lunes, 22 de abril de 2024

Ser profesor de Religión hoy

Hace unas semanas he comenzado a dar clases de Religión en Secundaria y Bachillerato en mi tercer Instituto desde que soy profesor. En el primero de ellos estuve 13 cursos y ahora he comenzado una nueva experiencia de periodos cortos, lo que me da lugar a conocer a un elevado número de alumnos.

La primera clase en cada grupo siempre la suelo comenzar con dos preguntas que los alumnos me responden por escrito: ¿Por qué he escogido Religión y no Valores? y ¿Quién es para mí Jesucristo? Las respuestas que me dan los adolescentes no dejan de sorprenderme. Es llamativo que una asignatura tan marginal (sin una alternativa evaluable, sin tareas, sin controles...) aún siga siendo interesante para tantos jóvenes que buscan una respuesta a cuestiones existenciales que otras asignaturas no pueden dar. Muchos alumnos me responden que su vínculo con la Religión son las Hermandades, lo que me lleva a afirmar sin reservas que no es poco el valor de la religiosidad popular como freno a la galopante secularización que otras regiones del país padecen de manera más aguda.

Evidentemente también hay alumnos que están en Religión obligados por sus padres (en los cursos inferiores) o que no tienen ninguna motivación religiosa. Están por inercia y punto, sin un compromiso real con su fe y con poco interés. Pero están y hay que aprovecharlo. No son pocas las clases también en las que me encuentro alumnos sin bautizar, que quieren aprender más de una materia que es completamente extraña para ellos. Es cierto que al tener solo una hora lectiva a la semana el contacto con los alumnos es más esporádico, pero a cambio permite dar clases en todos los niveles educativos. 

Tras pasar por tres Claustros de profesores (al menos es mi experiencia) el profesor de Religión es uno más, respetado por su trabajo y su compromiso. Muchos son los profesores (no ha sido aún mi caso) que tienen que compartir varios Institutos para completar el horario, lo que propicia que el contacto con los compañeros sea menor y más superficial. No obstante, a mí no me ha faltado allí por donde he pasado alguna conversación profunda con algún compañero que busca algún consejo o compartir alguna experiencia.

A día de hoy, y a pesar de lo maltratada que está la asignatura institucionalmente, me encanta ser profesor de Religión. Creo que es un lugar de trinchera, tanto con compañeros como con alumnos, un lugar para dar razón de la propia esperanza y para transmitir una palabra de esperanza y de sentido a una juventud bastante desorientada. 

Me gustaría terminar este post con unas palabras del reformador Martin Lutero, a quien se le podrán discutir muchas cosas pero no estas líneas:

"Por mi parte, si pudiera o tuviera que dejar el ministerio de la predicación y otras cosas, antes que cualquier otro oficio preferiría ser maestro o educador de niños, pues sé que, aparte del ministerio de la predicación, esta ocupación es la más útil, la más importante y la mejor; y además, no estoy seguro cuál de las dos es la mejor. Porque es difícil adiestrar perros viejos y amansar viejos bellacos, que es a lo que se dedica el ministerio de la predicación, muy a menudo en vano. En cambio, es más fácil doblar y enderezar los árboles recién plantados, aun cuando algunos se rompan. Amigo mío, admite que una de las virtudes más excelentes sobre la tierra es la de educar fielmente a los hijos ajenos, cosa que muy pocos, casi nadie, hace con los propios". (Sermón para que se mande a los hijos a las escuelas, 1530)

lunes, 15 de abril de 2024

Una historia real

El post de hoy está basado en un hecho real ocurrido en un lugar de España en 2024. Los nombres están modificados para ocultar la identidad de sus protagonistas...

A mí, personalmente, me llama poderosamente la atención la disparidad de criterios con los que un joven de nuestros días debe tomar ciertas decisiones vitales y existenciales y de las leyes que los protegen. No os adelanto más, os transcribo -más o menos- la historia del encuentro entre una joven de cualquier Instituto y su orientadora y vosotros sacaréis vuestras propias conclusiones...


- "Buenos días. Mi nombre es Mercedes pero puedes llamarme Yeye. Me han contado que me querías consultar un montón de cosas... Soy la Orientadora del Instituto y voy a ayudarte en todo lo que esté en mi mano. ¿Cómo te llamas tú?"
- "Me llamo María. Soy alumna de 4º ESO y ayer cumplí los 16 años"
- "Anda, que mayor eres ya María... Encantada de conocerte... ¿Qué puedo hacer por ti?"
- "Verás, me da un poco de palo pedírtelo...."
- "No te preocupes María. Recuerda que estoy aquí para ayudarte"
- "Verás, llevo un par de veranos bebiendo con mis amigas en el lugar donde veraneo. Al principio una cerveza, luego pasamos a los gin tonics... Lo cierto es que me gusta, pero ahora he llegado al pueblo y todo el mundo nos conocen a mí y a mis amigas y nadie nos lo quiere vender. ¿Tú podrías conseguirme una botella para tomármela con mis amigas?"
- "Uy que va, María. Lo que me pides es imposible. Sabes que no puedo hacerlo. Hasta que no tengas 18 años no debes beber alcohol. Tu cuerpo no está preparado para asimilarlo. Es muy malo para tu salud y tu desarrollo. Quien te lo haya vendido en el lugar de veraneo era alguien sin escrúpulos que solo quería lucrarse a costa de tu salud... Hasta que no tengas 18 años hay una ley que te protege, no puedes comprar ni siquiera una cerveza, así que lo siento pero no puedo ayudarte. ¿Algo más en lo que pueda ayudarte?"
- "Sí. en aquellas noches de verano también fumábamos... ¿Podrías conseguirme al menos un paquete de cigarrillos?. La verdad es que me he enganchado y aquí tampoco me lo quieren vender".
- "Estamos en lo mismo, María. Hay otra ley hecha precisamente para proteger la salud de los jóvenes. Hasta los 18 años no debes fumar, aunque yo personalmente te recomiendo que no lo hagas nunca. Es muy malo para tu salud, sea a la edad que sea, pero especialmente ahora que aún os estáis desarrollando. Pídeme algo en lo que sí pueda ayudarte"
- "Vaya plan. En fin, a ver si en esto otro puedes ayudarme. Mis amigas y yo queremos ir al pueblo de al lado los fines de semana, porque hemos escuchado que los bares son más permisivos, pero ninguna de mis amigas tiene carné porque no tenemos edad. ¿Podrías hablar con alguien para que una de nosotras se lo pudiera sacar antes de los 18 años?
- "María, sabes que eso es imposible. Existe también una ley -para todo el país- que prohíbe conducir un coche a menores de 18 años. Un coche es algo muy peligroso y se necesita madurez para conducirlo. Podríais provocar un accidente y arruinar vuestra vida y la de gente inocente. Podéis ir en moto pero es muy peligroso, es una carretera con muchas curvas y no os lo recomiendo... Pero con estas peticiones empiezo a pensar que has venido aquí a tomarme el pelo...."
- "No, no, de verdad, Yeye. Creía que podrías ayudarme... Lo que me cuentas de las leyes es un rollo. Me gustaría poder votar para escoger un partido político que me dejara beber, fumar y conducir, pero claro, como no puedo votar hasta los 18, estamos igual, ¿no?"
- "Pues sí, María. Además es de nuevo por tu bien. No estás aún preparada para tomar ese tipo de decisiones. Se necesita madurez para entender la política y las diferencias entre los partidos. Además creo que no encontrarás ninguno que se adapte a tus gustos...¿Algo más o lo dejamos aquí?"
- "Sí. Desde el curso pasado estoy saliendo con Juan, un compañero de clase. Estamos muy enamorados. Queremos casarnos el verano que viene. ¿Qué tenemos que hacer?"
- "Pues de momento esperar.... En España uno no se puede casar hasta los 18 años, aunque aquí si tengo una buena noticia para ti. A partir de ayer, que cumpliste 16, con consentimiento de vuestros padres si os podréis casar. No obstante, es muy importante que vuestros padres conozcan vuestra situación y os den su permiso. Por algo son los responsables últimos de vuestra educación. De todos modos, yo te aconsejaría que esperarais. Es pronto para tomar una decisión así que implica compartir tu vida con otra persona. En fin, creo que no te voy a poder ayudar en nada..."
- "Creo que no. Las dos últimas peticiones sí que las veo difíciles..."
- "Cuéntame, a ver..."
- "Pues hace tres meses estuve con mi novio en mi dormitorio y ya sabes.... Ahora tengo dos retrasos y me temo lo peor. Lo hemos hablado los dos y si la prueba sale positiva queremos abortar"
- "Vaya... por fin, algo en lo que te puedo ayudar... si lo tienes claro me firmas unos papeles y ponemos el proceso en marcha lo antes posible, en estos casos no hay tiempo que perder"
- "Pero ¿Y mis padres? Me matarán cuando se enteren que estoy embarazada. Y si se enteran que he abortado ni te cuento...."
- "No te preocupes María, no tienen porque enterarse. No es necesario tener el consentimiento de tus padres para este tipo de decisiones. Con 14 años ya eres lo suficientemente madura y responsable para tomar este tipo de decisiones. Firma y empezamos el proceso cuando quieras. Dijiste que eran dos peticiones, ¿Cuál es la otra?".
- "Pues que desde hace un tiempo no me siento mujer. Quiero ser un hombre, lo tengo super-claro. ¿Hasta que edad tengo que esperar para cambiar mi sexo?, ¿Me va a costar mucho dinero?"
- "Hala, hija, has dejado para el final las cuestiones más fáciles... Eso también es posible sin que tus padres lo sepan, basta que tú quieras y estés convencida de ello. Disfrutamos de una ley que te permite -desde que cumpliste los 16- realizarlo, y tampoco se necesita el consentimiento de tus padres, así que también podemos empezar el procedimiento cuando quieras..."
"Gracias Yeye, eres un encanto... Así que resumiendo: beber, fumar, conducir o votar tengo que esperar hasta los 18, pero para abortar o cambiar de género basta haber cumplido los 16 años, ¿cierto?"
"Cierto"

