Una amiga me hace está pregunta en un email. Acaba de morir su padre y me pregunta si tendrá que esperar hasta el final de los tiempos para resucitar. Seguramente todos nos hemos hecho una pregunta parecida alguna vez: ¿Qué pasa cuando morimos? Voy a intentar dar una respuesta sin pretender ser exhaustivo en el tema (se escriben libros acerca de esta problemática...)
Las distintas teorías que se han dado a lo largo de la historia de la teología las podríamos resumir en tres:
1. Hay que esperar a la resurrección del último día: Basada en los datos del Apocalipsis, "los sepulcros se abren" para el juicio universal. Así lo inmortalizó también Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. De esta teoría derivó la práctica (presente hasta nuestros días) del respeto a los huesos como "semilla" de la resurrección. Es una imagen quizás un poco anacrónica, demasiado materialista y reduccionista del problema.
2. Juicio inmediato: Una vez que morimos somos juzgados y considerados justos (cielo), condenados (infierno) o dignos del cielo pero aún imperfectos (purgatorio). Los vivos pueden interceder por estos últimos a traves de oraciones, misas, etc. Esta teoría se basa en las palabras de Cristo al Buen ladrón "Hoy estarás conmigo en el paraíso".
3. Postura intermedia: Habrá un día en el que se acabe el mundo y los que vivan en ese momento serán allí juzgados. Los que hayan muerto antes serán juzgados también en ese último día, pero a diferencia con la primera teoría, en esta postura no hay un concepto de espera, ya que las nociones de espacio y tiempo se acaban al morir. para el que fallece, por lo tanto, el juicio es una prolongación temporal de su muerte.
No obstante sea un tema interesante para nuestra inquietud, no debemos olvidar (y releer) el capítulo 25 de San Mateo. Nos juzgamos en el presente: Dando de comer, de beber, de vestir, visitando... en una palabra: con la caridad. La salvación nos la jugamos en el amor al prójimo en esta vida. El J
uicio no es sino una consecuencia de nuestros propios actos (y del amor de Dios que a buen seguro intervendrá, porque sino...)
uicio no es sino una consecuencia de nuestros propios actos (y del amor de Dios que a buen seguro intervendrá, porque sino...)
D.Jaime, me abres más si cabe el abanico de la duda sobre cuando resucitaremos(si procede) y a qué dirección, al cielo o al infierno, pero esto ultimo no nos toca a nosotros decidirlo; Eso sí, al menos tenemos a disposición las "llaves" de la plenitud o del rechinar de dientes, que ya no es poco.
ResponderEliminarEn definitiva, no lo sé despues de fallecido cuando resucitaré (no me enteraré, estaré muerto) pero, estoy seguro que despues de la muerte está la vida, la muerte es el paso que tenemos que dar (por narices) para la vida eterna. Por eso esque tenemos que tener las maletas siempre preparadas para la llamada del Señor, y eso me preocupa, no sé si las tendré hechas del todo o me queda aún mucho por preparar...como se suele decir, que Dios me coja Confesado. Un saludo.
Esto de la resurrección es un tema peliagudo porque, ¿qué entendemos por resurrección?, ya que una parte de nosotros, nuestra carne, se queda aquí para siempre; esa no resucita, ¿para qué?.-
ResponderEliminarPor otra parte, está la cuestión del Juico, cuya sentencia, por cierto, va a cogernos de sorpresa, ya que va a depender de nuestra dedicación a los demás: los no creyentes, pero que hayan hecho el bien, no habrán reconocido a Jesús entre la gente a la que ayudaron, y, los creyentes seguiremos en Babia sin darnos cuenta de que Jesús está, principalmente, en los necesitados.- El Señor nos lo recordará, a unos y otros...
O sea, que nuestra resurrección y nuestro juicio está ligado a nuestro estilo de vida anterior.- Pero, ojo, porque la salvación no se compra.- No es plan de afanarse ahora para presentarnos ante el Señor "con las manos llenas", porque nunca será suficiente.- Nunca estaremos "justificados" ante Dios por nuestras obras o nuestros "cumplimientos" a la Ley, sino por nuestra aceptación de la salvación en Jesucristo implicándonos en la ayuda a los demás, como se implicó Él.-
Tenemos que tener claro que no podemos hacer nada para asegurarnos la salvación; Dios no necesita nada nuestro y nada nuestro vale para adquirir un "sitio" en el cielo.- Nos salva la compasión y misericordia de Dios cuando, a imagen suya, somos también compasivos y misericordiosos, es decir, aceptamos el Reino que pedimos en el Padrenuestro.- Lo malo, para los hermanos y para nosotros, es cuando nos autoexcluimos de él intentando vivir nuestra vida por nuestra cuenta.-
No es necesario pararse en que será de nuestro futuro, es mejor pensar en el presente y en que todo lo que hagamos, sea a favor de los demas para mayor gloria de nuestro Señor Jesucristo. Él nos juzgará no por lo que hacemos, decimos, vemos, no no el nos juzgará haciendonos esta pregunta: ¿me amas?
ResponderEliminarLo se no por que sea adivino ni más guay que nadie, es que el Señor le habló así a mi Santo Patrón y le dijo: "apacienta mis ovejas". y eso es Palabra del Señor. Por tanto Verdad.
ResponderEliminartodos los días morimos todos los días resucitamos =DIOS es todo en todo =visible y no visible =mas allá del amor y la muerte =lógica= vivos y muertos fluiremos por la eternidad =así fue y así sera
ResponderEliminarYo creo que en la tierra somos como rayos de
ResponderEliminarluz y a lo largo de nuestra vida nos cargamos
de más luz al interrelacionarnos con los demás
al dar amor sin esperar nada a cambio y esas
energias que nos hacen iluminarnos más y mas son las que llegan un momento que alumbran demasiado en esta vida y tiene que seguir iluminando pero necesitan más espacio ese es el momento en el que morimos porque fisicamente nuestras celulas se deterioran pero no nuestra alma que está al 100% y tiene otro espacio, otra dimensión para seguir adelante,,,unos tardan más en cruzar el tunel y otros lo cruzan rapidamente, dependiendo de lo cargados de luz que vayan al hacer el viaje.
besos a todos