sábado, 11 de marzo de 2017

Million Dollar Baby (EE.UU., 2004)

Seguramente a algunos os extrañará que catalogue a Million Dollar Baby como una película religiosa. Evidentemente acepto que su temática fundamental no es la religión sino el boxeo, pero tras esa línea argumental general sí que subyacen otros temas colaterales que todos ellos están directamente relacionados con la fe cristiana. Esta dimensión trascendente no es casual, ya que en muchas películas dirigidas por Clint Eastwood el tema de Dios (o de la ausencia de Dios) está presente de una u otra manera. En concreto en muchas de sus últimas obras (Mystic River, Million Dollar Baby, Gran Torino o Más allá de la vida) la dimensión religiosa es esencial a la temática. La película es artísticamente una joya, con siete nominaciones a los Oscar y cuatro estatuillas, incluyendo la de mejor película. Veamos de qué va la película y después la comentamos con calma. 

Frankie Dunn (Clint Eastwood) es un entrenador de boxeo al que la vida no le va del todo bien. No se habla con su única hija y no consigue demasiado éxito en su trabajo. Un día, entra en su gimnasio una chica de 32 años venida de una familia marginal, Maggie (Hilary Swank), quien quiere que Frankie lo entrene para hacerla campeona. Al principio Frankie la desprecia y solo consigue la ayuda de un ex-boxeador llamado Scrap (Morgan Freeman), quien poco a poco la va acercando a Frankie. Finalmente, y gracias a su constancia y tozudez, Frankie acepta hacer de Maggie una campeona siempre que ella acepte sus reglas... 

¿Cuál es la temática religiosa en todo ello?... Pues aunque no lo parezca los dos personajes principales afrontan el final de sus vidas con una dimensión religiosa de fondo. Por cierto, recomiendo que se vea la película antes de leer lo que viene a continuación, ya que es inevitable desvelar una parte importante de la trama para analizar el dilema moral que se plantea al final de la película. 

1. En primer lugar, Frankie aparece a lo largo de la película hasta en cuatro ocasiones rezando o yendo a la Iglesia, buscando un refugio-consuelo ante la falta de comunicación con su hija. Es un hombre en búsqueda: busca respuestas, busca consuelo, busca fe. Sus conversaciones con el sacerdote, el padre Horvak,  denotan amargura pero también un honesto interés de quien ha estado apartado de la religión pero en el etapa final de su vida necesita en el campo espiritual respuestas que el resto de la sociedad no puede dar. Abro un imaginario paréntesis: ¿No será por ello que todas las iglesias están llenas de personas mayores con este perfil que se hacen preguntas similares y no encuentran respuestas en ningún otro sitio salvo en la Iglesia?. Cierro paréntesis. Unas veces con humor-sarcasmo y otras con profundidad las conversaciones Frankie-Horvak no tienen desperdicio. Este diálogo entre ambos es una mezcla de esta seriedad-humor:

Padre Horvak: ¿Qué te confunde esta semana?
Frankie: Oh, es lo mismo de siempre, lo de "un Dios-tres Dioses".
Padre Horvak: Frankie, la mayoría de la gente se da cuenta en la guardería que es una cuestión de fe.
Frankie Dunn: ¿Es algo así como Snap, Crackle y Pop, todo en una gran caja?
Padre Horvak: ¿De verdad está aquí parado fuera de mi iglesia, comparando a Dios con los Rice Crispies?

Al final de la película Frankie acude de nuevo al mismo sacerdote a pedir su opinión sobre si debe practicar una eutanasia o no. Este diálogo es menos humorístico ya que es la clave del film:

Frankie: "Pero ahora quiere morir. Y yo sólo quiero que se quede conmigo. Y juro por Dios, Padre, hacerlo sería cometer un pecado. Pero manteniéndola viva, la estoy matando. ¿Entiende lo que le digo? ¿Qué puedo elegir?"
Padre Horvak: "Nada. Hazte a un lado, Frankie. Déjala con Dios".
Frankie: "Ella no está pidiendo la ayuda de Dios. Ella está pidiendo la mía".
Padre Horvak: "Frankie, te he visto en misa casi todos los días durante 23 años. La única persona que asiste tanto a la iglesia es la que no puede perdonarse a sí misma por algo. Cualesquiera que sean los pecados que estás cargando, no son nada comparados con esto. Olvídate de Dios o del cielo y el infierno. Si haces esto, estarás perdido. En algún lugar tan profundo que nunca te encontrarás de nuevo".
Frankie Dunn: "Creo que ya lo estoy".

2. Por otro lado, una vez que ha alcanzado el éxito y que le sobra el dinero (aparentemente ha alcanzado el sueño de cualquier deportista de élite) durante un combate, Maggie sufre un accidente que la postra en una cama para el resto de su vida. Aquí entra en juego un segundo punto que esta muy relacionado con la moral cristiana, el tema de la eutanasia. Maggie le pide a Frankie que termine con su vida con este diálogo:

Maggie: "Tengo un favor que pedirle, jefe".
Frankie: "Lo que quieras".
Maggie: "¿Recuerdas lo que hizo mi papá por Axel...?" (su antiguo perro)
Frankie: "Ni siquiera pienses en ello".

¿Se puede terminar con una vida si la persona lo solicita?, ¿Es moral ayudarla?, ¿Cuál es el límite entre la medicina como curación o la medicina que alarga innecesariamente una vida?, ¿Es digno vivir para quien cree que ha perdido la dignidad?, ¿Es mejor dejar morir lentamente y con sufrimiento o acelerar ese tránsito?... Aunque no se refleja su postura frente a la fe, Maggie aparece en esta etapa final de su vida postrada en un una cama portando una cruz colgada a su cuello, lo cual evidentemente no es casualidad sino una sugerencia más del trasfondo religioso de la película.

El tema de la eutanasia está expuesto en el Catecismo de la Iglesia. Os invito a leer los puntos 2276-2279. De todas formas os resumo los dos puntos que a mi parecer sintetizan el pensamiento de la Iglesia en este punto:

-  La eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable.

- La interrupción de tratamientos médicos onerosos, peligrosos, extraordinarios o desproporcionados a los resultados puede ser legítima. Interrumpir estos tratamientos es rechazar el “encarnizamiento terapéutico (...) Las decisiones deben ser tomadas por el paciente...

El límite entre ambos casos es muy sutil y yo diría que está cada vez más difuminado gracias a la medicina actual que ha avanzado tanto y que puede provocar situaciones "artificiales" de prolongación de la vida. En el caso de la película que nos ocupa hay una doble acción de Frankie. Por un lado desenchufa un respirador artificial a petición de Maggie (podría contemplarse en el segundo supuesto) pero también le administra una inyección de adrenalina que acorta el sufrimiento provocando su muerte, lo que creo que entra claramente en el primer supuesto. Pero más allá del juicio moral que podamos realizar lo verdaderamente importante de esta película es que sugiere temas éticos y consigue que el espectador empatice con cada uno de los personajes. Una historia bien trenzada, que te mantiene en tensión de principio a fin y que no termina con los títulos de créditos, sino que precisamente ahí es donde comienza la reflexión del espectador. Creo que no se le puede pedir más a un título cinematográfico.

2 comentarios :

  1. Nunca había pensado en esta película desde este punto de vista. Muy interesante

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    1. Muchas gracias! Las buenas películas tienen muchos puntos de vista diferentes, me alegro de que te haya resultado interesante. Un saludo

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