Con la frase de este post creo que se resume mi percepción sobre el viaje a la Tierra de Jesús que os había anunciado. Uno se hace una idea de lo que va a ver, se informa, se prepara Biblia y guía en mano... Nada de eso sirve. Israel no es un lugar más del mundo, es EL LUGAR. El viaje no afecta tanto a lo que uno ve cuanto a lo que uno siente. Constantemente va recibiendo información de la tierra de Jesús: sus costumbres, su geografía, su historia, su realidad terrena y humana... Cristo hablaba de lo que veía, y es un privilegio ver las mismas cosas que Él vio: El lago, los pájaros, las plantas, las casas, los olivos, los muros... han pasado los siglos pero las cosas siguen estando allí, dando testimonio del paso de Dios por la historia del hombre.
Como os dije íbamos 100 personas, y sondeando la sensación general la respuesta siempre es la misma: Imposible explicar con palabras lo que únicamente se puede entender estando allí. He visto llorar a personas adultas como auténticos niños chicos. He visto tal fervor religiosos y tal vivencia de las Eucaristías como hacía tiempo no recordaba.
En Israel no hay demasiado arte, ni excesivos lujos. A nivel turístico me parece que tiene por delante más de medio mapamundi. Pero a nivel espiritual, sin lugar a dudas, es la primera. Debería ser parada obligatoria para todo cristiano. Por primera vez en mi vida entiendo por qué los musulmanes obligan a sus fieles a ir a La Meca. Es un baño espiritual del que uno sale regenerado (como el chapuzón que nos dimos en el Mar Muerto, el momento más relajado de la peregrinación...), y ya, estos primeros días en los que leo el Evangelio en misa, lo hago de otra manera. No es un tópico sino una realidad cierta. No puede leer lo mismo El Quijote un chino que alguien que ha deambulado por los campos castellanos. Tampoco se lee la Biblia igual cuando se ha estado tan cerca de la tierra del Maestro.
Este año no han pasado tantas cosas -anécdotas- como en Roma, pero ya os iré comunicando lo más señalado de este viaje. Uno de los peregrinos, Francisco Valenzuela, me ha dejado una página donde podéis encontrar casi 1000 fotos del viaje. Si las queréis ver, no os servirán de nada. Hay que estar allí...
Lo más maravilloso es que el sepulcro... está vacío: muestra del Triunfo de Jesús sobre la muerte.
ResponderEliminarGracias por compartirnos su experiencia
He visto las fotos D. Jaime y me ha encantado el ver que gente se han acercado a tierra de Jesús. Si le soy sincero he sentido envidia sana. Un abrazo
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