jueves, 24 de diciembre de 2015

Cinco vídeos comerciales de Navidad

Muchas veces sufrimos largos cortes publicitarios mientras estamos viendo un programa o una película que nos interesa, lo cual nos suele poner malhumorados o al menos contrariados por tener que esperar para proseguir con lo que realmente nos gusta.

A pesar de estas inconveniencias, hemos de reconocer que la publicidad se está convirtiendo en un arte que encierra una dificultad cada vez mayor. En apenas unos segundos, el publicista debe captar nuestra atención -normalmente saturada de información- a toda costa. Ello hace que los anuncios comerciales cada vez sean más ingeniosos y creativos, atrapando al espectador en historias breves pero profundas.

En los últimos años, tampoco la Navidad se escapa de esta estrategia comercial. Y hay que reconocer que hay algunos anuncios muy buenos, rozando la excelencia, que tocan la fibra sensible y que además de intentar vender un producto transmiten valores, lo cual es de agradecer.

Os voy a compartir hoy algunos de ellos, los que a mi parecer presentan un contenido que merece la pena ser meditado.

En primer lugar, los dos vídeos de la Lotería Española, en los cuales sus dos protagonistas, Manuel (2014) y Justino (2015)  perciben el cariño y la solidaridad de sus amigos/compañeros de trabajo. Me parecen geniales ambos. Quizás los que no vivís en España no hayáis tenido oportunidad de verlos, por lo que merece la pena compartirlo con vosotros. Además, normalmente en televisión y por motivos económicos solo vemos las historias en sus versiones cortas, pero en los enlaces que os comparto a continuación tenéis los vídeos completos.





El siguiente anuncio que conmueve al mismo tiempo que nos hace entonar el mea culpa como sociedad es "La otra carta" de Ikea. ¿Qué le pedirían los hijos a los padres por Navidad...? No se trata de nada material, lo cual ya es noticia, y no os adelanto más, os dejo que lo veáis vosotros mismos:



El año pasado impactó mucho este anuncio de una marca de chocolates, Sainsbury, basada en la tregua real del día de Navidad de 1914, en plena Primera Guerra Mundial. Aprovechando un acontecimiento histórico y real se monta una escena que no tiene desperdicio humano.


El último es de Cineplex, una distribuidora de cine de Canadá. Este año ha creado la historia de Lily, una niña que entabla amistad con un muñeco de nieve y decide conservarlo para siempre en un congelador, pero claro, Lily se hace mayor y se va olvidando de él, hasta que un día.... bueno mejor lo descubrís vosotros.




En fin, espero que los hayáis disfrutado todos.... ah y

¡Feliz Navidad!

martes, 1 de diciembre de 2015

Adviento. Mantener la esperanza contra toda esperanza

Abrahán esperó "contra toda esperanza" (Rom. 4,18).  Y a lo mismo parecemos estar llamados nosotros en los tiempos que corren. Rezar, rezar y rezar. No queda otra. Los últimos acontecimientos mundiales no auguran nada bueno, el ambiente está tenso y crispado, por lo que nunca es mal momento para pedirle a Dios que transforme los corazones de las personas para que se conviertan a su mensaje y dejen a un lado de una vez por todas el odio y la violencia. El Adviento que el domingo pasado comenzamos debería ser un buen tiempo para curtir las virtudes de la paciencia y la mencionada esperanza.

Sin embargo, no soplan vientos favorables para el sentimiento religioso. Tres detalles acontecidos esta semana pueden ilustrar este comentario.

Primer hecho. Con dinero público, el Ayuntamiento de Pamplona (España) ha subvencionado una exposición cuanto menos irreverente. Un individuo (me resisto a dar nombres y datos) se ha dedicado a “comulgar” en más de 200 Iglesias para posteriormente sacarse el Cuerpo de Cristo de la boca y formar en el suelo la palabra “pederastas”. Todo ello lo ha grabado y expuesto públicamente para que el público pueda admirar su “obra de arte”. Pese a la indignación general y las protestas al Ayuntamiento la exposición sigue en este momento abierta. Parece que en este caso prima el derecho a la libertad de expresión frente a la ofensa que está provocando en tantos y tantos creyentes que consideramos que la blasfemia no es la forma correcta para manifestar una opinión.

El segundo se sitúa en Reino Unido. La iglesia Anglicana, con dinero de su propio bolsillo ha puesto en marcha una campaña de animación a la oración. La iniciativa  ha sido censurada -en todo un alarde de "tolerancia"- en distintos medios de comunicación y directamente prohibida en los cines del Reino Unido donde la campaña iba a ser proyectada. Parece que su mensaje no gusta a los magnates de la comunicación, ignoro si es que lo consideran subversivo o excesivamente nocivo para la sociedad británica. El pretexto ofrecido es que puede ofender a personas con un pensamiento distinto. Os dejo el vídeo para que juzguéis vosotros mismos si su mensaje es tan agresivo, violento o destructivo que no pueda ser visto por nadie sin que dañe su sensibilidad.



Un tercer dato. Hace menos de una semana sufríamos en Francia unos atentados “en nombre de Dios”. No puede haber una aberración mayor. Pero eso no significa que el sentimiento religioso sean violento en sí. Todo lo contrario. Es cierto que más de una vez el nombre de Dios se ha profanado y utilizado equivocadamente, pero no es menos cierto que la esencia del mensaje de Jesucristo (y de muchas otras religiones) es el perdón, el amor y la paz. De ahí que estén de más mensajes como el del tristemente conocido semanario francés Charlie Hebdó,  el cual ha pedido en la imagen que tenéis reproducida al lado que no se rece por París ni por Francia, manifestando de nuevo su rechazo explícito a todas las religiones.

Comienza el Adviento, y como vemos comienza movidito. Esperemos que la dinámica cambie. Y mientras tanto, como el bueno de Abrahán, nuestro padre en la fe, a seguir manteniendo viva la esperanza.