miércoles, 12 de septiembre de 2012

Más Allá de los Sueños (What Dreams May Come, EEUU, 1998)

Tengo que reconocer que Robin Williams es una de mis debilidades cinematográficas. Hace un tiempo escribí un post sobre Patch Adams, y pronto tendré que escribir otros sobre El Club de los Poetas Muertos o Despertares. Ninguna de las tres citadas es cine específicamente religioso, pero todas ellas tienen en común el intentar transmitir valores humanos, lo que quiere decir que no están muy lejos del mensaje de Jesús de Nazaret.

La película de Vincent Ward (solo dirigió seis en su carrera como director) que os presento hoy si es religiosa, es más, en un 90% de su contenido se transmite una visión bastante cercana a lo que en Teología se llama Escatología, o sea, la doctrina sobre qué es lo que sucede al final de la vida. Lástima que el director haya incluido finalmente elementos ajenos a la religión cristiana y más cercanos al budismo o al hinduismo, concretamente, transformando el concepto de resurrección por el de la reencarnación. A ello alude la frase de la portada "El final es sólo el principio".

Hecha esta salvedad, la película es una auténtica gozada visual y espiritualmente hablando. No en vano ganó el Oscar a los Mejores efectos visuales y fue nominada al Mejor diseño de producción. Es cierto que es un filme muy simbólico y con continuos flashbacks que hacen que su comprensión sea algo más difícil de lo normal, pero merece la pena verla y disfrutarla.

El argumento no puede ser más dramático. Tras la muerte de sus dos hijos, el doctor Chris Nielsen y su esposa Annie (Annabella Sciorra) intentan con dificultades continuar con sus vidas. Poco tiempo después Chris también muere en un accidente de coche. Cuando llega al Cielo conocerá a Albert (Cuba Gooding Jr.) y Leona (Rosalind Chao) , los cicerones que le irán desvelando que aquello es más maravilloso de lo que nunca nadie se podría esperar. Sin embargo, en la tierra, la soledad sume a Annie en una locura que le alejará de las ganas de vivir, llevándola al suicidio y privándola de la compañía de sus seres queridos en el Cielo. Cuando su esposo Chris se entera de este suceso iniciará un apasionante viaje hacia el infierno para rescatar el alma de su querida esposa. Para ello contará con la inestimable ayuda de "El rastreador" (Max von Sydow, impecable como siempre...).

Como veis, es un drama religioso con pinceladas cómicas (nunca faltan en las películas de Williams) y su toque de romanticismo. No se puede pedir más por el mismo precio. La película aborda temas como el amor de dos almas gemelas, la depresión, el tránsito a la otra vida, la resurrección, el sentido de la vida, la familia, la amistad, la fe… Un cocktail espiritual y moral que no debe ser desaprovechado por quienes disfrutéis con una película que hace disfrutar y reflexionar a partes iguales. 

Veamos ahora algunas claves artísticas y culturales del film:

Con la división escatológica de Dante de fondo, el film recrea sobre todo varias obras pictóricas de El Bosco, en concreto se pueden apreciar reminiscencias de:  El infierno, El paraíso terrenal, La caída de los condenados, La Ascensión al Empíreo y El jardín de las delicias

El Cielo y el Infierno aparecen como creaciones espaciales de la persona que muere, que le otorga las características que a el/ella le gustaría que tuvieran. Chris ha construido un Cielo en función de los cuadros de Annie. La gran escalera y la ciudad dorada los toma de los juguetes de la habitación de su hija Marie. En ella se pueden apreciar varios personajes de "Peter Pan" (Wendy, Michael, John) y a Mary Poppins entre la gente que vuela. Los portaaviones hundidos de la entrada del infierno están tomados de los recuerdos de su hijo Ian cuando modelaba aviones. El infierno de Annie se muestra como un suelo gris lleno de rostros (extraído de una conversación entre Chris y ella) y finalmente, la casa de Annie en el infierno es una réplica de su casa cuando todos estaban vivos, pero invertida. El Infierno, en esta ocasión, no es un lugar de tormento físico, sino de locura. Así se lo hace ver el rastreador a Chris en la parte final del film: "¿Esperabas peligro físico? ¿Qué podría hacer, matarte...? ¿Eh? No, en el Infierno hay peligro real. De perder la cabeza".

