lunes, 30 de diciembre de 2024

¡Feliz Navidad!

Con un poco de retraso, pero bueno.... 

Nada de "felices fiestas".... Os deseo ¡Feliz Navidad! Un año más, desde este humilde rincón, quiero compartir con vosotros la alegría del nacimiento del Salvador del mundo, de la esperanza de nuestras vidas, sin cuya existencia la existencia de miles de millones de personas que desde hace 2.000 años hemos creído en Él hubiera carecido de sentido.

Estar orgullosos de nuestras raíces y tradiciones cristianas no tiene porque oponerse al respeto de otras culturas y religiones. Pero yo manifiesto, defiendo y me siento feliz de la mía y la de mis antepasados.

Así lo siento, y así lo proclamo.

FELIZ NAVIDAD

lunes, 23 de diciembre de 2024

El amor de Dios supera al de una madre: Isaías

Isaías es un profeta que escribe para mantener la esperanza del pueblo en los duros años del destierro de Babilonia. O mejor dicho, según muchos expertos en la Biblia, y dado lo extenso del texto (66 capítulos) fueron al menos dos o tres escritores (los llamados primer, segundo y tercer Isaías) los que probablemente escribieron sucesivamente alguna parte del libro, en cuyo caso abarca un periodo histórico muy extenso que incluye monarquía y destierro. Sea como fuere, para mi labor de seleccionar un versículo de cada libro sagrado, no voy a entrar en estas disputas de biblistas y me voy a quedar con un versículo del capítulo 49, escrito probablemente lejos de la Tierra Prometida y cuyo objetivo sí era el de mantener la esperanza en tiempos difíciles. Debido a este contexto, los textos de Isaías son muy usados en Adviento, tiempo propicio para la esperanza.

El pequeño fragmento que he seleccionado contiene dos versículos preciosos, una afirmación-desahogo frente al supuesto olvido de Dios a su pueblo y la respuesta que el profeta pone en boca de Dios para que no quepa duda de que aún está con su pueblo. Pero la manera poética de decirlo es sublime, poco más se puede añadir al recurso literario del autor que conmueve al lector interiormente. Ahí os lo dejo:

Isaías, 49, 14-15

"Pero dice Sión: «Dios me ha abandonado, el Señor me ha olvidado.»
- ¿Acaso olvida una madre a su criatura, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque esa se olvide, yo no te olvidaré".

lunes, 16 de diciembre de 2024

Esperanza en medio de las desgracias: Joel

El libro del profeta Joel está escrito en un momento muy complicado para el Pueblo de Israel, el momento del destierro de Babilonia. En apenas cuatro capítulos (el tercero de ellos muy breve) encontramos bastantes reproches de Dios al comportamiento de su pueblo, dando a entender que las penalidades del presente se deben a los pecados del pasado. La llamada a la penitencia y al cambio de vida son constantes, así como el anuncio de la llegada del día del Señor.

En medio de esas desdichas, en mi opinión un versículo resplandece sobre el resto, que es el que he escogido como representativo de este libro sagrado. Encontramos reminiscencias de él en muchos otros libros proféticos o en otros textos sagrados como los Salmos o Proverbios. Os lo copio, no tiene desperdicio.

Joel 2,13

"Desgarrad vuestro corazón y no vuestros vestidos, volved al Señor vuestro Dios, porque Él es clemente y compasivo, lento a la cólera, rico en amor, y se ablanda ante la desgracia".

lunes, 9 de diciembre de 2024

La oración: una reflexión preciosa

Ayer leí un artículo de opinión realmente precioso. Está firmado por Miguel Ángel Robles en el ABC de Sevilla bajo el título “Reza por mí”. Hacía tiempo que no leía algo tan emotivo sobre la importancia de rezar, por lo que me ha oportuno compartirlo con vosotros. Espero que os guste tanto como a mí, en los tiempos que corren no es común leer artículos completos sobre la fe, menos si es en un periódico de tirada nacional. Enhorabuena al autor del mismo y al periódico por la valentía de publicarlo: 

“Rezar es una conversación con Dios. Es el momento de más calma del día, y, en mi caso, el de primera hora de la mañana, poco más de las seis, y el agua de la ducha caliente cayendo despacio sobre los hombros.

Rezar es una fotografía en sepia, un regreso a la casa de tus abuelos y al tiempo sin tiempo de tu infancia.

Es un Padre Nuestro hablando con Dios para que te ayude en los exámenes. Es el refugio del frío, y el silencio acogedor. Rezar es tener memoria.

Rezar es lo que va antes del trabajo o después del trabajo, y lo que nunca lo suplanta

Es lo único que puedes hacer cuando ya no puedes hacer más, y es la forma de comprometerse de quien no tiene otro medio de hacerlo, como cuando rezamos por un enfermo que se va a operar y ya está todo en manos del cirujano (y de Dios).

Rezar hace milagros, ofrece consuelo al que reza y a aquel por quien se reza. Rezar nunca es inútil, porque siempre conforta.

