miércoles, 22 de enero de 2020

Los milagros del cielo (Miracles from Heaven, EEUU, 2016)

Atraído por su título, ayer vi Los milagros del Cielo, una película dirigida por Patricia Riggen y protagonizada por Jeniffer Garner (Kristy Beam). Desconozco el motivo, pero este tipo de películas provocan un rechazo frontal en todas aquellas personas que no son creyentes, las cuales no ven nada positivo en ellas y las descalifican de manera compulsiva. Evidentemente no son la quintaesencia del séptimo arte, pero ayudan a personas de mente abierta a interrogarse por cuestiones esenciales de la existencia. Creo que simplemente por ello es recomendable su visionado.

En esencia se trata de una película bastante parecida a la que ya comentamos hace unos años, El Cielo es Real. Su argumento (basado también en hechos reales) cuenta la historia de Anna Beam, una niña de 10 años con una extraña enfermedad digestiva por la que aparentemente va a morir, pero de la que paradójicamente se cura tras sufrir un accidente al caerse dentro de un árbol seco. Al recuperarse completamente, Anna comienza a contarles a sus padres Kevin y Kristy que ha estado en el Cielo y ha visto a Dios, ante la incredulidad de todo el que escucha la historia. 

Como comentaba anteriormente, hay muchos puntos de similitud entre ambas historias. En ambos casos se trata de un niño quien va al Cielo y habla con Dios, nadie los cree en un principio pero ambos consiguen despertar la fe de sus familias, de sus respectivas comunidades religiosas (ambas protestantes en los EE.UU) así como atraer a los medios de comunicación locales y nacionales. A nivel simbólico se hayan presente el túnel, la luz brillante, una especie de paraíso personal y la mariposa como símbolo de la resurrección

En Los milagros del Cielo, la perspectiva que supone una originalidad respecto a la anterior es tratar el asunto como un milagro, es decir, algo inexplicable por la ciencia e incluso inexplicable para una persona espiritual. ¿Por qué se cura Anne y no otra niña que tenga la misma enfermedad? Es la cuestión que ni siquiera el pastor de la comunidad -ni nadie- pueden responder. La fe en los milagros o en Dios se basa en la esperanza en que Dios quiere lo mejor para sus hijos, pero eso no responde de manera definitiva a la cuestión del sufrimiento, de la enfermedad o -en última instancia- de la muerte. 

Al igual que en El Cielo es Real, esta película también aporta abundante material para la reflexión. A mí me han gustado de manera especial algunas frases que quería compartir con vosotros. Todas ellas son pronunciadas por Kristy, la verdadera protagonista de la película aunque la historia personal que se cuente sea la de su hija Anne:

La primera es sobre la fe, cuando la madre de Anne habla con el padre de la compañera de habitación de su hija y le dice: "todavía no ha llegado el momento de creer". Me parece interesante porque en mi vida he experimentado muchas veces que cada persona tiene un momento para creer en la vida y no se pueden forzar las cosas. Dios es paciente y sabe dar a cada uno la oportunidad de poner a prueba su fe y convertirse en una persona creyente.

Otra frase interesante la pronuncia en el discurso final en la Iglesia, "Los milagros son amor, los milagros son Dios y Dios es perdón".  En esta frase descubro la conexión que debe haber entre fe-amor-perdón y que debe ser "la prueba del algodón" de todo cristiano: quien dice que cree debe amar, y quien ama tiene que saber perdonar. Son como las tres patas inseparables de una mesa. En la película queda perfectamente reflejada esta conexión íntima de estas tres virtudes.

La última frase Kristy Beam se la atribuye a Einstein para terminar su discurso: "Hay dos formas de vivir la vida: una es pensar que nada es un milagro; la otra, pensar que todo es un milagro". Junto a ello afirma: "Los milagros están en todas partes, a veces aparecen de la forma más extraña". Interesante reflexión. Lo fácil es creer viendo un milagro, aunque eso precisamente anula la fe. Una fe que se puede demostrar es una evidencia, no una fe. La fe se muestra, no se demuestra. Lo difícil por ello es contemplar toda la vida como un regalo de Dios, un regalo milagroso que tenemos que disfrutar en cada minuto, sabiendo que nuestra vida es prestada y efímera y que de ella tendremos que dar cuenta un día...

Aparte de estas frases, me encanta (siento ser spoiler) el final. No solo el de la historia de la niña, sino esa colección de imágenes en las que vemos cómo cada persona ha ayudado de alguna manera a esa familia. Sin cada granito de arena el milagro de Anne no hubiera sido posible, o al menos hubiera sido distinto. La recepcionista, el doctor, los vecinos... Cada uno aporta su ayuda para que el conjunto sea exitoso. Mención especial merece la camarera de Boston, Ángela (su nombre no creo que sea casual, es la encarnación de un ángel de Dios...) que mantiene la esperanza y la ilusión en los momentos más difíciles de la lucha de la familia. 

En fin, una buena película para la reflexión y la profundización espiritual. La recomiendo sin lugar a dudas, aunque haya muchas personas que no valoren este tipo de Cine.

2 comentarios :

  1. Esta película la vi hace poco , y me pareció súper bonita .Es una película basada en la historia real de una niña llamada Anna Beam, quien sufre de una enfermedad incurable. Después de un accidente traumático, tiene una experiencia cercana a la muerte y experimenta un milagro que cambia su vida y la de su familia. Es una película sentimental y muy dura de ver ya que esta basada en hechos reales . Es una película en la que nos enseña la importancia de creer en los milagros y tener esperanza incluso cuando las cosas parecen difíciles .Nos muestra como el amor y la familia y la gente que te quieren pueden ayudarte a superar momentos difíciles. También nos enseña a ser amables y ser comprensivos con los demás ,y a valorar cada momento de la vida.

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  2. Fantástica reflexión, Daniela. Un saludo

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