Evidentemente a estas alturas el lector ya se habrá dado cuenta de que no es un caso real, lo que no quiere decir que situaciones parecidas no estén sucediendo hoy en nuestro país... Todos los datos en los que está basada esta historia son ciertos y reales, formando parte de los derechos y deberes de cualquier joven con nacionalidad española. No sé que pensaréis vosotros, yo los encuentro un poco contradictorios, será que me estoy haciendo mayor...
 

lunes, 8 de abril de 2024

Absolution (Reino Unido, 1978)

Comentamos hoy una película con la temática de thriller que ahonda en el secreto de confesión por el cual los sacerdotes no pueden revelar nada de lo que han oído en un confesionario. En este Blog ya he comentado Yo Confieso y Calvary, por lo que es la tercera película con un  argumento similar. De las tres, me ha parecido -con diferencia- la más floja, aunque como siempre digo se pueden sacar cosas positivas de su visionado. Su atractivo y escueto eslogan "No matarás" ya nos revela parte de la trama. 

El film de Anthony Page (sin ninguna otra obra destacable en las 32 películas que componen su filmografía) y guion de Anthony Shaffer (La huella) tiene el atractivo de ver en escena al británico Richard Burton, quien a pesar de sus 7 nominaciones a los Oscars nunca consiguió ninguna estatuilla. Sé que peco de revisionismo histórico, pero se antoja bastante injusto que ni en La Túnica Sagrada, ni en Cleopatra ni en Becket obtuviera mayor reconocimiento. Consideraciones personales aparte, es obvio que en esta película ya comenzaba el declive de su carrera, como se pudo comprobar un año antes en El exorcista II. El hereje. No obstante, aún era capaz de llenar la pantalla y elevar una película a niveles interesantes, las cuales sin su presencia hubieran sido infumables. La que comentamos hoy es un claro ejemplo de ello.

El argumento es realmente interesante. En un colegio católico, un alumno (Benjie) se confiesa de haber asesinado a un compañero a su profesor de latín, el Padre Goddard (Burton), quien descubre en primera instancia que se trata de una broma pesada. Pasados unos días, el alumno vuelve a confesarse del mismo pecado, solo que esta vez coincide con que otro de los alumnos del internado ha desaparecido. El sacerdote tendrá entonces que investigar si lo contado en el confesionario ha sido esta vez real y la forma de detener al presunto asesino sin quebrar el secreto de confesión.

Estas son las palabras que revelan esa trama:

Benjie: "Lo que le dije antes como broma, lo hice realidad. Lo maté"
Padre Goddard: "¡No te creo!"
Benjie: "Debe, Padre. ¿Qué sentido tendría gastar dos veces la misma broma?

La clave para comprender el film es, como dijimos anteriormente, el secreto de confesión, por el que un sacerdote no puede bajo ninguna circunstancia revelar lo que un penitente le confiesa, cuestión que conoce a la perfacción el protagonista de esta historia:

Benjie: “Como muy bien sabemos los dos, usted no puede decir nada...”

A pesar de los intentos del sacerdote por enmendar al alumno e intentar de buenas maneras que confiese su crimen ("Sabemos por Nuestro Señor Jesucristo que no existe un hombre manchado de pecado que no pueda ser redimido por su sangre"), este no solo no recapacita, sino que incluso se regodea con la situación:

"Lo siento, tengo que negarlo todo fuera del confesionario. Estoy seguro de que usted comprende que lo hago para protegerme. Aquí es diferente, se puede hablar de ello. Es secreto"

No voy a desvelar el final de la trama, pero sí es necesario subrayar algo acerca del secreto de confesión: Creo que a nadie le gustaría verse en una situación como la que producen este tipo de películas.

El protagonista de la misma, al borde de la locura y la desesperación, recita esta bonita oración que también me gustaría destacar: "Señor, tú nunca rechazas a un corazón humilde y arrepentido. Dios mío perdóname, ten misericordia de mí".

En resumen, una película con una temática muy interesante, que da mucho juego y sobre la que se producen varios giros que la convierten en sorprendente. Eso sí, me parece que no llega a la altura de las otras dos analizadas en este Blog, como dejé claro al comienzo de esta entrada.

sábado, 30 de marzo de 2024

Jesucristo Superstar (Jesus Christ Superstar, EE.UU., 1973)

Los musicales no me gustan en exceso. Quizás ese sea el motivo por el que un cinéfilo empedernido como yo haya tardado 49 años en ver Jesucristo Superstar, un musical -o una Ópera-rock, para ser más precisos- sobre la vida de Cristo. Vaya esta consideración por delante de la crítica, pues me temo que no seré excesivamente benévolo con ella, aunque reconozco que más por mi animadversión al género que por la calidad del producto.

"Y ahora, la película", es el slogan promocional de un film que adaptó el exitoso musical de Brodway a la gran pantalla. En España fue durante años interpretado genialmente por Camilo Sexto, pero en el Cine nos tenemos que conformar con la versión anglosajona subtitulada. 

La película fue dirigida por Norman Jewison, quien ha muerto este pasado mes de enero a la edad de 97 años. El longevo cineasta estuvo activo hasta comienzos del milenio, con obras reseñables como Huracán Carter (1999). El elenco de actores es más desconocido, pues casi todos ellos -debido al éxito del film- consagraron su carrera a seguir interpretando el musical en los teatros, caso de Ted Neeley (50 años haciendo el papel de Cristo, apenas tuvo tiempo para aparecer en 8 películas como secundario) Carl Anderson (Judas Iscariote) o Yvonne Elliman (María Magdalena). Escapó de este encasillamiento Barry Dennen (Pilato), quien apareció posteriormente en 14 largometrajes dilatando así su carrera cinematográfica. 

Rodada integramente en Israel, el paisaje desértico dell Mar Muerto es casi un personaje más de la película. La aridez, el calor, el viento y la polvareda son elemento común de toda la trama. Con temperaturas cercanas a los 40º, el elenco necesitaba refrescarse continuamente para evitar deshidrataciones. Los decorados y el vestuario son intencionadamente anacrónicos, reflejando un conjunto hippie de los años 70 que se traslada a la tierra que vio nacer a Jesús. El pacifismo imperante en la cultura hippie es el contexto en el que deben ser entendidos los elementos bélicos del siglo XX que aparecen en el film (tanques, ametralladoras, aviones) así como numerosos elementos del atrezzo. En una de las canciones hay también una crítica feroz a los manipuladores medios de comunicación. Un autobús con matrícula 666 (el número de la bestia) traslada a los miembros del conjunto. Entre ellos destacan un Judas Iscariote de raza afroamericana y una María Magdalena con facciones asiáticas.

Vamos con el apartado espiritual, con bastantes cosas que comentar.

En primer lugar, el papel principal está bastante repartido entre Cristo y Judas Iscariote. Protagonista y antagonista se reparten los duelos interpretativos más interesantes. Cristo es tratado con bastante fidelidad a los relatos bíblicos, aunque es criticado por Pilato como querer su auto-sacrificio a toda costa. En esta línea, Judas aparece más como una víctima de los planes sádicos de Dios. Es presentado como un apóstol desencantado del liderazgo de Cristo ("Todos tus seguidores están ciegos, demasiado Cielo en sus mentes, era hermoso pero ahora es amargo, sí, todo se ha vuelto amargo"). Su libertad queda en entredicho y es presentado más como víctima que como verdugo. María Magdalena, por su parte, asume el rol femenino del film, sin que en éste aparezca María, la Madre de Cristo. Enamorada platónicamente de Cristo, se la identifica con la prostituta que cambió de vida al conocerlo ("Es un hombre, es sólo un hombre. Y he tenido tantos hombres antes, en muchos sentidos, que él es sólo uno más"). El papel de San Pedro es bastante secundario (en línea con la teología protestante) y completamente irrelevante el de San Juan. Anás, Caifás, el díscolo Herodes (en el musical una Drag Queen, en el film más suavizado) y Pilato configuran a los jueces y responsables de la muerte de Cristo, con un orden en el proceso muy cercano al evangélico. Todo ello encaja bastante bien en las corrientes teologicas de los años 70 dentro de la llamada "Teología ascendente". 

