lunes, 10 de julio de 2023

Vivo (España, 2021)

El docufilm Vivo que hoy comento es la opera prima de Jorge Pareja Trigo, alias "Justin". En 80 minutos de entrevistas e imágenes espirituales se intenta describir la conversión de cinco personas alejadas de la fe y que conocieron en algún momento de sus vidas a Jesucristo a través de la Adoración Eucarística y del movimiento eclesial "Hakuna".  

Como es habitual en este tipo de produciones, no deja indiferente a nadie. En el momento de escribir este post, la cinta tiene 7 comentarios en Filmaffinity, la página de referencia del Cine en España. 4 tienen una calificación de "Sobresaliente" y 3 de "Suspenso". Yo soy el único que he tirado por el camino de en medio con un 6, "Interesante". Intentaré en estas líneas justificar esa puntuación. 

Bajo mi punto de vista y para intentar ser ecuánime, creo que el documental merece un análisis doble, primero a nivel técnico y posteriormente a nivel espiritual. Vamos a desmenuzarlo un poco en ambos aspectos.

En el apartado técnico tenemos una dirección sobria, innovadora, fresca y que engancha desde el principio hasta el final. El guión está bien entrelazado (al principio cuesta seguir el orden de las historias, pero a los diez minutos todo encaja) y la fotografía es bastante impactante, con una mezcla de primeros planos, bellas imágenes de Madrid y Calcuta así como bellos momentos de oscuridad en las escenas de los interiores de las iglesias. En algunos personajes el lenguaje utilizado es coloquial y natural (por ejemplo en Carlos y especialmente en Jaime) mientras que en otros se ve algo más artificial y guionizado (Andrea, Antonio-Sonsoles y el sacerdote). Ni que decir tiene que ninguno de ellos son actores profesionales, lo que confiere un plus de veracidad a la cinta, pues sus intervenciones son convincentes, sentidas y auténticas en todo momento. Es muy meritorio contar delante de una cámara interioridades de tu vida, en muchos casos de los momentos existencialmente más complicados y dolorosos, lo que hace que en muchas escenas sus protagonistas se emocionen, momentos bien seleccionados y recogidos con maestría por el director. 

A nivel musical no hay mucho que destacar, pues la película carece casi al completo de acompañamiento, que se reserva para los momentos de la Adoración del final y la ecografía de Sonsoles, destacado como un latido profundo, constante y fuerte que insufla vida y amor. 

Poco más se puede decir de este apartado, así que paso al espiritual, donde lo primero que hay que señalar es que no es para nada tarea sencilla hablar de algo invisible y espiritual, es más, es prácticamente imposible. Ni siquiera los grandes místicos como Santa Teresa de Ávila o San Juan de la Cruz consiguieron hablar de lo inefable y transmitir sus experiencias místicas de otra manera que no fuera la poética, por lo que se parte de la premisa de que describir una experiencia mística es tarea ardua. Solo el intento de hacerlo hace que el docufilm sea interesante, dirigido para todo tipo de públicos, si bien es cierto que el espectador creyente puede comprender e intuir ciertos aspectos que al ateo o al agnóstico se le escaparán por completo, aunque a buen seguro sembrará en ellos una duda razonable: ¿Están todas estas personas locas o verdaderamente hay algo más que lo tangible y lo palpable?... Creo que la respuesta a esta pregunta llega al final del documental, en el que coincidiendo con los títulos de crédito vemos el desenlace final de las vidas de sus protagonistas. No hago spoiler (de momento) pero adelanto que nadie entrega su vida por algo que no merezca la pena y que haya calado hondo en su corazón, así que, como dice Jesucristo y recoge San Lucas "por sus frutos lo conoceréis..." (6,43). Una frase contraria, desgraciadamente, a lo que se puede aplicar a Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo, quien tras tener varios hijos y abusar sexualmente de varios seminaristas no tuvo los arrojos suficientes como para colgar la sotana. No soy yo quién para juzgarlo -solo a Dios le corresponde esa tarea- pero creo justo resaltar que en su caso realizó una encomiable labor pastoraly muy fructífera a pesar de tener una moralidad personal más que discutible en el mejor de los casos y delictiva en el peor de los mismos.

Precisamente, la parte que menos me ha gustado y que hace que no califique a este film con una nota mayor es el excesivo proselitismo del movimiento Hakuna, de los Legionarios de Cristo y del Opus Dei. Es cierto que los protagonistas han conocido a través de ellos el mensaje de salvación, pero da la impresión de que fuera de estas experiencias y movimientos no hay auténtica fe. Como todos los neoconversos, los protagonistas radicalizan sus vidas y utilizan un lenguaje estereotipado propio de esos ambientes eclesiásticos, tufillo que se huele a distancia. Bastan 5 minutos de conversación con un neocatecumenal o con un miembro de Hakuna, por ejemplo, para escuchar sus respectivos mantras y saber diferenciar a uno de otro. Respecto al film, un poco de proselitismo y apologética es "justo y necesario", pero 80 minutos pueden llegar a empalagar. Jaime es la excepción a ello y el testimonio más fresco y verosímil en este sentido. 

