cosas que eran impensables: La Selección Nacional ganó el Mundial de Fútbol de Sudáfrica en 2010. El Papa Benedicto XVI fue el primer papa en renunciar desde Gregorio XII en 1415. Su sucesor, el Papa Francisco, es el primer Papa nacido en América, el primero de la Orden Jesuita y el primero que escogió el nombre del santo de Asís.  El rey de España Juan Carlos abdicó en favor de su hijo Felipe VI, lo que no sucedía desde Felipe V en 1746. Hemos pasado una pandemia mundial con un confinamiento que nos prohibió salir de casa durante tres meses. Como se suele decir, en estos 17 años ha llovido mucho... Creo por ello que es un buen momento para recapitular lo vivido y hacer un comenario personal -con el corazón en la mano- de todo lo vivido en estos años. 

Mi vida también ha cambiado desde aquel lejano noviembre de 2006. Entre otras cosas (y quizás sea el cambio más importante) mi existencia dio un giro inesperado que hizo que desde el 2 de septiembre de 2009 (Punto y final) hasta el 21 de julio de 2012 (Punto y aparte) el Blog se quedara en barbecho, sin ninguna entrada publicada como se puede comprobar en el historial. Pasada la tormenta del enamoramiento, del año sabático y de la posterior secularización, las aguas volvieron a su cauce. Recuerdo que durante ese periodo no tenía ni fuerzas -ni ganas- de entrar en mi sitio web, ni siquiera para ver las estadísticas. Aquel paréntesis terminó un bendito día del verano de 2012, en el que empujado aún no sé muy bien porqué -o por quién- me atreví a entrar de nuevo, y me abrumó ver que el ritmo de visitas no sólo no había decrecido sino todo lo contrario: cada vez eran más personas y de los más diversos países los que leían mis historias a diario. Los comentarios se contaban por cientos (en la actualidad son 2.533) y las estadísticas arrojaban la nada despreciable cantidad de 500 visitas diarias. 

Desde la "reapertura" han pasado más de 10 años y el Blog ha seguido siendo lo que pretendía ser en un principio: Un cuaderno personal de reflexiones, al tiempo que un instrumento de evangelización al servicio de Dios y de la Iglesia. Mi vida fue siguiendo su nuevo rumbo y en el año 2015 añadí el Sacramento del Matrimonio a los ya recibidos; quedando ese momento también inmortalizado en el Blog. A día de hoy caminamos hacia los dos millones de páginas visitadas. Casi asusta la cifra. Dos millones de lecturas en todo el mundo.... ¡Ufff! Cierto que muchas de esas visitas habrán sido momentáneas, no habrán pasado de una ojeada desinteresada o curiosona y poco más, pero... ¿A cuántas personas habré transmitido una palabra de ánimo, de aliento o de esperanza...? Mucho me temo que me moriré sin saberlo, pero en mi interior estoy convencido de que han sido bastantes. Es uno de los motivos que me impulsó a seguir escribiendo, desde hace unos años, con una periodicidad semanal. Por otro lado, ¿a cuántos habré defraudado con mis escritos y con mis decisiones personales? Pues a buen seguro a otros tantos. Sé que "nunca llueve a gusto de todos" y que no es posible pretender caerle bien a todo el mundo. Es algo que tengo más que asumido y que las canas me han enseñado a comprender y asimilar. 

Independientemente de los cambios en mi vida personal, repasando las etiquetas de las entradas se puede ver que he hablado de todo lo que me gusta y me apasiona: historias para pensar, cine, política, fútbol, santos, teología, música, libros, poesía, espiritualidad, catequesis, clases de Religión.... todo ello desde una perspectiva cristiana y pasados por el tamiz de mis pensamientos, en unos casos acertados, en otros discutibles, y en muchos otros -no me cabe duda- erróneos. Pero ahí están. Y como dijo Poncio Pilato y recogió el Evangelista San Juan en el versículo 22 de su capítulo 19: "Quod scripsi, scripsi" ("Lo escrito, escrito está"). No tengo nada de lo que arrepentirme ni cambiaría nada; ni de mi vida personal ni de lo escrito a lo largo de todos estos años. El revisionismo mediático actual que intenta reescribir la historia y donde solo tiene cabida lo "políticamente correcto" me provoca una mezcla extraña de sensaciones que van desde la risa hasta las náuseas. Creo firmemente que hay que aceptar con serenidad el pasado, vivir con felicidad el presente y afrontar con optimismo el futuro. Es la clave de un buen equilibrio mental. Es cierto que en determinados momentos de la vida uno pasa por las "noches oscuras" como las llamaba San Juan de la Cruz, momentos en los que se duda de todo y de todos, incluso de uno mismo. Pero con la fe y con la ayuda de Dios las pruebas pasan y la verdad permanece. Lo he experimentado en primera persona y doy fe de ello.