Rezar es decir rezaré por ti y, también, reza por mí. Y es, por tanto, lo contrario a la vanidad.

Rezar es la aceptación de tus limitaciones. Es aprender a resignarse cuando lo que pudo ser no ha sido. Es vivir sin rencor, aprender a olvidar, aceptar la derrota con dignidad y celebrar el triunfo con humildad.

Rezar es buscar las fuerzas si no se tienen y confiar en que las cosas van a ser como deberían ser.

Rezar es optimismo, no dar nada por perdido, luchar y resistir. Rezar es fragilidad y entereza.

Rezar es desconectar y apagar el móvil. Es introspección en la sociedad del exhibicionismo. Es relajarse y calmar los nervios. Y prepararse mentalmente para lo que ha de venir. No es solo buscar el coraje, sino también la inspiración, la idea, el enfoque, la luz, el claro en medio de la espesura.

Rezar es razonar, aunque parezca lo más irracional que haya. Es la mente funcionando como cuando juegas un partido de tenis. Es planificar y anticipar las jugadas. Es abstracción en los tiempos de lo concreto y lo material. Es pausa en un mundo excitado. Es calma cuando todo es ansiedad. Y es aburrido en la dictadura de lo divertido.

Rezar es una forma extrema de independencia.

Rezar es un placer oculto, que se reserva para la intimidad. Un acto privado, y casi a escondidas, que, cuando se hace acompañado, necesita mucha confianza.

Rezar es una declaración de amor por la persona que tienes en tus rezos. Es derramar tu cariño sobre los que más quieres y sentir el cariño de los que rezan por ti.

Rezar es tener a otros en tus oraciones y estar en las oraciones de otros, que es mucho más que estar solo en su memoria.

Rezar, y sobre todo que recen por ti, es la mayor aspiración que uno puede tener en la vida. Un privilegio inmenso. Es querer tanto a alguien como para rezar por él, y que alguien te quiera tanto como para rezar por ti.

¿Cabe mayor orgullo? ¿Existe mayor plenitud que la de saber que hay una madre, un hermano, un hijo o un amigo que quiere que Dios te proteja, y te dé salud, y te ilumine, y te ayude, y te acompañe, y esté siempre contigo?

Rezar es tener fe. Tener fe en la vida, en las personas, en tus amigos, en tus hijos, en tus padres, en Dios.

Rezar es un súper poder que nos predispone al bien.

Rezar es creer y ser practicante de un mundo mejor”

lunes, 2 de diciembre de 2024

Dios escoge a los sencillos: Jueces

El libro de los Jueces contiene un periodo de casi 200 años (del 1.200 al 1.030 a.C.) en el que varias personas son escogidas por Dios para guiar al pueblo y mantener la fidelidad a la alianza. Ninguno de ellos (Gedeón, Jefté, Sansón...) son ejemplo por su sabiduría, sino únicamente por poner sus vidas en manos de Dios y mantener la esperanza del pueblo. Curiosamente todos ellos triunfan cuando confían en Dios y fracasan cuando se apartan de él. Son libertadores del pueblo, por lo que casi todas sus hazañas son militares y dejan poco espacio a una espiritualidad contemporánea. No obstante, me voy a quedar con un par de versículos de la historia de Gedeón, en la que precisamente el protagonista de la historia reconoce su pequeñez:

Jueces 6, 15-16

Gedeón le respondió: «Perdón, Señor, pero ¿Cómo voy a salvar yo a Israel, si mi clan es el más humilde de Manasés y yo soy el más joven en la casa de mi padre?». «Yo estaré contigo, le dijo el Señor, y tú derrotarás a Madián como si fuera un solo hombre»

lunes, 25 de noviembre de 2024

Amor a los enemigos: Evangelio de San Mateo

El Evangelio de San Mateo está especialmente dirigido a los judíos. Creo que debido a estos destinatarios, el mensaje que transmite es una revolución novedosa respecto al judaísmo. Por ello, de entre todas las enseñanzas hermosas que contiene el texto sagrado, me voy a quedar con una de las más difíciles de cumplir, al menos para mí. Al igual que con el versículo que seleccioné en el Evangelio de San Lucas, el perdón a los enemigos me parece un mensaje revolucionario y complicado en su seguimiento. San Mateo no habla solo de perdón sino directamente de amor al enemigo. Estos dos versículos de San Mateo que hoy señalo me parecen el complemento perfecto del perdón que en el Evangelio de Lucas Jesús ofrece en la cruz a quienes lo estaban matando. En Mateo encontramos la petición, en Lucas el cumplimiento, cerrando un círculo de amor-perdón al enemigo.

