De nuevo a las 07:00 de la mañana, misa. El Evangelio (El juicio final de Mateo 25) habla por sí solo: la Caridad como fundamento último de la vida cristiana. El texto viene que ni pintado para una peregrinación. Desayunamos a las 07:30 y partimos a las 08:30 para comenzar una nueva jornada de peregrinación. Por la ropa se sabe a quien le ha llegado la maleta y a quien no… A la llegada al autobús un nuevo golpe psicológico: ha muerto Juana, la abuela argentina de nuestro chófer Ariel. Rezamos por ella y sólo yo (de copiloto) puedo ver durante todo el día las lagrimas de Ariel, por la pena de su abuela y por la impotencia de no poder ir a Argentina a los funerales. Decido hacerle el trago más llevadero y a partir de hoy almuerza siempre con nosotros en Villa Aurelia. Al salir por la mañana el cielo amenaza lluvia, lo que me hace descartar la idea de volver a los foros y opto por ir a lugares cerrados. Comenzamos por visitar la Catedral de Roma, San Giovanni in Laterano (San Juan de Letrán). Explico la monumental fachada y el apostolado de Borromini, damos una vuelta por la Iglesia y después vemos la Scala Santa, un trozo de la escalera por la que Jesús subió a ver a Pilato mandada traer por Santa Helena, la madre del Emperador Constantino. Es otro momento clave de la peregrinación, donde algunos suben la escalera de rodillas (Luisa lo hace andando tan campante la primera, ante la atónita mirada de los demás peregrinos…). Luego vemos el Baptisterio de San Juan de Letrán, en el exterior de la Basílica. Nos montamos en el autobús y vamos a la Iglesia de la Santa Croce (Santa Cruz), donde contemplamos reliquias del lignum crucis, de las espinas de la corona, el dedo de Santo Tomás y una réplica de la Sábana Santa de Turín. A las 10:30 Cogemos de nuevo el autobús y nos vamos a Santa Maria Maggiore. Explico los techos donados por los Reyes Católicos con el oro venido de las américas y el porqué la Virgen de las Nieves es el 5 de agosto. Allí están también las reliquias de la cuna de Cristo y la tumba de Bernini. De allí vamos a las 12:15 a Piazza Reppubblica, andamos hacia Santa María de la Victoría, donde se encuentra el Éxtasis de Santa Teresa, pero la Iglesia había cerrado a las 12:00. dejamos 45´ libres y a las 13:00 nos espera el bus. Llegamos a las 13:30 y del resto de las maletas nada. Nos aseguran que llegaran a la tarde, así que vamos a comer y decidimos quedar a las 15:00 para pillar más cosas abiertas. Por lo tanto descanso de 30´.
La tarde comienza con un paseo en el autobús. Vemos el lungotevere y la vía Vittorio Veneto. A las 15:30 entramos en la Cripta Capuchina (un pasadizo hecho con huesos humanos, lo que revuelve el estómago de unos pocos del grupo…) otros piensan que es mas desagradable la cara de la chica que está a la entrada que las de las calaveras… en fin , que hay para todos los gustos. De Allí nos espera Ariel en Piazza Barberini, vemos la Fontana delle Api (de las abejas) y del Tritone (del tritón) y nos vamos a Villa Borguese. Caminamos un poco y vemos la fabulosa vista desde el Pincio. Bajamos por un estrecho camino hasta Piazza del Popolo (del Pueblo) donde vemos los Caravaggios en Santa María del Popolo (Crucifixión de San Pedro y Conversión de San Pablo). Vemos la plaza, el Obelisco y las Iglesias gemelas y vamos por via del Babuino hacia Piazza Spagna. Allí una hora de tiempo libre. Los que van a la Iglesia de Trinità dei Monti (arriba de la escalinata) se la encuentran ya cerrada. Otros tomamos café, vemos la escalinata, la Fontana della Barcaccia de Bernini y el monumento a la Inmaculada, al lado de la Embajada Española. Allí irrumpe el orgullo patrio y cantamos y se baila una sevillana, ante los flashes de los japoneses y la mirada de poker de los carabinieri. A las 18:00 nos vamos andando a la Fontana de Trevi, atestada como siempre. Fotos, monedas para volver algún día a Roma y a las 18:30 nos vamos hacia el autobús. Pasamos por la Facultad Gregoriana, Piazza Venezia y de nuevo llegamos al Teatro Marcelo. Llegamos esperando las maletas pero no han llegado. Decepcionados nos vamos a cenar a las 20:30 horas. En medio de la cena irrumpe Luisa con Buenas Nuevas: ¡Han llegado las maletas! Salimos corriendo, las reconocemos y volvemos a cenar: ¡Aplausos y brindis! Un grupo de 10 nos vamos al Risky Point, una birreria-pub donde nos tomamos un cubatita. Al volver se produce un momento de risa tonta, donde una (evito decir el nombre…) se mea literalmente en los pantalones… De nuevo cansados pero más contentos nos acostamos sobre las 23:30.
(...CONTINUARÁ...)
Es normal que le haya visto mas delgado despues del viaje. Es que no habeis parado de andar, y encima el cansancio psicologico, que aún cansa mas. En fin una odisea pero a tenido que estar maravillosa la excursión. En fin, me está usted "picando" para la proxima excursión...ya estoy preparando la hucha o la alcancía para ver si "llego" economicamente. Total, continue Padre, continue...contando.
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