lunes, 26 de diciembre de 2022

Marcelino pan y vino (España, 1954)

Comentamos hoy la clásica película de Ladislao Vajda, director húngaro que se asentó en España tras huir primero de los horrores del comunismo en su país natal (al igual que muchos futbolistas de la época como Kubala o Puskas) y posteriormente de la censura del fascismo en la Italia de Mussolini. Una vida apasionante en busca de los derechos y de la libertad de expresión artística, en una época en la que los totalitarismos de uno y otro sesgo impedían un posicionamiento contrario al gobierno de turno. En la España de Franco encontró un acomodo donde trabajar a gusto, con películas pro-cristianas y costumbristas como la que hoy comentamos, pero también con incursiones en el expresionismo y en lo que sería el origen del thriller como temática cinematográfica. 

Descubridor de Sara Montiel, en la película que hoy nos ocupa su cámara sacó lo mejor de sí mismo de la emergente estrella Pablito Calvo, sin menospreciar el trabajo de Rafael Rivelles, Fernando Rey, y unos jovencísimos Juanjo Menéndez y Antonio Ozores

La temática está ambientada en un pueblo desconocido tras la Guerra de la Independencia Española contra los franceses (1808-1814). En ese momento, y con la ayuda del alcalde, tres frailes franciscanos deciden habitar un convento abandonado que será sostenido con "la ayuda de Dios y nuestro trabajo". Pasan los años, y en una situación aún de posguerra y pobreza, a la puerta de ese convento -con ya 12 franciscanos- es abandonado un niño para el que los frailes no consiguen encontrar una familia adoptiva adecuada, por lo que deciden criarlo entre toda la comunidad. Su nombre será Marcelino, el santo del día en el que fue abandonado. 

El padre superior (todo un prodigio de sabiduría, me encanta su frase "Unos mueren y otros nacen. Pero del que ha muerto siempre se sabe si fue un hombre bueno, mientras del que nace, ¿qué podemos saber?" comienza a sufrir el acoso del nuevo alcalde, un herrero injusto, orgulloso y mentiroso. Es el antagonista de los frailes franciscanos, habitantes de un convento donde podemos leer continuamente la frase en latín "Humiles Spiritu salvabis" (Salvarás a los humildes de espíritu). El alcalde insta a los frailes a abandonar el convento pues el anterior alcalde no firmó la cesión de los terrenos, por lo que oficialmente seguían perteneciendo al ayuntamiento.

Marcelino va creciendo y el espectador lo va conociendo mejor. Hace las travesuras propias de cualquier chiquillo, si bien su situación familiar no es la normal, como se trasluce en este diálogo....

Campesino: "¿No tienes padre?"
Marcelino: "Sí, 12"
Campesino "¿Y madre?"
Marcelino: "Madre no tengo"

A falta de amigos de su edad, Marcelino charla con frecuencia con su amigo imaginario Manuel, al tiempo que pasa su infancia entre el estudio y las labores propias conventuales. Como a Adán y Eva en el Paraíso, se le permite todo excepto una cosa:

"Por la escalera no debes subir nunca, has oído, nunca"

Tras un episodio de fiebre debido a la picadura de un escorpión, mantiene una conversación espiritual bastante interesante con el padre superior, en lo que se puede interpretar como un adelanto de lo que sucederá posteriormente:

Marcelino: "¿Cómo se va al cielo?" 
Padre Superior: "Siendo muy bueno"
M: "¿Y yo soy bueno?" 
P.S.:"Tu eres muy bueno"
M.: "Entonces puedo ir ya?" 
P.S.: "Eso depende de la voluntad de Dios"

Tras nuevas travesuras, se produce lo inevitable. La curiosidad de Marcelino (que sea un pecado de desobediencia o no queda a criterio del espectador) le hace trasgredir la norma. Solo que en este caso, en lugar del enojo y la ira divina va a encontrar una escultura de Cristo crucificado con el que puede conversar. Al principio es un soliloquio ("Tienes cara de hambre") al que puede llevarle pan a hurtadillas. Con el tiempo el monólogo se transforma en diálogo:

Jesús: "¿No te doy miedo?" 
Marcelino: "No"
J.:"¿Sabes entonces quién soy?" 
M.: "Sí. Eres Dios"
J.: (parte el pan) "Eres un buen niño y yo te doy las gracias"
M.: "¿Te dolía?" (la corona de espinas)
J.: "Mucho" 

Los frailes no sospechan nada de este encuentro mientras en el refectorio comen y leen las florecillas del glorioso padre San Francisco de Asís, concretamente el Capítulo VII referido a la paciencia. Pero una tormenta hace que Marcelino sienta pena de Jesús y le lleve una manta, lo que junto a la falta de pan levanta las sospechas de Fray Tomás "Papilla".