Varias escenas me han llamado poderosamente la atención, algunas en negativo y otras en positivo. La que menos me ha gustado fue presentar la Última Cena como picnic campestre. En la Biblia queda claro que es en un lugar cerrado, si bien la justificación es que todo el film se desarrolla al descubierto. La expulsión de los mercaderes del Templo ("¡Mi templo debería ser una casa de oración, pero vosotros lo habéis convertido en cueva de ladrones! ¡Salid! ¡Salid!"), el suicidio de Judas y los 39 latigazos suponen, cada uno de ellos, una escena impactante. De entre todas ellas, la más acertada (a mi gusto) visualmente hablando, es el lavatorio de unas manos ensangrentadas de Pilato. Nunca me lo había imaginado así, y aunque no es históricamente probable, es artísticamente conmovente. A nivel de letras, me parece muy poderosa la oración de Cristo en Getsemaní, un desarrollo espiritual de las palabrass bíblicas "Que pase de mí este cáliz, pero que no se cumpla mi voluntad sino la tuya": "Dios, tu voluntad es dura. Pero tienes todas las cartas. ¡Beberé tu copa de veneno, clávame en tu cruz y rómpeme, desángrame, golpéame, mátame!, ¡Llévame ahora, antes de que cambie de opinión!".

En la escena de la cruz se producen las únicas frases recitadas del film. De las Siete Palabras de Cristo se han seleccionado estas tres:

"Padre, perdónales porque no saben lo que hacen" (Lc. 23, 34)
"Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?" (Mt. 27,46)
"Padre, a tus manos encomiendo mi Espíritu" (Lc. 23,46)

Se omiten el "Tengo sed", el diálogo con los ladrones, la entrega de María a Juan y el "Todo está consumado"

La muerte de Cristo en el atardecer con el sol al fondo es visualmente bella, aunque oculta de nuevo la tormenta y el terremoto bíblicos. 

No es mi género favorito, tampoco es una película 100% ortodoxa, es hija de su época... pero a pesar de todo ello no pierde excesiva frescura. Merece la pena un visionado, tiene intuiciones y originalidades que sin duda hacen comprender mejor el desarrollo posterior de muchas películas sobre la Pasión. 

lunes, 25 de marzo de 2024

Los diez Mandamientos (The Ten Commandments, EE.UU., 2007),

Aprovecho esta Semana Santa lluviosa para seguir viendo cine religioso. No sé si la figura de Moisés es una de las que más películas han proporcionado a la historia del séptimo arte, pero que es la figura del Antiguo Testamento que más veces ha sido llevada a la gran pantalla creo que es una realidad. 

Esta película de animación de escasos 80 minutos, dirigida por Bill Boyce y John Stronach, es una prueba más de ello. Bastante fiel al relato bíblico, es inferior en calidad a El Príncipe de Egipto (1998) y aporta muy pocas novedades respecto a esta, salvo que la animación utiliza técnicas modernas de 3D. 

Su argumento es archiconocido, pues no es otro que la vida de Moisés, desde su nacimiento hasta su muerte. Para abreviar la historia -y contextualizarla- un narrador va contando con una voz en off algunos detalles importantes.

Se comienza con el mandato del faraón de matar a los varones israelitas, motivo por el que Moisés (que significa "Salvado de las aguas") es abandonado en el río Nilo y recogido por la hermana del faraón, quien lo criará en palacio. Tras esta primera escena llegan los títulos de crédito, bastante originales y dispuestos en una especie de marco con escenas animadas de Egipto.

Tras ese comienzo, la acción en sí nos presenta a un Moisés ya adulto, que rivaliza en importancia con Ramsés en palacio, hasta que un día el primero conoce su origen hebreo, asesina a un soldado egipcio y huye a Madian, donde conoce y desposa a Séfora. Dedicado al pastoreo, se produce allí la teofanía de la zarza, con un diálogo fiel al relato bíblico -con algunas licencias- bastante interesante: 

Dios: “¡Moisés!, ¡Moisés!, ¡Moisés!”
Moisés: “Estoy aquí, estoy aquí”
D.: “Descálzate porque estás pisando tierra sagrada”
M.: “Ya me he descalzado, Señor”
D. “Soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto y he escuchado sus lamentos porque conozco sus penas. Por consiguiente, te enviaré a ti Moisés para que los liberes y traigas a mi pueblo para que me sirva en estas montañas”
M.: “¿Quién soy yo Señor para hacer eso? Si regreso a Egipto y digo que me envía Dios, nadie me creerá me preguntarán: ¿Qué Dios?, ¿Cómo se llama ese Dios? Y ¿Qué les diré?”
D.: “Soy el que soy. Diles: “Yo soy” me ha enviado a vosotros. Ese es por siempre mi nombre. Ahora vete, estaré contigo”.

Este mandato provoca su vuelta a Egipto, las plagas, la Pascua y el Éxodo atravesando el Mar Rojo con la derrota del ejército egipcio. Tras esta victoria, la marcha por el desierto con la providencia de Dios dando al pueblo el maná, el agua y las tórtolas como alimento. La llegada al Monte Sinaí propicia el episodio del becerro de oro y la entrega de los Diez Mandamientos, que sí destaco porque son algo diversos a los mandamientos cristianos (ciertamente en el libro del Éxodo 20, 2-17 aparecen así...)

"Soy el señor, tu Dios.
1. No tendrás más Dios que yo.
2. No adorarás a dioses falsos
3. Jamás tomarás mi nombre en vano
4. Santificarás el sábado
5. Honrarás a tu padre y a tu madre
6. No matarás
7. No cometerás adulterio
8. No robarás
9. No mentirás
10. No desearás los bienes ajenos"

Como castigo por la idolatría, los israelitas vagan 40 años por el desierto y Moisés no puede entrar en la Tierra Prometida, que únicamente ve de lejos. Tras entregar el poder a Josué, la vislumbra y mantiene este diálogo con Dios:

Moisés: "Ya voy, Señor. Ya voy" (mira de lejos la Tierra Prometida)
Dios: "Este es tu lugar, Moisés. Este es tu lugar"

A nivel espiritual es, como he mencionado anteriormente, bastante fiel al relato bíblico, no apartándose de él en exceso. Presenta a Moisés como el mayor de los profetas, incidiendo en aspectos de liderazgo y visionarios del personaje veterotestamentario. Su formato de animación la hacen propicia para un primer acercamiento a los relatos bíblicos, si bien su perspectiva y lenguaje es más judía que cristiana, lo que requeriría algunas aclaraciones posteriores al visionado. De todas formas, no desmerece un buen uso para catequesis o clases de Religión. Aparte de ello, no se me ocurre otra finalidad en una obra que es decente, pero que incide en un tema ya bastante manido y en el que no aporta excesivas novedades. 

lunes, 18 de marzo de 2024

Renacidos: El Padre Pío cambió sus vidas (España, 2019)

Termino mi particular Triduo Cuaresmal cinematográfico sobre el Padre Pío con este documental de José María Zavala sobre el santo de Pietrelcina. Tras conocer mejor su vida con los telefilmes Padre Pío. Entre el Cielo y la Tierra y Padre Pío hoy ha tocado el turno a conocer la vida de varias personas a las que la figura del santo cambió la vida.

Su director, José María Zavala, es a su vez uno de los protagonistas de la historia. Tras rodar en 2018 el documental El misterio del Padre Pío (que aún no he visto) el año siguiente dirigió este documental que puede considerarse una continuación del mismo. En el momento en el que escribo estas líneas son ya 7 los documentales de temática religiosa que ha dirigido, convirtiéndose, por lo tanto, en un experto en la materia, siguiendo el camino comenzado en 2010 por Juan Manuel Cotelo con La Última Cima. Unas palabras escritas sobre fondo negro al comienzo del film hablan a las claras de la intención del mismo: "Renacidos tiene como misión dar a conocer y amar al Padre Pío como gran intercesor de nuestro tiempo" (Franco Moscone, Obispo de San Giovanni Rotondo). A continuación vemos los rostros sonrientes de 25 personas, los protagonistas de las historias relacionadas con el santo, en una escenografía que a mi juicio parece copiada de la que Philip Gröning realizara con los monjes cartujos en El Gran Silencio en 2005. Enriquecen el documental un abundante material fortográfico y audiovisual de la época del santo, conservados en muy buen estado. 

