miércoles, 29 de mayo de 2013

Corpus Christi

Esta semana, el domingo celebramos la Solemnidad del Corpus Christi. Y digo este domingo, porque para adaptarla al calendario laboral hace ya algunos años en España se trasladó del jueves al domingo. Sólo algunas ciudades como Sevilla, Granada, Ponteareas (Pontevedra) y Toledo mantienen la tradición de “Los tres jueves que brillan más que el sol, Jueves Santo, Corpus Christi y la Ascensión”. Las procesiones de las dos últimas ciudades mencionadas, además, han sido declaradas de Interés Turístico Internacional.

Comencemos con un poco de historia. El origen del Corpus Christi se remonta a 1263, donde en Bolsena (Italia) al romper el sacerdote la Sagrada Hostia durante la celebración de la Eucaristía, brotó sangre de la misma. La noticia del milagro se divulgó rápidamente y un año después el Papa Urbano IV instituye esta solemnidad en el calendario litúrgico para recordar dicho milagro. La primera procesión del Corpus Christi  presidida por un Papa (Urbano V) tuvo lugar en Roma en 1447.  Sin embargo, parece ser que varios años antes -concretamente en 1418- en Toledo (España), hay documentos que ya certifican las primeras procesiones eucarísticas. La gran expansión de la festividad y de su celebración por las calles es debida  -en gran parte-  al Siglo XVI, cuando para subrayar la presencia real de Cristo en la Eucaristía (que Lutero y demás reformistas habían negado) se generalizan estas manifestaciones populares fomentadas por la Contrarreforma. Estamos, por lo tanto, ante una Festividad muy católica y con unas raíces muy españolas, que fueron exportadas y se siguen manteniendo en Latinoamérica.

Lejos ya de su origen teológico y dogmático, damos el salto al presente y a la cruda realidad. En la actualidad, me parece que la festividad del Corpus Christi es fiel reflejo de la incultura religiosa y cristiana que nos rodea. He comenzado este post mencionando lo de “Interés Turístico Internacional” y me temo que para muchos no es más que eso: “algo” bonito, curioso, popular y folklórico. Es cierto que afortunadamente muchas personas participan con devoción y recogimiento, pero yo me quedé a cuadros hace unos años cuando un niño (no tan niño, debía tener unos 12 años), preguntaba a su madre al paso de la Sagrada Custodia: “Mamá, mamá, ¿Cuándo viene el Santo?...”. Yo creo que esa pregunta, mezcla de ingenuidad e ignorancia de un niño -que supongo habría realizado ya su primera Comunión- refleja el pensar y el sentir de muchas personas que conceden más valor a una imagen que a Jesucristo Sacramentado. Personas que desconocen el Misterio de la Eucaristía, tan central y básico en la doctrina católica. Por otro lado, tampoco ayuda que en todos los pueblos y ciudades de este país, delante de la Custodia -cómo no- aparezca la corporación municipal (sea del partido que sea) buscando la foto y procurando arrancar algunos votos mientras se van dando un paseito por el pueblo y saludando como si ellos fueran los protagonistas del evento…

Y por último, la reflexión personal y un poco de autocrítica, que cuando es constructiva, me parece que es un sano ejercicio. Curiosidades, anécdotas y oportunismos políticos al margen, otro debate de punzante actualidad deberíamos esgrimir en los tiempos que corren. Ahora que la crisis es mundial, que la hambruna y muchas epidemias campan a sus anchas por el planeta tierra, la pregunta es inevitable…. Si Jesús volviera a la tierra…. ¿Estamos completamente seguros de que le gustaría ir rodeado de una custodia de oro y brillantes o preferiría vestir de nuevo una sencilla túnica…?. Creo que el Papa Francisco ha empezado a dar pasos en un camino concreto: el del desapego a los bienes materiales y la importancia de la sencillez y la humildad, y para que nos vamos a engañar, este tipo de manifestaciones ayuda poco en esa línea. Cierto que las procesiones del Corpus tienen un valor histórico, cultural, artístico y patrimonial impresionantes, pero no es menos cierto que son blanco evidente de quienes basándose en la ostentación, el fasto y la pomposidad de las mismas buscan una crítica fácil a su dimensión religiosa, que a fin de cuentas, es la que más nos debe importar.

