En esta sociedad tan materialista en la que vivimos, todos corremos el riesgo de darle importancia a lo que realmente no lo tiene. Todos tenemos objetos y cosas materiales a los que apegamos nuestro corazón y de lo que nos resultaría difícil desprendernos. Siendo conscientes de esas limitaciones, de las constantes llamadas al consumismo y al gasto exacerbado que recibimos cotidianamente, creo que nos viene bien a todos esta pequeña historia que me han mandado por powerpoint.
"Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, en Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio. El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno únicamente de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.
- ¿Dónde están sus muebles? -preguntó el turista.
- ¿Y dónde están los suyos...? -respondió rápidamente el sabio
- ¿Los míos? -se sorprendió el turista- ...¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!-
- Yo también... -concluyó el sabio-. La vida en la tierra es solamente temporal... Sin embargo, algunos viven acaparando como si fueran a quedarse aquí eternamente."
...o dicho de otra manera, alguno tendrá el ataúd más bonito del cementerio... pero los gusanos serán los mismos que los míos.
ResponderEliminarSaludos.
me ha gustado esta historia por que dice una realidad que la mayoría de la gente no se da cuenta y es verdad, si tu te compras más cosas que otra persona no vas a ser más importante que esa y un día lo perderá todo por que esta vida no es eterna y usted me ha echo verla gracias.
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