miércoles, 5 de febrero de 2020

El Cielo sobre Berlín (Der Himmel uber Berlin, Alemania, 1987)

Hoy he visto “El Cielo sobre Berlín”, una película alemana de 1997 en la que se basó “City of Ángels”, la película made in Hollywood con la que me siento tan identificado por los motivos que en esa entrada se detallan. Por ello tenía tantas ganas de verla y contrastar las fuentes originales de una historia tan sugerente. La película de Wim Wenders es a su vez la primera parte de una serie que se completa con “Tan lejos, tan cerca” que también voy a ver y comentar en estos días.

El reparto es insuperable para la época, con Bruno Ganz y Otto Sander como los dos ángeles protagonistas (Damiel y Cassiel respectivamente) y con Solveig Danmartin como Marion, la mujer de la que se enamora Damiel y por la que decide cambiar de vida. Por si fuera poco cuenta con las intervenciones de Peter Falk, conocido por su papel de “Colombo”, interpretándose a sí mismo.

El argumento es similar al anteriormente reseñado. Se trata de dos ángeles (en la versión americana será solo uno) que ayudan a los humanos en las vicisitudes de la vida. Aparecen representados como espíritus que acompañan, apoyan y consuelan a los humanos en los momentos más complicados de la existencia. Pueden leer los pensamientos de las personas, pero no pueden tener sus sentimientos al no tener libertad. Solo los niños pueden intuir su presencia reconfortante y al finalizar el día intercambian sus experiencias de manera jovial pero con una pizca de amargura por no poder compartir la condición humana. Ayudan a personas en sus fracasos amorosos, laborales o existenciales, en una ciudad (Berlín) que aún sufre las secuelas de la guerra y de la separación en dos mitades por el muro de la vergüenza.

Poco a poco surge el enamoramiento entre una trapecista -poco afortunada en la vida y el amor- y Damiel, quien comienza a plantearse si sería conveniente experimentar el amor humano a cambio de poner límites a su infinidad. ¿Merece la pena cambiar las comodidades angelicales por una vida más apasionante y completa aunque llena de interrogantes?.... “From her to eternity” es la canción de Nick Cave and The Bad Seeds que forma parte de la B.S.O. y que sintetiza esta problemática una vez que el ángel decide tornarse en humano y vender su armadura para comenzar una vida nueva. Rock alternativo del bueno que complementa con muy buen gusto la historia.

El miedo a la muerte (humano) y el miedo al cambio de vida (ángeles inmortales) son los dos ejes sobre los que se articulan los dilemas morales de todos los personajes que van apareciendo en escena. El equilibrio se encuentra en el amor verdadero, que hace bueno el cambio de vida y de alguna manera es prenda de la futura inmortalidad.

La película no es fácil de ver, con diálogos profundos y simbólicos, con cambios de blanco y negro (el mundo de los ángeles) a color (el mundo humano) y con unos planos picados y panorámicos dignos de ser reseñados. Muchas conversaciones merecerían un comentario, pero me quedo con las últimas palabras de Damiel para la meditación:

Ha sucedido algo y sucede todavía. Es agradable. Sucedió por la noche y sigue durante el día. Ahora más que nunca. Quién era quién. Yo estaba en ella y ella en mí. ¿Cuántos en el mundo pueden afirmar que han estado unidos a otra persona? Yo estoy unido. No se engendró ningún niño mortal, sino una imagen inmortal. Esta noche he aprendido qué es el asombro. Ella me llevó a casa y yo encontré mi hogar. Sucedió una vez. Sucedió una vez y volverá a pasar. La imagen que creamos será la imagen que me acompañará en la muerte. Habré vivido con ella. Disfruto la admiración entre nosotros dos y esa admiración de un hombre y una mujer me ha convertido en un ser humano. Ahora sé lo que ningún ángel sabe...

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