La película de animación que os presento hoy tiene ya unos añitos, pero
el tiempo no pasa por ella. Es lo bueno que tienen los dibujos animados, mejor
dicho, la animación moderna. No son los clásicos dibujos animados, sino más
bien una animación construida a base de efectos especiales trabajados con
plastilina.
Producida por Icon Productions -la productora de Mel Gibson-, es una película ideal
para un primer acercamiento de los niños a la historia y el mensaje de
Jesús. Dirigida por Derek W. Hayes y Stanislav Sokolov, la versión inglesa cuenta con la voz de Ralph Fiennes como Jesucristo. La historia es muy fiel a los relatos Evangélicos desde el comienzo de su vida pública hasta su Ascensión a los Cielos.
De la mano de Tamar, una niña resucitada por Jesús (el nombre es de las pocas licencias imaginativas de los creadores de la historia) a lo largo de noventa minutos iremos conociendo la figura, el mensaje y los milagros de quien hace ya más de 2.000 años cambió definitivamente la historia de la humanidad.
Todo comienza en Seforis (seis kilómetros al norte de Nazaret) donde Jesús trabaja como carpintero. Allí va a terminar su vida pública y comenzar su misión. Tras despedirse de su madre y bautizarse en el Jordán por Juan el Bautista ("Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Yo debería haber sido bautizado por ti..."), se marcha al desierto para ser tentado por Satanás ("Está escrito... ¡No tentarás a tu Dios! ¡No pondrás a prueba a tu Dios!"). Ya desde el comienzo se van entremezclando las escenas de animación de plastilina alternados con pequeños trozos de dibujos animados, especialmente para las parábolas y curaciones.
La pesca milagrosa da comienzo a la selección de los discípulos, la predicación, las parábolas, los milagros. Aquí echo en falta que solo se mencionan tres parábolas (el buen samaritano, el grano de mostaza y la casa sobre piedra-arena) y no se mencionan otras elementos tan esenciales como el Padrenuestro, la parábola del hijo pródigo o las Bienaventuranzas. Entiendo que no todo puede condensarse en noventa minutos, pero la presencia de esos tres elementos me parecen innegociable. Tampoco aparecen milagros esenciales como la curación de los ciegos, los leprosos, la multiplicación de los panes y los peces, caminar sobre las aguas o la tempestad calmada. Extraño también para un film que tiene el título que tiene. Esta parte central termina con la curación de Tamar y la llegada a Jerusalén, donde se narrarán los últimos días de la vida de Cristo. De esta última parte sí me gustaría subrayar algunos diálogos interesantes:
Tras entrar en el Templo de Jerusalén y expulsar a los mercaderes, Judas comienza a maquinar la traición que llevará a cabo tras la Última Cena:
Jesús: "Judas... ve y haz lo que tengas que hacer".
Judas Iscariote: "¿Maestro?"
J.: "Hazlo ahora. Hazlo rápido".
Todos salen a rezar a Getsemaní, donde antes del Prendimiento se produce una nueva tentación y la aceptación de la Pasión con estas bellas palabras de sometimiento a la voluntad del Padre:
Jesús: "Padre. Padre. Padre. Que haya... que haya otra manera. Que haya... que haya alguna otra manera". (aparece una copa de espinas) "¡No! ¡Llévate esta copa! ¡Llévatela! ¡Llévatela! ¡Padre! Padre, querido padre, escúchame, escucha. ¡Si hay otra manera, otra manera, una salida!"
Lucifer: "¡Vamos! Corre, aún hay tiempo. ¡Corre, corre por ahí! Vamos, corre".
J.: "¡No, no! ¡Mi voluntad no! No es mi voluntad es tu voluntad, tu voluntad padre, ¡hágase tu voluntad! Padre... hágase tu voluntad".
De la Pasión me gustaría destacar el diálogo con Pilato, tomado casi literal del Evangelio de San Juan:
Poncio Pilato: "¿Quién eres? ¿De dónde vienes realmente? ¿No te das cuenta de que tengo el poder de soltarte o de crucificarte?"
Jesús: "No tendrías poder sobre mí si no te hubiera sido dado desde lo alto".
Poncio Pilato: "¿Desde arriba? ¿Quién eres tú?"
Finalmente, es condenado y crucificado. De las siete frases que Cristo pronuncia en la cruz el film solo destaca la siguiente:
"Padre... en tus manos encomiendo mi espíritu. ¡Esta cumplido!"
A las que sucede la estremecedora confesión de fe de un centurión romano (un pagano) con estas palabras:
"Es cierto. Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios".
Para terminar, se narran varios episodios de la resurrección (no todos), en concreto se seleccionan la aparición a María Magdalena como el hortelano, el sepulcro vacío, los discípulos de Emaús, y la aparición en el cenáculo con Tomás. De todas ellas me resulta muy sugerente presentar en Emaús a Tamar, quien reconoce a Cristo al partir el pan y bendecirlo de la misma manera que lo había hecho en la Última Cena. La Ascensión a los Cielos pone punto final a la historia.
Una matización interesante: que esté dirigida principalmente a un público infantil no significa que no la podamos ver y gozar los adultos. Es más, ese niño que todos llevamos dentro y que nos acompaña desde nuestra infancia disfruta viendo este tipo de películas. Es bueno regalarse de vez en cuando una historia como éstas, sin violencias (excepción hecha de la inevitable crucifixión…), un mensaje de Amor, de Paz, de Amistad, de Fraternidad… en definitiva, un baño de humanidad y de ternura para nuestros ojos y nuestra mente. Yo os aconsejo que la veáis con vuestros hijos, o con vuestros nietos, o que la veáis solos, pero que la veáis. Espero que la disfrutéis, seguro que sí. Si cuando la visionéis disfrutáis, no os avergoncéis, más bien recordad las palabras de Jesús que aparecen en el film: “Os aseguro que si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos, el que se humille como este niño, será el mayor en el Reino de los Cielos.…” (Mt. 18, 3).