Antes de analizar el contenido del documental merece una mención la canción con la que concluye el mismo, Pero a tu lado del grupo madrileño Los secretos. Álvaro Urquijo canta la canción que su hermano Enrique dedicó en 1995 a su hija María. Una letra perfecta para el documental, que habla de redención y de perdón, comienzando con estas líneas:

He muerto y he resucitado
Con mis cenizas un árbol he plantado
Su fruto ha dado y desde hoy algo ha empezado

El documental presenta los testimonios de 25 personas que afirman que han sido bendecidos por el Padre Pío de una forma u otra. Suelen estar presentados en parejas que se van alternando en la narración. El conjunto puede llegar a parecer repetitivo, provocando una saturación de alabanzas a la figura del santo. Como es normal, algunos testimonios resultan más impactantes que otros, pero creo que la idea es recoger diferentes experiencias de todas las edades, países y culturas para intentar transmitir el convencimiento de que el Padre Pío puede cambiar la existencia de cualquiera. La mayor parte de estas experiencias están relacionadas con enfermedades incurables, pérdida del sentido de la vida o vacíos existenciales. Otros afirman incluso que han visto al santo, han escuchado su voz o se han emocionado hasta límites insospechados al observar su cuerpo incorrupto. No faltan menciones a la lucha del Padre Pío contra el demonio, así como de su amiga la Madre Esperanza, quien también sufría ataques físicos del demonio y afirmaba irónicamente del maligno: “Este solo hace lo que puede, lo que le dejan hacer”. No obstante la pluralidad de testimonios, hay un factor común: Los relatos son todos de personas de clase media-alta. El motivo no es otro que el económico, ya que todos ellos han experimentado "algo" en sus peregrinaciones a San Giovanni Rotondo, lo cual no está al alcance de cualquier bolsillo. En su mayor parte se trata de experiencias interiores difíciles de explicar con palabras, lo que convierte al documental en un refuerzo de la fe para los creyentes y un ejercicio de neurosis colectiva para ateos y agnósticos. Sea como fuere, 25 personas que cambian sus vidas tras un encuentro espiritual con un santo creo que merecen -al menos- el beneficio de la duda.

De entre todos ellos voy a destacar cinco, con alguna frase interesante que merece la pena ser resaltada: 

El primero es el de François Brunatto, hijo del primer discípulo del Padre Pío. De su padre dice que afirmaba "Soy el pecador más grande que ha convertido el Padre Pío". Me impresionó de este testimonio que no fue la confesión la que lo convirtió, sino la mirada del futuro santo cuando se acercaba al confesionario:  "Aquella mirada finalmente cambio su vida".

Más controvertido es el testimonio de Constanzo Cascavilla, alcalde de San Giovanni Rotondo. También alaba la figura del santo, pero desde su posición de autoridad también habla de cuestiones más mundanas:  “Es un milagro económico tan importante fruto de la santidad del Padre Pío“. Esta es, sin duda, una de las grandes críticas que se le realizan a este santo, la cantidad de merchandasing y marketing que se ha organizado en torno a su figura. 

El director, José María Zavala, también deja un interesante testimonio. Comienza hablando de su éxito como periodista y escritor, pero a pesar de esa posición social desahogada y de su prestigio “Me faltaba lo más importante para ser feliz, que es Dios”. El encuentro con el Padre Pío cambiaría para siempre su vida y su carrera. 

El cuarto testimonio a destacar es el de Manuel Orta, sacerdote director del programa “Palabra y vida “ de Radio María. Realiza una bella reflexión sobre el sentido del sufrimineto y de la cruz, dejándonos esta perla espiritual: “Esa luz que viene de la cruz no hace verlo todo de una manera oscura y tenebrosa, al contrario, es una luz nueva que no podías sospechar, que lo invade todo”.

Termino destacando a Silvio Causo, el custodio del Cuaderno del Amor, un librito espiritual de Luigi Gaspari, hijo espiritual del Padre Pío. Según el testimonio de su padre, el Padre Pío le comentó que ese libro es el anunciado en el capítulo 10 del Apocalipsis, el que el Arcángel le da a San Juan. Al hilo de esta experiencia comenta: “El Padre Pío me ha enseñado mucho, me ha enseñado lo importante de la humildad, poner la mentira a un lado, dejar el miedo a un lado. El cuaderno dice: Te quiero sin miedo. El miedo es un signo de debilidad y de no creer en mi fuerza".

Son solo cinco ejemplos de los venticinco que se contienen en el film. A buen seguro sus testimonios quedan para la posteridad, y no serán los últimos de un santo tan actual y que tantos frutos espirituales sigue produciendo. A mí personalmente me ha abierto el apetito para peregrinar algún día a San Giovani Rotondo, espero que Dios y el Padre Pío me concedan esa gracia....

lunes, 11 de marzo de 2024

Padre Pío (Padre Pio, Italia, 2000)

Vamos con la segunda parte de este "Triduo Cuaresmal" sobre el Padre Pío que me he propuesto hacer. La semana pasada comentaba el telefilm de Giulio Base y esta semana le toca el turno al de Carlo Carlei. A partir de aquí las comparaciones serán frecuentes e inevitables, dado lo similar de las dos teleseries. Como ya adelanté, el año de estreno es el mismo (2.000, un año después de su beatificación) aunque la cadena destinataria en este caso fue Mediaset Italia. Se trata de una producción de 200 minutos (20 más que la anterior) que abarca en este caso toda la vida del santo, desde su infancia hasta su muerte. Por ello, el papel del Padre Pío es interpretado por tres actores: Loris Pazienza (niño) Elio Germano (joven) y Sergio Castellitto (adulto). La B.S.O. no es tan deslumbrante como en el film de Carlei y a nivel interpretativo -aparte del triple protagonista principal- destaca la presencia de Jürgen Prochnow (el Visitador).

El argumento vuelve a ser la vida y milagros (nunca mejor dicho...) de Francesco Forgione, Pío de Pietrelcina. Al igual que la comentada la semana pasada, también está narrada con la técnica de flashback, aunque en este caso son el propio Padre Pío y el Visitador de la Santa Sede los que en los últimos días de la vida del santo hacen un recorrido a toda su existencia. Los detalles litúrgicos también están bien cuidados, alternando la Misa de espaldas al público (antes de 1965) con las de cara al público (especialmente la última de 1968, de la que se tiene constancia audiovisual).

Hay que destacar que -de nuevo a diferencia de la otra versión- los hechos están narrados con mucha calma, con bastantes momentos de silencio, diálogos breves y escasos; además de una sugerente música de fondo adornaos con paisajes y silencios interpelantes. Su visionado es más complejo por este motivo, intentando transmitir la interioridad del santo y no tanto sus acciones externas. 

La primera parte abarca desde su infancia en una familia humilde de Pietrelcina hasta su llegada a San Giovanni Rotondo. Francesco Forgione es presentado como un niño/joven distinto a los demás, con una clara vocación a la vida religiosa y sacerdotal desde que era un infante, con sueños premonitorios, luchas contra el demonio y acciones milagrosas que rodean toda su existencia. Cuenta con la ayuda de su familia y de varios compañeros para lograr sus propósitos y no aparece una hostilidad clara hacia su persona, quien más bien es visto como algo excéntrico (vive en su pueblo natal, fuera del convento) enfermizo y con una espiritualidad recia y sobrenatural. Los estigmas aparecen en su juventud y el diablo se le aparece para disuadirlo de sus propósitos como un perro rabioso o como un sacerdote con el alzacuellos manchado de sangre. 

La segunda parte abarca su labor caritativa en San Giovanni Rotondo, pasando por los momentos duros de la muerte de su madre, la dolorosa investigación sobre sus estigmas/milagros y la construcción de la Casa Alivio para enfermos tras la Segunda Guerra Mundial. Sus últimos días -terminado el flashback- suponen el final de la teleserie y el comienzo de la leyenda. 

Espiritualmente ya marqué unas claves de interpretación de la figura del santo en el anterior film. Aquí se repiten -obviamente- muchas de ellas, aunque creo que se profundiza más en su interioridad. DE esos rasgos destaco sobre todo estos:

- El Padre Pío era un hombre de oración. De nuevo son innumerables las escenas en las que Rosario en mano -o sin él- aparece rezando en cualquier lugar imaginable. Un hombre en búsqueda de su identidad, como deja claro en sus oraciones: "¿Qué quieres de mí?". La primera vez que recibe los estigmas realiza esta plegaria: "Dios mío ¿Qué clase de sacerdote soy? Dímelo tú ¿Que sacerdote soy? Aún no estoy preparado. No estoy preparado para lo que tú quieres". La segunda vez esta otra: "Señor, Tú sabes cuánto te amo, Tú lo ves todo. Yo quisiera cargar con el sufrimiento de los demás, como hiciste tú. Aunque tú sabías cómo hacerlo, yo en cambio, no. Jesús, Tú ves el sufrimiento, la miseria que hay entre nosotros. Yo solo no puedo soportar tanta miseria. Dime tú qué debo hacer. Dímelo". Pero quizás lo más característico de esta versión es que gran parte de su vida espiritual es expuesta como una lucha contra el demonio, quien física y espiritualmente lo machaca, lo tienta y le intenta confundir. Tanto los exorcismos como las apariciones del Maligno son más explícitos que en la otra cinta. 

- A pesar de teer un carácter agrio y brusco para quienes buscan en el algún provecho, es amable y atento para los más cercanos. En su interior se libra una potente lucha entre la soberbia de ser un elegido y la humildad ("Yo solo soy un pobre fraile"). Incluso en los momentos de persecución que sufrió por parte del Santo Oficio, siempre se sintió parte de la Iglesia a quien quería como a una madre:

Visitador: "La Iglesia no necesita hombres como tú"
Padre Pío: "Soy yo quien necesita a la Iglesia"

Dicha persecución la soportó con obediencia y resignación activa. Le redujeron el tiempo en el que debía decir Misa, lo confinaron en su celda, le prohibieron las Misas públicas, confesar, relacionarse con sus grupos de oración y con sus mujeres devotas... Todo ello lo soportó desde el silencio y la oración de su celda. Por cierto, en esta versión no se expone de manera tan clara la influencia de su grupo de colaboradores, centrándose más en sus acciones individuales.