Ahí se produce la segunda y última conversación entre Marcelino y Jesús, de cuyo desenlace los frailes serán testigos visuales y que dará nombre a "El milagro de Marcelino pan y vino", que da origen a la romería con la que comienza el film.

Marcelino:"¿Donde estará tú madre ahora?"
Jesús: "Con la tuya"
M.: "¿Y cómo son? ¿Qué hacen las madres?"
J.: "Dar, Marcelino. Siempre dar"
M.: "¿Y que dan?"
J.: "Dan todo. Se dan a sí mismas. Dan a los hijos la vida y la luz de sus ojos hasta quedarse viejas y arrugadas"
M.: "¿Y feas?"
J.: "Feas no, Marcelino. Las madres nunca son feas"
M.: "¿Y tú quieres mucho a tu madre?" 
J.: "Con todo mi corazón"
M.: "Y yo a la mía más. Solo quiero ver a mi madre ahora. Y luego a la tuya"
J.: "Tendrás que dormir..."

El resto queda a la imaginación del espectador. 

Vamos con un somero análisis. ¿Es moralizante? Sí, ¿Es ñoña? También. ¿Puede ser considerada apologética? Sin duda. ¿Es favorable al nacionalcatolicismo imperante en el régimen? Absolutamente. Pero todo ello no quita que sea una película entrañable, atemporal, que transmite valores a raudales y pone las emociones a flor de piel. La interpretación de Pablito Calvo es sencillamente extraordinaria y la dirección de Vajda irreprochable. La historia fluye, entretiene e intriga a partes iguales, convirtiéndola en un clásico imprescindible del cine espiritual y cristiano. 

lunes, 19 de diciembre de 2022

Un equipo legendario (When the Game Stands Tall, EE.UU., 2014)

Diez años después de interpretar a Jesucristo en La Pasión  de Mel Gibson, Jim Caviezel volvió a ser el protagonista de una película de corte espiritual, si bien en este caso bajo una temática ligada al deporte, más concretamente al fútbol americano. A las órdenes del director televisivo Thomas Carter, el film deja entrever que se desarrolla con más comodidad en el melodrama telefilmesco que en el ritmo de la gran pantalla. A pesar de ello, Caviezel, bien secundado por Laura Dern, consiguen elevar el nivel del filme, siendo sus interpretaciones muy meritorias y convincentes en todo momento. 

Basado en una historia real y en la adaptación literaria de la misma de Neil Hayes, la trama gira en torno a la figura de Bob Ladouceur, el entrenador universitario del equipo de fútbol americano de los High Spartans De la Salle, quien a través de inculcar en sus estudiantes una serie de valores (sacrificio, constancia, compañerismo, fe, equipo, fraternidad, respeto, amor...) consiguió 151 triunfos consecutivos a lo largo de más de una década (1992-2004), batiendo así todos los récords de victorias en cualquier disciplina deportiva. La película no solo narra esa racha victoriosa, sino lo que es más importante, el fin de la misma y la manera de afrontar la llegada de diversos dramas a las vidas de los protagonistas.

