Hace unos días que se acaba de inaugurar en Colombia una imagen que está llamada a ser una de las esculturas cristianas más impresionantes del mundo, llamada "El Santísimo". Representa la imagen de un Cristo triunfante y sereno que bendice al pueblo colombiano y que se ha ubicado en Floridablanca, Santander. La imagen que ya es la más alta de Colombia mide 40 metros de altura y pesa 30 toneladas. Han transcurrido dos años desde que se colocó la primera piedra de esta auténtica mole. Está ubicada en un cerro con unas vistas privilegiadas donde se va a ubicar un eco-parque turístico y de protección medioambiental.
No puede uno más que mirar esta noticia con un toque de sana envidia y casi de perplejidad ante tal manifestación de religiosidad de un país entero. Acostumbrados como estamos en España a que se vayan retirando los símbolos cristianos de todas las dependencias públicas, gusta ver como aún hay culturas diversas a la nuestra que no reniegan de sus raíces cristianas. Alguien en Colombia ha debido entender que 500 años de antigüedad son suficientes para considerar que el cristianismo ha tenido una influencia en la historia y el arte de la nación, y que anunciar al resto de países y al mundo entero que su religión es motivo de orgullo no hace daño a nadie ni vulnera los derechos de los no creyentes, que con no mirar o mirar para otro lado tienen el problema arreglado.
En España, a pesar de nuestros casi 2.000 años de cristianismo, la situación es bien diversa. Los partidos políticos denominados conservadores que deberían luchar por los intereses de nuestra historia y nuestra cultura miran para otro lado de manera vergonzante mientras los progresistas, más ateos y laicistas, campan a sus anchas promoviendo manifestaciones de odio hacia la religión cristiana. La semana pasada, sin ir más lejos, asistimos a la penúltima demostración de rencor e intolerancia a la que no por más repetida termina uno de acostumbrarse. En nombre de la libertad, el respeto y la democracia (que yo creía que eran otros valores) hemos tenido que soportar imágenes como las que acompañan estas líneas, sin que ninguna autoridad jurídica, política o policial tomara ninguna medida contra quienes hieren la sensibilidad de millones de creyentes ni contra los organizadores del evento de cuyo nombre no quiero acordarme.
En fin, tiempos difíciles para una nación que hasta hace bien poco era santo y seña del cristianismo. Que lejos quedan las palabras de San Juan Pablo II en las que decía que nuestro país era la reserva espiritual de occidente...
El Señor tenga piedad y misericordia.
ResponderEliminarNo hay ningun respeto por la razon de nuestra esperanza, mucho menos amor a nuestro Señor Jesucristo.
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Amen
ResponderEliminarLo que pasa en España sobre la religión es, que estamos recogiendo lo que hemos sembrado
ResponderEliminarEs en verdad deplorable lo que pasa en nuestros paises. Tambien en Portugal tenemos problemas semejantes a lo que pasa en España: hay motivaciones para todo lo que se quiere contraponer a nuestros simbolos cristianos. Los ninõs, por ejemplo, no poden ver Jesus con la corona de espinas porque les hace mal a la salud, no pueden mirar el crucifijo porque... tantas razones para quitar lo que es nuestro ADN... y se hace publicidad de comportamientos imorales que quitan la inocencia y "educan" al pecado, al vicio, a la violencia. America latina nos ofrece aun su ejemplo y fiedelidad a Jesus. Que la grand imagen de Jesus "El Santisimo" de Colombia bendiga los occidentales, los que viven sin valores morales ni cristianos. Que Dios tenga piedad de nosotros, nos perdone y nos bendiga.
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