- El sufrimiento físico y espiritual de los estigmas -así como su naturaleza enfermiza- le produjeron una empatía especial con los enfermos, lo que le llevó a emprender una obra social ingente, la Casa Alivio. Sus palabras al respecto son preciosas: "En el enfermo está Cristo, pero en el enfermo pobre está dos veces"

- Sus milagros, estigmas, premoniciones, sueños... son atribuidos siempre a la gracia de Dios y no a sus méritos: "Yo nunca he tenido ningún poder. He sido un simple espectador de los milagros del Señor". En ocasiones, incluso, usando el humor: "Algunas veces Dios me deja leer su cuaderno". El mismo humor que usaba para referirse al negocio que se montaba en torno a su persona: "Voy a tener que comprarme una estampa del santo ese"...

En resumen, una profundización más en la figura de este santo. Ni mejor ni peor que la comentada la semana pasa, sino complementaria a ella. Dos telefilmes que, a pesar de su extensa duración (200 minutos), no terminan de desvelar la personalidad y la santidad de quien se autodescribió así: "Soy un misterio incluso para mí mismo". Una figura, que a día de hoy, sigue siendo enigmática y que no se agota a pesar de los intentos por exponer su obra y mensaje. 

lunes, 4 de marzo de 2024

Padre Pío. Entre el Cielo y la Tierra (Padre Pio: Tra cielo e terra, Italia, 2000)

Me dispongo a completar un injusto vacío que se había producido en las más de 200 películas comentadas  hasta el momento en este Blog. He decidido aprovechar esta Cuaresma para ver y comentar tres películas sobre el Padre Pío que tenía en mi colección y que no había tenido oportunidad de visionar hasta el momento. Las dos primeras, curiosamente, son italianas, del mismo año -2.000- y presentan un formato de miniserie de 180 minutos. Es curioso que se lanzaran casi al mismo tiempo estos dos productos tan parecidos, lo cual fue debido, sin duda, a la beatificación del santo en 1999. 

Comienzo hoy por Padre Pío. Entre el Cielo y la Tierra, dirigida por Giulio Base (Su primera experiencia en el cine religioso, después vendrían En busca de la tumba de Cristo, San Pedro y María Goretti) y protagonizada por Michele Placido (Karol II. El Papa. El hombre). Lo más destacado -de lejos-es la magnífica Banda Sonora de Ennio Morricone, que me atrevería a decir es una variación de La Misión, con muchas reminiscencias de esta si bien los instrumentos y la orquestación son distintas. 

Como he apuntado anteriormente, no se trata de un largometraje, sino de dos capítulos de 90 minutos cada uno destinados a ser emitidos en televisión, en este caso, por la Radio Televisión Italiana (RAI) en noviembre del año 2.000. La versión de Mediaset se había estrenado en abril de ese mismo año, por lo que a nivel de audiencias quedó muy por debajo de la que comentaremos la semana que viene. 

La teoría de la manta es perfecta para esta película. En cinco minutos te das cuenta de que la música es excelsa, los vestuarios y decorados decentes y el maquillaje muy deficiente. El presupuesto es el que es y si te lo gastas en un concepto tienes que recortarlo de otro. Dicho esto, el conjunto es visualmente agradable, la trama está bien hilvanada y las interpretaciones son convincentes. Únicamente el detalle de envejecer 50 años a la actriz que narra la trama se me antoja desafortunado. Es como si a Kate Winslet le hubieran hecho lo mismo en Titanic. Ridículo. Mejor contratar a una actriz anciana, que las hay y muy buenas. 

El argumento está narrado a forma de flashback por Emilia Sanguinetti (interpretada por Barbora Bobulova) hija espiritual del Padre Pío y esposa de Guglielmo, un médico colaborador del capuchino (se puede decir que su brazo derecho) y testigo de todos los hechos que se narran. La acción comienza en 1918, en San Giovanni Rotondo, un pueblo del este de Italia, en el que un fraile de 31 años proveniente de una familia humilde, Pío de Pietrelcina (Michele Placido), se ofrece ante un crucificado a sufrir en sus carnes todo el dolor de la Primera Guerra Mundial,  recibiendo a cambio de esa oración los estigmas de Cristo. A partir de ahí se narra una sucesión de hechos sorprendentes tales como el desarrollo de las propias heridas, la capacidad del Padre Pío para predecir el futuro, averiguar lo que le los penitentes le ocultan en confesión, los milagros que se le atribuyen, exorcismos, luchas con el diablo... Esta primera parte termina con un informe bastante negativo del Padre Agostino Gemelli sobre los hechos sucedidos y el intento infructuoso de cambiar al Padre Pío de convento. La segunda parte, sin dejar a un lado muchos de estos temas, está más enfocada a la construcción de la Casa Solievo (Alivio), la relación personal y epistolar con Karol Wojtyla (el futuro Juan Pablo II) así como la persecución que tuvo que sufrir por parte de compañeros, del Santo Oficio y de algunos miembros de la autoridad eclesiástica. 

Los detalles religiosos del film están tremendamente cuidados, con la ropa litúrgica y las posturas adecuadas, el uso del latín en los momentos litúrgicos y devocionales (Misas, avemarías, exorcismo, bautismo, padrenuestro, confesión, extremaunción (su nombre antes del Concilio Vaticano II). No en vano, al comienzo de cada capitúlo se puede leer "Con el asesoramiento de los padres menores capuchinos". En este sentido, no se le puede reprochar nada a la labor de contextualización de la obra. 

A nivel espiritual, un par de claves son fundamentales para interpretar la figura del santo:

La primera y la más importante, es la oración. De entre todas ellas, destaca la que le proporciona los estigmas: "Todos estos horrores, toda esta sangre, esta guerra terrible. Yo me ofrezco como víctima por los pobres pecadores, me ofrezco para que la guerra acabe. Echa sobre mí los castigos destinados a los otros, echa sobre mí esos castigos cien veces y que ellos se salven". Aparte de esta, son innumerables las veces que el santo aparece de rodillas delante de un crucifijo, rezando el rosario, celebrando la eucaristía o recitando alguna oración. Al comienzo busca el sentido de su misión ("¿Quién soy?, ¿Qué quieres de mí?") A lo largo de su vida aparece celebrando prácticamente todos los sacramentos (Bautismo, Eucaristía, Penitencia, Unción Sacerdotal) realiza exorcismos y mantiene batallas espirituales (algunos comentan que incluso físicas) en su celda con el demonio. Parte de su espiritualidad provenía de su naturaleza enfermiza y proclive a pasar largas temporadas en el lecho del dolor. Esta debilidad física y el agotamiento por la continua pérdida de sangre se transluce en una constante preocupación por el dolor y el sufrimiento ajenos ("El dolor también da sus frutos. Nuestros caminos no son los de Dios. El fruto de este dolor lacerante no podemos entenderlo. Ese es el gran misterio"). Más alla de su talante humano, se apuntan cualidades sobrenaturales, realizando milagros que atribuye siempre a Dios y a la Virgen ("No, no callad, callad, no sabéis lo que decís. Yo no puedo hacerlo. Si decís que yo puedo hacerlo todo, entonces soy un sinvergüenza. Yo solo puedo rezar por vosotros. Solo Dios puede hacer milagros"): cura a un niño ciego, conoce el alma de los penitentes cuando se acercan al confesionario.... El Padre Pío, es presentado, por lo tanto, como un hombre de oración y de fe ("La fe, o la aceptas admitiendo humildemente los límites del hombre ante el gran misterio de Dios o la rechazas. No hay medias tintas"). Se omite (desconozco el motivo) otra de las cualidades especiales que se le atribuía al Padre Pío, el don de la ubicuidad, por la que era visto por distintas personas al mismo tiempo en lugares diferentes. Las últimas palabras que pronuncia en el film (en la charla con una inocente niña) son para alabar a Guglielmoa quienes son -o al menos intentan ser- humildes:

"En un campo de trigo hay espigas muy altas, lozanas, hermosas… y luego hay algunas que están así con la cabeza gacha. Si tocas las más lozanas, las que son -por decir algo- vanidosas, dentro no hay nada. Pero las que tienen la cabeza gacha están llenas de grano de trigo. Ya ves, la vanidad está vacía, solo el amor llena el mundo".

No obstante todas estas cualidades que adornaban al Padre Pío, el film lo presenta también como un religioso de carácter hosco, casi huraño con los desconocidos y únicamente más amable con su círculo de amistades. Esta actitud y el celo que tenía en el confesionario (en el que había que esperar varios días para poder confesarse con él) le granjearon no pocas enemistades. La cinta no oculta todas las acusaciones que se le realizan, tanto en vida como tras su muerte: Romper los votos de pobreza y castidad, colaborar en los negocios de estampas y cuadros con su imagen, intereses económicos, producirse los estigmas y manipularlos para que las heridas no cerraran, Misas excesivamente largas... Muchas de estas acusaciónes provenían de sus más cercanos, fueran mujeres despechadas, frailes envidiosos de su propia comunidad, sacerdotes seculares que no soportaban la fama del capuchino o miembros de la jerarquía que veían un claro peligro en la idolatración en vida del fraile. La oposición interna, en este caso, fue más potente que la externa, llegando a poner micrófonos en la habitación para espiarlo, prohibirle confesar o celebrar de manera pública, o ser castigado apartándolo de su padre espiritual... Todas estas cosas las soportó con paciencia y fe ("Yo no deseo venganza. Para mí, depender y obedecer es una gloria"). El film refleja que el Papa avaló finalmente su tarea apostólica, dispensandolo para ello -y debe ser una excepción en toda la historia- de los votos de pobreza y de obediencia.