Especial simbología adquieren los colores en un film donde lo visual tiene tanto protagonismo. los siguientes colores parecen dominar las siguientes situaciones:
-Rojo: La entrada del Infierno, llena de antorchas. Simboliza el sufrimiento.
-Azul: Apunta a la tristeza. El árbol de Annie tiene hojas de este color, Annie en su desesperación arroja disolvente y simultáneamente caen todas las hojas del árbol del Cielo de Chris.
-Verde: Color de la esperanza. Domina en la escena del psiquiátrico, en el que Chris visita a Annie para intentar salvar su matrimonio.
-Amarillo: Color dorado de la felicidad. Predomina en la gran escalera llena de personas felices y en la ciudad con gente volando, iluminada por un eterno atardecer .
-Negro: La desesperación total, color de todas las escenas del Purgatorio y el Infierno.
-Blanco: Viaje a lo desconocido, visualizado en los ataúdes de los niños y en el túnel con una luz blanca al final que atraviesa Chris.

En la búsqueda del alma de Annie, Chris se enfrenta a los cuatro elementos clásicos de la filosofía griega (agua, tierra, fuego y aire) para encontrarla:
-Agua: para llegar al infierno, Chris debe cruzar un mar tormentoso en una balsa con Albert y el rastreador.
-Tierra: Chris llega a las puertas del Infierno andado, caminando entre restos de portaaviones que se hunden. El más importante se llama Cerbero. En la mitología griega se corresponde con el perro guardián de tres cabezas que protege la entrada del Hades (tierra de los muertos) para impedir que entren los vivos o salgan los muertos.
-Fuego: Albert pretende entrar en un lugar lleno de soldados fantasmas que portan antorchas, aunque es detenido por Chris en el último momento quien le indica que allí no está Annie.
-Aire: Después de caminar por un suelo lleno de caras, Chris da un paso en falso y cae al vacío a un gran abismo, localizando finalmente la casa de Annie.

Respecto al apartado espiritual, cuatro son las ideas que me gustaría destacar:

La primera es la noción de Dios que se transmite en el film. Está algo ausente, como ajeno a la historia de Chris y Annie. No interviene, no aparece, no ayuda. No obstante, para salvaguardar su papel, hay un momento en el que Chris pregunta por él a su cicerone Albert

Chris Nielsen: ¿Dónde está Dios en todo esto?
Albert: Oh, Él está allá arriba. En algún lugar... gritando que Él nos ama. Preguntándose porqué no lo escuchamos, ¿sabes?

Segunda. Solo el amor nos salvará. Esta certeza del amor de Dios es aplicada al amor humano. La declaración de amor de Chris que finalmente salva a Annie (él creía que era su despedida antes de enloquecer) es estremecedora: "Gracias por cada gesto amable. Gracias por nuestros hijos. Por la primera vez los vi. Gracias por ser alguien con quien siempre estuve orgulloso de estar. Por tu interior, por tu dulzura. Por cómo siempre eras por dentro, por cómo siempre quise tocarte. Dios, eras mi vida. Me disculpo por cada vez que te fallé. Especialmente por esta...".

Tercera. Hay una frase en la película que se repite hasta por tres veces (Como las negaciones de San Pedro) y que es el eje transversal de la misma: “A veces, cuando se gana, se pierde; y cuando se pierde, se gana”. No quiero extenderme en demasía, pero una de las claves de esta frase, de la película y de la vida real queda clarificada con estas palabras. Seguro que todos tenéis experiencia en vuestras vidas (yo también) de cosas que aparentemente eran buenas y el tiempo han demostrado que eran malas y viceversa. Hace falta tiempo, mejor dicho, hace falta que pase el tiempo, para conocer el final de las historias y para poder hacer un balance correcto de nuestras experiencias y de nuestras existencias.

Finalmente y como apunté al principio, el film se aparta del concepto cristiano de resurrección para adentrarse en el oriental de la reencarnación. Con este diálogo termina la película y mi comentario:

Chris Nielsen: "Hagámoslo. Una vida humana es solo un latido aquí. Y estaremos todos juntos. Para siempre".
Annie Nielsen: "¿Cómo te encontraré?"
C.N.: "Te encontré en el infierno. Te encontraré en Jersey".

No dejéis de verla, os gustará y os sorprenderá gratamente…

3 comentarios :

  1. Según mi impresión la pelicula se inclina más a la vida eterna en familia después de la resurrección, en el mundo que crearemos para nosotros. No a la reencarnación. Saludos

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    1. Sí. Estoy de acuerdo contigo, Mª José. El enfoque es claramente ese. Pero en la última escena de la película ellos deciden volver a nacer y vuelven a encontrarse como niños en un parque jugando con veleros (tal y como se habían conocido en Suiza al comienzo de la película). Ese detalle es claramente una alusión a la reencarnación que no se puede obviar. Un saludo

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