Y aquí creo que está el quid de la cuestión. A lo largo de los siglos se han ido adhiriendo a la Iglesia  Católica muchos elementos que sacados de su contexto son malinterpretados, y por ello creo que sería necesario una revisión y un replanteamiento de los mismos. Quizás la experiencia de un Papa venido de ultramar y sin ese lastre europeo nos dé más de una sorpresa... ¿Venderlo todo al estilo del Papa Cirilo Lakota en “Las Sandalias del Pescador”…? No creo yo que llegue y se atreva a tanto, pero si el actual Pontificado ha arrancado con el deseo de anunciar “Una Iglesia pobre y para los pobres” (Francisco I, 16-03-2013) algo habrá que hacer y gestos concretos habrá que realizar para que la predicación sea convincente.


Ahora bien, ¿Cuáles deben ser esos gestos? No soy yo quien debe decir -ni siquiera sugerir- ninguno. Me parece que el actual Obispo de Roma ya está haciendo bastante en este campo y hay que darle un tiempo y un merecido margen de confianza. Pero que nadie se engañe: lo que adoramos esta semana no es el “becerro de oro” (entiéndase bien la comparación bíblica) sino el trocito de “maná” que lleva dentro. Lo importante no es el continente, sino el contenido. La Iglesia Católica puede subsistir sin oros, imágenes, coronas, Custodias -y si me apuráis- hasta sin Catedrales ni Vaticanos. Pero sin Eucaristía, en cambio, no.

lunes, 27 de mayo de 2013

D. Vicente del Bosque, Católico y hombre de fe

Hace unos días prometí que era de justicia dedicarle una entrada de este Blog a D. Vicente del Bosque, y digo “Don” porque desde el año 2011 ostenta el Título de “Marqués de Del Bosque”, aunque sinceramente, no creo que este título nobiliario sea algo de lo que más llame la atención de su vida ni de lo que él se sienta especialmente orgulloso. Hacía referencia a él en un mundo -el del fútbol español- donde es difícil encontrar verdaderos cristianos que den testimonio público de su fe.

Ya es sorprendente que el entrenador que nos ha dado un Mundial y una Eurocopa sea un hombre tan sencillo, humilde, equilibrado y coherente en el pensar y en el hablar. Claro, que es menos sorprendente si lo encuadramos dentro de la cosmovisión creyente y cristiana que él posee, comparte y de la que hace gala.

Su vida -como la de casi todas las personas- no ha sido nada fácil. Siendo apenas un niño de diez años murió su hermano mayor, hecho que en lugar de provocar una crisis espiritual acrecentó la religiosidad de su familia, especialmente la de su padre. En el cristianismo y en la esperanza en la resurrección encontraron un refugio y un consuelo en aquellos momentos tan difíciles y dolorosos. Con el paso de los años, Vicente se convirtió en un futbolista de élite, llegando a ganar 5 Ligas y 4 Copas del Rey con el Real Madrid, pero el éxito nunca se le subió a la cabeza. Al colgar las botas decidió seguir vinculado al mundo del fútbol como entrenador. En 19 años ha conseguido un currículum envidiable: 1 Copa Mundial de Fútbol, 1 Eurocopa  (Con la Selección Española) y 2 Copas de la UEFA, 1 Copa Intercontinental, 1 Supercopa de Europa, 2 Ligas españolas y 1 Supercopa de España (Con el Real Madrid).

Sin embargo, no voy a hablar solo de fútbol. Su gran orgullo y lo que verdaderamente llena su vida es su familia. Casado y con tres hijos, uno de ellos sufre el Síndrome de Down, Álvaro. “Mi hijo Álvaro cambió completamente mi vida” comentaba en una entrevista Del Bosque: “Al principio fue muy duro, me preguntaba por qué me ha tocado a mí y no a otro. Sin embargo, poco a poco fui cambiando de mentalidad. Una situación así en casa, a diario, te hace relativizar las cosas. Te hace más sensible. A la familia nos da tranquilidad. Álvaro es una bendición para todos”. Recuerdo que fue emocionante ver a Álvaro subido en el autobús de los campeones del mundo como uno más, querido y respetado por todos, compartiendo risas y juegos con los que eran sus ídolos. Una bofetada sin manos para los que hoy, de manera nazi o stalinista crean leyes o directamente ejecutan en el seno materno a quienes padecen su misma enfermedad. En el último post hablé del aborto por lo que creo que sobran las palabras. A quienes sigan pensando que abortar es la manera fácil de "quitar un problema" de en medio, le invito a que vuelva a releer estas palabras de del Bosque, que suscribiría cualquier padre de un hijo con Síndrome de Down. Desgraciadamente, y según los últimos datos que he contrastado, 9 de cada 10 fetos diagnosticados con Sindrome de Down fueron abortados en 2012 en España.

