El próximo 14 de febrero celebraremos la festividad de San Valentín. Para muchos es conocido como "El día de los Enamorados", ya que se está implantando esa costumbre de origen aglosajón al igual que pasa con el día de Halloween.
Más allá de que estemos de acuerdo o no con importar las tradiciones de otras culturas (yo personalmente no soy muy partidario, pero hemos de reconocer que vivimos en un mundo globalizado, para lo bueno y para lo malo...) no está de más que echemos un vistazo a la historia personal de este santo, y al menos, esta celebración nos sirva para conocer un poco mejor su biografía, que ciertamente es interesante. Eso sí, tan interesante como oscura, ya que su hagiografía se basa más en tradiciones medievales que en documentos históricos fehacientes.
Segús esas fuentes, en el siglo III de nuestra época, cuando todavía el cristianismo era perseguido, el emperador Claudio II decidió prohibir los matrimonios dentro del Imperio Romano al considerar que los jóvenes solteros eran mejores soldados que los casados.
San Valentín, un sacerdote de la Diócesis de Roma, decidió transgredir las órdenes del emperador y casar en secreto a todas las parejas que se lo solicitasen. Una vez descubierto, fue encarcelado y posteriormente martirizado mediante decapitación el 14 de febrero del año del año 270, según recoge la tradición.
En 1969, tras el Concilio Vaticano II y su reforma litúrgica, la festividad de San Valentín es suprimida del calendarío litúrgico, ya que se procuró dejar en él únicamente a los Santos y Mártires de atestiguada existencia histórica. Paradójicamente, en España es a partir de esa fecha cuando con más fuerza (impulsada sin duda por las grandes superficies y centros comerciales) comienza a celebrarse esta festividad.
Muy interesante
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