Bob Ladouceur aparece en el film como un profesor de Religión-Teología. Aunque sus intervenciones en el aula son escasas (el apartado deportivo prevalece) sus palabras como docente no tienen desperdicio. Tampoco fuera de la clase, donde percibimos que su religiosidad dirige su manera de sentir, de hablar y de actuar. Entrenar es una prolongación de su visión de la vida. Esta arenga previa a uno de los partidos me parece genial: "Compromiso. Responsabilidad. Esfuerzo perfecto. Finalmente, amor. Este vínculo es lo que ha llevado a los Spartans a lograr mucho más que nadie". Una pena que -me temo que por motivos comerciales-  su profunda fe y religiosidad están bastante diluidas en el film, a juzgar por los extras que contiene el DVD y por entrevistas posteriores realizadas al protagonista. Las siguientes líneas que copio pertenecen a una de esas entrevistas. Me parecen geniales y muy explicativas de su verdadera personalidad, en la que fe, esperanza y amor (las virtudes cardinales) son imposibles de separar:

"¿En qué momento se unen la fe y todo lo demás? Quiero decir, llevas tu fe a todas partes y no te la puedes quitar como una camisa ni nada parecido. Es una parte de ti. Terry (mi segundo entrenador) y yo siempre hemos creído que dondequiera que vayamos o hagamos lo que hagamos, llevamos nuestra fe con nosotros y tratamos de actuar a partir de eso lo mejor que podemos, con nuestras creencias de fe. El fútbol no es diferente. La gente lo escucha y dice: "Oye, eso es una anomalía" o "Eso es extraño". Nunca lo había pensado de esa manera y no creo que Terry lo haya hecho tampoco. Por ejemplo, el lema de De La Salle, que aparece en el escudo del colegio, es "Les Hommes De Foi" (Hombres de fe).

No obstante este oscurecimiento de la fe en la personalidad del protagonista no es óbice par que el film esté plagado de referencias bíblicas y espirituales. Hay cuatro momentos que me parecen claves en el film, todos ellos impactantes.

El primero es una especie de debate que se propone en clase a partir de una cita bíblica de San Lucas. A partir de ella se ahonda en el misterio del mal, del pecado, del sufrimiento y de la muerte. Como no puede ser de otra manera, el misterio no es desvelado ni solucionado, únicamente presentado por el docente para que sus alumnos reflexionen en voz alta: 

Ladouceur: "En Lucas 6,38... Lucas dice: `Pedid y se os dará. Una medida buena, apretada, remecida y rebosante se derramará en vuestro regazo... porque con la medida con que midáis, seréis medidos vosotros´. ¿Alguna idea de lo que Lucas está diciendo aquí?, ¿Arturo?"
Arturo: "Cosechas lo que siembras. Como, que hagas lo que hagas, bueno o malo, regresa a ti".
Ladouceur: "¿Alguien más piensa que das a los demás... y la bendición se devuelve en igual medida? ¿Salinas".
Salinas: "He trabajado duro para hacer lo correcto y he sido bendecido".
Ladouceur: "¿De que manera?"
Salinas: "Llegar a jugar en el equipo de la racha".
Tayshon: "No estás en en el equipo para ser el quarterback titular en el equipo de la racha... porque hiciste lo correcto. Estás porque mides un metro ochenta y cinco con un cañón por brazo".
Ladouceur: "Entonces, Tayshon, ¿tú qué crees?
Tayshon: "Bueno, donde duermo, los traficantes de Richmond ganan mucho dinero. Mi tía era enfermera de urgencias. Trabajó toda su vida ayudando a la gente. Llegó el momento de que a ella la ayudaran, la llamaron y la despidieron... seis meses antes de que le pagaran la jubilación. Un perro se come a otro perro. Toma lo que necesites. No importa lo bueno que hayas sido. Si estás sentado esperando que alguien te de, te quedarás hambriento".
Ladouceur: "Entonces, ¿por qué un tipo como Lucas, que es médico, pintor, escritor, historiador... se toma el tiempo de inventar una mentira?"
Arturo: "No es mentira".
Ladouceur: "Tu papá muere, la empresa fue llevada por tu mamá a juicio por ello cuando, ups... reconocen ´culpa nuestra, el astillero lo envenenó´. Pero la presión le da un nuevo golpe a tu madre y no soportó mucho tiempo. Fácil. Todo el mundo conoce la historia. Así que dime, chico, ¿realmente has sido tan malo para merecer todo lo que te ha pasado?"

El siguiente diálogo es entre Ladouceur, su jugador estrella, Chris y el padre de este, un sobreprotector engreído al que lo único que le interesa es el éxito de su hijo. Sin hacer spoiler, la rebeldía de Chris será determinante al final del film, ¿Rebeldía contra su padre o contra su entrenador....? Ahí lo dejo....