Cuando en otra ocasión le preguntaron que dónde encuentra esa paz que caracteriza su personalidad, del Bosque se reiteró en esta misma línea: “Me gusta ir al rincón de San Esteban, de los Dominicos, en Salamanca, pero sobre todo encuentro la paz en casa, al llegar a casa. La tranquilidad está en casa y el apoyo está en la familia, sin ninguna duda.” 

Un hombre de fe y de familia, sí señor. Bonita combinación. Un caballero que no necesita largos discursos para ser ejemplo de conducta y un referente moral de nuestra sociedad. Que sigan sus éxitos, a nivel profesional y personal, D. Vicente. Que Dios le siga bendiciendo y ojalá muchos niños y jóvenes lo tengan como un referente personal, profesional y moral.

Bueno, os dejo con este vídeo en el que él mismo hace campaña católica en favor de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid en 2011. Como siempre, promoviendo valores. Es cierto que el ambiente es navideño, se despega un poco del veranito que se acerca, pero es lo más adecuado que he encontrado para enmarcar este post....


miércoles, 22 de mayo de 2013

El aborto: Cuando se pierde el sentido común

Desde hace unas semanas ha saltado a la luz pública la noticia de que en España se está tramitando una ley del aborto más restrictiva que la actual, cuyas facilidades para exterminar la vida de un feto son pasmosamente sencillas. El supuesto de “El daño psíquico de la madre” se ha convertido en un coladero por el que a una menor de 16 años le resulta más fácil abortar que comprar un paquete de cigarrillos o un botellín de cerveza. Sin edad para votar, conducir, fumar ni beber una chica puede abortar impunemente (“interrumpir voluntariamente el embarazo”, que es como lo denominan eufemisticamente) incluso sin el consentimiento paterno. Con estas premisas parece evidente que en la ley falla algo y que una reforma era cuanto menos -desde un punto de vista neutral y no necesariamente confesional- necesario. Pero en cuanto se ha empezado a vislumbrar una nueva ley del aborto, inmediatamente han saltado las misas voces crispadas de siempre diciendo que se trata de un ataque a la libertad, que es un retroceso contra los derechos de la mujer, que ya está aquí otra vez la Inquisición, que la culpa de todo es de Rouco, que si patatín, que si patatán… 

Reconozco que es un tema en el que nunca podremos convencer a quienes no quieren escuchar, así que sé que para ellos la siguiente reflexión caerá en saco roto. No pretendo ni siquiera centrarme en el meollo de la cuestión -que daría no para la entrada de un blog, sino para un tratado completo- pero reconozco que estaba un pelín aburrido, me ha venido como una especie de iluminación e inmediatamente he ido a comprobar el sinsentido que a continuación os narro. Es un poco farragoso, pero el resultado merece la pena… Os aconsejo que no os entretengáis excesivamente con la fuente e id a la conclusión… 

La fuente es la Ley 4/1989, del 27 de marzo, sobre la Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestre. En su Título IV, “De la Flora Y Fauna Silvestres”, encontramos en el Capítulo I (Disposiciones Generales) el Artículo 26, del que os cito a continuación el punto 4: 

Queda prohibido alterar y destruir la vegetación, así como dar muerte, dañar, molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres, sea cual fuere el método empleado; esta prohibición incluye la retención y la captura en vivo de los animales silvestres, y la destrucción o daño, recolección y retención de sus nidos, de sus crías o de sus huevos, estos últimos aun estando vacíos. 

Todos tenemos mucha sensibilidad ecológica y seguro que estamos de acuerdo e incluso aplaudimos y suscribimos las líneas anteriores. Pero fijaos en la última línea. Se reconoce que en un huevo hay una vida animal, y que por lo tanto, debe ser protegida. El Estado asume la defensa de los animales indefensos. Es más, aunque el nido esté vacío hay que protegerlo (digo yo que será el nido, porque proteger un huevo vacío -ambigüedad que trasluce la ley- es rizar el rizo…) como hábitat de vida animal. Seguro que más de un progre ecologista se llevaría las manos a la cabeza si me viera estrellando un huevo de camaleón contra una pared, me denunciaría, y a lo peor, terminaría con mis huesos en la cárcel. Pero, sin embargo, esos mismos legisladores, tertulianos o pseudoprogres chillan como verracos diciendo que dentro del vientre materno no hay una vida humana, y en este caso ¡oh casualidad! no hay que proteger ni feto, ni embrión, ni placenta… Vaya contradicción, ¿No os parece?.... 

