No, no me he vuelto loco. Sé que faltan 11 días para Navidad. Pero es que he hecho hoy una cosa que -ingenuo de mi- me ha llamado la atención.
Me ha dado por poner en el buscador Google Imágenes “Feliz Navidad” buscando algo representativo con lo que adornar algún futuro post Navideño. El resultado no puede ser más desolador. Podéis hacer la prueba también vosotros, ya que aunque es algo que se genera a diario, no creo que encontréis unos resultados muy distintos a los que detallo a continuación:
La primera impresión es un desfile de Papa Nöeles y arbolitos de Navidad fiel reflejo de cómo se anglosajonizan nuestras fiestas a pasos agigantados. No tengo nada en contra de San Nicolás, ni del dichoso arbolito de marras, pero sí en contra de que tengamos que hacer, comer, vestirnos y copiar las tradiciones que no pertenecen a nuestra cultura.
La imagen número 75 es, por fin, religiosa. Pero no cantéis victoria. Representa a la Última Cena de Jesucristo, y por si fuera poco, en una actitud blasfema (haciendo la ola en brazos de sus discípulos). Mala suerte, a seguir buscando.
Tras algún conejito, osito y hasta Bugs Bunny disfraszado de Papa Nöel, en la imagen 99 encontramos el cartel de una película llamada “Feliz Navidad”. Ya sólo por casualidad, me informo, la busco y resulta que no tiene ningún contenido religioso. Puede que sí transmita valores, ya que está ambientada en la Segunda Guerra Mundial y en como se celebraban estas fiestas en común ingleses y alemanes en la lejana Rusia, pero cristiana, cristiana, lo que es cristiana, no es. A seguir buscando.
¡Por fin! La imagen 111 es, al fin, un nacimiento, con su San José, su Virgen María y su niño Jesús…. Y hasta su angelito, el buey y la mula…. Gracias a Dios… Y que os aproveche, porque hasta la imagen 159 no volvemos a contemplarla tras otro incontable desfile de Papa Noeles, renos, nieve y árboles de Navidad. Ambas adornan este post en un más que merecido homenaje...
¿Curioso? Repugnante, más bien. Como conseguir paganizar y desvirtuar la esencia de una fiesta mientras no se hace nada por evitarlo. Nuestras tradiciones, pisoteadas; nuestro orgullo, por los suelos; nuestra identidad cristiana, masacrada. Es sólo un símbolo, una expresión gráfica de cómo se está vaciando de contenido cristiano la Navidad para convertirla en unas fiestas paganas.
Yo, me sigo resistiendo a ello. En mi casa hay ya puesto un Nacimiento o Belén, y los árboles se quedarán en los bosques americanos, ingleses y alemanes, que es donde tienen que estar. Y a pesar de la crisis, vendrán los Reyes Magos, mientras que el gordinflón Papá Noel se quedará con su "jojojo" en Escandinavia, con sus renos, sus campanitas y sus chimeneas.
Llamadme loco, pero es lo que hay...
Gracias
ResponderEliminares lo que tenemos
ResponderEliminar¨
es una lastima que nuestras tradiciones,se esten perdiendo tenemos que luchar para que eso no suceda gracias
Jaime, que me llamen loca a mi también, está claro que su Reino no es de este mundo. Un saludo y enhorabuena una vez más.
ResponderEliminarEs cierto lo que comentas, será una prueba más de que el ateísmo gana terreno? Una mezcla de paganismo y consumismo disfrazado, es bueno tomar conciencia al respecto, Namaste y fe luz Navidad
ResponderEliminarComo dice el anónimo: e lo que tenemos pero, lo tenemos porque es lo que hemos sembrado.
ResponderEliminarGracias por tu reflexión!!! Debemos estar vigilantes y transmitamos el sentido verdadero de la Natividad del Hijo de Dios.
ResponderEliminarBendiciones.
Muy cierto por todos lados te bombardean con imágenes del gordo de traje rojo. Pero también es cierto que podemos empezar a cambiar esto. Yo por mi parte a mi hija le he dicho que ese gordo es un invento y que Jesús es real. Saludos.
ResponderEliminarAsi es Jaime, es una pena que nos impongan tradiciones extranjeras que además poco tiene que ver con la fe cristiana. Y que más que distraer, lo que consiguen es olvidar el verdadero sentido de la navidad. En mi casa ni entra ese gordo, ni se le nombra y si me pregunta mi hijo, le digo que sólo va a los niños que no creen que Dios es su amigo y que no quieren conocerle, o no le dejan. Una vez más, coincidimos de pleno. Buena reflexion, está en la mente de muchos. Un abrazo y Feliz Navidad (No felices fiestas como dicen "otros/as")
ResponderEliminarHola Jaime
ResponderEliminarJuan Manuel
Como siempre, los católicos van de víctimas cuando los cristianos y los musulmanes son los invasores... lo lleváis en el ADN.