¿Qué será lo que me quede por vivir y por escribir en este querido Blog? Solo Dios lo sabe. Pero mientras me dé fuerzas y salud, aquí seguiré al pie del cañón, diciendo lo que pienso le guste a quien le guste y le duela a quien le duela. Serán mis pensamientos y moriré con ellos, la herencia que recibí y que legaré por escrito a las generaciones futuras.

Dicho esto, me gustaría terminar este post tan personal con algunos datos curiosos del propio Blog que saco de las estadísticas que sólo yo puedo visualizar, pero que hoy quiero compartir con todos vosotros. Como se dice en España, por si queréis "curiosear", y como se dice en Sudamérica -de donde son gran parte de mis lectores- por si queréis "pispear". Entre paréntesis os indico el año en que fue publicada la entrada. Estoy seguro que alguna de ellas merece una segunda lectura, así que solo tenéis que pinchar en el título para revisitarlas: 

Categoría

Nombre (Año de publicación)

Visitas

 

Huellas en la arena (2006)

184.588

Entrada más vista

Una historia Real: Mel Gibson (2006)

75.053

 

Perder a un ser querido (2006)

41.238

 

Como Dios (2012)

8.159

Crítica de película más vista

El Gran Milagro (2017)

6.112

 

The Body (2012)

4.636

 

Huellas en la arena (2006)

184.588

Historia para pensar más vista

El niño tranquilo (2007)

84.749

 

El matrimonio (2013)

49.908

 

Santa Teresa de Calcuta (2008)

5.634

Santo más visto

San Juan Bautista (2006)

1.821

 

San Valentín (2014)

431

 

Pascua de Resurrección (2007)

19.533

Tiempo litúrgico más visto

Corpus Christi (2013)

4.616

 

Pascua de Resurrección (2009)

3.078

 

Si hay Dios -Alejandro Sanz- (2012)

17.756

Canción más vista

Amor sin límites -J.L. Perales- (2012)

9.898

 

J.C. - Mecano- (2006)

5.037

 

Oración de San Agustín (2012)

16.648

Oración más vista

Le pedí a Dios (2013)

12.493

 

Alma de Cristo (2006)

11.145

                                 

lunes, 19 de junio de 2023

Tres futbolistas cristianos en la Selección Española

Hoy solo tenía previsto publicar una entrada, pero los acontecimientos se han precipitado... Os cuento.

Los Palacios y Villafranca es una ciudad de la provincia de Sevilla con apenas 38.000 habitantes. Ayer domingo se dio la circunstancia de que tres de ellos fueron titulares en el partido que la Selección Española de Fútbol disputó en el Estadio De Kuip de Roterdam (Países Bajos). España ganó a Croacia en la final (0-0) en un partido aburrido como pocos pero muy intenso y disputado. Los tres palaciegos, junto al resto de sus compañeros y la afición que los respaldábamos desde España, tuvimos que esperar a la tanda de penalties en la que Unai Simón detuvo dos lanzamientos y Carvajal anotó el decisivo para dar a España su primer título en la UEFA Nations League. Hasta aquí nada destacable para un blog religioso, por mucho que la casualidad de que tres jugadores sean de una misma pequeña ciudad sea bastante llamativa.