Ladouceur: "¿Le mostró Chris la disertación que escribió para mi clase sobre Mateo 23,12?Sorprendentemente perspicaz para alguien de su edad. Realmente genial. Debería leerlo".
Padre de Chris: "¿Mateo 23,12? ¿En serio? ¿De qué está hablando? Estamos en camino a un campeonato, un récord estatal".
Ladouceur: "Los que se enaltecen serán humillados... los que se humillan serán ensalzados".
Padre de Chris: "¿Ensalzado?".
Chris: "Sí".
Padre de Chris: "Consigue 37 touchdowns en la temporada, entonces serás exaltado".

La tercera escena no hace falta transcribirla, porque se trata del equipo al completo rezando la oración del padrenuestro. Sí, como lo oís, 30 segundos de oración en una película de Hollywood. No creo que en muchas cintas del pasado -y menos en el futuro- se dedique ese tiempo a una oración cristiana. 

Por último, la escena espiritual más conmovedora me parece el speech-oración del entrenador Ladouceur en el sepelio de Terrance, un preuniversitario perteneciente al equipo asesinado en su conflictivo barrio.

"Señor, estoy luchando. Quiero entender por qué. ¿Por qué Terrance? Sí, Señor. ¿Porqué ahora? Si vamos a llamarnos cristianos, no podemos hacer estas preguntas... ...porque hacerlo es cuestionar su benevolencia, su sabiduría divina. Pero hoy estoy perdido. Si, Señor. Nunca te rendiste ante nada ni nadie. Y yo no te enseñé. Tú me enseñaste. Gracias... porque cuando algún otro día esté perdido... y luchando por mantener mi fe, solo necesito recordarte. Y por razones que no conocemos, Dios quería a Terrance en su hogar. Él está con él ahora. Que Dios te bendiga".

Por todo ello me parece una película más que interesante, independientemente de que no se tengan asumidos los conceptos básicos del fútbol americano. La espiritualidad subyacente y los distintos conflictos morales que se van sucediendo en cada protagonista dan para mucho debate y análisis posterior. Altamente recomendable por ello.

lunes, 12 de diciembre de 2022

Líbranos del mal (Deliver Us From Evil, EE.UU., 2014)

Líbranos del mal no es únicamente una película sobre exorcismos. Al igual que Seven o Fallen, su perspectiva es más bien la de un thriller policíaco, si bien a diferencia de aquellas, en esta el mal es atribuido a un elemento sobrenatural, lo que requerirá como solución la intervención de un sacerdote a través de un exorcismo. Como película responde así a un público bastante ávido de estos dos temas. Como prueba hay un dato esclarecedor: obtuvo 87 millones de dólares de recaudación sobre una inversión inicial de 30, lo cual habla a las claras de su éxito comercial. Como buen film de este género, se anuncia a bombo y platillo como "basada en hechos reales" más concretamente en casos recogidos en el libro "Cuidado con la noche" escrito por el policía Ralph Sarchie, quien además de tener una brillante carrera profesional terminó convirtiéndose en experto demonólogo. 

El director y guionista de la película es Scott Derrickson, experimentado en películas de este tipo como El exorcismo de Emily Rose (2005) o Sinister (2012). Con ese background, el director nacido en Denver es capaz con pocos elementos de crear un clima de suspense y terror a partes iguales. En este caso, bajo mi punto de vista, abusa un poco de los planos oscuros y de bichos repugnantes de todo tipo, aunque consiguen el objetivo de tenerte en tensión y erizarte la piel en más de una ocasión.

El elenco de actores -bastante interesante- está encabezado por Eric Bana (Ralph Sarchie), Edgar Ramirez (Padre Mendoza) y Olivia Munn (Jen Sarchie). Lamentablemente, una gran parte de las interpretaciones se pierde por lo oscuro de los planos, pero a pesar de ello, logran dar un toque creíble al film en todo momento. 

De la BSO destacan poderosamente las tres canciones de The Doors: People Are Strange, Riders on the Storm y Break On Through (To the Other Side), que acompañan perfectamente el ritmo rockero y "endiablado" del film. De hecho, toda la película está llena de referencias a The Doors.

