
Coincidiendo con la cercanía de su muerte, me he decidido a ver esta película-documental protagonizada por el Papa Francisco. Y digo "me he decidido" porque no me atraía en exceso ni sus directores ni su productora, ya que ambos tienen una línea ideológica bastante alejada de una mínima ortodoxia cristiana. De un lado, sus directores: Marius Sánchez y Jordi Évole. Viendo sus filmografías, se comprueba que ambos han coincidido hasta ahora en cuatro documentales: uno sobre el difunto cantante Pau Donés (bastante emotivo), otro para blanquear la imagen de un etarra cuyo nombre omito, otro con los Estopa y este del Papa Francisco. Con este background, no parece que el tema religioso sea una de sus prioridades, lo cual no se puede decir de la política, la especialidad de la casa. Abanderados del liberalismo y del progresismo de izquierdas, resulta extraño que se hayan embarcado en un documental sobre la Iglesia Católica. Por otra parte, la distribuidora (Disney+) a priori tampoco hacía presagiar nada bueno, debido a su línea ideológica wokista. Pero como soy un claro convencido de que para criticar algo primero hay que verlo, he hecho de tripas corazón y me he aventurado a llevarme algún que otro sofoco. Os comento aquí el resultado.
A lo largo de 100 minutos el difunto Pontífice se reúne con un grupo de diez jóvenes y entabla con ellos una charla amistosa y distendida sobre distintos temas y preocupaciones de la sociedad actual. Técnicamente, el documental está muy logrado, con escenas de conjunto y primeros planos que te meten en todo momento en la conversación. Aparentemente (evidentemente la entrevista está guionizada y editada) no existe un orden concreto, sino que el Papa va respondiendo a diferentes cuestiones que los chicos han preparado previamente y van lanzando por turnos ordenados pero sin nadie que haga de moderador. El grupo de jóvenes es muy variopinto, con un musulmán, un ateo, un agnóstico, una feminista, una chica no binaria, una ex-monja, una creadora de contenido para adultos y una joven "más papista que el Papa" perteneciente a algún grupo ultraconservador de la Iglesia. De entrada, la selección es un cocktail explosivo que promete dar mucho juego.
El comienzo de la entrevista (tras un saludo en el que algunos jóvenes dan la mano al Papa, otros un abrazo, y los más atrevidos un beso...) comienza con estas palabras que transmiten confianza y cercanía:
Francisco: "Pelota al centro, empieza el partido"
Joven: "¿Cómo empezamos?, ¿Quién empieza?"
Francisco: "¿Quién es el más caradura?"
Comienza así una ronda de dos preguntas introductorias, de tipo personal: cuál es su salario y si tiene móvil. A ello responde el Papa con tres frases de tipo casi cómico (especialmente atrevida la segunda) imagino que para romper hielo y generar confianza:
"Yo no tengo sueldo. Y a mí eso no me preocupa porque me dan de comer gratis"
"Pide, que acá adentro roban todos, así que se yo dónde se puede robar y te mando el dinero"
"No. Me regalaron uno cuando me ordené de obispo, hace 30 años. Parecía un zapato. Llamé a mi hermana y lo devolví"
Con ello se da paso a tocar temas más espinosos como la Iglesia como institución anacrónica, la emigración, el racismo, la sexualidad, el aborto, la identidad de género o la libertad religiosa. De entre todas las respuestas he entresacado 14 frases, 14 "píldoras" que me han llamado la atención, algunas por lo inesperado y otras por ser muy clarificadoras:
1. Sobre el lugar donde debe estar la Iglesia: "¿Querés saber lo que es la injusticia social? Andá a la periferia. Y cuando digo periferia no solo hablo de pobreza, sino culturales y existenciales". "La verdad de la Iglesia está en las periferias, en el centro hay gente buena, santa, pero también hay mucha corrupción. Hay mucho daño en la institución eclesiástica y abuso de poder, es verdad"
2. Sobre el racismo y la emigración: "Te digo que no. Yo no he sufrido eso. Al contrario, en Argentina era muy bien recibido porque hacía falta y se recibió mucha gente". "El problema de las migraciones hay que tomarlo en serio. El migrante tiene que ser recibido, acompañado, promovido e integrado. Hay países en Europa, no los quiero mencionar para no tener un problema diplomático, que tienen pequeñas ciudades o pueblos casi vacíos. Pueblos donde hay 20 ancianos, no más, y campos sin cultivar. Y estos países, que están sufriendo un invierno demográfico, países que tienen de edad media 46 años, tampoco reciben al migrante". "Es la explotación, es lo que hay. Detrás de eso hay una conciencia de explotación. Te uso, no te recibo como hermano, te uso. Es el fantasma de la esclavitud. El colonialismo está detrás de una política no madura migratoria". "Con todo el respeto. Parece que hay emigrantes de primera y de segunda. Los ucranianos son mejor recibidos y con mucho cariño".