La teleserie termina con imágenes reales del 2 de mayo de 1999, en la beatificación del Padre Pío por parte de Juan Pablo II, y una pequeña parte del discurso papal delante de más de 200.000 personas: "Tened fe en Dios. De esta exhortación de Cristo, se hace eco el consejo que el nuevo beato solía repetir. Abandonaos plenamente en el corazón divino de Jesús como un niño en brazos de su madre. Se lo agradezco al Dios que hoy me da la posibilidad de inscribirlo en el catálogo de los beatos."

En resumen, se trata de una buena manera de comprender una figura tan controvertida, odiada y amada a partes iguales, y que el tiempo y la Iglesia han puesto en su sitio. La canonización del Padre Pío en 2002, dos años después del estreno de esta teleserie, supuso el espaldarazo definitivo al reconocimiento de su vida y de su mensaje, fomentando una devoción que ya por aquel entonces era bastante poderosa. 

lunes, 26 de febrero de 2024

Llegaron de noche (España, 2022)

Me dispongo a ver una película española de la que me han hablado muy bien y de la que me han dicho que deja a un grupo de sacerdotes en muy buen lugar. El tema me es familiar: El asesinato en El Salvador de seis sacerdotes jesuítas. Recuerdo perfectamente haber visto la noticia en el Telediario cuando apenas tenía 14 años, una de esas historias que se te quedan grabadas en la memoria. Comienzo el visualizado. Lo primero desconcertante ocurre antes incluso de los créditos iniciales, donde se puede leer que el film está subvencionado por el Ministerio de Cultura de España. "Un momento. Algo no va bien. Tiene que haber truco, seguro hay gato encerrado por alguna parte". Es lo primero que uno recelosamente piensa. "No cuadra que cuando la industria cinematográfica española está más secularizada, politizada e ideologizada que nunca saque un producto como este". Los interrogantes me asaltan la cabeza mientras leo el reparto, al tiempo que oigo de fondo una bonita música religiosa con tonos latinos. Terminado el film, se confirma la gran sorpresa: Los sacerdotes son las víctimas del asunto y no se dice nada malo acerca de ellos en toda la película, todo lo contrario, son ensalzados constantemente. ¿Dónde estaba el quid de la cuestión?, ¿Por qué se habla bien de una institución que es odiada por la industria cinematográfica de este país? Las respuestas a estas preguntas están al final del comentario, pero antes vamos a analizar la película más detenidamente. 

De entrada, el comentario técnico. La dirección corre a cargo de Imanol Uribe, contrastado director de cine con doble nacionalidad española y salvadoreña, educado además en escuelas jesuítas del País Vasco. Obviamente y con este background, no parece haber nadie más cualificado para ponerse delante de una cámara en este proyecto, si bien es cierto que desde Días contados se han sucedido en su filmografía una serie de películas intrascendentes con más pena que gloria. En el reparto destacan Carmelo Gómez (el actor fetiche que lo acompaña en casi todas sus películas), Juana Acosta en el papel principal (aunque está más acostumbrada a papeles secundarios) y el polifacético Karra Elejalde, quien por su inexpresividad sirve tanto para una comedia como para un drama. La banda sonora te mete en todo momento en el contexto cultural, destacando la pegadiza canción "La verdad quiere ser dicha" de Javier Ruibal

Premios no obtuvo ninguno, a pesar de estar muy bien hilvanada y con actuaciones sobrias. El hecho de tener una temática religiosa la excluye de cualquier reconocimiento por parte de una industria bastante sesgada como hemos mencionado anteriormente. "Hasta aquí podía llegar la broma", pensarían en la selección de los nominados de ese año a los Goya, mientras optaban a buen seguro por otros títulos de inferior calidad pero más acordes con el pensamiento único reinante.

Vamos con el argumento. Los acontecimientos descritos (a pesar de continuos flashbacks) se sitúan en el interrogatorio al que es sometido Lucía Barrera, perteneciente al servicio doméstico de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de San Salvador. La noche del 16 de noviembre de 1989 presencia la irrupción del ejército en el campus universitario para asesinar a seis sacerdotes jesuítas y dos refugiadas. El gobierno afirma que la autoría es de la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), pero la testigo afirma una y otra vez que eso no se corresponde con lo que ella vió esa noche. "Mentir le hubiera resultado más fácil", reza el slogan promocional de la película, ya que ciertamente (según se desarrolla la película) con su actitud se complica tanto su vida como la de su familia, permaneciendo testarudamente fiel a la verdad y deseando que triunfe una justicia que para ella -más que nunca- es completamente ciega.

Vamos con el apartado espiritual, religioso y teológico, que al tiempo nos sirve para esclarecer el porqué de esta película en el panorama actual cinematográfico español. 

Como primer elemento nuclear el film propone la defensa de la verdad como unico camino de felicidad posible. En este sentido, nada que reprochar. Como su director indica, pretende ensalzar este valor fundamental frente a un mundo cada vez más dominado por las fake news y donde la mentira se presenta como el camino más corto para la resolución de los problemas. La verdad, sin embargo, es la coherencia entre lo que se predica y lo que se vive. Una verdad que exige sacrificios y renuncias. Una verdad que es adalid de la justicia y que implica toda la existencia de quien la defiende. La verdad de los seis sacerdotes jesuítas y también la de la protagonista principal de la trama, Lucía. La verdad que requiere, en última instancia, entregar la vida por aquello en lo que se cree. "He venido para dar testimonio de la verdad" (Juan 18,37) son precisamente las palabras de Jesucristo con las que comenzaba la homilía de los funerales de los seis sacerdotes asesinados. 

Este es el segundo punto nuclear del film. El martirio de los seis sacerdotes jesuítas (Ignacio Martín, Segundo Montes, Amando López, Juan Ramón Moreno, Joaquín López e Ignacio Ellacuría) se debió única y exclusivamente a cuestiones políticas y teológicas. Especialmente este último padre, era un prestigioso teólogo español defensor de la llamada Teología de la Liberación, movimiento de los años 60 afín al marxismo que promovía el Evangelio como contenedor de una opción preferencial por los pobres y que anunciaba a Jesucristo como liberador de todo tipo de opresiones, pero especialmente de la socioeconómica. Como detalle revelador vemos que la noche que es asesinado estaba leyendo el libro "El dios crucificado", del  teólogo protestante Jürgen Moltmann. Debe quedar claro (la película así lo hace, en honor a la verdad) que Ellacuría era fundamentalmente un filósofo-teólogo, no un político. En el film se deja patente su apoyo ideológico a la guerrilla pero su discrepancia en cuanto a su proceder en la respuesta que da a un alumno durante una clase: "Haríamos bien en cuestionar los métodos de la guerrilla y no sus motivaciones". Su posicionamiento ideológico fue siempre desde el pacifismo y la no violencia, en oposición a otros teólogos que sí llegaron a justificar la resistencia armada como respuesta a la opresión y la injusticia. No obstante esta actitud pacifista, el gobierno salvadoreño lo vio como una incómoda oposición que debía ser eliminada por la fuerza junto a sus compañeros. Aquí es donde entra el interés en contar ahora esta historia. El film deja entrever un claro apoyo al gobierno de Cristiani por parte de EE.UU. y la CIA en su lucha contra el comunismo. Los repugnantes métodos coercitivos que supuestamente emplearon con la testigo es lo que hace que esta historia sea atractiva para el sector político español que maneja la industria cinematográfica, que sin simpatizar excesivamente con la figura de los sacerdotes antepone el mal lugar en el que queda el gobierno capitalista salvadoreño y el republicano estadounidense de George Bush padre. Una escabechina política en la que los únicos que se salvan son los socialistas Felipe González y François Miterrand, los dos presidentes de izquierda de aquel entonces en España y Francia respectivamente. Ya tenemos resuelto el misterio de a quien interesa contar esta historia...

Dejando la política a un lado -aunque en este film es complicado- otro elemento que merece la pena ser destacado como componente espiritual es la fuerza de la Comunidad religiosa y de la familia. Los sacerdotes no estaban solos porque formaban una comunidad, su familia. Laura no estaba sola porque se apoyaba en su familia, su comunidad vital. Son como las dos caras de la misma moneda y dos instituciones que salen bien fortalecidas tras el visionado del film

Junto a este pilar, otro no menos importante. La oración. Resultan estremecedores los dos Padrenuestros recitados en los últimos momentos de las vidas de los religiosos, uno durante la "Última cena" (recuerda enormemente a De Dioses y hombres) y otro -más dramático, incluso- en el momento de la ejecución. 

