Como ya he comentado en otras entradas acerca de Polonia, también Irlanda se está convirtiendo en uno de los últimos bastiones culturales del cristianismo. Países ambos con una férrea tradición católica donde aún se promueven inversiones artísticas en sintonía con el Evangelio.
En estos días he visto "La Navidad de Ángela", un corto dirigido por Damien O´Connor de 30 minutos de duración y distribuida por Netflix. El corto se basa en un cuento escrito por Frank McCourt (Curiosamente el mismo autor de la obra por la que ganó el Pulitzer en 1997 "Las Cenizas de Ángela") titulado "Ángela y el niño Jesús", escrito en 2007. En ambas obras la protagonista es su madre, Ángela, aunque en esta ocasión la historia se remonta a su infancia.
La historia narra una historia real acontecida en la infancia de su madre, en la que ella y sus hermanos van a la misa del Gallo en la Parroquia de su pueblo. Al terminar la misma, Ángela decide llevarse al niño a su casa para arroparlo en su cama y que no pase frío. El corto se sitúa en esa fría Nochebuena, con las peripecias de Ángela para salirse con su propósito y de paso comprobamos las reacciones de los parroquianos, de los mendigos, de su familia, del sacerdote y del policía -en ese orden- al ir descubriendo lo sucedido.
Además de describir a la perfección el ambiente familiar, religioso y navideño de Irlanda a comienzos del siglo XX, el corto presenta tres lecciones morales.
1. La primera es describir las buenas intenciones de Ángela, a mi parecer resumidas en estas dos preguntas de la protagonista, una realizada a su madre y la otra al propio niño Jesús:
- ¿Si el Niño Jesús es el centro de la Navidad, por qué está ahí tan solito?
- ¿Por qué nadie quiso arropar ese cuerpecito? Seguro no te estás quejando porque no quieres que tu mami se enfade...
2. La segunda enseñanza es la generosidad, representada en la moneda que el policía regala a Ángela, quien a su vez se la da al mendigo para que pueda comer caliente esa noche. Una concatenación de obras buenas con un final feliz.
3. La tercera lección la da el policía. Cuando el sacerdote regaña a Ángela diciéndole que lo que ha hecho no está bien e insinuando que el policía se la podía llevar detenida, éste responde: "Es cierto. NINGÚN NIÑO debería pasar la Navidad separado de su familia"
En definitiva, una corta pero bonita historia con ambiente navideño y final feliz...
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