Evangelio de San Mateo 5,43-44: 

"Habéis oído que se dijo: ´Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo´, pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, rogad por quienes os persiguen"

jueves, 14 de noviembre de 2024

18 cumpleaños

Hoy nuestro Blog cumple 18 años. Siempre digo "nuestro" porque sino fuera por los lectores probablemente hace muchos años hubiera dejado de publicar. El caso es que ya podemos decir que es oficialmente mayor de edad. El tiempo pasa volando, y el Blog no se libra de acumular años a sus espaldas. Como siempre, esta oportunidad es buena para volver la vista atrás, tomar un respiro en las entradas semanales y dedicar la de hoy a hacer números que ayuden a visibilizar la -hasta el momento- buena salud de esta página web. Vamos por ello a ofrecer un año más las estadísticas actualizadas en dos tablas que ya son características y que ofrecen un panorama que permiten ver la evolución y las tendencias ascendentes y descendentes que predominan. 

De la primera tabla -ya lo hemos comentado otros años- ya casi solo importan las tres primeras filas, pues el resto ha ido desapareciendo con el transcurso de los años:

Año

2019

2020

2021

2022

2023

2024

Entradas

771

875

911

966

1.020

1.072

Visitas

1.436.727

1.506.826

1.624.615

1.682.006

1.721.222

1.874.437

Comentarios

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2.518

2.521

2.524

2.560

2.566

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Un breve comentario de estas cifras. El Blog sigue avanzando a un ritmo aproximado de 52 entradas  y unas 160.000 visitas anuales, lo que suponen una media de 440 visitas diarias. Los comentarios arrojan una cifra irrelevante, siendo un recurso cada vez menos utilizado. Una pena, pues en los primeros años eran un elemento que provocaba mucha interacción, debates, intercambio de posturas... Hoy tengo la sensación de que pocas personas interactúan, si bien el número de visitantes del Blog no solo no decrece sino que aumenta cada año. 

De la segunda tabla, un año más, la situación tampoco presenta muchas variaciones. Las cifras se han consolidado tanto que apenas hay cambios en las posiciones, por lo que los dígitos son muy similares a los de años anteriores: 

Año

2021

2022

2023

2024

Entrada más vista

Huellas en la arena

173.677

Huellas en la arena

180.233

Huellas en la arena

188.493

Huellas en la arena

194.517

País con más visitas

Estados Unidos 

243.450

Estados Unidos 

255.134

Estados Unidos

267.358

Estados Unidos

277.222

Navegador más usado

Google Chrome

876.000 (54%)

Google Chrome

916.000 (54%)

Google Chrome

981.000 (55%)

Google Chrome

1.070.000 (57%)

Sistema operativo

Windows

856.000 (53%)

Windows

873.000 (52%)

Windows

892.000 (50%)

Windows

934.000 (50%)

Como se puede comprobar las tendencias están casi calcadas a las del año pasado. La entrada más vista sigue siendo la misma, a mucha diferencia de la siguiente, El niño tranquilo (85.212). EE.UU. también mantiene las distancias con su "competidora" más cercana, México (252.819), mientras que Google Chrome gana otro año más un 2% al tiempo que Windows frena su retroceso, igualando este año los dígitos años anteriores.

Seguiremos viendo la evolución, como digo siempre, mientras Dios me de salud y fuerzas...

Un año más, un año menos... ¡Feliz Cumpleaños!


lunes, 11 de noviembre de 2024

Lo que de verdad importa (The Healer, España, 2017)

Ver una película del mexicano Paco Arango es una experiencia -como dice el eslogan promocional de la que hoy nos ocupa- 100% positiva. Hace unos años comenté Maktub y hoy toca el turno de ésta, una película altruista cuyos beneficios fueron destinados íntegramente a la lucha contra el cáncer, siendo donados a la Fundación Aladina en España y a otras asociaciones en el extranjero. Todo un éxito, ya que la recaudación final a nivel mundial superó los 10 millones de dólares, teniendo además el gran aval de haber sido la película más vista en Netflix en los Estados Unidos en el año 2020. 

Se trata de una película humana, transmisora de valores, que te hace pasar un rato entretenido al tiempo que te sumerge en cuestiones profundas e inquietantes. Vamos con el argumento y después comentamos algo de su espiritualidad, ya que sin ser una película exclusivamente religiosa el componente de fe y muchos elementos cristianos están más que presentes. 

Alec Bailey es un tramposo y mujeriego reparador de objetos electrónicos que pasa su vida entre los pubs y las casas de apuesta en Inglaterra. Acosado por las deudas, su tío Raymond Heacock (Jonathan Pryce) se ofrece a liquidarlas si a cambio pasa un año en Canadá. Ayudado por la veterinaria del pueblo, Cecilia y por el Padre Malloy, descubre que tiene el don de curar, pero se niega a aceptar que esa vaya a ser su nueva vida.    

Vamos ahora a ver su contenido espiritual. Más allá del optimismo vital y la filantropía que transmite, me voy a centrar en los diálogos que tienen un contenido religioso, especialmente en los de los sacerdotes (dos) que intervienen en la película.