No deja de ser una curiosidad, una sutileza, una chorradita, si os parece, pero es sin duda un reflejo de una sociedad esquizoide, de un país donde resulta que es más importante proteger el huevo de un quebrantahuesos en peligro de extinción que una vida humana, donde tiene más derechos un futuro aguilucho imperial que una futura persona… En fin, para que decir más, creo que se agotan los comentarios...

Y sin embargo, la próxima ley, -que no será cristiana, ya que la única ley cristiana sobre el aborto sería la supresión total del mismo-, será vendida como la alianza entre la Iglesia y los poderes fácticos, será objeto de mil y una críticas de quienes no protegen la vida humana y defienden la cultura de la muerte.

Aunque es un tema delicado y serio, dejadme terminar con una broma. Acabo de decir que según la doctrina católica el aborto no debe ser considerado bajo ningún supuesto. Yo haría una excepción: Permitiría el aborto a las respectivas madres de todos los proabortistas. Eso sí, con carácter retroactivo.... He dicho.

viernes, 17 de mayo de 2013

Salmo 23



Desgraciadamente, y como ya sabéis por mi anterior post, he tenido que asistir en este último mes a las exequias de mi abuela y mi tía con sus correspondientes misas posteriores. En los mismos días también ha fallecido el padre de mi amigo de la infancia Miguel Ángel, y del mismo modo participé en ambas celebraciones. Me gustaría señalar que de esas seis celebraciones, -como dato curioso, llamativo y para mi gusto excesivo-, en cinco de ellas se escogió para Salmo Responsorial el famosísimo Salmo 23

Después de la curiosidad debe venir la reflexión. Por un lado, pienso, lo positivo de reiterar este Salmo es que es sin duda alguna el más hermoso y, poeticamente hablando, el mejor del libro de los Salmos. Es un Salmo que invita a orar y a descansar en el Señor. Pero como aspecto negativo, destacaría que a base de emplearlo -y machacarlo- siempre en las exequias y misas de difuntos, se le está dando un tinte mortuorio que el Salmo ni por asomo tenía en su origen. Yo creo que es escuchar “El Señor es mi pastor…” y en la conciencia colectiva lo asociamos a un cadáver o a un féretro. Sin embargo, si lo leemos atentamente, es una oración que sobre todo intenta transmitir alegría, paz, seguridad, confianza, protección continua, plenitud… en todos los momentos de la vida. Me parece que en el rito católico estamos siendo muy reduccionistas limitándolo a la despedida de nuestros seres queridos. Lo leemos y después lo comentamos: 


El Señor es mi pastor, nada me falta. 
En prados de hierba fresca me hace reposar, 
me conduce junto a fuentes tranquilas 
y repara mis fuerzas. 
Me guía por el camino justo, 
haciendo honor a su Nombre. 
Aunque pase por un valle tenebroso, 
ningún mal temeré, 
porque Tú estás conmigo. 
Tu vara y tu cayado me dan seguridad. 

Me preparas un banquete 
en frente de mis enemigos, 
perfumas con ungüento mi cabeza 
y mi copa rebosa. 
Tu amor y tu bondad me acompañan 
todos los días de mi vida; 
y habitaré en la casa del Señor 
por años sin término. 


Lo he separado en dos partes intencionadamente. Os comento el porqué.

En la primera de ellas, la imagen que se nos intenta transmitir es la de “Dios Pastor”. En nuestra sociedad hipertecnológica quizás esta imagen ya nos diga poco. A lo mejor habría que cambiarla por la de “Dios Técnico Informático” o “Dios Ingeniero Aeronáutico”, pero sería menos bucólico. Para un nómada no hay nada que inspire tanta confianza como la seguridad que transmite un buen pastor. Un pastor que planta cara a las fieras amenazantes y protege con su vida al rebaño que tanto quiere. Ese pastor que no sale corriendo, que no huye, sino que nunca falla y busca en cada momento lo mejor para sus ovejas. El pastor que guía, que defiende, que busca pastos y abrevaderos y cuyo bastón de mando es el que hay que obedecer. Ese es nuestro Dios. Un pastor-Padre que nos quiere transmitir la certeza de que nunca, nunca, nunca nos va a abandonar, por más que a veces nos convirtamos en ovejas descarriadas. Ni que decir tiene que seguramente este Salmo fue la inspiración de Jesucristo para Autoproclamarse "El Buen Pastor" (Jn. 10, 11)