Vamos con el argumento. Ralph Sarchie es un agente de operaciones especiales de la policía de Nueva York con una vida bastante estresante y en contacto con el lado oscuro del ser humano. Una serie de sucesos aparentemente aislados -pero interconectados entre sí- lo llevan tras la pista de tres ex-marines de la guerra de IrakTratner (arrestado como maltratador por Sarchie), Griggs (suicida con una mujer encerrada en el psiquiátrico) y Santino (quien parece ser la clave para resolver el complicado puzle). Tras presenciar una serie de fenómenos paranormales, Sarchie recurrirá al Padre Mendoza, experto en exorcismos. 

Como en otras ocasiones, vamos a ir comentando algunos temas interesantes que transmite el film al hilo de diálogos del mismo. Me gustaría comenzar con la presentación del sacerdote, que es bastante curiosa, incluyendo algo de humor necesario en este tipo de películas para rebajar la excesiva tensión de la trama:

Mendoza: "Joe Mendoza. Ella es una de mis "encargos"".
Sarchie: "¿Uno de sus "encargos"?¿Qué significa eso?"
M.: "Soy un sacerdote jesuita".
Butler: ¿No parece uno de los sacerdotes sobre quien siempre lees? ¿Esos que mueren en la cama con prostitutas y drogas?
M.: "Hay peores caminos por recorrer".
S: "¿Dónde está su alzacuellos, Padre?"
M.: "Trabajo de incógnito, como usted".

Uno de los puntos fuertes del film es mostrar la transformación interior de Sarchie, un policía que ha dejado de creer en Dios debido al mal que presencia de manera cotidiana. Como hemos apuntado anteriormente, de no creer en nada paranormal el policía se dedicará profesionalmente a la investigación de esos casos

Sarchie: "¿Qué puedo hacer por usted, Padre?".
Mendoza: "Debe ser católico. es la segunda vez que me ha llamado Padre".
S: "Yo era monaguillo en San Ignacio. Fui criado como católico".
M.: "Pasado".
Sí. "Supongo que superé todo eso".
M.: "¿Superaste a Dios?"

M.: "Creo que el problema de Jane es de naturaleza espiritual".
S: "Lo sabía". (Riéndose con sarcasmo)
M.: "He experimentado dos tipos de maldad en esta vida, Oficial Sarchie. El mal secundario, el mal que hacen los hombres. Estoy seguro de que sabe todo sobre eso".
S: "He visto bastante"
M.: "Y el mal primario, que es algo otra cosa distinta por completo".
S: "¿Que quiere decir?"
M.: "Estoy seguro de que recuerda que en la enseñanza católica hay señales muy específicas que indican la presencia de un espíritu maligno. Bueno, Jane está demostrando muchos de ellos".
S: "¿Cree que está poseída? Lo siento, padre, pero yo creo que eso es ridículo culpar a las hadas invisibles de las cosas malas que hace la gente.".
M.: "Entonces no ha visto el verdadero mal".

Precisamente esta última frase ("No has visto el verdadero mal") es el eslogan promocional de la película. La primera hora de la película transcurre entre investigaciones policiales y sobresaltos, pero sin excesiva intervención del sacerdote ni del elemento religioso. En la segunda parte, no obstante, la presencia de Padre Mendoza es constante, dando lugar así a conversaciones más importantes. Destaco a continuación algunas de ellas, especialmente la de la necesidad de estar en gracia de Dios (confesar) antes de dedicarse a combatir el mal.

M.: "El creador de este video podría estar enviando mensajes. Tal vez conoce tu don".
S: "¿Mi don?"
M.: "Esas corazonadas que tienes, qué tu pareja llama a tu radar, lo llamamos "el discernimiento de los espíritus". Puedes sentir lo que otros no pueden. Es un don espiritual, pero también te pone en riesgo. Te convierte en un objetivo".

M.: "¿Tienes un crucifijo en tu casa?"
S: "Somos italianos. ¿Qué crees?"
M.: "Bien. Eso es un comienzo. si has estado llamado a la Obra, tú y tu familia ya estáis en peligro".

M.: "Y ahora escúchame. No puedo ayudarte más a menos que te humilles ante Dios".
S: "¿Qué quieres decir, con una confesión? ¿En una iglesia?"
M.: "No necesitamos una iglesia. Podemos hacerlo aquí mismo. Puedes llamarlo confesión, admisión de culpa, sincerarse, terapia... lo que sea. Es un mal espiritual con el que estás lidiando, Sarchie. No puedes pelear contra él de la forma habitual" .