El primero de ellos que merece la pena destacar es en la aparición del primer sacerdote, al que no se le da nombre. Alec huye de un par de matones, y se esconde en la Iglesia para no ser visto, más concretamente simula ser un penitente que acude a confesarse:

Sacerdote: “Confiésame tus pecados, hijo mío”
Alec: “Joder, mi madre”
S.: “Eso lo vamos a añadir a lo que tengas que confesar...”
A.: “No, yo… solo me estoy escondiendo aquí”
S.: “Este es un sacramento sagrado, fuera de aquí”
A.: “No, no. Por favor, me matarán”
S.: (Se acerca a los dos matones) “Esta es la casa del Señor. No creo que ninguno de los dos esté rezando, así que tengo que pediros que os vayáis, por favor”

Una vez a solas los dos mantienen una conversación de las más interesantes espiritualmente hablando del film:

Sacerdote: “Ven y cuéntame lo que te está pasando, a lo mejor puedo darte un consejo". (Alec cuenta todo al sacerdote) Parece que tu vida no va muy bien, ¿no? Yo creo que deberías irte a Canadá. Es la forma en la que Dios te da una segunda oportunidad”
Alec: “Le aseguro que mi tío no trabaja para Dios”
S.: “Te voy a contar una historia: Había una vez un párroco en un pueblecito. Llovió torrencialmente durante meses y el pueblo empezó a inundarse. Los habitantes tuvieron que evacuarlo, pero el párroco decía: ‘Dios me salvará’ y se quedó allí solo. Cuando el agua le llegaba a la cintura, le mandaron a la policía para evacuarlo y luego le mandaron a los bomberos y luego al ejército con un barco, pero él siempre se negó, creyendo que Dios iba a ser que lo salvase. Así que se ahogó (risas). Y cuando se vió cara cara con Dios se quejó y le dijo: ‘Dios, ¿por qué me abandonaste?’ y Dios le dijo: ‘Yo te mandé a la policía, y a los bomberos, e incluso al ejército con un barco y aún así no me escuchaste’. Creo que dios te ha enviado a tu tío. Vete a Canadá”

El segundo sacerdote que aparece sí tiene nombre: El Padre Malloy. La primera intervención, no obstante, es más cómica que espiritual:

Padre Malloy: “¿Te veré en misa los domingos?”
Alec: “No. Yo soy budista”
P.M.: “Budista”
A.: “Sí”
P.M.: “¿Y cómo te convertiste?”
A.: “Igual que usted se encontró con Jesús yo me encontré a Buda”

La segunda intervención es más sustanciosa. Habla de un tema delicado (la pérdida de fe del sacerdote) si bien debido a que el transcurso de la trama se centra en Alec no se profundiza demasiado en ese drama personal del sacerdote:

Alec: “Padre Malloy. ¿Dónde se había metido? Me han detenido. Creían que estaba muerto”
Padre Malloy: “Lo sé. Lo siento. Volví tan pronto como me enteré.”
A.: “Pues se lo ha tomado con calma, ¿no?”
P.M.: “Y siento mucho no haber creído en ti. Espera, tengo que confesarte algo. Perdí la fe hace cosa de dos años. De hecho, dejé de creer que Dios existía.”
A.: “¿Qué? Y usted era quien me acusaba de mentir a esta comunidad”
P.M.: “No tuve el valor de decírselo a los fieles, así que seguí haciendo mi papel, que es el de ser cura”
A.: “Qué lamentable”
P.M.: “Pero ayer fallecí. De eso estoy seguro. Y nada podría haberme traído de vuelta, pero… Mira, cuando llegué a Lunenburg escuché historias, rumores, de curanderos. No es el caso. creí que eran invenciones. Ahora estoy convencido de que tienes un don, un don concedido por Dios que me ha hecho volver para darme una segunda oportunidad.”
A.: “¿Lo dice en serio?”
P.M.: “He recuperado la fe. Y todo te lo debo a ti. Alec , hijo… No puedes negarlo. Eres el curandero”
A.: “Ya no puedo más. Yo me voy de aquí. Estáis… estáis todos locos de remate”

Su tercera intervención, en la Iglesia, es para pedir comprensión y respeto para Alec:

Padre Malloy: “Debemos respetar su decisión, no ha sido fácil para él. También debemos dar gracias por los regalos que nos ha concedido estos dos días. Yo el primero”

En medio se produce una nueva intervención espiritual, en este caso del tío de Alec, quien le desvela al joven el origen de los poderes que se le han concedido y que tiene que decidir si mantener o no:

Raymond Heacock: "El todopoderoso, el creador, el Ser supremo.... Dios"

Una de las últimas escenas vuelve a tener como protagonista al Padre Malloy. Alec quiere rezar pero se encuentra la Iglesia cerrada, por lo que pide un favor al sacerdote:

Alec: "Padre Malloy"
Padre Malloy: "Alec, ¿Que haces aquí? A estas horas está cerrada"
A.: "Pues ábrela. Necesito entrar"
P.M.: "¿Qué ocurre?"
A.: "¿Cómo puedo hablar con él?"
P.M.: "¿Con quién?"
A.: "Con Él. Con tu jefe. Él"
P.M.: "¿Dios?"
A.: "Sí"
P.M.: "Tú háblale. Él te escucha"
A.: "¿Puedes hacerlo tú por mí?"
P.M.: "No, no puedo hacerlo"
A.: "Oye, me lo debes"
P.M.: "Tienes razón. Así es. (le abre la Iglesia) Pero esto, debes hacerlo solo. Cierra cuando acabes"
A.: "Gracias"

En el interior de la Iglesia se produce una oración de Alec que merece la pena resaltar. Obviamente no es el modelo de oración perfecta, pero sí nos indica que siempre es bueno hacer oración, incluso cuando uno está irritado, ofuscado -e incluso- "cabreado" con Dios. Nunca es mal momento para una oración, para pedirle aunque sea de manera desgarrada su ayuda. Insisto que no es ejemplo de confianza ni de fe, pero todo lo que sale del fondo del corazón imagino que agrada a Dios:

Alec: "Esto es ridículo. (Se marcha pero da media vuelta) Qué coño.. ¿Sabes qué te digo? ¿Qué clase de cosa eres tú? ¿Eh? Si fueras tan bueno como dices que eres… ¿Cómo permites que la gente joven enferme y muera? ¿Eh?, ¿Por qué no comienzas contestando a eso? O mejor… Abigail… ¿En serio?, Eres tan retorcido. Tiene solo catorce años. Y ahora quiero que me devuelvas mi don. Te juro que si dejas morir a Abigail maldeciré el día que exististe. ¡Charlie! Charlie si estás ahí arriba métele un puñetazo al idiota este en la cara. ¡Devuélvemelo!"

Una película que merece muy mucho la pena, humana y espiritualmente hablando. Termino con una curiosidad cinematográfica. No creo casual que el apellido escogido para el personaje principal (Alec Bailey) sea el mismo que el de George Bailey, el protagonista de la inolvidable "Qué bello es vivir", quien a lo largo de ese film también experimenta un proceso de conversión y de recuperación del sentido de su vida. Estoy seguro de que es un guiño a una de las mejores películas de la historia...

lunes, 4 de noviembre de 2024

Siempre a mi lado (Charlie St. Cloud, EE.UU., 2010)

La película que hoy nos ocupa es el sexto largometraje dirigido por Burr Steers, quien nos presenta un interesante cocktail que mezcla cine romántico a través de una temática de Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM). Protagonizada por Zac Efron y Amanda Crew, el film tuvo como eslogan promocional la frase "la vida es para vivirla" y unos resultados discretos en taquilla. No obstante, espiritualmente es muy aprovechable y transmite de manera muy entretenida la experiencia vital de muchas personas que estuvieron cerca de morir pero en el último instante experimentaron un regreso a la vida. De la misma manera aborda otros temas escatológicos como si es posible comunicarse con personas fallecidas o si desde el más allá se pueden mandar mensajes a los seres queridos. Vamos a comentar el argumento y a continuación algo de estas temáticas a través de algunos diálogos de la película.

El film tiene como protagonista principal a Charlie St. Cloude, quien sufre un accidente de tráfico en el que es reanimado con un desfibrilador. No tiene tanta suerte su hermano Sam, quien fallece en la colisión. Tras este dramático suceso Charlie renuncia a su brillante futuro universitario y deportivo y decide trabajar en el cementerio donde su hermano está enterrado. Pero Charlie tiene un secreto para haber renunciado a todo: tras una promesa hecha a Sam, cada noche se encuentra con él para hablar y jugar juntos. Todo va bien entre los hermanos hasta que conoce a Tess, una chica que le hará tener que  elegir entre mantener la promesa hecha a Sam o ella.

Vamos con los diálogos y momentos más espirituales y que dan lugar a una reflexión teológica. El primero de ellos se produce tras el accidente, en el que se produce este diálogo entre dos sanitarios. En él aparece el primer elemento religioso, ya que Florio porta una medalla de San Judas a quien atribuye que Charlie responda a los electroshocks:

Sanitario: "Déjalo. Está muerto".
Florio: "No existen las causas perdidas. Cállate. (practica el electroshock y lo revive) Gracias Judas(se besa su medalla). Eh. ya has vuelto".

Previo a este momento de "resurrección" se intenta expresar con imágenes cómo puede ser ese momento. Aturdimiento, niebla, una especie de túnel, una luz... forman parte visual de una experiencia imposible de explicar con palabras. El espectador lo intuye pero no hay nada que lo explique, así que sino se está lo suficientemente atento este momento tan importante puede pasar desapercibido.