3. Sobre la explotación laboral: Francisco inventa este diálogo imaginario pero real como la vida misma:
"- Sí, señorita, esto está bien. Son 11 horas de trabajo y 600€ al mes.
- Pero yo con esto no puedo vivir.
- Es problema suyo, mire la cola que hay"
4. Sobre la soledad: "La soledad es como el invierno de una vida. En tiempo así, en tiempo nublado, no hay que cambiar de rumbo". "Yo me he sentido solo alguna vez. Ciertamente."
5. Sobre el aborto: "A los curas siempre les digo que, cuando se acerca una persona en esa situación, con un cargo de conciencia porque es dura la huella que deja un aborto en la mujer, que por favor no pregunten mucho y sean misericordiosos" "Uno por más pecador que sea, por más que lo deje todo el mundo, el Señor no lo deja nunca". "El problema del aborto hay que verlo científicamente y con cierta frialdad. Cualquier libro de embriología nos enseña que, al mes de la concepción, ya está delineado el ADN y estás dibujados, entre comillas, todos los órganos. No es un montón de células que se juntaron sino que es una vida humana sistemada. Entonces, la pregunta que hay que hacerse cuando se habla de la moralidad es si es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema. O, si yo recurro a un médico, ¿es lícito alquilar a un sicario para que elimine una vida humana para resolver un problema?". "A una mujer que aborta no se la puede dejar sola. Hay que acompañarla. Pero conviene llamar las cosas por su nombre. Una cosa es acompañar a la persona que hizo esto y otra justificarla"
6. Sobre los abusos en la Iglesia: "Estos casos de abusos de menores no prescriben, en la Iglesia al menos. Si por los años prescriben, yo levanto la prescripción automáticamente. No quiero que esto prescriba nunca". "El drama del abuso de menores es más escandaloso en la Iglesia porque, donde precisamente tienes que cuidar ala gente, la destruyes. Puede ser que haya gente que esté jugando mal. La política es limpiar. Si sabemos que está jugando mal que venga la denuncia y limpiamos, pero tolerancia cero, esa es la política de la Iglesia". "La tentación de la Iglesia siempre fue cubrirlo, hasta que cayó en la cuenta" "Encontré de todo, desde el negacionista que niega hasta la evidencia y está cerrado y no le entran balas, hasta el arrepentido, que está llevando su pena por lo que hizo". "La cultura del abuso está por todos lados, lamentablemente. La Iglesia está tratando de que sus curas y sus monjas no abusen. Hoy en día creo que es un ejemplo de lucha contra los abusos lo que está haciendo cada diócesis, el Vaticano, etcétera. Hay curas presos por todos lados"
7. Sobre la sexualidad y las diferentes tendencias sexuales: "Estuve de novio antes de entrar al Seminario. Después ya…". "El sexo es una de las cosas bellas que Dios dio a la persona humana. La expresión del amor es el punto central de la actividad sexual; lo que te saca de esa dirección, te disminuye. La catequesis sobre el sexo todavía está en pañales". "Toda persona es hijo de Dios. Toda. Dios es Padre. Y yo no tengo derecho a echar a nadie de la Iglesia. Más aún: le voy a recibir siempre. La Iglesia no puede cerrarle las puertas a nadie"
8. Sobre el machismo en la Iglesia: "En la Iglesia están dos líneas constituyentes. En el ministerio están los hombres, en la maternidad -mucho más importante todavía- están las mujeres. La Iglesia es mujer. Es "la" Iglesia, no "el" Iglesia. En el Vaticano la vicegobernadora es mujer". "La promoción de la mujer va en la línea de su propia vocación de mujer, no en un machismo ministerial, si no disminuiríamos a la mujer"
9. Sobre la pornografía y la moralidad en las redes: "Si vendes droga estás intoxicando a la juventud. Si haces contactos mafiosos es inmoral. La moralidad de los medios depende de para qué los uses. La pornografía disminuye al ser humano, no lo hace crecer."