Mi alegría ha llegado esta mañana cuando la foto que ilustra este post llegó a mis ojos. Casi no podía creérmelo. Con la que está cayendo a nivel de laicismo en nuestro país y estos tres jugadores (Fabián, Gavi y Jesús Navas) cogen una pancarta de la Coronación Canónica de la patrona de su ciudad, la Virgen de las Nieves y la exhiben con orgullo en público. No me quiero ni imaginar la bilis de algunos laicistas hasta dónde habrá podido llegar. Yo personalmente me alegro que en estos días en los que se hablará tanto de otro orgullo aún haya personas que sientan ese Orgullo hacia las manifestaciones religiosas de sus ciudades. Desconozco el nivel de práctica religiosa de ninguno de los tres, pero con ese simple gesto me han ganado como simpatizantes. Enhorabuena, campeones, a por muchos títulos más y a celebrarlo orgullosos de nuestras raíces cristianas. 

Roto: Un corto religioso emocionante

Os recomiendo encarecidamente el visionado de este corto del argentino Roberto Benedetti que dura menos de tres minutos y que seguramente os emocionará. No quiero ser excesivamente spoiler, así que primero lo veís y después podéis seguir leyendo el comentario más abajo:


Vamos con el comentario. Creo que el autor de este perqueño vídeo ha conseguido condensar de manera brillante muchas realidades intangibles de nuestra sociedad actual.

En primer lugar, la temática está basada en "el corazón roto" que de alguna manera todos sufrimos. Todos tenemos (o hemos tenido) pequeñas -y grandes- decepciones que de manera diaria nos van minando la moral como a la protagonista de la historia. Ansiedad, depresión, stress, bullying, soledad, incomprensión... Todas estas contrariedades nos va "resquebrajando" hasta quitarnos la ilusión de amar y de vivir. La falta de amor y de comprensión nos rompen por dentro y estropean nuestra apariencia, que ya nunca vuelve a ser la misma. Apagan la sonrisa y nos provocan heridas que tardan mucho tiempo en cicatrizar. 

"Solo el amor salvará al mundo". Esa parece ser la conclusión a la que llega la protagonista de la historia, pero no puede hacer nada por acceder a ese amor por sí sola. El amor no se compra, no se consigue con esfuerzo, no se puede encontrar en ninguna tienda. Incluso cuando lo tiene al alcance de su mano, "los otros" le impiden el acceso a ese maravilloso tesoro.

Solo Cristo, el "motero", puede regalarnos ese amor. "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros" (Juan 13,35). El mismo Hijo de Dios que nos mandó:  "Amaos unos a otros; como yo os he amado" (Juan 13,34) y nos regaló ese amor muriendo por nosotros en una cruz y perdonando a sus asesinos. Como un auténtico profeta, no predicaba solo de palabra, sino que daba cumplimiento a su mensaje con sus obras: "Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos" (Juan 15,13). Solo Cristo redime y salva un corazón roto de dolor. Quien se encuentra con él, no puede permanecer indiferente. 

Este encuentro con el Salvador provoca una cadena interminable de Bondad que también recoge el autor del corto. El amor es contagioso y salva a los demás, tiene la capacidad de redimirlos de su oscuridad. Quien experimenta el amor de Cristo no se lo puede guardar, automáticamente se convierte en su discípulo y tiene la capacidad de expandir ese amor entre los demás. La protagonista comienza desde lo más cercano: En la familia, en el colegio, en su vida cotidiana... Y lo hace además dando cumplimiento a las palabras de San Mateo 10, 8. "Dad gratis lo que habéis recibido gratis".

Una historia interesante, sin duda, que nos enseña una gran lección: "Ama y haz lo que quieras" (San Agustín). Descubre el amor de Dios en tu vida y compártelo con los demás sin importarte lo que pase a tu alrededor...

lunes, 12 de junio de 2023

Vivir para siempre (Ways to Live Forever, España, 2010)

