Hoy os comento esta película americana, La Séptima profecía, dirigida por el poco conocido Carl Schultz, quien decidió derivar su carrera desde los largometrajes hacía la televisión al terminar este film.
Aunque han pasado varios años desde su estreno me parece que no ha perdido actualidad. Su argumento es muy bíblico, pues se basa en el cumplimiento de las siete profecías previas al fin de los tiempos que aparecen en el libro del Apocalipsis. Su eslogan es más que sugerente: "Los sellos se han roto. Las profecías han comenzado. Ahora solo una mujer puede detener el fin de nuestro mundo". El film tuvo buena recepción en taquilla (18 millones de dólares) aunque no tanto de crítica, que especialmente expuso que sus personajes principales -el matrimonio Quinn- no transmite la suficiente tensión que requerían sus papeles. Mucho me temo que uno de los motivos de esas críticas tan negativas se debe a la ignorancia generalizada de los críticos cinematográficos en cuestiones religiosas, ya que el film presenta muchas claves ocultas que dificultan su comprensión.
La trama está muy bien llevada, con un buen reparto Demi Moore (Abby Quinn) Michael Biehn -El malo de Terminator 2- (Russell Quinn) y Jürgen Prochnow (David Bannon); con una acertada mezcla de Biblia e imaginación. El argumento parte de una serie de acontecimientos extraños que se van sucediendo en todo el planeta. El Vaticano encarga al Padre Lucci que investigue a fondo estos eventos. Paralelamente, en California, la protagonista femenina, Abby Quinn, va tomando conciencia de que el bebé que ella espera esta íntimamente ligado al cumplimiento de las aperturas de los siete sellos que anticipa el fin de los tiempos. El encargado de que los sellos se vayan rompiendo parece ser un extraño personaje que se aloja en una habitación alquilada por el matrimonio Quinn, David Bannon. Poco a poco Abby se va preparando para tomar una decisión final: ¿Podrá la esperanza de esta mujer salvar a toda la humanidad?.
La primera escena (la de la playa de Haití) es impactante y para mi gusto lo mejor de la película. Solo por verla merece la pena el visionado del film. El resto ciertamente no está a la altura, pero eso no quiere decir que la película no sea interesante, todo lo contrario. Si se conocen sus claves ocultas engancha y te mantiene en tensión en todo momento.
Vamos precisamente con el apartado teológico-espiritual, íntimamente conectado con el libro del Apocalipsis. Os planteo una reflexión sobre los siete sellos del libro del Apocalipsis y luego algunas claves de interpretación de la película, insisto que imprescindibles para comprender su significado profundo.
En primer lugar, los sellos. Es cierto que en el film los cuatro primeros han sido interpretados libremente, pero la esencia de de los mismos es semejante.
Los siete sellos del Apocalipsis, abiertos por el Cordero (Jesucristo) son:
El primer sello: Aparece un caballo blanco, que supone la llegada del Anticristo.
El segundo sello: Aparece un n caballo bermejo, que trae guerra.
El tercer sello: Aparece un caballo negro, que trae hambruna.
El cuarto sello: Aparece un caballo amarillo, que inicia una peste.
El quinto sello: La tribulación de los mártires.
El sexto sello: Señales cósmicas: un gran terremoto y el sol se oscurece.
El séptimo sello: Tras su apertura se producirá el toque de siete trompetas. Entonces llega “el Día del Señor”, en el que se desata “la ira del Cordero” y el Juicio Final.
El film mantiene una estructura similar respecto a la apertura de los sellos, aunque algunas situaciones son diferentes o más concretas:
El primer sello: Peces muertos en Haití
El segundo sello: Heladas en Oriente Medio
El tercer sello: Matanzas en diversos países
El cuarto sello: Tormenta en California
El quinto sello: La muerte de un inocente, Jimmy
El sexto sello: Eclipse solar y terremoto
El séptimo sello: Muerte del niño de Abby y final de los nacimientos en la Tierra.
A partir de aquí hay que realizar el tan temido spoiler para comentar las claves teológicas anteriormente mencionadas.