Paso a continuación a analizar ahora a cada personaje, no con el objetivo de juzgarlos, sino para ofrecer pistas de visionado a un espectador que no termine de comprender sus historias ni el porqué de presentarlas todas juntas. Que conste -como he dicho anteriormente- que parto de la admiración profunda de personas que dan un testimonio público de su fe y que en su gran mayoría han realizado un cambio existencial en sus vidas para mejor, encontrando un sentido más profundo a sus existencias. Envidio sanamente sus experiencias profundas y la valentía para reconducir sus vidas a donde Dios los mande. Dicho queda y esta es la idea principal. Lo que sigue a continuación son matices de mi visionado: 

1. Carlos. Representa al buscador intelectual de la fe. El hombre de estudios, mezcla de medicina (ciencia) y filosofía (se presenta como cartesiano y niestzscheano, algo bastante peculiar, por cierto). Habla de forma atropellada y a veces ininteligible, todo lo contrario de la paz que dice haber encontrado. Era un ateo, hijo de padres ateos, cuyo único referente religioso era su abuela del pueblo. En su presentación se realiza un guiño al colectivo LGTBI para que todo el mundo se sienta acogido en el movimiento. Termina no sólo conviertiéndose a la fe sino ingresando en un seminario. En su discurso es frío, racional y convincente. Emociona de forma especial el testimonio de su padre.

2. Andrea. Su experiencia vital de ruptura con la vida es el más impactante, ya que descubrimos que su novio murió en un accidente cuando ella tenía 18 años. La barcelonesa representa por ello a todos los que han atravesado un duelo difícil de superar. Conoció a una amiga de la universidad que sin forzarla la invitó a las Horas Santas de Hakuna y ahí cambió su vida. Hablando es quizás la más artificial, no le percibo excesiva frescura aunque la intenta aparentar en todo momento. Su amiga no participa apenas y es una pena, podía haber sido un testimonio interesante. 

3. Jaime. El sevillano representa a todo adolescente inquieto que busca la felicidad en las cosas mundanas. En su caso, en la ideología nacionalsocialista a través de la violencia, el alcohol y las drogas. Es un joven que toca fondo y necesita un cambio de vida. Es -de lejos- el más convincente por su forma de hablar, por la emoción con la que cuenta las cosas y por el giro radical de su vida. Pasar de ser "carne de cárcel" a Misionero de la Caridad son palabras mayores. 

4. Tras estos tres jóvenes solteros era necesario un matrimonio prototipo de familia cristiana. Los madrileños Sonsoles y Antonio se presentan como creyentes convencionales, pero reacios a realizar el retiro de Emaús que -sin embargo- primero cambió la vida de Sonsoles y luego la de Antonio. Eran un matrimonio con una fe adormecida y que se vió fortalecida por Emaús y Hakuna. No tan jóvenes como los anteriores, su testimonio se centra en la lucha contra el aborto, siendo también muy convincentes en su manera de contar las cosas y emocionarse al recordarlo. 

Como conjunto se les puede achacar también que todos ellos tienen en común un nivel de vida bastante acomodado y pertenecer a las clases más altas de la sociedad. Es el caso incluso de Jaime, quien aunque puede parecer que no, reconoce haber estudiado en un Colegio de los Legionarios de Cristo, lo que económicamente no está al alcance de cualquiera. 

5. José Pedro Manglano. Sacerdote del Opus Dei en la parroquia de San Josemaría Escrivá, en Aravaca (Madrid). Es el fundador de Hakuna y al igual que Carlos habla de forma algo atropellada y sin excesiva vocalización. Su aparición es escueta e intenta ser la amalgama final entre todas las experiencias anteriores, con un pequeño sermón sobre la conversión bastante acertado bajo mi punto de vista.

6. Jesucristo. Es la persona invisible de todo el documental pero sin Él nada tendría sentido. Es la Eucaristía, la Hostia Sagrada, el "cacho de pan" que puede cambiar tu vida como lo llama Jaime. El que te atrapa y te pide todo de ti como dice Carlos. El que más allá de la música, las velas y la oscuridad te dá tranquilidad y paz como confiesa Andrea. El que mantiene a un matrimonio unido a pesar de las dificultades como afirman Antonio y Sonsoles. El que encuentra una rendija para meterse en tu vida como dice el sacerdote. El que la película invita a que tengas la valentía de sentarte a solas y en silencio delante de Él para ver que te dice y que te pide.

En fin, para mí un documental altamente recomedable. Obra de Hakuna Films -para mayor gloria del movimiento- pero también de Cristo en el sacramento de la Eucaristía. No llega al nivel de otras obras semejantes como La Última Cima de Cotelo paro tampoco es justo puntuarla con un suspenso. Como en tantas otras cosas de la vida, creo que en el término medio está la virtud. 

No hay comentarios :

Publicar un comentario