Preciosa esta canción del grupo mexicano Maná, con una letra 100% cristiana. Poco a poco vamos ampliando nuestra colección de canciones con un contenido cristiano, y para mi sorpresa, son muchos grupos conocidos del panorama contemporáneo musical los que han dedicado alguna canción de sus repertorios a transmitir un mensaje de fe. Precisamente hoy comentamos esta canción de un grupo cuyo nombre no puede ser más Bíblico: El Maná es el pan con el que Dios alimentó a los israelitas durante 40 años en su Éxodo por el desierto guiados por Moisés. Esta canción-oración en concreto es un canto en contra de la violencia, del odio, de las guerras, del derramamiento de sangre, del rencor que poco a poco parece que se apoderan de nuestra sociedad con el silencio cómplice de quienes dejamos pasar las situaciones injustas sin denunciarlas. La canción recoge una serie de preguntas que todos y cada uno de nosotros seguramente nos habremos realizado alguna vez a lo largo de nuestras vidas: el porqué del odio, de la violencia, de la injusticia… Frente a ellas, y a pesar de que a veces no veamos a Dios en medio de tanto sufrimiento, una palabra que se eleva por encima del resto: FE.
Es una canción-protesta, una oración a Dios que debe calar en lo más profundo de nuestro corazón y animarnos a construir una sociedad más justa y más humana. Ojalá Dios nos de a todos esa fe que pide Maná, ese corazón que sea capaz de no devolver mal por mal, sino que sea capaz de amar incluso a quienes nos hacen el mal. Hay que amar como hermanos, hay que intentar al menos como nos dice la letra de la canción construir un mundo mejor. Está en mis manos, y en las tuyas, y en las de todos. No dejemos que nos venza el desánimo. Cada uno podemos poner nuestro granito de arena para cambiar esta sociedad y transformarla en un poco más humana-cristiana.
No puedo entender
este mundo como es,
que uno puede odiar,
herir y traicionar, ¿Por qué?
Cómo puede ser
que haya gente que pueda matar
por diferencia de opinión,
por tierra o por religión, no sé.
Oh no, míranos.
dónde está nuestro corazón
oye mi canción
ya no más sangre, grítalo
FE
Dame fe, dame alas,
dame fuerza
para sobrevivir,
en este mundo.
Cómo puede ser
que haya tanta destrucción,
en vez de resolver
les enferma todo el poder.
Que esto quede claro:
Hay que amarnos como hermanos,
Tenemos el valor, para darnos más amor
lo sé, ya lo sé.
Oh no, míranos
Dónde esta nuestro corazón,
oye mi canción
ya no más sangre, grítalo
FE
Dame fe, dame alas,
dame fuerza
para sobrevivir,
en este mundo.
El mundo puede cambiar
sólo hay que intentarlo,
no hay que odiar, hay que amar
no hay que odiar, hay que amar
hay que intentar, hay que intentar
no hay que perder la fe.
Dame fe, dame alas,
dame fuerza
para sobrevivir,
en este mundo.
Dame fe, dame alas,
dame fuerza
para sobrevivir,
en este mundo.
Coincido completamente contigo.
ResponderEliminarCreo que la música, como una de las mayores potencias en miles de ámbitos puede ser perfectamente bien usada para promover un espíritu cristiano-católico y mayor contacto con Dios.
Empujarnos a mejorar y seguir siempre intentando ser mejores, con los demás o con nosotros mismos.
Aparte, ¿a quién no le gusta la buena música?
Estoy completamente segura de que si investigásemos este campo como un modo de transmisión de buenos valores, se obtendrían resultados maravillosos.
Gracias por el comentario, Carmen. Me alegro que coincidamos en nuestras apreciaciones. Desgraciadamente, echo de menos en la música de élite más canciones con contenido cristiano o que simplemente transmitan valores humanos. Un saludo!
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