Desde hace unos años hasta hoy (otro fruto de la globalización) ha ido ganando importancia en nuestras Iglesias y Parroquias (incluso en algunas casas) el símbolo de la Corona de Adviento. Ya el Papa avisó hace unas semanas que una de sus máximas preocupaciones era la incultura religiosa que predomina en nuestra sociedad, y no es que la corona de Adviento sea lo más importante de este tiempo, pero ya que está ahí y se ha extendido su uso, me parece interesante que lo conozcamos, ya que como todo símbolo, si no se conoce su significado, no deja de ser un mero objeto decorativo... Me baso en fuentes fiables consultadas en internet para ofreceros las siguientes pistas:
Se denomina "Corona de Adviento" a un adorno circular hecho con ramas de abeto o pino, con cuatro velas, que es colocada sobre una mesa durante el tiempo de Adviento.
Este símbolo tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en encender velas a comienzos del invierno (21 de diciembre) para invocar al dios sol, para que regresara con su luz y calor al final del invierno. Los primeros misioneros transformaron esta tradición para aplicarla a Cristo, único Dios verdadero.
El año litúrgico cristiano comienza con el tiempo de Adviento. Se enciende una de las cuatro velas cada domingo de los cuatro que dura este tiempo, para indicar el camino que se recorre hasta la Navidad. El primer domingo una, el segundo dos, y así sucesivamente.
El círculo es una figura geométrica perfecta que no tiene ni principio ni fin. La corona de Adviento tiene forma de círculo para recordarnos que Dios no tiene principio ni fin, reflejando su unidad y eternidad. Nos ayuda también a pensar en los miles de años de espera desde Adán hasta Cristo y en la segunda y definitiva venida de Jesucristo al final de los tiempos.
Las ramas verdes de pino o abeto (hojas de arboles perennes, no caducos) representan que Cristo está siempre vivo entre nosotros. No se escoge cualquier árbol al azar, sino aquellos que durante el invierno permaneces "vivos" y frondosos pese al frío, la nieve y las inclemencias del tiempo.
Las cuatro velas suelen ser de los colores que se describen a continuación:
Morado: Representa el espíritu de la vigilia, es el color propio de las ropas litúrgicas de este tiempo.
Verde: Representa la esperanza, la vida que no acaba.
Rojo: Representa la alegría por el anuncio del nacimiento de Jesús.
Blanco-Amarillo: Es el color de la presencia luminosa de Dios.
Espero que os haya parecido interesante, a mi, al menos, me ha ayudado a profundizar en un símbolo del que desconocía muchos de sus aspectos...
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