La segunda parte es la del “Dios Amigo o Anfitrión”. El Dios que prepara un banquete -no un funeral- y que se preocupa que no nos falte de nada. El amigo cercano, el amigo que come contigo (en la cultura semita no se come con cualquiera, únicamente con la familia o con los amigos más cercanos…), el amigo que nos acompaña en todos los avatares de nuestra existencia. Quizás esta imagen sea más asequible a nuestra mentalidad, ya que la Amistad y el Amor son conceptos invariables y perdurables en toda época y cultura. Las últimas líneas sí hacen mención a nuestro destino final, pero como veis, el conjunto del Salmo es mucho más bello y alegre que aquello en lo que por inercia lo estamos transformando. 

Os invito encarecidamente a que recemos con él, lo meditemos, lo llevemos a nuestro corazón y nos sintamos a la par ovejas del rebaño del Señor y convidados a su festín….

sábado, 11 de mayo de 2013

Las Cruces de Mayo


En muchos pueblos de mi querida tierra andaluza y española se mantiene una antigua tradición consistente en adornar cruces con las bonitas flores que durante este mes florecen por doquier. Es curioso como la sabiduría popular expresa casi inconscientemente el Misterio más profundo de la Teología cristiana: Son un símbolo de que las flores (la vida) triunfan sobre la cruz (la muerte). Pero ambas son necesarias. No puede haber flores sin cruces ni cruces sin flores.

En estos cincuenta días posteriores a la Semana Santa -la Pascua- la Iglesia celebra la resurrección de Jesucristo. Su victoria sobre la muerte y la esperanza de que un día también compartiremos esa Vida Eterna deben llenar nuestros corazones. La “Guerra” final, por lo tanto, está ya ganada.

Pero mientras caminamos por este mundo, la “Hermana Muerte” (como la llamaba San Francisco de Asís) sigue ganando batallas. Esta Pascua está siendo muy difícil familiarmente hablando. En un mes he perdido a dos de mis seres más queridos. Mi abuela y mi tía, quienes compartían además nombre: Leonor.

Primero fue mi abuela, quien tras 95 años de vida nos dejó con una herencia cristiana y humana incalculable. Podría contar mil anécdotas de ella, cientos de historias que permanecerán en la memoria colectiva de esa gran familia que ella consiguió sacar adelante a pesar de enviudar tan joven. Sus hijos, nietos y bisnietos la recordaremos como era: alegre, humilde, servicial y como dijo mi hermano en la homilía exequial, sin decir nunca nada malo de nadie. Ni una crítica, ni un reproche, ni una mala palabra. Nada. Nunca. Una mujer vital, llena de vida, en las que el último mes postrada en una cama e inconsciente sólo serán como un mal sueño que no puede borrar los infinitos buenos momentos y conversaciones que con todos nosotros compartió. La edad hizo que su vida se apagara como una vela y que su corazón -tan enorme que seguía luchando incansable hasta el final- dijo basta.


Esta semana mi tía y a la vez mi madrina, también nos ha dejado. Lo ha hecho después de una vida nada fácil, llena también de esfuerzo, de superación personal y de entrega por los demás. Independiente como ella sola, vital hasta más no poder. Nunca dejaba que los sufrimientos de esta vida -y tuvo muchos- la hundieran. Vivió, disfruto la vida y apuró sus días hasta el extremo. Un canto a la vida que sólo sucumbió cuando el maldito cáncer ganó su particular batalla. Mis recuerdos de niñez estarán siempre asociados a ella, a su casa de El Bosque, a sus regalitos de Reyes, a sus bromas con mi padre, a sus bromas conmigo y con "los salaítos" y ahora, en tiempos recientes, a ser un ejemplo de cómo afrontar la enfermedad y cómo plantarle cara a la vida, y a la enfermedad. Ni sus largas sesiones de quimio conseguían tumbarla o hacerle perder su sonrisa. Del mismo modo que con mi abuela, su último mes de postración en la cama del Hospital será sólo un espejismo que pronto olvidaré para recordar a mi verdadera tía Leo, Leíto la de las bromas, la de los chistes, la de la interminable sonrisa como interminables eran sus cigarros.