10. Sobre la fe: "Tu camino de vida no terminó acá. Tu camino de fe sigue. Y la fe, cuando es auténtica, es probada. No te quiero asustar, pero tomá fuerzas y preparáte para la prueba. Cuando llegue la prueba no te asustes". En esta conversación con una joven el Papa Francisco realiza la única cita textual sobre la Biblia, concretamente, Lucas 22,31: "Pedro, Pedro, Satanás te ha pedido para zarandearte como al trigo"
11. Sobre la esperanza: "La figura linda de la esperanza es el ancla. Que vos la tirás a la orilla, y te vas agarrando hasta que llegas. La esperanza siempre en su lugar. La esperanza no defrauda nunca"
12. Sobre el feminismo extremo: "Un consejo que yo te daría, con buena intención, cuidáte de no enredarte en ideologías. Ser vos. No ser esclava de una ideología que te domine"
13. Sobre los propios miedos: Me decía a mí un viejo cura en Buenos Aires, cuando yo era estudiante: "Querido, a las propias taras y a los propios traumas hay que acariciarlos como al perrito. No le hagas la guerra antes de tiempo"
14. Sobre el futuro de la Iglesia: "Esto es un poco el camino de la Iglesia. Todos hermanos, todos unidos. Fraternidad, que estamos andando adelante. La fraternidad no la tenemos que negociar nunca. Las ideas la podemos negociar, la fraternidad no "
Resumamos: En general da la conclusión que el documental es una copia barata y caricaturesca del film-documental de
Wim Wenders El Papa Francisco: Un hombre de palabra, el cual fue realizado con mayor rigor y credibilidad. A pesar de ello hay que alabar la honestidad del
Papa Francisco, de quien se puede deducir que no vetó en las negociaciones previas ningún tema, ni siquiera los más polémicos. No obstante, tras el proceso de montaje y edición del documental, da la sensación que la conversación fluye como un intercambio de posturas en las que todas parecen tener el mismo valor. No me considero un fundamentalista precisamente, pero nada más peligroso que este relativismo que la productora quiere translucir. El
Papa parece un
coleguita más y la conclusión que uno puede sacar es que
"si todo es verdad, nada es Verdad". En este sentido el documental cumple con su cometido de lanzar una agenda ideológico-política en la que se hace cómplice indirecto al
Papa de muchos planteamientos ajenos a la tradición cristiana. A pesar de estas aviesas intenciones, la figura de
Bergoglio sale paradójicamente fortalecida en una especie de ambigüedad: Si algo se le ha alabado a
Francisco es su cercanía, su humildad y su modestia. Si algo se le ha achacado a su papado es haber dejado una Iglesia polarizada y algo perdida teológicamente. Este documental es una buena muestra de ambas realidades.
Es un documental muy malintencionado, con preguntas capciosas que lo que buscan es dejar al Santo Padre en mal lugar. No merece la pena perder el tiempo en verlo
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