Vivir para siempre
es una excelente película que adapta el best seller homónimo de Sally Nicholls. Su temática nos hace reflexionar sobre algo que a menudo esquivamos o posponemos: pensar o hablar abiertamente sobre la muerte. La propuesta se realiza, al igual que en la ya comentada en este Blog Cartas a Dios, desde la perpectiva de un niño enfermo cuya muerte está cercana. De la misma manera que en la película francesa, ello no es óbice para que el humor y el optimismo vital tengan cabida. No estamos ante un film lacrimógeno o sensiblero, sino ante una tragicomedia en la que sus protagonistas derrochan ganas de vivir y nos dan una lección para que aprovechemos el tiempo que nos quede en la vida. Como dice su slogan publicitario: "Persigue tus sueños, cada segundo cuenta"

La pelicula cuenta con una producción española, aunque su reparto e interpretación sean en inglés. Su director es Gustavo Ron, en el que se trata de su segundo largometraje (de tres) antes de dedicarse en exclusiva a las series para TV. Me parece una auténtica pena ese giro en su carrera, pues al menos en este film se percibe mucho talento e ingenio, acompañados de atrevidos movimientos de cámara, mezlando la animación en 3D, el paisaje urbano y los exteriores de la naturaleza con bastante acierto. Es justo destacar la fotografía del film, así como los ya mencionados momentos de animación en 3D. También está muy bien seleccionada la BSO, destacando especialmente el tema Amor De Conuco de Juan Luis Guerra. Los solos de piano dan un toque intimista y melancólico a los momentos más dramáticos del film

Del reparto podemos comentar que la pareja de adultos está formada por los experimentados Ben Chaplin y Emilia Fox, quienes dotan a la interpretación de sobriedad y aplomo. Menos fortuna tuvieron el resto de niños-adolescentes del reparto, quienes en sus carreras cinematográficas no han pasado -en el mejor de los casos- de papeles secundarios. No obstante, todas las interpretaciones son convincentes, destacando por el peso que tiene en la misma su protagonista principal, Robbie Kay

En apenas 95 minutos se nos cuenta la corta vida de Sam, un niño de doce años que decide grabar y escribir un video-libro en el que él mismo se presenta de la siguiente manera: "Uno, mi nombre es Sam. Dos, tengo doce años. Tres, colecciono historias y hechos fantásticos. Cuatro, tengo leucemia. Y cinco: para cuando veas esto, probablemente estaré muerto". Su nombre no es casual, su debilidad y vulnerabilidad se oponen paradójicamente a los deseos de su madre, quien escogió para él al personaje más fuerte de los textos sagrados: "Mi mamá me llamó Sam por Sansón de la Biblia". Junto a su amigo Félix y la prima de este Kaleigh intentarán dar cumplimiento a una lista de deseos que Sam maniefiesta querer cumplir antes de morir: 

- Ser un científico famoso, averiguar cosas y escribir sobre ellas.
- Ver una película de terror clasificada par mayores de 18 años de las que no me dejan ver.
- Subir por las escaleras mecánicas que bajan.
- Pasear en un dirigible.
- Ser un adolescente y beber, fumar y tener novia.
- Ver un fantasma. 
- Subir en una nave espacial y ver las estrellas.
- Batir un récord mundial.

La trama y el cumplimiento de esos deseos se van desarrollando al tiempo que Sam en su diario expone una serie de preguntas que nadie responde: 

Número 1: ¿Cómo sabes cuando has muerto?
Número 2: ¿Por qué Dios hace que los niños se enfermen?
Número 3: ¿Qué pasaría si alguien no estuviera realmente muerto y la gente pensara que lo está?, ¿Sería enterrado vivo?
Número 4: ¿Duele morir?
Número 5: ¿Cómo es una persona muerta?, ¿O cómo se siente?
Número 6: ¿Por qué la gente tiene que morir?
Número 7: ¿Adónde vas después de morir?
Número 8: ¿El mundo seguirá aquí cuando me haya ido?

