Hace ya muchos años, concretamente en 1992, Sergio Dalma
compuso y cantó esta canción que todavía hoy me hace estremecer cuando la
escucho. El afamado cantor catalán Josep Capdevila (su verdadero nombre) se posicionó
valientemente en contra del aborto con este tema en el que nos cuenta y nos
canta la historia real de su amiga Lucía, quien, al quedarse embarazada y ser
abandonada por su novio tuvo que enfrentarse a la decisión más dura de su vida:
seguir adelante con el embarazo o abortar. La posición de la Iglesia en este
tema la he dejado ya muy clara en post anteriores, así que simplemente la
recuerdo: la Iglesia se opone al aborto porque considera que Dios es el único
que puede dar y quitar la vida y esa existencia comienza, según su doctrina, no
en el momento en el que un niño viene al mundo, sino en el preciso instante en
que un espermatozoide fecunda un óvulo y se implanta en el útero, es decir, en
el momento de la concepción. En el aborto no cabe apelar al derecho de la madre
sobre decidir que se debe hacer con el embrión, es precisamente el derecho del
más indefenso (el del no nacido) el que debe ser salvaguardado. Suerte que en este
campo la Iglesia cuenta con el apoyo de gran parte de la comunidad científica y
jurídica. Parece ser que en España se va a revisar la ley del aborto con un
carácter más restrictivo. Ciertamente no es el mejor de los escenarios, pero al
menos, es un avance en contra del mayor
genocidio que se está produciendo en los países “civilizados” en el Siglo XXI.
Ave Lucía, el predictor se pinta de rosa
en tu cuarto de baño
ave lucía
y te dice que vas a ser madre
a finales de mayo
y tu novia de noches secretas
se ha vuelto enemigo
vaya ironía
ave Lucía.
Ave Lucía
hay un médico tal que resuelve al final
este tipo de casos
con garantía
en un fin de semana te puede sacar
de un mal paso
pero sientes que dentro de ti
algo nuevo ha pasado
una rareza
una alegría
algo que crece
ave Lucía.
Nacerá de tu cuerpo nacerá
cuando pueda abrir los ojos te verá
y darás por buenas las peores de tus penas
ante todo, y sobre todo, vivirá.
Ave Lucía
has crecido diez años o más en un solo día
ave valiente
decidiendo marchar por la vida
levantando la frente
y jugándote el tipo por algo que vale la pena
yo soy tu amigo
amiga mía
cuenta conmigo
ave Lucía
ave Lucía.
Lamentablemente existen muchas personas que quieren justificar el aborto y buscan y buscan argumentos para hacerlos válidos. Pero nosotros debemos de luchar para contrarrestar este mal que cada vez va ganando terreno en la sociedad, hay que seguir concientizando.
ResponderEliminarLa canción es preciosa, pero afirmaciones como " no cabe apelar al derecho de la madre sobre decidir" y que " la iglesia cuenta con el apoyo de gran parte de la comunidad jurídica y científica" y "el mayor genocidio" que por una parte algunas son "discutibles" cuanto menos y algunas son directamente falsas, solo ponen de manifiesto tu caracter sectario y absolutista, creyente de ser poseedor de la verdad absoluta, igual que buena parte de la Iglesia, pero por suerte no de los verdaderos creyentes, los que de verdad practican en su día a día los valores verdaderos de la fe cristiana como es la tolerancia, el amor, comprensión, respeto y el no juzgar al prójimo y mucho menos crucificar por actos que aunque escapen a tu comprensión en la mayoría de los casos son hechos precisamente en base a esos a valores, porque a veces es preferible evitar el dolor de una vida concreta que defender la vida como concepto genérico a costa de todos los demás valores y principios. Creo que defendeis una contradicción en sí misma. Y por último, siendo creyentes creo que deberíais estar acostumbrados a defender cosas que escapan a la comprensión de cualquiera. Un saludo.
ResponderEliminarBuenos días, amigo anónimo. Mis afirmaciones son tan "discutibles" como las suyas, ya que no es intención de este bloguero estar en posesión de la verdad absoluta, cosa que a tenor de sus comentarios sí parece ser su intención. fíjese si respeto que publico todos los comentarios, aunque su contenido no lo comparta en absoluto, como es el caso del que respondo ahora mismo. No obstante, gracias por todos los "adjetivos" que me dedica, ya que así se retrata cada uno y queda bien claro quien es el tolerante y quien el que insulta y descalifica indiscriminadamente, ni siquiera sin conocerme, eso sí, escondido tras un no-nombre inexistente. Un saludo
ResponderEliminarNo hay que juzgar pero si describir la realidad. Las personas que lo hacen son víctimas del engaño. Una cultura social que no sólo favorece la muerte, sino que hoy saca pecho de ello.
EliminarNo juzgar a las personas que lo hacen. Una cultura social que favorece la muerte en lugar de la vida, sería suficiente para hacernos pensar.
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