lunes, 24 de julio de 2023

La duda (Doubt, EE.UU., 2008)

He vuelto a ver -y disfrutar- esta gran película basada en la obra de teatro de John Patrick Shanley, quien al mismo tiempo fue guionista y director del film. Tanto su título como su slogan publicitario son muy sugerentes: "No hay evidencia. No hay testigos. Pero para alguien, no hay duda". El reparto es de auténtico lujo con un cara a cara entre Meryl Streep y Philip Seymour Hoffman, bien secundados por Amy Adams; mientras que la música de Howard Shore enmarca de manera colosal una obra que se hizo acreedora de cinco nominaciones a los Oscar

El argumento se sitúa en el Bronx en 1964, un año antes del Concilio Vaticano II, momento en el que comienza a vislumbrarse un proceso de cambio y de modernización en la Iglesia Católica. El padre Flynn (Seymour Hoffman) llega a la Parroquia e intenta implantar varios cambios, incluyendo el Colegio de las Hermanas de la Caridad dirigido por la hermana Aloysius Beauvier (Meryl Streep) para quien la tradición y la disciplina deben ser mantenidas a toda costa. La hermana James (Amy Adams) cree que el padre Flynn pasa demasiado tiempo con un menor, Donald, lo que da pie a que la superiora tenga una excusa para intentar expulsar a Flynn del colegio y de la parroquia.

Con el telón de fondo de este argumento se producen conversaciones -y homilías- que aluden a la integridad moral, la murmuración, la tradición en la Iglesia, y -por encima de todo- la duda como recurso intuitivo para juzgar a alguien. Ello da pie a extensísimas conversaciones que suelen ser  inusuales en la gran pantalla y más propias del teatro del que procede la idea original. La brillantez del tema radica en que, sin pronunciar una sola vez las palabras homosexual, pedofilia, abuso... las conversaciones pueden tener siempre varias lecturas de este tipo, por lo que cada espectador ve -o cree ver- el origen de los temores de las hermanas y lo que el sacerdote oculta -o no-. Pero siempre permaneciendo la duda de si de lo que se habla es real o solo está en la imaginación mental de sus personajes. 

A nivel espiritual son muy interesantes dos homilías del Padre Flynn, una sobre la relación entre duda y fe y otra sobre la calumnia. Copio ambas porqué no tienen desperdicio:

Padre Brendan Flynn: "Quiero contarles una historia. Una noche se hundió un carguero. Se incendió y se hundió. Y sólo un marinero sobrevivió. Encontró un bote salvavidas, aparejó una vela... y siendo de disciplina náutica... volvió sus ojos al Cielo y leyó las estrellas. Puso rumbo a su hogar y, exhausto, se durmió. Llegaron las nubes. Y durante las siguientes veinte noches, ya no pudo ver las estrellas. Pensó que seguía su rumbo, pero no había forma de estar seguro. Y a medida que pasaban los días, y el marinero se consumía.., empezó a tener dudas. ¿Había fijado bien su rumbo? ¿Seguía avanzando hacia su hogar? ¿O estaba horriblemente perdido y condenado a una muerte terrible? No había forma de saberlo. El mensaje de las constelaciones... ¿lo había imaginado debido a su circunstancia desesperada? O había visto la verdad una vez y ahora tenía que aferrarse a ella sin más reafirmación? Hay algunos de ustedes en la iglesia hoy que conocen exactamente la crisis de fe que describo. Y quiero decirles: La duda puede ser un vínculo tan poderoso y sustentador como la certeza. Cuando estás perdido, no estás solo. En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén".

Padre Brendan Flynn: "Una mujer estaba cotilleando con su amiga sobre un hombre al que apenas conocían - sé que ninguno de ustedes ha hecho esto alguna vez-. Aquella noche tuvo un sueño: una gran mano aparecía sobre ella y la señalaba con el dedo. Inmediatamente le invadió un abrumador sentimiento de culpa. Al día siguiente se confesó. Buscó al viejo párroco, el padre O'Rourke, y le contó todo. ¿Es pecado chismorrear?", le preguntó al anciano. ¿Era la mano de Dios Todopoderoso la que me señalaba? ¿Debo pedirle la absolución? Padre, ¿he hecho algo malo?" "Sí", le respondió el padre O'Rourke. Sí, mujer ignorante y mal educada. Has levantado falso testimonio sobre tu vecino. Has jugado con su reputación y deberías avergonzarte". Entonces, la mujer dijo que lo sentía y pidió perdón. No tan rápido', dijo O'Rourke. Quiero que te vayas a casa, cojas una almohada, la abras con un cuchillo y vuelvas a verme'. Así que la mujer se fue a casa, cogió una almohada de la cama y un cuchillo del cajón, subió por la escalera de incendios hasta el tejado y apuñaló la almohada. Luego volvió a ver al viejo párroco, como se le había ordenado. "¿Destripaste la almohada con un cuchillo?", le dijo. Sí, padre. ¿Y cuál fue el resultado?' 'Plumas', dijo ella. "¿Plumas?", repitió él. Plumas; por todas partes, padre. Ahora quiero que vuelvas y recojas hasta la última pluma que voló al viento. No sé adónde han ido. El viento se las llevó todas". "Y eso", dijo el padre O'Rourke, "son las habladurías" En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén". 