M.: "Un santo no es un ejemplo moral. Un santo es un dador de vida".

M.: "Y la venganza siempre destruye al vengador".

M.: "Cada cultura, cada religión desde que los humanos cayeron de los árboles ha practicado exorcismos. La mayoría de ellos son una mierda. Es verdad. Pero tal vez el 10 o el 15% no lo son".

Con ello llegamos al exorcismo, bajo mi punto de vista excesivamente corto y atropellado. Debido a lo extenso de la trama, se concentra en apenas 2-3 minutos. En él se suceden seis pasos que el Padre Mendoza va anunciando a Sarchie y de paso al espectador, ya que todo sucede tan deprisa que sin esa ayuda auditiva no daría tiempo a asimilarse. Por cierto, esas seis etapas no están recogidas en ningún manual, forman parte de la invención de los guionistas:

M.: "Hay seis etapas en el exorcismo. Presencia, simulación, punto de quiebra, voz, choque y expulsión. Durante cada etapa, harás exactamente lo que te diga y nada más. No le hables. No lo escuches. Solo lee y ora. ¿Lo entiendes?"
S: "Si, lo tengo".

La película termina con un nuevo sacramento, en este caso un bautismo, en el que casualmente -y por exigencias del guión- el único que hace la profesión de fe necesaria es Sarchie:

M.: "¿Que niña se presenta en esta casa hoy para recibir el santo bautismo?"
S: "Daniella Ann Sarchie".
M.: "¿Y quién presenta a esta niña para ser bautizada?"
S: "Jennifer y Ralph Sarchie".
M.: "Ralph Sarchie, ¿Renuncias a Satanás y a todas sus obras?"
S: "Renuncio a él, a todas sus obras, y a todos sus caminos. Renuncio a todo mal".

Para terminar el comentario, vamos a analizar la figura del maligno. ¿Quién es el demonio del film y que características tiene? Podemos responder a esta pregunta afirmando que hay un guiño a "El Exorcista", que hace proceder al demonio Pazuzu de África y Mesopotamia. En este caso procede de Irak:

M.: "Las imágenes son pictografías persas, pero las palabras están en latín".
S: "¿Persa y latín?"
M.: "Sí. Eso no es extraño en sí mismo. Esa mezcla ha estado ahí desde antes del tiempo de Cristo cuando los romanos ocuparon el Medio Oriente".

Las imágenes referidas en ese diálogo contienen las palabras "Invocamus te vi ingrediaris ab inferis" que significan "Te llamamos con fuerza para que entres desde el infierno". Aparecen en varias ocasiones a lo largo del film.

En el exorcismo el demonio revela su nombre, Jungler (Jungla) lo que concuerda con las escenas iniciales de Irak y del zoo de Nueva York. No se ha buscado en este caso un nombre bíblico sino uno que concordara con la historia. 

Como características fundamentales podemos señalar las comunes a este tipo de películas: la persona poseída produce ruidos extraños, obliga al poseído a arañar el suelo, se autolesiona con marcas en la piel, realiza contorsiones imposibles, provoca suicidios, emite voces extrañas, habla lenguas extrañas como el latín, manifiesta una fuerza sobrehumana o conoce datos íntimos del exorcista o sus acompañantes. Todo de manual, excepto que en este caso el demonio posee simultáneamente a los tres ex-marines y una de sus mujeres, no limitándose únicamente a uno de ellos. Eso sí es una novedad que me extraña al estar supuestamente basada en hechos reales. También la aparición de una especie de corona de espinas en el poseído me resultó novedosa.

En resumen, una película muy interesante para los que nos gusta el género del thriller y el tema de las posesiones. Recomendable. 

lunes, 5 de diciembre de 2022

All Saints (EE.UU., 2017)

El cine espiritual y religioso lleva unos años en auge. Es obvio que cada vez resulta más económico rodar una película decente, por lo que con un elenco de actores profesionales de clase media-baja y mucho voluntario fiel a la causa se producen cada vez más películas de este tipo de una manera poco costosa. Como producto es indudable que tiene su público y su mercado. All Saints, que hoy comentamos, contó con un presupuesto de solo dos millones de dólares y recaudo más de 6, por lo que la inversión fue rentable. Son filmes que se producen y promocionan lejos de los circuitos comerciales, lo que les confiere un mérito extra pues su éxito se suele basar en el boca a boca.  

