
Comenzó entonces una controvertida campaña publicitaria de la Iglesia en la que (lo habréis visto en TV, prensa y radio) se exponía la ingente labor social de la Iglesia y se solicitaba ayuda a los contribuyentes para seguir llevando esta labor a cabo. A toro pasado, y yo no era de los más convencidos, dicha campaña a merecido la pena.
Han terminado de contabilizarse las declaraciones y es hora de hacer balance de los datos:
- El número de asignaciones a favor de la Iglesia en el Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF) aumentó en medio millón en el pasado ejercicio fiscal, lo que le ha supuesto 67,5 millones de euros más (un 38%) respecto a los 173,8 millones de euros del ejercicio anterior.
- un 1% más de los españoles que realizaron la declaración de la renta en 2008 marcaron la casilla de la Iglesia, que en total ha recaudado por esta vía 241,3 millones de euros.
- el número total de asignaciones se ha elevado a casi siete millones (6.958.012), pero, teniendo en cuenta que un buen número de declaraciones son conjuntas, la Conferencia Episcopal Española estima que el número de contribuyentes que han asignado el 0,7% de sus impuestos en el IRPF a la Iglesia católica en la pasada primavera superó los 8.500.000.
No va a venir mal ese dinero cuando en tiempos de crisis como los que estamos viviendo la Iglesia es de las pocas instituciones que se está partiendo la cara por los más necesitados. Los comedores sociales, albergues y las Cáritas parroquiales no dan literalmente a basto. Gracias a Dios (y a los contribuyentes), muchas familias van a capear un poquito mejor este temporal, porque seamos cristianos o no, cuando aprieta el hambre, la gente no es tonta y acude a la parroquia porque sabe que allí, cuando menos, encuentra el bocadillo, la leche o las papillas que se le niegan en otros sitios.
Es cierto que no se ha ganado la guerra, sino sólo una batalla. Batalla que ya hay que recomenzar, volviendo a concienciar a la gente para este nuevo ejercicio fiscal. No cabe duda que habrá años que la cantidad baje, pero lo cierto es que ya este primer año, muchos cristianos han tomado conciencia de que la Iglesia es suya y son ellos los que la tienen que sostener económicamente.
En medio de tantas malas noticias no viene mal una buena de vez en cuando... Gracias y felicidades a todos.