La apertura de los sellos ya nos da una pista de interpretación. Quien abre los sellos en la Biblia y en el film (David Bannon) es en realidad Jesucristo, el Cordero, si bien el primer sello (llegada del Anticristo en la Biblia y apertura de del primer sello por David en el film) pueden llevar a confusión. Para salir de la duda unas palabras posteriores de David a Abby lo aclaran: "No puedo morir de nuevo", mientras de sus heridas no sale sangre sino luz.
En la película se hace referencia a un concepto judío, el "Guf". Se trata de una gran sala en la que están las almas de los que van a nacer. Cuando nace un niño, su alma viene de allí. La tradición semita dice que solo los gorriones pueden verlas bajar del Cielo, momento en el que cantan. Cuando los gorriones dejen de cantar, la última alma habrá bajado al mundo y este acabará. Es la clave de interpretación del final del film, en el que un gorrión entra volando por la puerta abierta y Russell exclama "¡Jesús! ¿Ves eso?". Queda a la interpretación del espectador pensar si Russell ha identificado a David como Cristo o ese "Jesús" es una expresión casual y desconoce la magnitud de todo lo que le ha ocurrido a su mujer.
El personaje del Padre Lucci - Cartáfilo es apasionante y muy bien traído a la trama. Se trata de una figura enigmática de la tradición extra-bíblica judeo-cristiana. Es también llamado "el judío errante". Según el sueño de Abby, una mujer, Serapia, le ofreció agua a Cristo durante la crucifixión, pero un centurión romano llamado Cartáfilo lo impidió después de preguntarle a la mujer "¿Morirías por él? (alzando la voz) ¿Morirías por él?". Desde entonces este soldado quedó maldito para vagar por la Tierra hasta que se produjera el regreso de Cristo para juzgar a la humanidad. En el film, un anciano sacerdote lo reconoce como personaje atemporal en este diálogo:
Sacerdote: "Eres tú, Morrell. ¡Pero eso fue hace setenta años!"
Padre Lucci: "Eso fue ayer para mí".
Otra clave es el concepto de muerte redentora o sacrificial. Abby realiza un acto de auto-sacrificio para salvar a la humanidad. Es la muerte del que se sacrifica para salvar a otros. El arquetipo de ello es la muerte de Jesucristo en la cruz para perdonar los pecados de la humanidad. En el caso de Abby es un acto redentor en el que prefiere salvar la vida de su hijo que la suya propia, respondiendo a la pregunta anterior de Cartáfilo a Serapia y respondiéndola en primera persona: "Moriré por él". Al tocarlo, su hijo revive y ella muere, con lo que el Apocalipsis queda paralizado y se vuelven a abrir las puertas del "Guf". Este acto sacrificial es muy original en el mundo del cine, que posteriormente repetirá este patrón -entre otras- en Pactar con el diablo (1997) Fallen (1998) o El fin de los días (1999) e incluso, sin dimensión religiosa, en Titanic (1997).
A su marido corresponde contar la historia de este sacrificio para concienciar al mundo y evitar que la amenaza del Apocalipsis vuelva a surgir:
David Bannon: "Recuérdalo todo, escríbelo, cuéntalo; para que la gente aproveche la oportunidad que ella les ha dado".
Reverla hace unos días me ha hecho a mí personalmente tomar interés por el libro del Apocalipsis, tan enigmático e interesante a la vez. Os invito a que en este tiempo Pascual le dediquemos unos minutos a su lectura (por su dificultad recomiendo una buena Biblia comentada). Y recordad que no sabemos ni el día ni la hora...
Interpretar o saber que nos quiere decir el libro del Apocalipsis es dificilisimo, te lo tienen que explicar, porque si no, lo puedes interpretar de forma equivocada.
ResponderEliminarPor cierto, los del purgatorio estarán deseando el fin de los dias para la subida al cielo. Un Saludo.
Hola a todos un abrazo en Cristo jesus somos un grupo de jovenes catolicos de 15 a 19 años de Argentina queremos felicitrarlos por ser luz y sal del mundo nosotras tambien quermos serlo y hermos creado nuestro blog http://jovenesconideales.blogspot.com/
ResponderEliminarvisitennos resien empesamos que Dios los bendiga