Hay bastante características comunes a estos trabajos. Las películas suelen compartir elementos como un reparto modesto, un vestuario y decorados decentes (sin alardes), una BSO de música cristiana, efectos especiales inexistentes y el plus emotivo de estar basadas en hechos reales. 

La película que hoy analizamos tiene como director a Steve Gomer, experto en series de Tv pero con nula experiencia en largometrajes, siendo éste su primer y último hasta la fecha. Del reparto se puede destacar a John CorbettCara Buono, caras conocidas en la gran pantalla aunque con un rol normalmente más secundario.

La película narra la historia de la Iglesia Episcopaliana All Saints, ubicada en Smyrna, un poblado rural situado en Tennessee, Estados Unidos. Hundida económicamente, el obispo de la zona envía allí a Michael Spurlock,  hombre de negocios recién ordenado pastor, quien acude con su esposa Aimee y su hijo Atticus. Su objetivo inicial es la venta del edificio y de los terrenos pertenecientes a la diócesis para marcharse a otro lugar. Mientras se presentan a su escasa feligresía, conocen a un numeroso grupo de refugiados de la etnia karen, quienes llegan huyendo de la guerra civil desde Myanmar (Birmania). Siendo agricultores, Michael cree que se trata de una señal de Dios para dirigir una granja y salvar así la ruina económica de la iglesia al tiempo que daría trabajo e integraría a los karen

Como película la encuentro bastante predecible, algo plana en su desarrollo. Nada es excepcional pero es cierto que tampoco nada desentona. Sí es cierto que el final es algo inesperado. Lejos del happy ending habitual en estos casos,  el film deja una sensación tan agridulce como suele dejar la vida misma, lo cual la tiñe de una gran dosis de realismo. 

Vamos con el apartado de fe, que es bastante sorprendente por lo peculiar en una película religiosa, pues durante buena parte del film brilla por su ausencia. "De una semilla de fe nace la esperanza". Ese es el eslogan promocional de la cinta, que ya nos da pistas de lo que encontraremos. 

Toda la historia parte de una llamada personal de Dios al pastor, o al menos eso cree él. Esta es la escena en que se verbaliza.

Aimee: "¿Dios te habló? ¿El Dios?"
Michael: "Sí. Sí, solo hay uno, Aimee".
A.: "Bueno, ¿Qué te dijo?"
M.: "Me dijo: Te he dado la tierra, te he dado granjeros... haz las cuentas".

A pesar de esa certeza interior, nada va a ser fácil. La desconfianza de sus feligreses, la llegada de refugiados, las adversidades climatológicas una detrás de otra... todo parece estar en su contra. En un acto benéfico, de hecho, actúa como profeta que denuncia la dureza de corazón de sus oyentes:

Michael: "Ya lo conocen, somos la iglesia en la que crecieron sus padres y que construyeron tus abuelos. ¿Cómo pueden sentarte ahí masticando filetes de 30 dólares y dejar que nuestra gente muera de hambre?".

Justo antes de la cosecha hay otro diálogo basado en la Biblia, en la que el protagonista utiliza varios versículos de los Evangelios para establecer una comparativa con la situación que están viviendo. Me parece muy acertada, si bien es cierto que la Biblia nace en una sociedad agrícola, por lo que no es de extrañar que abunden ejemplos de labores tan primarias:

Michael: "Mira esta lectura para el servicio de mañana".
Aimee: "¿Elegiste tú esta, Michael?"
M.: "No. Está en el cuadrante para todas las iglesias episcopales del mundo: El Reino de Dios es como si un labrador ha esparcido semillas por el suelo. Las semillas brotan, pero el granjero no sabe cómo. Primero la raíz, luego el tallo, luego el grano". (risas)
Michael (en el oficio): "Considerad la semilla de mostaza, la más pequeña de todas las semillas. Sin embargo, crece con ramas tan grandes que los pájaros se posan a su sombra. Eso será All Saints. Desde la más pequeña de las semillas, vamos a crecer y vendrá gente de todas partes para disfrutar de la sombra de nuestras ramas".