Debido al elevado número de acciones y el planteamiento de tantas preguntas da la sensación de que no se profundiza en ninguna de ellas, pero creo que ese no es el objetivo principal del director. No se trata de un manual de respuestas sobre estos temas, sino más bien de una lluvia de preguntas que interpelen al espectador. Temas como las Experiencias Cercanas a la Muerte, los espíritus, la fe, las religiones, el sentido de la vida, el misterio de la enfermedad, la muerte o la resurrección están todos ahí, como en un cocktail donde todo está rebujado y resulta difícil separar unos de otros. A nivel espiritual es por ello interesantísimo, así como el análisis psicológico de cómo cada personaje se sitúa ante el problema: el padre, la madre, la hermana, la abuela, los médicos, Félix,  Kaleigh, la enfermera Annie... Cada uno vive el drama a su manera y estereotipan un acercamiento a la temática. 

Espiritualmente -y más allá de la temática general- son dignos de destacar dos diálogos. El primero de ellos se produce en una clase en la que delante de la profesora, Mrs Willis (quien no interviene en el debate en ningún momento) Sam y Félix buscan una explicación a la existencia del mal y la compatibilidad de este con Dios

Sam: "¿Por qué Dios hace que los niños se enfermen?"
Félix: "Porque Dios no existe".
S.: "Esa no es una razón".
F.: "Por supuesto que lo es. Tal vez él no existe. Escríbelo".
S.. "De acuerdo. Número dos".
F.: "Número dos. Él si existe, pero es perversamente malvado. Le gusta torturar a los niños por diversión".
S.: "Número tres. Dios es como un gran médico. Él enferma a la gente para que pueda hacer de ellos mejores personas, para hacerlos menos egoístas. A él no le importa si mueres, porque vas al cielo donde él vive de todos modos".
F.: "Eso es un montón de basura".
S. "Es lo que dice mi madre".
F.: "¿Cómo te mejora el cáncer?"
S.: "Eh... no sé, te emocionas sobre poder montar en bicicleta, y tu familia está contenta. Si no estás enfermo, no valoras las cosas como montar en bicicleta".
F.: "¡Ese es el mayor montón de mierda que nunca escuché! ¿Dios te da el cáncer para enseñarte lo bueno que es montar en bicicleta? No puedes poner eso".
S.: "Bueno, ya está ahí".
F.: "Está bien. Cuatro, no hay razón".
S: "Cinco, hay una razón, pero somos demasiado estúpidos para entenderla".
F.: "Es un castigo por ser malo".
S.: "¡No lo es!"
F.: "¿Por qué no? Eso es lo que dicen los budistas. Es el karma por lo que tú hiciste en tus otras vidas".

S. (voz en off): "Pasamos por toda la clase sin estar de acuerdo sobre por qué los niños tienen que morir..."

El segundo texto que quiero subrayar es una frase que Sam le dice a su "novia" Kaleigh. Es una reflexión interesantísima, tan impropia de un niño que la pone en boca de su abuela. Evidentemente es un indicio de que la sabiduría -en este caso acompañada de la fe- vienen de los mayores:

Sam: "Mi abuela dice que morir es como cuando las orugas van a convertirse en mariposas. Es parte de su ciclo de vida. A las orugas les da miedo entrar en un capullo, pero luego se vuelven mariposas... Supongo que eso significa que no debemos tener miedo de morir".

Cuando escuché esta frase recordé el cuento que hace unos años inventé sobre esta temática y he de reconocer que los bellos se me erizaron... 

Para terminar me gustaría destacar un par de apuntes, uno positivo y otro negativo. El positivo es la elección de El Exorcismo de Emily Rose como uno de los cumplimientos de la lista de Sam. Desconozco el motivo del director para su elección, pero es una de mis cintas preferidas en el ámbito de los exorcismos, y da mucho juego para la reflexión posterior que realiza el protagonista. El negativo, el descarado montaje publicitario de Coca Cola para dar cumplimiento a otro de los deseos de Sam. Entiendo que la película hay que subvencionarla, pero las cosas se deben hacer con mayor sutileza...

