miércoles, 4 de diciembre de 2019

San Juan Damasceno / Santa Bárbara

La Iglesia hace memoria hoy de dos santos muy importantes en la historia.


Por un lado se celebra la memoria de San Juan Damasceno (675-749), Doctor de la Iglesia, quien fue célebre por su santidad y su doctrina, siendo considerado el último patrólogo en lengua griega y defensor del culto a las imágenes en contra de el iconoclasta León el Isaúrico. Copio para la meditación un fragmento de uno de sus textos, Contra imaginum calumniatores:


"En otros tiempos Dios no había sido representado nunca en una imagen, al ser incorpóreo y no tener rostro. Pero dado que ahora Dios ha sido visto en la carne y ha vivido entre los hombres, yo represento lo que es visible en Dios. Yo no venero la materia, sino al creador de la materia, que se hizo materia por mí y se dignó habitar en la materia y realizar mi salvación a través de la materia. Por ello, nunca cesaré de venerar la materia a través de la cual me ha llegado la salvación. Pero de ningún modo la venero como si fuera Dios. ¿Cómo podría ser Dios aquello que ha recibido la existencia a partir del no ser? (...) Yo venero y respeto también todo el resto de la materia que me ha procurado la salvación, en cuanto que está llena de energías y de gracias santas. ¿No es materia el madero de la cruz tres veces bendita? (...) ¿Y no son materia la tinta y el libro santísimo de los Evangelios? ¿No es materia el altar salvífico que nos proporciona el pan de vida? (...) Y antes que nada, ¿no son materia la carne y la sangre de mi Señor? O se debe suprimir el carácter sagrado de todo esto, o se debe conceder a la tradición de la Iglesia la veneración de las imágenes de Dios y la de los amigos de Dios que son santificados por el nombre que llevan, y que por esta razón habita en ellos la gracia del Espíritu Santo. Por tanto, no se ofenda a la materia, la cual no es despreciable, porque nada de lo que Dios ha hecho es despreciable".

También se recuerda hoy a Santa Bárbara de Nicomedia (273-306), mártir turca de la que copio una parte de su historia-leyenda para la meditación:

Bárbara nació en Nicomedia, cerca del mar de Mármara. Era hija de un sátrapa de nombre Dióscuro, que la encierra en una torre; según una tradición, para evitar que los hombres admiraran su belleza y la sedujeran, según otra fuente, para evitar que se convirtiera en cristiana. En ausencia de su padre, Bárbara es convertida al catolicismo, y manda construir tres ventanas en su torre simbolizando la Trinidad; su padre se entera del significado de estas ventanas, se enfada y quiere matarla, por lo que ella huye y se refugia en una peña milagrosamente abierta para ella. Más tarde, fue descubierta y martirizada atada a un potro, flagelada, desgarrada con rastrillos de hierro, colocada en un lecho de trozos de cerámica cortantes, quemada con hierros al fuego... Hay muchas versiones de las distintas torturas. Finalmente, el mismo Dióscuro la habría decapitado en la cima de una montaña, por lo que un rayo le alcanza a él, muriendo y convirtiendo a Santa Bárbara en patrona de los explosivos y las tormentas.

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