De pequeño me contaron un cuento que se quedó grabado en mi
memoria. Hoy que en España hemos amanecido con la trágica noticia del presunto asesinato de dos niños por parte de su padre (No cabe mayor aberración posible), ha venido a mi mente esta tierna historia, quizás para contrarrestar el efecto de tan duro golpe. No recuerdo las palabras exactas, sólo el mensaje final, así que me he
atrevido a ponerlo en pie añadiendo elementos de mi propia cosecha… Espero que
os guste…
Un padre fue con su hijo de cinco años a la montaña.
Estuvieron subiendo a pie hasta que el niño se cansó. Entonces, su padre lo
cogió en brazos y siguieron la ascensión hasta que por fin llegaron a la cima
de la montaña. Una vez recuperado el aliento tras la dura caminata, el padre
susurró al oído de su hijo:
- "Voy a darte ahora una bonita sorpresa, hijo,
quiero que conozcas a alguien que todavía no conoces y que recordaras el resto
de tu vida…"
- "¿De quién se trata, papá?" -Respondió su hijo.
- "Tienes que descubrirlo tú mismo" -Comentó el
padre de nuevo en un tono confidencial y solemne. Y añadió: "Quiero que lo saludes lo más
fuerte que puedas. Venga, hazlo…"
- "¡¡¡¡HOLA!!!!!" -Saludó enérgica aunque tímidamente
el niño
- "¡¡¡¡HOLA!!!!!" -Fue el enérgico y tímido saludo
devuelto por la montaña….
- "¿Qué ha sido eso, papá?, ¿Quién me ha saludado….?" -Preguntó desconcertado el niño.
- "Quiero que ahora le hagas fuerte una pregunta a
tu nuevo amigo" -le contestó su padre dejando sin responder las dudas anteriores.
- "¿CÓMO TE LLAMAS?" -Volvió a gritar el niño, está
vez más confiado.
- "¿CÓMO TE LLAMAS?" -Respondió la montaña, con el
mismo tono de confianza.
- "Pero papá…" Inquirió el niño
- "Pssshhh, calla...", - le interrumpió su padre. "...Ahora
quiero que le digas a tu nuevo amigo algo bonito. Venga, fuerte otra vez…"
- "¡¡¡¡GUAPO!!!!" -Gritó el niño con todas sus
fuerzas
- "¡¡¡¡GUAPO!!!!" -Respondió de nuevo la montaña con
fortaleza
- "No me gusta mi nuevo amigo, papá. Siempre dice
lo mismo que yo… ¿Puedo decirle algo que pienso de él…?" -Dijo el niño enfadado
- Su padre asintió con la cabeza, sin articular
palabra alguna
- "¡¡¡¡TONTO!!!!" -Gritó el niño con más fuerza que
nunca
- "¡¡¡¡TONTO!!!!" -Respondió la montaña fuertemente
- "Bueno, vamos a ser educados", -dijo su padre. "Despídete de tu amigo, que hoy parece que no está de buen humor. Ya seguiremos
hablando con él otro día…"
- "¡¡¡ADIÓS!!!!" -Exclamó el niño
- "¡¡¡¡ADIÓS!!!! -Respondió una vez más la montaña
- Emprendieron en silencio el camino de vuelta. El
niño no paraba de pensar quien habría sido su nuevo amigo, ese que sólo repetía
lo que él decía. Al pie de la montaña, mirándola desafiante, el niño preguntó confiadamente
a su padre:
- "¿Con quién hemos hablado, papá?, ¿Era Dios…?" -Preguntó algo sonrojado al recordar que se había atrevido a insultarlo…
- "No hijo, no era Dios, Dios está más arriba aún….
A tu nuevo amigo, ese que siempre repetía lo que tu decías, lo llaman Eco,
aunque yo prefiero llamarlo Vida…"
- "¿Eco?, ¿Vida? ¿Por… qué papá…?" -Preguntó el niño
- "Porque la vida es como nuestro amigo Eco.
Siempre te devuelve lo que tú le das. Dale cosas bonitas y te devolverá bienes,
dale cosas malas y te devolverá males… A lo mejor tardas un poco en
descubrirlo, no siempre responde tan rápido como nuestro amigo Eco… pero a la
larga, funciona así… Si practicas la bondad, encontrarás bondad a tu alrededor,
si siembras maldad, más tarde o más temprano cosecharás maldad, la vida te
devuelve lo que tú le ofreces….
- "Creo que lo he entendido, papá…. ¿Podemos venir
la semana que viene a hablar con nuestro
amigo otra vez?" preguntó con cara entusiasmada el niño
- "Claro que sí, hijo, claro que sí…" respondió su
padre mientras ponía en marcha el motor del coche…
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