La Navidad fue una fiesta pagana. Las Saturnales eran las fiestas en honor a Saturno. Se celebraban en Roma mucho antes de la aparición del cristianismo, coincidiendo con el solsticio de invierno, duraban del 17 al 23 de diciembre. Saturno era una divinidad primitiva estrechamente ligada a la ciudad. Estaba prohibida toda actividad pública y privada. Eran días de vacaciones escolares. La gente se dedicaba a recibir y ser recibido por los amigos, todos con vestidos de fiesta, abandonando los severos ropajes que distinguían los rangos y adornaban con ramaje las puertas de las casas.
Era también el tiempo de regalos, acompañados de dedicatorias. Existe una colección de mensajes de dos versos, un trabajo "alimenticio" del poeta Marcial, que tituló Apophoreta. Como él mismo dice en la presentación, se trataba en su mayoría de "frivolidades", muchas relacionadas con juegos, figuras de cera o de barro cocido que representaban dioses, gladiadores, caballos, etc, que hacían las delicias de los niños. Todo esto daba lugar a una verdadera industria, cuyos productos se vendían en un concurrido mercado que se celebraba esos días en el foro. Los que más notaban este paréntesis festivo eran los esclavos. Algunos eran liberados en esos días y a todos se les trataba como libertos (se les permitía andar libremente, jugar a los dados, beber). Para escenificar esa vuelta a la primitiva igualdad, todos, desde el Emperador para abajo se ponían el gorro típico de los libertos (una especie de barretina).
La actividad principal a que se dedicaba la población, cada uno según sus posibles, era a banquetearse. Las casas permanecían abiertas no sólo para los parientes y amigos, sino también a los forasteros y a los vecinos pobres. Incluso los esclavos eran aceptados en la mesa y servidos por sus señores. Conservamos una versión muy aproximada de estas comilonas para el que el autor del Satiricón, Petronio, se inspiró en los de los Saturnales, pues no falta ninguno de esos ingredientes: excesos en el comer y beber, gorrones aceptados alegremente, esclavos invitados a la mesa y sorteo de regalos.
Gastronómicamente hablando, el plato fuerte de estas cenas era el cerdo. El postre típico de estas fiestas era una tarta fría cubierta de miel que tenía alrededor garbanzos, altramuces y nueces. Era la torta saturnalis
Es evidente que nuestras fiestas navideñas son una "transposición" de las Saturnales romanas, eran navidades paganas. Y más hoy con la costumbre establecida de organizar justo en las mismas fechas comidas de empresa pre-navideñas en que "confraternizan" jefes y subordinados.
Así que los cristianos, no os hagáis las víctimas.
Saludos
Hola Juan Manuel. Me alegra que en esta ocasión me des la razón. Efectivamente los cristianos sacralizaron esas fiestas dotándolas de un contenido espiritual. Es una pena que 2.000 años después la sociedad neopagana pretenda volver a unas raíces que hace veinte siglos se superaron por anacrónicas.
ResponderEliminarEl Imperio Romano no se destruyó desde fuera, sino desde dentro. Mucho me temo que nuestra sociedad consumista y hedonista tenga, también, sus días contados.
Saludos.
Hola Jaime
ResponderEliminarJuan Manuel
Efectivamente el cristianismo aportó a los romanos de la época unos dioses que se acercaban a las necesidades de los hombres (Y gracias al Constantino). Así que sólo fue una elección por necesidades. En ese momento triunfaron los dioses necesarios en ese momento.
Así que, efectivamente Jaime me das la razón. Los dioses sólo son producto de las necesidades de las gentes y, por omisión, estar de acuerdo en que el cristianismo es una religión invasora.
Saludos
De nuevo Juan Manuel
ResponderEliminarLos romanos de la época dirían: "Se están perdiendo las buenas costumbres ahora está la moda de los que dicen que una paloma desvirgó a una virgen y de ahí salió el que ahora siguen diciendo que resucitó. ¡Vaya ridiculez! Yo seguiré invocando a Zeus siguiendo las buenas costumbres y no estas nuevas modas".
El lamentar no resuelve nada.
El tiempo es inexorable y con los avances sociales y científicos, sobretodo en genética, la gente aceptará estos si creen que mejorarán su vida y la de los demás, por mucho que existan "plañidores" que se lamenten de lo inevitable. Por mucho que recen.
Se augura que en un futuro habrá una nueva espiritualidad muy alejada de las religiones tradicionales. La Iglesia está muy alejada de la moral que se impone y quedándose donde está se irá alejando de la sociedad (Eso sí, hasta el siguiente Concilio Vaticano donde se reseteará para acercarse la Iglesia para no perder comba).
Eso sí. Siempre os quedará el derecho a lamentaros de que se pierdan las "buenas costumbres"
Saludos
Precioso.
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