Precisamente el personaje del enfermero (Florio) es una de las claves de la película. Se presenta como el modelo religioso, manifestándose creyente y hablando de experiencias sobrenaturales. Para mi gusto la conversación más profunda e interesante de la película es ésta en la que un Florio al que le han diagnosticado una enfermedad terminal le da un sentido a la existencia de la vida de Charlie:

Florio: "No lamento nada. He vivido toda una vida" 
Charlie: "¿De verdad eso es un consuelo?"
Florio: "Es el único que tenemos, Charlie. Además, yo pude presenciar un milagro. ¿Cuántas personas podrán decirle eso a San Pedro cuando lleguen a las puertas del cielo? ¿Eh? Eras una línea totalmente plana. Nada. Y entonces… Debes preguntarte por qué"
Charlie: "¿Por qué qué?"
Florio: "¿Por qué tú?, ¿Por qué tuviste otra oportunidad? Dios no hace ostentación sin más, tiene que haber una razón, Dios te concedió una segunda oportunidad".
Charlie: "Pues si hay alguna razón, aún no sé cuál es".
Florio: "Ya. Pues… No creo que trabajando en un cementerio la acabes descubriendo. Eres joven. Deberías abrirte al mundo y vivir la vida. No desperdicies ese don que recibiste".

Tras la muerte de Florio es su esposa la encargada de incidir en esa conversación, ahondando en la idea de que Charlie ha tenido una segunda oportunidad en la vida para cumplir una misión: 

Viuda de Florio: "Florio quería que usted se quedara con su medalla"
Charlie: "¿Está segura?"
Viuda de Florio: "Segura. Decía que era su respuesta para usted"
Charlie: "¿A qué?"
Viuda de Florio: "A porqué usted"
Charlie: "¿Solo a eso?"
Viuda de Florio: "Solo"
Charlie: "Nunca había visto de estas sin cruz"
Viuda de Florio: "No es Jesucristo, es San Judas. Judas Tadeo, patrón de las causas perdidas"
Charlie: "No existen las causas perdidas"
Viuda de Florio: "Eso es lo que siempre decía mi marido"

Esa misión no es otra que salvar la vida de Tess, quien sufre un accidente al chocar su embarcación contra unos icebergs. Previamente ambos protagonistas habían comenzado una historia de enamoramiento en la que la chica conoce el secreto de Charlie. Un par de conversaciones destacan sobre el resto:

Charlie:: "Cuanto más me adentro en tu mundo más me alejo del suyo"
Tess: "En algún momento todos debemos dejar atrás el pasado"
Charlie: "Tess, no puedo perder a Sam"

Tess: "Tú no moriste en aquel accidente Charlie" 
Charlie: "En realidad sí"

El film encierra más sorpresas, pues al más puro "El sexto sentido" resulta que Tess es una especie de fantasma que se puede comunicar con Charlie para pedirle ayuda pues está malherida y casi moribunda. Así que el don de Charlie no solo le permite ver a su hermano, sino a muchos muertos-agonizantes, cuestión que el espectador ya había podido intuir cuando en el cementerio habla con un soldado amigo de juventud, Sully.

Respecto a los diálogos entre Charlie y Sam, los más interesantes suceden en la última parte del film. Me quedo con estos dos:

Charlie: "No tienes porque irte ahora mismo" 
Sam: "Bueno algún día hay que afrontarlo"

Charlie: "Te echo de menos".
Sam: "Estoy bien Charlie daría cualquier cosa porque pudieras verme. Lo que que ahora soy Pero nadie llega a ver nunca lo que podría haber sido".
Charlie: "Siento haber roto el trato"
Sam: "Era el momento. Esto es mucho más increíble de lo que nunca imaginamos, Charlie"
Charlie: "Me duele tanto como el día de tu muerte"
Sam: "Sientes dolor porque estás vivo".
Charlie: "Siempre seremos hermanos"
Sam: "¿Lo prometes? ¿Todos los días? ¿Llueva o truene, haga viento o diluvie?"
Charlie: "Lo prometo".

Al igual que tras el accidente Charlie atraviesa la experiencia del túnel, al final de la película el espectador se une a la mente de Sam para experimentar el Cielo. Siempre que eso sea posible de visualizarse en una película, claro. La paz, la alegría, la comunión con la naturaleza... son elementos que se intentan transmitir para visibilizar que Sam entra en otra dimensión y abandona para siempre este mundo.

En resumen, una película espiritual y muy interesante, entretenida de ver, con bastantes giros que la hacen sorprendente y tocando una temática que nunca defrauda. Muy recomendable para todos aquellos que sientan interés por las cuestiones sobrenaturales.

lunes, 28 de octubre de 2024

Coco (EE.UU., 2017)

Antes de comentar este film de animación lo primero que hay que justificar es si puede ser comentado bajo la etiqueta "Cine religioso" o hubiera encajado mejor en "Cine con valores". ¿Disney y Religión, no parecen dos elementos incompatibles..? Tras 210 películas comentadas en este Blog es la primera vez que afronto la tarea de desentrañar un producto de la Factoría Disney, por lo que el esfuerzo por responder de manera sensata a esa pregunta merece la pena. Las dos opciones que se me planteaban como posibles me parecían coherentes, pero me he decidido por poner la etiqueta "religiosa" porque ya se habrá escrito mucho sobre "valores", ya que al documentarme no he encontrado demasiada reflexión sobre los aspectos religiosos del film . ¿Plantea Coco una dimensión religiosa en su argumento? La respuesta es un rotundo "Sí", ya que al hablar de la vida después de la muerte está tocando uno de los temas fundamentales a los que toda religión intenta dar respuesta. Otra cosa, como veremos posteriormente, es si esa visión encaja dentro de alguna escatología o es un Universo paralelo inventado por sus creadores. Adelanto desde ya que me voy a decantar por la segunda opción...

