martes, 13 de marzo de 2007

Experiencias de Roma (VI)

Día 1 (jueves)
Desayunamos a las 07:30. Allí Juan hace una colecta para entregársela a Ariel, el chofer: 155 €. A las 08:30 todos estamos en el autobús. Es la última jornada de turismo religioso y nadie se la quiere perder. Vemos desde el autobús las Termas de Caracalla y el cementerio judío que Mussolini mandó tapar para que no lo viera Hitler. Vemos primero la Iglesia del Quo Vadis, Domine? (¿Donde vas, Señor?), donde según la tradición Pedro se encontró a Jesús que andaba hacia Roma para ser crucificado de nuevo. Allí se conservan las huellas de San Pedro. A las 10:00 llegamos a las catacumbas de San Calixto y nos ponemos en cola. Allí se nos juntan tres chicas madrileñas que van a participar con nosotros en la visita guiada. Una de ellas, Verónica, es catequista, así que no desentonan demasiado… Antes de ver las catacumbas celebramos la Eucaristía, con los textos litúrgicos de los mártires. Como de nuevo sólo tenemos 30´ predico brevemente sobre la historia de los mártires y sobre nuestro martirio cotidiano. Luego una guía nos explica primero exteriormente y luego interiormente las catacumbas. Impresionan ver los boquetes, especialmente los pequeños para los niños. Vemos la tumba de Santa Cecilia y muchos frescos sobre los sacramentos. A las 11:30, nos dirigimos a San Pablo Extramuros, invitamos a las chicas a venir con nosotros. Vemos el pórtico de entrada, la impresionante Basílica con los rostros de todos los Papas, la tumba de San Pablo y el Claustro interior. A la salida nos despedimos de las chicas y nos vamos hacia Villa Aurelia. Llegamos a la 13:00 y comemos a las 13:30. a las 14:30 voy con Conce a la comisaría, a presentar la denuncia, pero sólo consigo que me den los papeles y me dicen que vuelva a la noche. Mientras estamos en la comisaría, en Villa Aurelia se produce “la gran juerga”: Salen los cocineros y camareros que son aplaudidos por el grupo, y Juan pide una guitarra, Pilar saca las castañuelas y a cantar y bailar. Isabel se disfraza de vieja y todo el mundo se parte de la risa. A las 15:30 llevo a algunos al Pam, un supermercado cercano para comprar pasta, limoncello, etc.

A las 16:30 bajamos un grupo brevemente a San Pedro para comprar un Cáliz y algunos recuerdos más. A las 17:30 comienza el itinerario de la tarde. Vemos primero la Isola Tiberina (Isla del Tíber), sede del hospital de los hermanos de San Juan de Dios. Pasamos al Tratevere y nos dirigimos a Santa Cecilia. Vemos el lugar donde reposan sus restos y andando por vía dei Genovesi y vía Lungaretta llegamos a Santa María in Trastevere. Explico la fachada y los mosaícos y me voy con Luisa a comprar música italiana y a reservar la Pizzería. Tenemos suerte y nos dan hora para los 49 a las 19:45. Volvemos a la Iglesia, juntamos al grupo y nos vamos a cenar. Una cena barata y buena en el Cavecanem, aunque algunos pidieron patata rellena creyendo que se trataba de carrillada de cerdo… en fin, los problemas de las traducciones… los que pedimos pizza disfrutamos mucho, pues eran realmente buenas. A la salida de la pizzería 4 se van en taxi. Les advierto al resto que tenemos que andar media hora, aunque por el camino podemos coger un autobús. Emprendemos la marcha, y tras 20´ andando veo que vamos avanzando poco en el mapa. Así que de 20´ nada. Para colmo nos encontramos con el Gianícolo, una cuesta empinada y serpenteante que termina de destrozarnos. Imposible disfrutar de la vista del monte donde se halla el Liceo español, puesto que la gente está cada vez más cansada y nerviosa. Empezamos a bajar vía Aurelia Antica, y un gentil motorista nos dice que es un camino peligroso, y que la parada del autobús nos la hemos dejado detrás. Avanzamos y pronto comienzan las primeras “deserciones”: La gente va parando taxis y yéndose a Villa Aurelia, en vía Leone XIII. Imposible llevar el control. Los más mayores se resisten a montarse en taxi, y hay casi meterlos a empujones. Algunos taxistas que paramos no saben donde esta la calle (y eso que está a solo 5´). Unos 25 terminamos Aurelia Antica, y cuando vamos a cruzar a Leone XIII nos dice una taxista que vuelve a ser muy peligroso. Dos taxis más llenos nos abandonan y llegamos unos 15 a Villa Aurelia. Son las 22:30. Yo cojo un taxi con Conce y vamos a la Comisaría. “Vuelva vd. mañana” es la respuesta que nos dan, pues hay un detenido que está siendo interrogado y no saben a que hora van a terminar con él. A las 23:30 llegamos al hotel, y Conce me dice que no me preocupe, que irá ella mañana a primera hora. Rendidos nos vamos a dormir…

(CONTINUARÁ...)

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