Os dejo hoy este pequeño corto de animación de apenas dos minutos de duración, pero que pone la sensibilidad a flor de piel. Parece mentira que en un espacio tan corto de tiempo puedan confluir en el espectador tantas emociones conjuntamente.
Con el sublime acompañamiento musical del tema de Yann Thiersen Comptine Dun Autre Ete Lapres Midi (parte de la Banda Sonora de la película francesa Amelie), la escena nos presenta a un anciano que toca el piano mientras pasado, presente y futuro van haciendo acto de presencia a través de diferentes recursos visuales. La excelsa melodía -acompañada de tiernas imágenes- va sugiriendo ideas que provocan en quien lo ve los más variados sentimientos.
El sentido de la vida, el amor, la nostalgia, la infancia, la tradición, la muerte, los recuerdos imborrables... son temas recurrentes a los no se intenta dar una respuesta sistemática, pero a cambio sí son hábilmente insinuados para que el espectador se sienta profundamente interpelado y, en casos como el mío -en el que ya uno empieza a coleccionar años- identificarse con el longevo pianista.
Lo dicho, de obligado visionado y no apto para nostálgicos.
Espero que lo disfrutéis.
Espero que lo disfrutéis.
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