Antes de entrar en ese debate, vamos con los aspectos técnicos, que no son menores. La película ganó los dos premios Oscar a los que optaba: Mejor largometraje de animación y mejor canción. Con un presupuesto de 175 millones de dólares recaudo en taquilla 814, merchandising aparte. La crítica especializada se rindió a sus pies de manera unánime. Parte de ese éxito puede deberse a la conjunción de los directores, la veteranía de Lee Unkrich (la saga de Toy Story, Buscando a Nemo) y el debutante codirector Adrián Molina, que además del conocimiento de la cultura mexicana aportó frescura, aspectos innovadores en la producción y un colorido que quita el hipo. El guion no tiene nada que envidiarle a un buen thriller. Además, la cultura mexicana recibe un merecido homenaje, con pequeños cameos animados de Santo (ídolo de masas del Pressing Catch) Cantinflas, Pedro Infante, Jorge Negrete, Frida Kahlo, Emiliano Zapata o María Félix.

Vamos a  lo que nos interesa: ¿Por qué se aventuró Disney a pisar el terreno pantanoso de la vida después de la muerte? Algunos creen que después de "Up" intentar responder a esa cuestión existencial era justo y necesario, claro que Disney lo iba a hacer... a su manera. Y la manera de Disney desde hace décadas es la no exclusión de ningún colectivo que sea susceptible de dejar dinero en caja. Su estrategia comercial es la de una continua ampliación del mercado abarcando a las "inmensas minorías": población negra, latina, LGTBI, feministas... y también a la creyente. La marca Disney es capaz de lo mejor y de lo peor, genera fiascos ideológicos como Barbie pero de lo que no cabe duda es de que es capaz de vender cubitos de hielo en Alaska. Basta darse una vuelta por uno de sus parques temáticos para darse cuenta de ello. Pero claro, tanta inclusión se realiza a costa de no identificarse con nadie para no ofender al resto. Por ejemplo, no se puede transmitir una escatología cristiana para no ofender al budismo, ni viceversa. Musulmanes, judíos, hindús y practicantes de religiones menores tenían que sentirse identificados con el film como si estuvieran viendo "Bambi". La solución a este problema pasó por crear un "Paraíso" válido para todos -y al 100% para nadie- basado en una antigua tradición mexicana mitad precolombina mitad cristiana. El tema religioso está tan someramente tratado que ni siquiera fue censurada en China, donde todos las películas de cualquier religión lo son. Una genialidad en toda regla, vamos. 

Previo a desentrañar ese Paraíso vamos con el argumento: En el pueblo de Santa Cecilia vive Coco,  la anciana matriarca de una familia mexicana muy peculiar: en su casa la música está prohibida desde que su padre se marchó abandonando a su familia para buscar fortuna en el mundo de la industria musical. Ahora su bisnieto, Miguel, quiere desafiar esa norma y convertirse en un cantante de éxito. Pero accidentalmente llega a la "Tierra de los Muertos", donde conocerá a todos sus ancestros difuntos y necesitará de su bendición para volver a la tierra de los vivos y cumplir su sueño.  

Llegamos a abordar por fin a los aspectos religiosos del film

¿Qué aspectos contiene Coco que pueden ser considerados genuinamente cristianos? En primer lugar, la defensa de la familia tradicional (guau, eso sí que no me lo esperaba de Disney/Pixar) y de las tradiciones ancestrales, como refleja este diálogo final:

Mamá Imelda: "Miguel, si te ayudamos a conseguir su foto, ¿volverás a casa?, ¿No más música?"
Miguel: "La familia es primero".

Al hilo de ello no está de más recordar la fecha en la que suceden los acontecimientos. El Día de Muertos es y será el 2 de noviembre, conocido en el cristianismo europeo como el Día de los Difuntos. En eso película y cristianismo se unen: Basta ya de Halloweens y vamos a defender nuestras costumbres cristianas. En esta fiesta se utiliza una flor, la caléndula mexicana o azteca, que guía a los muertos hacia la tierra de los vivos. Las casas se adornan con flores, velas y fotografías de los difuntos. Los altares también se adornan con alebrijes, animales fantásticos que tienen la misma función que la caléndula. La película -sin ser spoiler- es una defensa de la familia como valor fundamental de la vida. Más allá de la rebeldía de juventud, uno encuentra en ella y en sus raíces el sentido de la existencia, el apoyo en los momentos difíciles y la comprensión y el perdón cuando uno se equivoca. Valores sagrados que se van perdiendo en nuestra sociedad a pasos agigantados. 