Dos batallas perdidas, pero la guerra está ganada. Ambas estarán ya disfrutando de la Gloria de Dios, junto a mi padre, a su hijo y hermano Pedro y a todos sus seres queridos que ya nos dejaron. Somos nosotros, los que nos quedamos aquí, los que nos miramos desconcertados y descorazonados porque se van yendo las referencias de nuestra existencia. Bendita la fe que nos hace estos momentos tan dolorosos más llevaderos. Sin ella, la vida no tendría sentido. Que descansen en paz y que nos volvamos a ver en la Casa del Padre.

sábado, 4 de mayo de 2013

May Feelings (Sentimientos de Mayo)

Hace seis años, en 2008, un grupo de jóvenes de Madrid capitaneados por algunos seminaristas comenzaron a rodar en plan entretenimiento un vídeo promocional sobre el rezo del Santo Rosario. Lo que comenzó siendo sólo eso, un entretenimiento, se ha ido profesionalizando, y está  revolucionando las redes sociales hasta el punto de llegar a ser trending topic en Youtube.

El año pasado tuve la oportunidad de hablar con el padre de uno de los chicos que comenzaron esta aventura. Su hijo, natural de El Puerto de Santa María, se había marchado a Madrid a estudiar Ingeniería Audiovisual y es uno de los motores del proyecto. Su padre, orgulloso, me contaba como todo había comenzado en una conversación en un piso de estudiantes de Madrid en los que uno de ellos fue descubierto "rezando a escondidas" el Rosario. Su sorpresa fue mayor al charlar después y compartir todos experiencias de como sus abuelos y sus padres les habían acercado de una u otra manera a rezar el Rosario. Allí comenzó todo.

Las ideas son cada vez más brillantes y originales, la técnica ha ido superándose año tras año, y ya realizan hasta "Estrenos" que son esperados con ansia mayo tras mayo.

Mayo, el mes de María. Mayo, el mes de las madres. Aquí dejo mi pequeña contribución, aunque en este caso, lo único que hago es recopilar los seis vídeos que hasta el momento se han lanzado. Observaréis en ellos la normal evolución y profesionalización de los mismos, una aventura que, repito, comenzó en un piso de estudiantes de Madrid.... ¡Eso sí que es dar testimonio de la fe y poner las capacidades de cada uno al servicio del Evangelio!... Felicidades a todos los que un día comenzaron este genial proyecto y a los que han ido sumándose a él.

 May Feelings I

May Feelings II


    May Feelings III

     May Feelings IV
                                                                                            
     May Feelings V

     May Feelings VI



miércoles, 1 de mayo de 2013

Lewandowski: Yo no me avergüenzo de Jesús

Se que algún amigo madridista me tachará de oportunista y de querer hurgar en la herida que ayer los alemanes infligieron a su equipo, pero como bien sabéis, el objetivo de este blog no es futbolístico sino religioso, aunque al ser mis dos grandes pasiones más de una entrada intenta entrelazar ambos ámbitos de la sociedad humana.

A los archivos me remito, y en él podéis encontrar tirando de hemeroteca testimonios de Kaká, de Legrottaglie, Rafael Van der Vaart o muchos otros. 

Lo que sí es cierto es que me he tropezado con este testimonio de Robert Lewandowski quien protagonizó en su Polonia natal la campaña "Yo no me avergüenzo de Jesús", transmitiendo además unas palabras muy enriquecedoras:

"En el mundo actual todo va muy rápido, a veces nos olvidamos de nuestros valores y de lo que es realmente importante. La fe no sólo me ayuda en el terreno de juego, también fuera de él para intentar ser una buena persona y cometer el menor número de errores".

"Acepté el llavero (símbolo de la campaña) porque soy católico y no me avergüenzo de Jesús ni de la fe en Él. Sé que Dios está siempre mirándome".

Que queréis que os diga. A mi estos testimonios públicos de referentes nacionales e internacionales me parecen dignos de elogio. Y, mal que me pese, no me imagino a Puyol, Casillas, Ramos, Xavi o Piqué dejando entrever que es un católico convencido. Sólo D. Vicente Del Bosque ha reconocido públicamente su fe, al que por cierto, le debo una entrada en este Blog. En España vivimos una fe vergonzante en la que parece que está mejor visto declarar que uno es homosexual -con todos mis respetos- a que uno es católico.

Pues olé por Robert Lewandowski. Ya me caía bien. Ahora, mucho mejor.

Os dejo el vídeo de su testimonio, aunque me imagino que de Polaco andaréis igual de justitos que yo...