El Papa Francisco ha retomado la cuenta de twitter de su
antecesor Benedicto XVI. Hoy acaba de escribir su décimo mensaje, y la verdad
es que ninguno tiene desperdicio. Los va lanzando con cuentagotas, pero con una profundidad y una carga simbólica que invitan a la meditación y la oración.
Personalmente, si me tengo que quedar con uno y comentarlo
con vosotros subrayaría el tercero, twiteado el 19 de marzo y en el que
nos decía: “El verdadero poder es el servicio. El Papa ha de servir a todos,
especialmente a los más pobres, los más débiles, los más pequeños”.
Muchos han dicho ya que son palabras de cara a la galería, pero la
trayectoria personal y los primeros gestos del hasta hace poco Cardenal
Bergoglio nos hacen pensar que su reflexión parte del convencimiento de que la
vocación es un servicio a los demás, no un instrumento del que sacar un provecho personal. Ya hay quien desde la atrevida ignorancia ha dicho que ahora que es Papa está haciendo cosas que antes no hacía. Pronto se han tragado sus palabras al ver fotos como ésta en la que como Cardenal besaba un Jueves Santo los pies de un niño enfermo.
Creo que la autocrítica -como todas las críticas- cuando es constructiva, es un sano ejercicio que todos debemos practicar. Por ello, en esta mi Iglesia a la que tanto quiero y defiendo
públicamente, creo que más de uno debería darse por aludido y cambiar
su manera de entender el ministerio. En nuestra Iglesia sobran los prepotentes y los soberbios y
falta mucha humildad y modestia. El Papa nos alerta de ello, nos previene contra la
tentación del poder, del prestigio y de la fama y lo hace no solo con palabras
sino con hechos.
Saltarse el protocolo y "volver locos" a los guardias de seguridad" para firmar una escayola de una niña impedida me parece
un gesto admirable. Vivir en una humilde
habitación y no habitar las estancias pontificias también lo es. Celebrar el Jueves Santo en una cárcel de menores de Roma y no en una Basílica Mayor es
también todo un alarde de valentía. Besar los pies de doce menores reclusos es
una lección de humildad. No utilizar las ostentosas vestiduras papales que
hasta hace poco se exhibían merecen al menos un halago. Llamar a tus amigos de
siempre para mantener una simple conversación con ellos en lugar de aislarse
en el vacío del poder son también actos dignos de mención. Podríamos seguir con un sinfín de gestos y palabras con los que Francisco nos está deleitando casi a diario.
Me gusta este Papa. No me gusta, me encanta. Si le dejan
hacer, le va a dar un necesario giro a la Iglesia. No será tarea fácil. Le
aguardan muchas críticas (sobre todo internas) y mucho sufrimiento. No es fácil
enfrentarse a un sistema establecido y anquilosado en el pasado. No es fácil
pero sí necesario. Francisco nos está mostrando el rostro de una Iglesia más
humana y por lo tanto más cristiana. En mi ámbito laboral todo el mundo habla
bien de él, incluso los que se profesan no creyentes o no practicantes. Mucho
me temo que ese juicio no será tan benévolo en círculos donde el ansia de poder
y la corrupción acechan como una jauría de lobos harían temblar a un manso rebaño.
Yo estoy con el Papa, me alineo con él. Todo Papa merece
nuestra obediencia, pero me temo que éste, más que ningún otro, va a necesitar
nuestra oración y nuestro apoyo. La tarea que tiene por delante no es fácil,
aunque se ve que tiene las ideas muy claras y a buen seguro va a seguir mostrando la
misma valentía y determinación que hasta ahora nos está regalando. Que Dios y
el Espíritu Santo lo sigan iluminando en este largo y arduo camino. De momento, ya está siendo una voz profética en medio de un mundo necesitado más que nunca de auténticos testigos del Evangelio de Cristo.
Voy de acuerdo con este sabio comentario. Personalmente a mí me encanta nuestro Papa y creo que va a hacernos mucho bien a todos. Ya estuvo bueno de que seamos católicos cómodos y para nosotros. Así no es Jesús ni el Papa Francisco. Oremos fuerte por él y tratemos de que nosotros también transformemos nuestra forma de ser de y para Cristo y nuestros hermanos. Gracias por la reflexión.
ResponderEliminarMe gusta mucho sus comentarios de nuestro Papa Francisco, es un ejemplo para todos nosotros los catolicos, que hay que ser humildes ante toda sircunstania por mas dificil que sea, Dios bendiga a nuestro Santo Papa y el Espíritu Santo guie su largo caminar en beneficio de nosotros los mas pobres de espiritu!!!
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