Bueno, una película entretenida, emocionante, divertida a ratos, que te hace pensar... pues no sé, creo que reúne todo lo que se le puede pedir a un film de estas características... por ello termino con otras palabras de Sam, su protagonista: "Algunas cosas son perfectas de principio a fin".

lunes, 5 de junio de 2023

Llenos de gracia (España, 2022)

Comentamos hoy una película comercial española que trata el tema religioso de una manera desenfadada pero en general respetuosa, lo cual comienza afortunadamente a ser tendencia en un país que hasta hace poco estaba bastante polarizado, con filmes independientes muy apologéticos y claramente confesionales o cintas en las que la única finalidad -acerca de la imagen de la Iglesia en general y de los sacerdotes en particular- era la de la ridiculizarlos y satirizarlos. Parece que hemos llegado a un punto de equilibrio, en el que como ya comenté en "La llamada" se comienza a hablar del tema religioso sin tapujos, sin ofender, en clave de comedia y resaltando los valores que el cristianismo ofrece a la sociedad actual. Al mismo tiempo, es justo reconocer que no se trata de películas que tengan como objetivo evangelizar, sino ganar dinero, por lo que el elemento religioso a veces queda algo distorsionado, pero sin llegar -salvo por exigencias del guion- a la blasfemia o la herejía.

Vamos como siempre a realizar un análisis por partes. En gran medida, esta frescura a la que he aludido anteriormente se debe a su director, Roberto Bueso, un joven talento del Cine español actual, siendo éste su segundo largometraje tras "La Banda" (2019). Roberto pertenece a una generación que está intentando realizar un Cine diferente, alejándose de los clichés tópicos y casi exclusivos (Guerra Civil y sexo) que han copado casi todas las películas españolas desde la llegada de la democracia hasta hace unos años. 

El casting mezcla la veteranía y la experiencia de actores consagrados (Carmen Machi, Nuria González, Manolo Solo o Pablo Chiapella) con la irrupción de jóvenes talentos (Paula Usero) o el debut de un grupo de niños no profesionales entre los que destaca Dairon Tallon. Los decorados, vestuarios y la ambientación reflejan bastante bien el Madrid de los años 90, mientras que al igual que en la referida La llamada, la B.S.O. juega un papel destacadísimo, si bien en este caso no son canciones originales sino una selección de temas conocidos por el espectador y en su mayoría noventeros, como Faith (George Michael), Wooly Bully, Sarà perché ti amo (Ricchi e Poveri), Desesperada (Marta Sánchez) o el propio Himno Nacional Español. También son muy entrañables las imágenes del programa televisivo de la época Lo que necesitas es Amor o las de los partidos de la selección española de fútbol durante el Mundial de USA´94, destacando especialmente el lamentable codazo de Tassotti a Luis Enrique que nos costó -una vez más- la eliminación de un Campeonato del Mundo debido a una decisión arbitral. 

El argumento está "inspirado" (que no "basado", que es diferente) en hechos reales. La Hermana Marina (Carmen Machi) es una moja "moderna" que llega a El Parral, un Colegio de niños internos gestionado por monjas que está prácticamente en ruina, amenazado por ello de un cierre inminente. Allí entabla amistad con otras dos monjas (Hermana Angelines -Paula Usero- y Hermana Tatiana) al tiempo que hace frente a las reticencias de Julia, la Madre Superiora (Nuria González) y de Don Agustín, el Capellán (Manolo Solo). Con una nueva pedagogía y obteniendo el cariño de los niños, intenta dar una educación distinta al grupo de huérfanos que pasan allí el verano mientras los otros internos disfrutan de sus vacaciones familiares. Su idea final es la de montar un equipo de fútbol con la ayuda del bedel, Rafa (Pablo Chiapella). De entre todos los niños uno comienza a destacar y llegará al fútbol profesional, Valdo (Dairon Tallon).

Visto el apartado técnico vamos con más apuntes. Efectivamente, la película está inspirada en la vida real de una monja de la Orden de las Esclavas, la Hermana Marina (95 años en la actualidad) y del futbolista Valdo, pero no todo lo que se cuenta en el film es real. El futbolista en concreto matizó parte del contenido del film en una entrevista posterior al estreno:

“Yo no he estado nunca abandonado en ningún orfanato y con lo que cuenta la película mi padre no está quedando muy bien. Si yo soy futbolista es gracias a él porque es muy futbolero"

En la realidad, cuenta, su padre era un minero originario de Cabo Verde y esa es la razón de que durante el verano tuviera que seguir en el internado. No obstante, acerca de la película, el propio Valdo reconoció que: 

"La película es graciosa y está muy bien hecha. Es una inspiración libre de lo que vivimos en ese colegio".