Respecto a las conversaciones entre los protagonistas, creo que algunas merecen la pena ser subrayadas.
Destaco tres entre los dos protagonistas principales, que son las que siembran la duda en el espectador. Como decía antes, sin nombrar ningún pecado concreto pero hablando en "clave" de que algo ha pasado:

Hermana Aloysius Beauvier: "¿Qué pasó en la rectoría?"
Padre Brendan Flynn: "¿Qué pasó? No pasó nada. Tuve una charla con un chico"
H.A.B.: "¿Sobre qué?"
P.B.F.: "Un asunto privado"
H.A.B.: "Tiene doce años, ¿qué puede ser "privado"?"

P.B.F.: "¡Tiene que parar esta campaña contra mí!"
H.A.B.: "Puede usted pararla en cualquier momento"
P.B.F.: "¿Cómo?"
H.A.B.: "Confiese y dimita"
P.B.F.: "¡Intenta destruir mi reputación! Pero el resultado de todo esto va a ser su suspensión, no la mía! "
H.A.B.: "¿Qué hace en esta escuela?"
P.B.F.: "Estoy tratando de hacer el bien"
H.A.B.: "O incluso más, ¿qué está haciendo en en el sacerdocio"
P.B.F.: "Tú simplemente retrasas el avance de esta escuela y esta parroquia"
H.A.B.: "¡De qué!"
P.B.F.: "Educación progresiva y una Iglesia acogedora"
H.A.B.: "No me puede distraer Padre Flynn. esto no es sobre mi comportamiento, se trata del suyo"
P.B.F.: "Se trata de sus sospechas infundadas"
H.A.B.: "Así es, tengo mis sospechas"

P.B.F.:  ¡Usted no tiene la menor prueba de nada!
H.A.B.: ¡Pero tengo mi certeza! Y armada con eso, iré a su última parroquia, y a la anterior si es necesario. Encontraré a un padre...

Las otras tres conversaciones que he seleccionado son entre las dos hermanas, que no hacen sino aumentar la sensación de duda. Nada esta claro en este film... La última de ellas es el diálogo final de la película:

Hermana James: "¿Cómo puede estar tan segura de que miente?"
Hermana Aloysius Beauvier: "Experiencia".
H.J.: "¡Simplemente no le gusta! No le gusta que use bolígrafo. No le gusta que tome tres terrones de azúcar en su té. ¿No te gusta que le guste Frosty el muñeco de nieve y dejas que eso te convenza? De algo que es terrible... Simplemente terrible..."

H.J.: "No creo que el Padre Flynn hiciera nada malo".

H.A.: "Hermana James..."
H.J.: "¿Qué pasa, Hermana?"
H.A.: (llorando) "Tengo dudas. Tengo muchas dudas".

Se trata, como no podía ser de otra forma, de un final abierto, en el que el espectador debe decidir el final. ¿Era el Padre Flynn inocente o culpable? Cada uno puede pensar lo que quiera, ya que ambas posturas tienen cabida y el espectador debe dejarse llevar por su intuición para resolver la cuestión. 

Por último, un apunte que como amante de la música de Taizé me ha llamado poderosamente la atención. La película está ambientada en 1964. En una de las escenas el coro canta el "Ubi Caritas" compuesto en 1979 por Jacques Berthier. Un flagrante anacronismo que no empaña una película sublime, de obligado visionado y posterior reflexión, dado que aporta material para que se piense en ella mucho tiempo después de que finalicen los títulos de crédito.

1 comentario :

  1. Juan Agustín Blasco26 jul 2023, 11:27:00

    Tremenda película sobre el efecto de la difamación aunque no sea malintencionada

    ResponderEliminar