Mi afición al fútbol me ha hecho volver a escribir. Como el país futbolístico, ando conmocionado por el fallecimiento de Antonio Puerta. Es cierto que está siendo una muerte mediática, no lo niego, pero creo que ello es precisamente por lo extraño que resulta que la muerte llame a la puerta (perdón por el juego de palabras) de un muchacho de apenas 22 años. Tenía todo lo material que en esta vida se puede soñar: una familia que lo quería, una novia que lo amaba y con la que iba a tener un hijo, dinero, fama y poder hacer lo que más le gusta: jugar a fútbol. Pero su corazón no estaba preparado y le jugó una mala pasada. No consiguió vencer el partido de su vida y se va dejando un vacío imposible de llenar para sus seres queridos.
Hace unos domingos nos lo advertía Jesucristo en el Evangelio: "Estad preparados porque no sabéis ni el día ni la hora..." (Mateo 25,13). A pesar de tener esas palabras recientes siempre creemos que eso le toca a los otros, nunca a uno mismo. Hace falta la muerte de alguien cercano (gracias a la tv Puerta era ya un poco de todos nosotros...) para volvernos al Maestro y reconocer que sí, que es verdad, que somos un soplo que pasa o una pelusa que se lleva el viento. Que descanse en paz, que Dios conceda consuelo y esperanza a sus familiares y seres queridos y que el día que nos toque dejar este mundo estemos preparados.
Saludos, Descanse en paz. Yo por mi parte, aprovecho la ocasión para decirte que has sido premiado con uno de los premios THINKING BLOGGER AWARD.
ResponderEliminarSi entrás aqui:
http://lobeznox.blogspot.com/2007/08/thinking-blogger-award-iiiiv-y-fn.html
podrás recogerlo debidamente.
Lo dicho, saludos.
No me gusta el futbol, pero tego que reconocer que también en este deporte es un reflejo de la vida misma, tanto en las victorias como en las desgracias. Yo ayer al ver a la gente del Sevilla y El Betis unidos por el dolor, me emocionaba, porque a pesar de las rivalidades. Una desgracia como la del joven puerta, puede unir y olvidar los odios mas escondidos. Puerta esta con Dios y el mayor regalo es que ha sabido unir a una ciudad entera, y que por encima de las rivalidades está la solidaridad con una familia. D.E.P
ResponderEliminarAnunciamos Tú muerte, proclamamos Tú Resurreción, ¡¡Ven Señor Jésus!!.
ResponderEliminarEl gran misterio de Fe, la resurreción, y que anunciamos claro y fuerte en misa, sin saber quizás lo que estamos pidiendo.(buena oportunidad D. Jaime para el analisis teologal).
Llevas razón al decir, que Antonio Puerta lo tenia todo en la Vida, pero se lo llevó Dios, no sé si era creyente(es casi la misma vida que los funcionarios)pero se crió en un colegio de monjas y nació en la cuna de la S.Santa, Sevilla, por que se puede deducir que Sí.
Una vez explicaste que la Fe, era como la luna, unas veces estaba menguando y otra creciente, que era inestable y por consiguiente eso era bueno, pero cuando le toca a uno alguien de la familia o a alguien conocido y le toca esta injusticia, la verdad esque no mengua la luna, sino que casi desaparece...un claro ejemplo es Teresa de Calcuta donde parece ser que en su ultima biografia anunció que perdió la fe...(en septiembre sale el libro a la venta). Un saludo.
Me uno al sentimiento que habeis expresado. Un abrazo para la familia sevillista, porque en el juego discutimos, pero en esta desgracia estamos juntos. Siempre se habla bien del que muere, pero esta vez es verdad. Yo, que soy bético, recuerdo que este chaval con 22 años, más joven que mis hijos, fue uno de los que pidió cordura y tranquilidad a los dirigentes cuando la bronca del año pasado. Dios lo tenga en su gloria, y envíe consuelo a su familia, que debe estar destrozada.
ResponderEliminarSevilla llora la que mas, por ser su ciudad natal, pero creo que España entera ha estado atenta a la evolucion y ha sentido muchisimo el tragico final de este chaval. Una pena, a mi esta noticia me congeló, ya que era mayor que yo, tan solo por 4 meses. Que Dios le de fuerzas y fe a su familia y a él que Dios lo tenga en su Santa Gloria. Saludos
ResponderEliminarHola a todos, pues efectivamente, nadie sabe ni el di ni la hora, y al que le toca le toca, y no avisa y no hay marcha atrás; la muerte viene en busca de todos, por que todos más tarde o más temprano pasaremos por el ritual de la muerte. Pues que nos sirva de meditación sobre el como gastamos los cartuchos de nuestra vida, espero que sean siempre en pro de Nuestro Señor Jesucristo, que es al único al que le debemos dar cuenta. R.I.P.A.
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