lunes, 29 de febrero de 2016

Nuevos ataques a la Iglesia española

Desde que comenzó la Cuaresma la Iglesia en mi país no ha parado de recibir ataques indiscriminados desde el sector más radical de la extrema izquierda española. Madrid, Barcelona y Sevilla han sido las últimas ciudades donde se han vulnerado los derechos al respeto a las creencias religiosas.

Para los que no seáis de nuestro país, os pongo en antecedentes. Desde hace unos años, el partido político Podemos está intentando erradicar de la sociedad todo lo que tenga que ver con la religión cristiana. Desde varios medios de comunicación afines (particularmente la cadena de Tv La Sexta) se engordan los temas polémicos y por supuesto se omiten todas las buenas noticias que genera la Iglesia.

Como digo, desde hace unos meses esos ataques están alcanzando sus cotas más elevadas de violencia verbal. Parece ser que hay una consigna para crispar los ánimos de los creyentes, generando una tensión innecesaria cuyo único objetivo debe ser aguardar a que se produzca  una respuesta violenta que esperemos nunca llegue.

El viernes pasado se celebró en Sevilla un pleno del Ayuntamiento en el que se tocaban varios puntos tales como la supresión de calles con nombres religiosos, la petición de que las autoridades eclesiásticas sean eliminadas del protocolo oficial, la prohibición a las autoridades civiles para asistir a actos religiosos o el apoyo a la procesión del "coño insumiso" (perdonen la expresión, pero la procesión laica que tiene un paso con una vagina encima se llama así). 

Las tres primeras medidas son lo de menos, ya que por supuesto que la Iglesia puede vivir sin calles de santos, sin que sus obispos vayan a actos civiles o sin que las autoridades civiles acudan a los religiosos. Todo ello forma parte de una tradición de siglos que quiere ser borrada de un plumazo, lo cual es una lástima, pero en el fondo no afectan en lo más mínimo a la fe cristiana. La última, en la cual se hace una imitación de una procesión de Semana Santa con elementos sexuales sí me parece más grave y ofensiva.

Además llueve sobre mojado, ya que en Barcelona (ciudad gobernada por Podemos) hace unas semanas se presentaron los premios "Ciudad de Barcelona"  con un "poema" (por llamarlo de alguna manera) de Dolores Miquel que comenzaba: "Madre nuestra que estáis en el celo, sea santificado vuestro coño" (vuelvo a pedir disculpas de nuevo por el lenguaje soez...) y seguía haciendo una parodia blasfema de la oración más sagrada de los cristianos.

Unos días antes, en Madrid, en el espectáculo de unos titiriteros vinculados al partido político mencionado se apuñalaba el títere de una monja en una representación delante de cientos de niños en Madrid. Parece ser que el lobo feroz  estaba de vacaciones y era más educativo presentar esa escena. También esta semana se juzgaba a Rita Maestre, la portavoz de Podemos en el Ayuntamiento de Madrid por asaltar la capilla de la Universidad Complutense con un grupo de exaltados gritando "Arderéis como en el 36" mientras se desnudaban para quedarse en la capilla de cintura para arriba como Dios las trajo al mundo. Todo un ejemplo de respeto y tolerancia.

Es curioso que un partido que se presentaba como el defensor de la democracia y que decía ser "la voz del pueblo" haya tardado tan poco en quitarse una careta que esconde a los herederos de la intolerancia y el odio más visceral de aquellos radicales que hace un siglo provocaron una guerra en España tras las masacres que cometieron durante la Segunda República y la Guerra Civil, entre los años 1931 y 1939, años en los que más de 10.000 sacerdotes, religiosos, monjas y seminaristas fueron torturados y asesinados, cuestión que en la memoria histórica interesada y tendenciosa de hoy en día tiende a olvidar.

En fin. La Semana Santa está a la vuelta de la esquina, ¿Qué nuevas sorpresas nos tendrán preparadas los chic@s? de Podemos? Pronto lo descubriremos...

sábado, 13 de febrero de 2016

El Piano, de Aidan Gibbons

Os dejo hoy este pequeño corto de animación de apenas dos minutos de duración, pero que pone la sensibilidad a flor de piel. Parece mentira que en un espacio tan corto de tiempo puedan confluir en el espectador tantas emociones conjuntamente.

Con el sublime acompañamiento musical del tema de Yann Thiersen Comptine Dun Autre Ete Lapres Midi (parte de la Banda Sonora de la película francesa Amelie), la escena nos presenta a un anciano que toca el piano mientras pasado, presente y futuro van haciendo acto de presencia a través de diferentes recursos visuales. La excelsa melodía -acompañada de tiernas imágenes- va sugiriendo ideas que provocan en quien lo ve los más variados sentimientos.

El sentido de la vida, el amor, la nostalgia, la infancia, la tradición, la muerte, los recuerdos imborrables... son temas recurrentes a los no se intenta dar una respuesta sistemática, pero a cambio sí son hábilmente insinuados para que el espectador se sienta profundamente interpelado y, en casos como el mío -en el que ya uno empieza a coleccionar años- identificarse con el longevo pianista.

Lo dicho, de obligado visionado y no apto para nostálgicos.

Espero que lo disfrutéis.