viernes, 28 de diciembre de 2018

Cuento de Navidad (A Christmas Carol, EEUU, 2009)

Estas Navidades he vuelto a ver la película "Cuento de Navidad" protagonizada por Jim Carrey y basada en la obra de Charles Dickens. No es ni la primera -ni probablemente sea la última- adaptación de dicha obra, pero sin lugar a dudas se puede afirmar que es una de las más entretenidas como adaptación de una obra clásica adaptada al Cine.

A ello contribuye que la producción del film fuera llevada a cabo por la Factoría Disney, con el derroche de espectacularidad y de efectos especiales que ello conlleva. La película es una mezcla de realidad y animación, en la que el espectador no llega a controlar nunca dónde empieza una y acaba la otra. La dirección de un maestro en estas lides como Robert Zemeckis (Regreso al Futuro) no desmerece el producto final, con 90 minutos de entretenimiento asegurados. 

La temática religiosa es triple. Por un lado, toda la obra -como su propio nombre indica- está ambientada en la Navidad. Sí, la Navidad cristiana, ese término que los laicistas quieren eliminar a toda costa y sustituir por "Fiestas de invierno" o simplemente por "Fiestas". Supongo que este tipo de películas les producirán una alergia terrible. Con su "Feliz Navidad", sus calles iluminadas y sus Villancicos cristianos sonando por doquier la obra está impregnado de ambiente cristiano. Solo por todo ello ya merece la pena ver el film, ya que por el camino que vamos en unas décadas podría llegar a ser censurada como ofensiva al laicismo. 

El segundo tema religioso es la búsqueda del sentido de la vida, que tradicionalmente se ha ido asociando a la Navidad. Una época de nostalgias, de revisión de vida y de valorar el presente como consecuencia del pasado y como adelanto del futuro. ¿Qué sentido tiene mi vida?, es la pregunta que subyace en el interior de Ebenezer Scrooge, y a quien los fantasmas del pasado, del presente y del futuro van a intentar ayudar para que dé una respuesta existencial. Por cierto, no me extrañaría nada que Dickens se hubiera basado para realizar esta obra en lo que en Teología se conoce como "Las tres llegadas de Cristo al Mundo", siendo estas respectivamente la de Belén hace más de 2.000 años, la de cada Navidad en nuestros corazones y la que tendrá lugar en el día de la Parusía o Juicio Final. Hay un paralelismo más que evidente entre Literatura y Teología propia de otros tiempos en las que esta última ocupaba un papel preponderante en la Cultura y las Universidades

El último tema religioso también digno de ser subrayado es el de la conversión o metanoia, que tradicionalmente la Iglesia lo privilegia para Cuaresma o Semana Santa, pero que en el caso de Scrooge es manifiesto que dicho acontecimiento se produce como consecuencia final de las apariciones de los fantasmas. 

A nivel de elementos negativos me quedaría con uno, y es la carencia de profundidad de los personajes. Como he indicado anteriormente el film prioriza los efectos especiales (especialmente se abusa del 3D) por encima del argumento y de la reflexión interior, y eso se nota en el peso final de la obra. Una obra que a pesar de ser rodada en Animación dista mucha de estar dirigida a un público infantil, ya que la profundidad de la obra me parece que solo consigue que sea captada en su profundidad por un público adulto.

No obstante hecha esta salvedad, por todo lo anteriormente dicho es una película que merece la pena ser vista, especialmente por estas fechas, tanto por el disfrute visual que produce como por la carga espiritual que transmite, que aunque mejorable es evidente... 

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