El film fomenta claramente valores como la amistad, la empatía, la solidaridad, el esfuerzo, la constancia o el optimismo vital. Queda meridianamente clara la generosidad de las monjas, quienes dedican su vida altruistamente a dar cuidado y cariño a lo que el Papa Francisco llama "Los descartados de la sociedad". Dicho esto, algunas quedan mejor que otras. Las tres hermanas protagonistas, representan la cara amable de una Iglesia que busca modernizarse y romper esquemas preconcebidos. No tanto la Madre Superiora, quien a pesar de tener un buen fondo es icono de la típica monja amargada y que amarga la vida a los demás. Tampoco sale excesivamente bien parado el sacerdote, un "trepa" de toda la vida, egoísta, hipócrita, interesado... y cuya única aspiración vital es escalar en la jerarquía eclesial. El obispo, por su parte, queda plasmado como un bobalicón que no se entera de nada de lo que pasa a su alrededor y que es fácilmente manipulable tanto por las monjas como por el sacerdote. No digo yo que no existan monjas, curas y obispos que den ese perfil, pero en el fondo se trata de clichés fáciles bastante estereotipados. 

A nivel espiritual y cristiano no sé si se le puede sacar tanta miga como a nivel humano. Quizás lo más interesante de todo es la imagen -ya comentada- que se transmite de una persona (en este caso una monja) que entrega desinteresadamente su vida sin esperar nada a cambio, simplemente para mejorar las condiciones de vida de sus semejantes. Este tema no es "moco de pavo", pero desgraciadamente al tratarse de una comedia no se profundiza excesivamente en él. Quitando esto, se echan en falta escenas de oraciones, de interioridad... o alguna frase con profundidad, ya que, por ejemplo, la única frase que se cita de la Biblia es inventada por la Hermana Marina. Si acaso se puede subrayar también la soledad y la austeridad en las que viven las personas consagradas, detalles que se traslucen en las abundantes escenas de las habitaciones del Convento. 

Respecto al lenguaje utilizado en el film es aceptable bajo mi punto de vista ya que hablamos de huérfanos que en aquella época tenían esa manera de expresarse. Desgraciadamente nuestra juventud también lo hace hoy en día con toda naturalidad. Aparte de estos insultos, durante toda la película solo se escucha una blasfemia -que yo no soy capaz de repetir- que únicamente encuentra justificación en lo anteriormente expuesto, aunque yo personalmente la hubiera suprimido del guion. Lo mismo puedo comentar de una escena que bajo mi punto de vista es de mal gusto. Me refiero al momento de la Primera Comunión de los chavales, en los que el sacerdote va comentando cada Comunión diciendo una "gracia" completamente fuera de contexto en un momento tan sagrado. Es una comedia y hay que aceptarla como tal, pero personalmente creo que hay momentos que deben ser más respetados que otros. Sí me parecen mejor tratados otras escenas como el momento de la Confesión, el que un chico le dé sistemáticamente la vuelta a una cruz como broma (dentro del contexto del film), el que tras la estampa de una Virgen esté la imagen de Marta Sánchez (el mito erótico de la España de los 90) o que la pandilla juegue en plan broma a la ouija. Todo ello encaja en la trama-comedia y añade credibilidad a la historia. No obstante, no hubiera venido mal un asesor religioso del que creo que la película carece. De otra forma no se puede explicar que un sacerdote (Don Agustín) lleve una cruz pectoral propia de los obispos o que el propio obispo vaya vestido con los colores cardenalicios. Tampoco es creíble que el sacerdote amenace con darle otro destino a una monja, ya que de eso solo se puede encargar la superiora de su Orden.

En definitiva y como resumen, me parece una película interesante de ver, entretenida, transmisora de valores y muy bien protagonizada por niños, con la dificultad añadida que ello conlleva para el director... Un buen ejemplo de cine familiar y cristiano, aunque con las matizaciones anteriormente realizadas.