Creo que la homilía del entierro de los cinco sacerdotes españoles y del sacerdote salvadoreño merece la pena ser reproducida en su integridad, ya que forma parte de la auténtica homilía del padre José María Tojeira, el Provincial de la Compañía de Jesús en Centroamérica. Es cierto que para añadir más tensión en la película se sitúan estas palabras en la homilía exequial (con los ataúdes delante) cuando en realidad fueron pronunciadas en la misa funeral unos días más tarde, pero no tienen desperdicio:

La última palabra colectiva y martirial de nuestros hermanos ayuda a vislumbrar un futuro en el que todos nos podamos llamar realmente hermanos. Un futuro sin hambre, sin miseria, sin ríos de sangre injustamente derramada, sin corazones desgarrados por el odio, sin que muy pocos tengan demasiado y demasiados no tengan nada. Amantes de la utopía, nuestros hermanos defendían con realismo la vida y La Paz que necesariamente pasa por los derechos de los pobres. Su muerte, como la de monseñor Romero, Rutilio Grande y tantos asesinados en El Salvador por tener hambre de paz y de justicia, es al mismo tiempo semilla, flor y fruto, y viene a sellar con sangre su testimonio. Mientras que los criminales asesinaban a los jesuitas, los jóvenes de las chacras recogían muertos y moribundos de ambos bandos, en medio de la locura de una lucha sin tregua protegían a los niños acompañaban a los que salían entre las balas de las zonas de combate, consolaban a quienes perdían a sus seres queridos, permanecían al lado de los pobres. Porque escuchadme bien: Puede que hayan matado a nuestros hermanos, pero no han matado a la Compañía de Jesús, ni han matado a la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas. No la han matado.

Si alguien está interesado, puede leer la homilía completa aquí.

Termino con dos apuntes. El primero, una última curiosidad. El film se iba a llamar en un primer momento "La mirada de Lucía", pero finalmente se cambió su título a "Llegaron de noche", en referencia a la frase que Ignacio Ellacuría pronunció durante la úlima cena previa a los asesinatos y que Lucía escuchó:  "Si me matan de día sabrán que ha sido la guerrilla, pero si llegan de noche, serán los militares".

El segundo es una actualización de las condenas por el caso, ya que aún está vigente. El presidente por aquel entonces de El Salvador, Alfredo Cristiani, se encuentra en busca y captura por muchas causas abiertas (entre ellas esta) desde marzo de 2022. Inocente Orlando Montano, coronel y Viceministro de Seguridad Pública de El Salvador durante los hechos, cumple una condena en España de 133 años tras ser extraditado desde los EE.UU. El autor material del asesinato, Guillermo Benavides, fue puesto en libertad en noviembre de 2022 tras cumplir 10 de los 30 años a los que fue condenado por la justicia salvadoreña. 

En resumen, una película sorprendente, bien ejecutada en lo técnico y lo interpretativo y que sirve para conocer mejor los asesinatos que tanta repercusión tuvieron en los finales del siglo XX. La Iglesia, sin comerlo ni beberlo, se encuentra con un magnífico homenaje a seis sacerdotes mártires que dieron su vida por Cristo y su Evangelio. Cierto que no se profundiza en exceso en sus vidas y sus mensajes, pero como ya hemos mencionado, es obvio que la finalidad última del film es otro...

lunes, 19 de febrero de 2024

Otra cruz que desaparece

Hace unos años, algunos sectores políticos radicalizados en España pusieron de moda  la retirada de cruces de lugares públicos tales como plazas, ayuntamientos y monumentos urbanos. La secularización es lo que tiene, que parece que la simbología cristiana molesta y hay que ocultarla. 2.000 años después se sigue persiguiendo y ocultando una simbología que de hecho es preciosa. A veces la motivación de esta eliminación es meramente económica. En 2013 escribí una entrada de cómo el Real Madrid y el F.C. Barcelona eliminaban las cruces de sus escudos en los países musulmanes con el único objetivo de ganar más pasta y ampliar el mercado a los países donde la cruz está prohibida. En esta ocasión, me temo, lo que está detrás es una cuestión de pura ideología y de incultura supina.

Vamos a verlo. La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) fue fundada en 1953 por el empresario textil de Tarrasa José Biosca Torres, quien con un grupo de amigos empresarios realizó durante una cacería la primera cuestación para recaudar fondos en la lucha contra el cáncer. Nacía así en germen lo que posteriormente sería una ONG, formada inicialmente por empresarios afines al régimen franquista y con firmes creencias religiosas cristianas. Esa es la historia y no se puede cambiar ni borrar, aunque algunos lo pretendan. Con el tiempo esa ONG ha ido creciendo hasta convertirse en el referente número uno de la lucha contra el cáncer en España. Me quito el sombrero ante la labor tan valiosa que la ONG ha realizado a lo largo de todos estos años, y que en la actualidad sigue realizando. No obstante, hace tres años, en 2021, la AECC decidió en una controvertida asamblea telemática (año post-covid) lo que a mi juicio es un error: un cambio de logo. Como consecuencia de ello se eliminó la tradicional cruz de Santiago que la identificaba en banderines y huchas; cruz que yo recuerdo desde que tengo uso de razón. ¿Ampliación de mercado?, ¿Evitar la identificación con una simbología cristiana?... Por más que busco documentación no encuentro la justificación de este cambio, más allá de las palabras de la responsable de marketing: "...nos haga más relevantes, nos permita conseguir nuestros objetivos de una forma más eficiente, el paciente se sienta representado, nos ayude a llegar a más personas y permita movilizar a la sociedad, para que podamos realmente transformar la realidad del cáncer y trabajar en equidad". Parece ser que la cruz no cumplía estos objetivos en el nuevo plan estratégico de la ONG. Una pena. En la imagen que ornamenta el post os dejo el antes y el después del logo identificativo de la Asociación. 

Mi reflexión parte del convencimiento de que renunciar a nuestras raíces occidentales es renunciar a la propia identidad. El tiempo dirá si el cambio de logo ha sido económicamente rentable, pero lo que a buen seguro no lo ha sido es para la imagen corporativa de la ONG.

A nivel religioso veo proféticas las palabras del Evangelio, tanto de Jesucristo en Mateo 11,6 "Y bienaventurado es el que no se escandaliza de mí" como de San Pablo en 1 Corintios 1,22: "Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles".

Un último apunte. En España hay registradas en la actualidad 111 ONGs y Asociaciones que luchan contra el cáncer. Eso quiere decir que hay más opciones para hacer donativos y que el dinero contribuya a la misma causa, que por cierto me sigue pareciendo loable y necesaria. Toca investigar el ideario de cada una de ellas y ver cuál es la destinataria de la limosna cuaresmal.

lunes, 12 de febrero de 2024

Ruega por nosotros (The Unholy, EE.UU., 2021)

Comentamos hoy esta reciente película basada en la novela Shrine de James Herbert. En españa ha sido calificada como cine de terror si bien yo creo que se trata más bien un thriller con temática religiosa. También su nombre ha sufrido modificaciones. Ha sido llamada en España "Ruega por nosotros", mientras que en inglés el título es completamente distinto, "The unholy - Lo profano".

Se trata de la única película dirigida hasta la fecha por Evan Spiliotopoulos, si bien como guionista sí ha participado ya en 15 películas, entre ellas la reciente "El exorcista del Papa". El elenco de actores está formado en su mayoría por conocidos de series de Tv como Jeffrey Dean Morgan (The Walking Dead, Anatomía de Grey), Cricket Brown (WeCrashed), Cary Elwes (Stranger Things) o Katie Aselton (Legión). Escapa de esta lista William Sadler, mucho más acostumbrado a ejercer de secundario en largometrajes de prestigio (La Milla Verde, Cadena Perpetua o La Jungla 2). De la música destaca un bellísimo Ave María de J.S. Bach interpretado a capella por la protagonista principal. A nivel de taquilla se constató una vez más que este tipo de películas siempre son un acierto, ya que con 10 millones de dólares de presupuesto recaudó más de 30. No fue tan benévola la crítica especializada, que la tachó de quedarse a medio camino entre una película de acción y una de terror. No obstante con este tipo de críticas siempre digo que hay que ser precavidos, ya que todo lo que tiene contenido suele ser puntuado muy a la baja, a las pruebas me remito. 

Vamos con el argumento, que es muy sugerente. Gerry Fenn es un periodista desacreditado por haber inventado en el pasado historias con las que saltar a la fama. De manera casual -o causal según se mire- se encuentra con Alice, la sobrina del Padre Hagan, un sacerdote del pequeño pueblo de Banfield (Massachussets) quien afirma que se le aparece la Virgen María. Tras grabar casi accidentalmente un milagro, la Diócesis envía a investigar al Obispo Gyles y el Vaticano a Monseñor Delgarde, quienes tendrán que averiguar si lo que dice la muchacha es atribuible a la Virgen o a un engaño del que formaría parte gran parte del pueblo.

