lunes, 11 de septiembre de 2023

Aquella joven de blanco (España, 1964)

Tras visionar La canción de Bernadette hoy me ha tocado el turno de su remake español Aquella joven de blanco realizada 21 más tarde que la película francesa. Vista una detrás de otra, es justo decir que el film patrio de 98 minutos y también en blanco y negro, aporta poco a lo ya narrado en aquella cinta. 

Rodada en Lérida, la fotografía de Francisco Sánchez es bastante interesante, quizás de lo más destacable del mismo. La dirección corrió a cargo del argentino León Klimovsky, quien ya contaba con más de 10 años detrás de las cámaras. El elenco de actores está encabezdo por Cristina Galbó como Bernadette Soubirous. A diferencia de la película francesa en la que la actriz principal tenía 24 años, la protagonista español tenía por aquel entonces 14 años, la misma edad que Bernadette cuando fue testigo de las apariciones, lo que concede mayor credibilidad a su interpretación y mayor valor para un director que tuvo que sacar lo mejor de una promesa adolescente. La acompañaron, entre otros, Luisa Sala en el papel de su madre LouiseAgustín González como el Padre PeyramaleMaría Luisa Ponte en el papel de Sor Damiana.

El argumento es fiel a las apariciones, narrando la vida de Bernadette Soubirous cuando siendo joven acude a rezar a la Gruta de Massabielle, donde se le aparece la Virgen de la Inmaculada Concepción. Tras el primer milagro del manantial y las primeras curaciones, comienza un exhaustivo proceso de investigación para saber si lo que allí está sucediendo es obra divina o invención humana. A diferencia del film francés, no recoge el momento de la muerte de la santa, concluyendo con el final de las investigaciones sobre las supuestas apariciones. 

El film comienza y termina con imágenes reales del Santuario de Lourdes. Mientras el espectador las contempla, la voz en off típica de las películas de esos años comienza diciendo:

"A este lugar llegan el dolor, la desesperación y también la esperanza y la fe. Todos acuden a esta Basílica en la que la Virgen extiende su mano caritativa para paliar el sufrimiento de los hombres. Vienen a millares desde los cuatro confínes del mundo de todas las razas, todas las naciones, todas las lenguas, todas las clases. Un inmenso río humano que desemboca aquí, en busca del consuelo y la redención. Hay un manantial cuyas aguas han salvado vidas, han curado males, alimentado la esperanza de la humanidad doliente. Y todo esto era en el siglo pasado un macizo rocoso, Masabielle, un lugar agreste y casi salvaje a orillas del río Gave, a las afueras de una pequeña ciudad llamada Lourdes".

Tras ello comienza la historia de las apariciones, en las que destaca que nunca vemos a la Virgen (como sí la veíamos en la película francesa) sino una potente luz con movimientos de hojarasca y arbustos. 

En la primera vez (la ve en solitario), Bernadette la decribe a las otras niñas: “Nunca he visto una joven tan hermosa como ella. Tendré que volver algún día". En la segunda se sorprende de que sólo ella pueda verla: "¿No la veis? Tiene un rosario en la mano y nos está mirando". En la tercera afirma que le dice: "No te prometo hacerte feliz en este mundo, pero sí en el otro". En la cuarta cuenta que "Me dijo muy triste: Ruega a Dios por los pecadores". En la quinta Bernadette come hierbas y barro, tras lo que se produce el milagro del manantial, la curación de un ciego y el milagro de un niño. En la sexta le pregunta su nombre: "Señora, ¿Queréis decirme quien sois? Es el Padre Peyramale quien me lo pregunta. Decídmelo Señora. Si me lo decís, lo guardaré para siempre en mi corazón. ¡Gracias Señora!".

Al contárselo al sacerdote es cuando todo el mundo comienza a creerla, pues difícilmente una niña de 14 años podía conocer un concepto teológico que es improbable que hubiera escuchado nunca: 

Bernadette: "Yo soy la Inmaculada Concepción. Es la Señora la que me ha dicho esas palabras". 
Padre Peyramale: "¿Y tú sabes lo que quiere decir eso?" 
B. "No, no lo sé".

El film termina con una conversación entre Bernadette y el sacerdote del pueblo (no se menciona su nombre). Al terminar esta, volvemos a ver imágenes de reales de Lourdes antes de que el "Fin" aparezca en la pantalla: 

Bernadette: "Me daría mucha pena que en aquel sitio en cuyas zarzas se posaron sus pies, pudieran algún día olvidarse o profanarse".
Sacerdote: "No, lo temas, Bernadette. La semilla está echada, y germinará en el corazón de los franceses y en el de todos los hombres de buena voluntad. La Señora te eligió a ti, porque eres buena, inocente y fiel a tus promesas. Te puso como ejemplo, y espera por los siglos de los siglos a todos los que quieran acercarse a ella como tú, con humildad, con amor y con fe para que los espíritus ciegos se sientan iluminados por la luz de la verdad y de la justicia, para que los que se pierdan en el error sean conducidos de nuevo al camino recto para que la libertad justa sea concedida en todas partes, y para que una era de concordia y de prosperidad surja para todos los pueblos".

Lo dicho, una película interesante para conocer el relato de las apariciones aunque no aporte mucho más que su antecesora francesa.

No hay comentarios :

Publicar un comentario