Aparte de estas escenas, el film carece en general de diálogos demasiado profundos o espirituales, lo cual es llamativo en este tipo de películas en las que en principio se presupone una buena cuota de ellas. Lo religioso parece limitarse a los oficios dentro de la iglesia o los cantos del coro. Las predicaciones del pastor o del obispo tampoco son excesivamente espirituales, sino más bien tratan asuntos terrenales. Incluso el propio protagonista, llegado a un punto del desarrollo de la trama, se achaca a sí mismo que se ha convertido más en un agricultor o líder laboral que en un pastor de almas. Su brazo derecho Ye Win ha tenido problemas en su matrimonio y no se lo ha comentado al reverendo. El auto-reproche del reverendo se exterioriza con esta frase dirigida a su mujer:

Michael: "El matrimonio del chico se rompe, y ni siquiera piensa en hablar con su pastor. Empecé como ministro, y ahora soy jefe de un campo".

En los últimos 15 minutos del film se produce un giro y surgen las verdaderas enseñanzas de fe de la historia. Creo que el objetivo espiritual de la película es doble. 

Por un lado, la creencia recogida en muchos lugares de la Biblia como Proverbios 19,21: "Hay muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo se realiza el designio del Señor"Isaías 55, 8-9: "Porque vuestros pensamientos no son los míos, ni vuestros caminos son mis caminos –oráculo del Señor–. Como el cielo se alza por encima de la tierra, así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos a vuestros caminos y vuestros pensamientos"

El pastor termina con la certeza de que es Dios el que tiene que llevar a cabo sus planes, no las personas. Hay que dar el 100%, pero desde la confianza y la fe, aún a pesar de las dificultades. Este desconocimiento de los planes de Dios se resume en este diálogo entre Michael y su hijo Atticus:

Atticus: "¿Papá?"
Michael: "¿Sí?"
A.: "Si Dios quiso que tú plantaras los cultivos, entonces, ¿Por qué los inundó?"
M.: "No lo sé, hijo".

Esa pregunta deja un poso en el corazón del pastor que será respondida en el discurso final. Esta es la segunda enseñanza: Sin conocer la voluntad de Dios, la certeza del pastor es que lo que Dios sí quería es que se luche sin desfallecer por el objetivo, porque eso crea comunidad. Superar obstáculos y perseverar crea una mentalidad de unión y de solidaridad, y eso hace que el "viaje" haya merecido la pena. Copio íntegro el discurso porque es realmente precioso y lleno de sabiduría:

"Pensé que conocía la voluntad de Dios. Luego vino la inundación. ¿Qué debía pensar?, ¿Por qué, si Dios nos pidió que plantáramos estos cultivos, permitiría que fueran destruidos?. No conozco la mente de Dios, esa es la verdad. ¿Fue su voz la que escuché, o fue la mía? Eso es algo para cuestionar, algo para orar, al menos por mí parte. Un amigo mío se sintió llamado por Dios para ir a África a construir una capilla. Pero terminó construyendo un acueducto, que es lo que la gente necesitaba. Tratamos de salvar nuestra iglesia al comenzar una granja, pero al trabajar sin descanso todos juntos aquí en estos campos, encontramos que en realidad habíamos empezado otra cosa, algo nuestro, algo que cada uno de nosotros, necesitábamos más en nuestro interior: Una comunidad. Bautistas de Riverview, budistas de Nashville, agricultores de Esmirna, agricultores del otro lado del mundo, conectados más allá de ese edificio, más allá de esta tierra. Es nuestro acueducto. Tal vez es lo que Dios pretendía desde el principio. Oremos".

Luego, el desenlace: las despedidas amargas, el final agridulce (que no desvelo) e imágenes reales de la iglesia, del pastor y de los miembros de la comunidad, incluyendo a los karen, de quienes se nos dice que actúan de sí mismos en la película. Un film para ver de manera sosegada y sacer algunas buenas lecciones espirituales, no cabe duda. Eso sí, no se debe esperar demasiada tensión en la trama ni actuaciones destacables...