Como segundo punto fuertemente cristiano, encontramos el recuerdo y la oración (esta última está casi omitida) que se pueden realizar por los difuntos, simbolizados en el montaje de los altares para el Día de Muertos de México. La intercesión de los vivos por los muertos es uno de los pilares sobre los que se sostiene tradicionalmente la escatología cristiana, de ahí que tengan sentido las misas y oraciones por los difuntos. Este es el punto de máxima unión entre el film y la doctrina católica. Encontramos también guiños menores a lo largo de la película, como el nombre del pueblo (Santa Cecilia, la patrona de la música) o alguna imagen -en muy segundo plano- de la Virgen de Guadalupe. Nadie reza, nadie se santigua, ninguna realidad divina aparece. Ya hemos dicho que hay una especie de Paraíso pero no es el Cielo cristiano ni de ninguna otra religión...

Voy directamente al grano: ¿Por qué no se puede identificar la cosmovisión de Coco con la escatología cristiana? Fundamentalmente, dos son las razones para ello:

1. La pervivencia en La Tierra de los Muertos (inspirada en la ciudad real mexicana de Guanajuatoestá ligada única y exclusivamente al recuerdo que los vivos tienen de los difuntos. Una vez que nadie recuerda a una persona, esta desaparece para siempre. Esta visión New Age de la pervivencia del alma en la vida eterna es diametralmente opuesta a la cristiana, en la que la inmortalidad del alma es concedida exclusivamente por Dios. En este diálogo queda expuesta esta teoría:

Miguel: [después de ver desaparecer a Chicharrón] "Espera... ¿qué pasó?"

Héctor: "Ha sido olvidado. Cuando ya no queda nadie en el mundo de los vivos que te recuerde, desapareces de este mundo. Lo llamamos la Muerte Definitiva".
M.: "¿A dónde fue?"
H.: "Nadie lo sabe".
M.: "¡Pero si lo conocí! Podría recordarlo cuando regrese".
H.: "No. Así no funciona, chamaco. Nuestros recuerdos tienen que ser transmitidos por quienes nos conocieron en vida, en las historias que cuentan sobre nosotros. Pero no queda nadie vivo que pueda transmitir las historias de Chicharrón. Oye, a todos nos pasa al final".

2. En la vida después de la muerte de la película, los personajes siguen teniendo libertad para escoger entre el bien y el mal, odiar, perdonar, traicionar, ayudarse... Según la doctrina cristiana la muerte pone fin a esa libertad. Ya no se puede pecar ni hacer el bien, por lo que tu suerte depende del juicio de tus actos en la tierra, no en el Cielo. Este diálogo final supone la reconciliación tras la muerte de un matrimonio que no pudo despedirse en vida:

Miguel: "No estuve ahí por Héctor. Él estaba allí por mi culpa. ¡Solo estaba tratando de llevarme a casa! ¡Yo no quería escucharlo, pero tenía razón! Nada es más importante que la familia. Estoy listo para aceptar tu bendición. Y tus condiciones. Pero primero necesito encontrar a De la Cruz. ¡Para conseguir la foto de Héctor!"
Mamá Imelda: "¿Qué?"
M.: "Entonces podrá volver a ver a Coco. Héctor debería estar en nuestra ofrenda. Él es parte de nuestra familia".
M.I.: "Él abandonó esta familia!"
M. "Intentó volver a casa contigo y con Coco. ¡Pero De la Cruz lo asesinó!" [Imelda mira sorprendida a Héctor]
Héctor.: [con tristeza] "Es verdad, Imelda".
M.I.: [después de una pausa] "¿Y qué si es verdad? ¿Me dejas sola con una niña que criar y se supone que debo perdonarte?"
Héctor: "Imelda, yo..."

Estos dos puntos pueden llevar a confusión a un niño, joven o adulto que no conozca bien la teología cristiana y deben ser bien clarificados si el film se usa con intenciones catequéticas. Hecha esta excepción, la película es disfrutable y aprovechable a nivel espiritual a partes iguales. 

Vamos a terminar con estos aspectos positivo. El recuerdo de los difuntos es un punto fuerte del film y del cristianismo. Que mejor colofón para ello entonces que la letra de la bella canción acreedora del Oscar...:

Recuérdame, aunque tenga que decir adiós,
Recuérdame, no dejes que eso te haga llorar.
Porque aunque esté lejos, te llevo en el corazón.
Te canto una canción secreta.
Cada noche que estemos separados,
Recuérdame, aunque tenga que viajar lejos,
Recuérdame, cada vez que escuches una guitarra triste,
Que sepas que estoy contigo,
de la única manera en que puedo estar.
Hasta que estés en mi brazos otra vez, recuérdame...