Lo primero que hay que decir es que la trama religiosa funciona bastante bien, en su mayor parte está bien documentada y no deja de ser una mera invención, ya que a diferencia de muchas otras películas de acontecimientos sobrenaturales no tiene la manida coletilla de "Basado en un caso real" que las encorseta excesivamente. Esta libertad le concede un guión original y existe bastante riqueza en las diferentes facetas que van mostrando los personajes, si bien el tema está ya tan manido que requiere siempre una vuelta de tuerca más, en este caso, con un final que para mi gusto mezcla el "happy end" con un exceso de efectos especiales. Los personajes aportan cada uno un par de visiones -al menos- sobre la cuestión debatida, ya que todos ellos -sin excepción- evolucionan de sus posiciones iniciales a otras más profundas. Especial mención merece el periodista, Gerry Fenn, quien va pasando del egoísmo inicial y la falta de fe en sí mismo, en los demás y en Dios a recuperarlas todas ellas de manera progresiva. Desde este punto de vista se me antoja una película muy aprovechable para un análisis exhaustivo de cada personaje y sus evoluciones interiores. 

Vamos con lo negativo. La excesiva reiteración en temas quemados. Hay escenas que parecen sacadas de La Aparición, de El tercer milagro o de cualquier película de exorcismos de las que tanto abundan últimamente, pero ello es casi inevitable por la proliferación de films de esta temática, que mientras sigan siendo rentables no creo que decrezcan. De la misma manera, siempre se echa en falta algún asesor espiritual en las escenas sacramentales, ya he comentado en otras ocasiones que son errores fácilmente evitables y no hacerlo empeora el producto. En este caso presenciamos una Eucaristía en la que se pasa del Cordero de Dios a la Consagración (el orden está invertido) y otra que comienza con una consagración a la Virgen María que no es litúrgica y por lo tanto, falsa. 

No obstante, a nivel espiritual el guion está plagado de frases bastante profundas y diálogos cargados de contenido religioso, en un ambiente en el que los objetos sagrados (estatuas que lloran lágrimas o sangre, capillas, cruces -latinas e irlandesas-, rosarios...) abundan por doquier. Algunas de las más destacables (en el orden en el que aparecen) son:

Alice: "La dama tiene un mensaje urgente para todos nosotros: Dice que quiere que volvamos mañana y dice, dice que se llama María"

Alice: ¿Crees en los milagros?
Niño: (Asiente)
A.: "¿Tienes fe en María?"
N.: "Si"
A.: "Pues camina"
N: "No puedo"
A: "María te manda que camines"
N: "Pero no puedo"
A: "Ten fe"
N: "¡Puedo!"

Obispo Gyles: "Una chica francesa, Bernadette Subirous alegó haber tenido una serie de visitas de la bendita Virgen en una gruta a las afueras de Lourdes. 1917, Fátima, Portugal. Tres niños pastores informaron de apariciones de la Virgen seguidos de milagros. Profecías. 1981 Medjugorje, Bosnia. Seis testigos observaron una aparición Mariana y muchos alegan que la Santa Madre continúa visitando este Santuario hoy en día. El presente. Estos tres Santuarios atraen a millones de fieles cada año. Solo en Lourdes se han registrado más de 5.000 curas milagrosas"
Periodista: "Disculpe. ¿Está diciendo que Banfield podría convertirse en un Santuario?"
O.G.: "Bueno, primero tenemos que confirmar que se ha producido un milagro de verdad y por eso a monseñor Delgarde lo envía el Vaticano para investigar estas supuestas curaciones, monseñor..."
Monseñor Delgarde: "En el siglo XVIII el papa Benedicto XIV estableció el procedimiento para determinar la veracidad de un milagro. Los principales pasos: la enfermedad debe ser incurable. La cura debe ser instantánea. La cura debe ser completa. En mi condición de inquisidor pretendo utilizar toda la ciencia y tecnología disponible para desmontar el supuesto milagro y destapar cualquier engaño. Si fracaso, el milagro será considerado genuino".

Gerry Fenn: "¿Qué aspecto tiene la Virgen?"
Alice: "Va vestida con un largo manto blanco, resplandece como el sol reluce en un día de bruma"
G.F. "¿Cuándo la viste por primera vez?"
A.: "Hace cinco noches, en el prado, usted estaba..."
G.F.: "Y bien, ¿Qué quiere María?"
A: "Nuestra fe". "María quiere llegar al mayor número posible". "Ver es creer". "Ella da voz a los que no la tienen. Y yo he estado en silencio mucho tiempo. He rezado mucho por ella anhelando una cura y ella me ha respondido. Me he abierto a María, la he dejado entrar y me ha oído señor Fenn. Y lo que es más, me ha escuchado Durante toda mi vida la gente no me miraba, parecía invisible, pero ahora cuando entro en una sala todos me escuchan. Sabe de lo que hablo, ¿verdad? como a usted, antes le escuchaban, tenia muchísimo poder pero ahora lo ha perdido. Me lo contó María. Usted y la Virgen quieren lo mismo. Predique su palabra y será recompensado·

Padre Hagan: "Cuando Dios construye una Iglesia, el diablo construye una capilla al lado"
Gerry Fenn: "Jamás creí que escucharía a un cura católico citar a Martin Lutero"
P.H.: "Señor Fenn, vivimos la eterna batalla entre el bien y el mal. Allí donde va Dios el diablo le sigue. La chica que vio a la Virgen en Lourdes pasó su vida encerrada en un convento, en Fátima, tres niños vieron a la Virgen María, dos de ellos murieron antes de terminar el año. Los milagros señor Fenn, son fuertes actos de fe y no hay nada que le guste más a Satán que corromper nuestra fe"

Padre Hagan: "Hay una parte de la Biblia sobre perdonar pecados, es una de las partes más importantes…."
Monseñor Delgarde: "Si el pecador confiesa sus pecados y se arrepiente de verdad. ¿Hay algo que quiera contarme?"
Padre Hagan: "No"

Alice: "¿De verdad crees en María? ¿Tienes fe en ella?"
Padre Hagan: (Asiente)
A.: "¿Juras servirla con todo tu cuerpo y alma?"
P.H. "Si" (Alice le pone la mano en el pecho) "Puedo respirar, risas. Alice, puedo respirar"

Periodista: "¿A donde va?"
Vecino: "Lo más lejos posible"
P.: "No le gustan los milagros"
V.: "No señor, para nada. Me gusta que Dios se quede en su sitio, ahí arriba. Cuando baja aquí solo pasan cosas malas: diluvios, plagas de langostas, el Dios del Antiguo Testamento está lleno de ira. ¿Y si algo lo cabrea?"

Gerry Fenn: "Fama. Es como una droga".
Nataly Gates: "El orgullo precede a la caída" (cita Proverbios, 16,18)
G.F.: "Todo el mundo cita la Biblia por aquí"
N.G.: "Banfield siempre ha sido un lugar de fe"

Nataly Gates: "La ciencia y Dios no son mutuamente excluyentes. Podría contarte cosas"

Voz femenina gutural: (en el confesionario) "He tomado el nombre de Dios en vano. He sido codiciosa, he tenido pensamientos impuros. He destruido muchas vidas. He guiado muchas almas a la perdición. Y ahora, he venido a por ti"
Padre William Hagan: "Reza tres avemarías"
V.f.g.: "Te he curado, y en vez de gratitud me lo pagas con dudas. ¿Y que has ganado con eso? Has descubierto la verdad a costa de tu vida. De verdad crees que puedes detenerme? Te cuento lo que les pasó a aquellos que lo intentaron? Les arranqué la carne de sus huesos, les rajé el cuello y vi como su aliento se escapaba lentamente. Satanás, el me dio el poder para obrar milagros. Adelante, rézale a tu dulce María para que te salve. A ver quien es más fuerte, ella o yo"

Obispo Gyles: "La fe es lo único que se interpone entre nosotros y la perdición. Este lugar, este Santuario ayudará a fortalecer nuestra fe"

Gerry Fenn: "¿Crees que podría haber otras fuerzas en juego aquí?"
Alice: "María jamás lo permitiría. No dudé de ella, señor Fenn. Es la Santa Virgen, madre De Dios, su amor por nosotros es tan profundo que quema. Maria me está hablando ahora mismo. Dice: la duda debilita la fe. La duda guía a la maldición".

Alice: "María ha vuelto a hablarme. Esta noche es la fiesta de la Inmaculada Concepción y para celebrarlo, Maria quiere que se oficie una Misa en el Santuario. Uníos todos a esta Misa. Rezad a María. Tiene un mensaje urgente para compartirlo con el mundo entero"

Monseñor Delgarde: "La fe en el mal empodera al mal. Dios siempre ofrece una oportunidad para la redención, y a menudo escoge a un pecador para servir a su divino propósito"
Gerry Fenn: "¿Insinúa que me Dios me ha escogido a mí?"
M.D.: "Digo que los caminos de Dios son misteriosos, algunos más misteriosos que otros"

Gerry Fenn: (Rezando a Dios) "Escúchame, los dos sabemos que esto no se me da bien, pero Alice se ha, se ha sacrificado por mí. Por favor, Dios, solo, déjala vivir. Por favor. Gracias"

Nataly Gates: "Tal vez Dios sí que estaba presente".

Frase final de la película: Mateo 7,15 "Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son como lobos rapaces"

En síntesis: Recomendable, tampoco para perder la cabeza, pero sí me parece una buena inversión de un tiempo que, por cierto, no es excesivo (95 minutos).