Hoy, 12-12-2012, a las 12:00 horas, el Papa Benedicto XVI ha estrenado su vida en las redes sociales con el saludo "Queridos amigos, me uno a vosotros con alegría por medio de Twitter. Gracias por vuestra respuesta generosa. Os bendigo a todos de corazón.". Alguno a lo mejor esperaba un "ola k tal?", pero afortunadamente el Papa ha entrado en las redes sociales como se esperaba de él: con educación, cortesía y con una ortografía impecable. Sea bienvenido al mundo de las redes sociales, que es un arma poderosísima que puede hacer mucho bien y que va a hacer que sus palabras puedan llegar a millones de cristianos católicos en todo el mundo. A la hora en que lo acabo de leer y os escribo, ha escrito 7 mensajes y tiene 274.752 seguidores, servidor incluido.
Creo, sinceramente, que hacía falta algo así. Evidentemente las redes sociales tienen su cara y su cruz. Es un tren que se quiera o no se quiera, hay que coger. Mucho mal, mucho daño y mucha violencia verbal se transmite a través de ésta y otras redes sociales. Nuestra juventud necesita referentes éticos y valores que seguir para no caer en el abismo de la desesperación. Era por ello necesario y conveniente que la Iglesia -y su máxima autoridad- se integren en estos menesteres.
Como os digo, en estos momentos de la tarde el Papa -o el equipo de personas que esté gestionando su twitter en siete idiomas- lleva ya 7 tuits. Voy a subrayar otros dos que me parecen muy interesantes.
El primero "Dialoga con Jesús en la oración, escucha a Jesús que te habla en el Evangelio, encuentra a Jesús, presente en el necesitado." es una invitación a descubrir a Jesucristo en todos los aspectos de la vida. El segundo es una invitación a ser verdaderos creyentes y testigos del Evangelio: "Con la certeza de que, quien cree, nunca está solo. Dios es la roca segura sobre la que construir la vida, y su amor es siempre fiel.".
Supongo que a partir de hoy escribirá sin cesar. Será una manera más estar en contacto con la cabeza visible de la Iglesia, con el sucesor de San Pedro, con quien maneja la barca de la Iglesia que tanto se zarandea en tiempos de crisis. Os invito a que lo sigáis. Os invito a que sigamos escuchando sus sabias palabras, porque de él, nada malo va a salir de sus labios -o de su teclado...-.
Hay muchos falsos maestros en nuestras sociedad. Muchos que prometen todo y no dan nada a cambio. No hace falta decir sus nombres, ya que ellos mismos se retratan y todos sabemos quienes son. Pero a Benedicto XVI si merece la pena seguirlo. Su sabiduria y su profundidad teológicas son incuestionables, más allá de que su predecesor Juan Pablo II le dejara el listón de la popularidad tan elevado. Espero que esta iniciativa que ha comenzado hoy sea exitosa y su ejemplo haga que muchos ministros de la Iglesia se animen a seguir sus pasos y a predicar en estos nuevos púlpitos que nos brinda nuestra sociedad.
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