domingo, 11 de mayo de 2014

Quo Vadis (EEUU, 1951)

Ayer volví a ver por enésima vez este clásico del Cine de todos los tiempos. No sé si es porque estamos en Pascua, o porque me trae buenos recuerdos, lo cierto es que volví a disfrutar de sus 171 minutos de buen cine. Ciertamente es una película que a pesar de que pasen los años permanece fresca como una lechuga.

Es una superproducción en Technicolor (cuando mi padre -q.e.p.d- hablaba de esta película siempre ponía mucho énfasis en esta palabra que hoy apenas nos dice nada….) nominada a 8 Oscars, pero que a pesar de ser un rotundo éxito de taquilla y de crítica (extraña coincidencia en el mundo del Cine) no obtuvo ninguna estatuilla. La película esta basada en el Best Seller del polaco Henryk Sienkiewicz, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1905. Mervin Leroy, su director, la definió como “Una película que procura no sólo el entretenimiento, sino que intenta enseñar lo mejor y lo peor del ser humano”. Quizás, por ello, es intemporal y casi eterna. Una película histórica, Bíblica y con valores esenciales. Ha sido llevada a la pantalla, con menor éxito, en otras cuatro ocasiones: 1913, 1925, 1985 y 2005. 

La historia narra la conversión de Marco Vinicio (Robert Taylor) quien siendo legado romano se enamora de una esclava cristiana, Ligia (Deborah Kerr). Dicha historia romántica se ambienta en el año 64, durante la época del emperador Nerón (Peter Ustinov, sin lugar a dudas, su interpretación es lo mejor de la película) quien incendia Roma y culpa de ello a los cristianos, con la consiguiente persecución y martirio de muchos de ellos. Junto a estos protagonistas principales aparecen como secundarios San Pedro y San Pablo, los dos pilares sobre los que se cimentó el cristianismo en sus primeros años de existencia. Como adelanta la introducción del film, el águila imperial poco a poco va siendo sustituida por la cruz cristiana, gracias a la evangelización de muchos Santos y al testimonio de incalculables mártires, los cuales eran torturados y ejecutados en el Circo Máximo cantando himnos religiosos ante la incredulidad y el asombro de los ciudadanos romanos. La presentación del film por parte del narrador es épica y casi un sermón de Pascua: "Pero treinta años antes de este día, ocurrió un milagro. En una cruz romana en Judea, un Hombre murió para hacer libres a los hombres, para difundir el Evangelio del amor y la redención. Esa humilde cruz estará destinada a reemplazar a las orgullosas águilas sobre los victoriosos estandartes romanos. Esta es la historia de ese conflicto inmortal. En este, el verano del año 64 d.C., en el reinado del anticristo conocido en la historia como el emperador Nerón, la victoriosa Decimocuarta Legión regresa a Roma bajo el mando de un tal Marco Vinicio..."

El título del film hace referencia a la pregunta -casi al final del film- de San Pedro a Jesucristo resucitado: ¿Quo Vadis, Domine? (Adonde vas, Señor) tras la que Cristo le responde que va a Roma a volver a ser crucificado para que crean en él. San Pedro acude voluntariamente a dicha crucifixión (boca abajo, ya que no era digno según él de morir como su Maestro). Todavía hoy en Roma se puede visitar la Iglesia del Quo Vadis en la Via Appia Antica, y los restos de San Pedro, en la Basílica del mismo nombre en el Vaticano. Este es el diálogo de la condena en la película:

Guardia: "El hombre llamado Pedro ha sido oído predicando rebelión y blasfemia... contra el gobierno y la divinidad del emperador. En consecuencia, se decreta que sea llevado a la Colina del Vaticano... donde ha confesado que hizo su primera predicación... para ser crucificado y dejado allí como una advertencia para todos y cualquiera... que de ahora en adelante deseen llamarse cristianos".
San Pedro: "Morir como murió nuestro Señor es más de lo que merezco".
G: "Podemos cambiar eso".

Me gustaría terminar este comentario con el diálogo final, una auténtica delicia que mi padre repetía muchas veces como una especie de mantra. Se trata de una conversación entre Marco Vinicio y Flavio, una auténtica joyita del Cine universal:

Marco Vinicio: “Babilonia, Egipto, Grecia, Roma… ¿Qué vendrá después?”
Flavio: “Un mundo más estable, supongo, o una fe más duradera.”
M.V.: “Aquel nunca será posible sin ésta"

8 comentarios :

  1. Estamos de acuerdo Dios lo bendiga y proteja***

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  2. Maria Fernanada Passos12 may 2014, 12:13:00

    Que lindo este filme! Nunca nos cansamos de veerlo! Gracias por compartir, Jaime. Buen domingo del buen Pastor!

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  3. Vigilando el Cielo12 may 2014, 13:34:00


    ¡Qué peliculón!

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  4. También yo la he visto muchas veces y siempre me gusta. La belleza elegante y soberana de Deborah Kerr y el impagable Nerón, extarordinariamente divertido ( no sé si voluntaria o involuntariamente) interpretado por el estupendo Peter Ustinov. No olvidemos a la reina de la serie B, la hoy actriz de culto, Patricia Laffan, interpretando a una Popea un tanto entradita en años, y a la bellísima italiana Marina Berti, a la que después disfrutaríamos brevemente en Ben-Hur.
    Es una producción de campanillas...

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  5. Tienes razón, pero te recomiendo leer el libro, es incomparablemente mas amplio y mas profundo o intenso.
    Saludos.

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  6. Rosa Antonia Sánchez14 may 2014, 14:47:00

    Si esta muy buena esa película

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  7. Teresa Vázquez14 may 2014, 15:39:00

    Muy buena,y una no se cansa de verla.

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  8. Francisco Javier Pérez15 may 2014, 9:51:00

    Como película, muy buena. Como educativa y formativa, no pasa el tiempo sobre ella; hay valores eternos, y en esta pelicula se muestran mucho de ellos.

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